domingo, 2 de mayo de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - El mayorazgo - La desamortización española - Antonio Ponz Piquer - Tras la huella del Indiano - José Pérez de Lanciego - Agustín de Echeverz y Subiza - Palacio de Ezpeleta

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (IV) La pintura de castas - (II) Juan Correa (mulato y nieto de una gaditana) - Sus obras en España, pincha aqui

El mayorazgo era una institución que forma parte del derecho civil y que permite mantener la propiedad de determinados derechos o bienes en el seno de una familia. Su alcance está dado por las condiciones dictadas en su establecimiento o por las prescripciones de la ley; en la actualidad su vigencia se limita a los títulos nobiliarios

Retrato de 1798 realizado por Goya
Gaspar Melchor de Jovellanos (Gijón, 5 de enero de 1744-Puerto de Vega, 27 de noviembre de 1811) fue un escritor, jurista y político ilustrado español. Especialmente comprometido con el desarrollo económico y cultural de su país, fueron relevantes su Informe sobre la Ley Agraria o su Memoria sobre la educación pública. Fue hermano mayor de la poetisa Josefa de Jovellanos..

El mayorazgo era un sistema de reparto de bienes que beneficiaba al mayor de los hijos, de forma que el grueso del patrimonio de una familia no se diseminaba, sino que solo podía aumentar. La etimología de la palabra proviene de «mayor» y «-azgo», sufijo latino que indica dignidad, cargo, título, estado, rango. La idea es que el hijo mayor heredaba la práctica totalidad de los bienes, que no podían dividirse con la herencia ni venderse. De este modo, el patrimonio que se transmitía al heredero siempre era el mismo o aumentaba.

Este sistema de vinculaciones económicas fue criticado en el Informe en el Expediente de la Ley Agraria escrito por Gaspar Melchor de Jovellanos a petición de la Sociedad Económica de Amigos del País madrileña, cuya consecuencia directa fue la desamortización de Manuel Godoy en 1798.

La desamortización española fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado a finales del siglo XVIII con la denominada «Desamortización de Godoy» (1798) —aunque hubo un antecedente en el reinado de Carlos III de España— y cerrado bien entrado el siglo XX (16 de diciembre de 1924). Consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar (vender, hipotecar o ceder) y que se encontraban en poder de las llamadas «manos muertas», es decir, la Iglesia católica y las órdenes religiosas —que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos y abintestatos— y los llamados baldíos y las tierras comunales de los municipios, que servían de complemento para la precaria economía de los campesinos

Francisco de Goya - Godoy como general - Google Art Project (recortado)
Manuel Godoy y Álvarez de Faria (Badajoz, 12 de mayo de 1767-París, 4 de octubre de 1851) fue un noble y político español, favorito y primer ministro de Carlos IV entre 1792 y 1798, y hombre fuerte en la sombra de 1800 a 1808. Fue duque de la Alcudia y de Sueca y príncipe de la Paz por su negociación de la Paz de Basilea en 1795, título que años después Fernando VII declaró ilegal y que Godoy reemplazó, ya en el exilio, por el italiano de príncipe de Bassano. La compra del feudo de Bassano di Sutri, cerca de Roma y Viterbo, le dio derecho a este título, tras concesión del papa Pío VIII.

Autorretrato, hacia 1774, óleo sobre lienzo, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Realizó por encargo de Campomanes un famoso viaje por España a fin de inspeccionar los bienes artísticos en Andalucía que habían pertenecido a la Compañía de Jesús, recién expulsada por Carlos III (1767). Tras realizarlo, Antonio Ponz publicó su Viaje de España, o Cartas en que se da noticia de las cosas más apreciables y dignas de saberse, que hay en ella en 17 volúmenes en forma epistolar que empezaron a imprimirse en 1772 en el taller de Joaquín Ibarra, aunque el autor, por precaución, publicó los dos primeros con nombre supuesto.
Ofrecía esta obra, no solo un inventario de monumentos y un informe documental sobre la conservación del patrimonio artístico epigráfico, pictórico, escultural y de arquitectura y otras obras de arte que contempló en el curso del mismo, sino una descripción de las mismas desde un punto de vista fuertemente influido por la Ilustración y el Neoclasicismo y una visión mucho más amplia que abarca los múltiples aspectos de la realidad social del país en esos momentos, si bien con amplitud inferior a Eugenio Larruga. De algunos de los tomos se publicaron hasta 13 ediciones; en su obra se echa de ver que no le gustaba la situación del campo, porque estaba despoblado y poco o mal explotado, y hacía notar que los mercados interiores estaban mal comunicados. Percibía, además, cierta crisis en la creación artística en relación con otras épocas más brillantes, como la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII; le horrorizaban los excesos del barroco posterior. Para recompensar sus trabajos Carlos III le otorgó las rentas eclesiásticas de La Prestamera de Cuerva, arzobispado de Toledo, e influyó para que se le concediese la Secretaría de la Academia de San Fernando (1776).

Antonio Ponz Piquer (Bejís, Castellón, 28 de junio de 1725 - Madrid, 4 de diciembre de 1792), conocido en su época como "el abate Ponz", fue un historiador ilustrado, pintor y viajero español.​

En 1773 fue elegido académico de la Historia y en 1776 secretario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y fue, además, miembro de la Real Sociedad Bascongada y de la Económica de Madrid, entre otras distinciones.

Antonio Ponz fue una figura esencial de la política cultural borbónica y trabajó en la recopilación de obras y reliquias de la Biblioteca de El Escorial, completando su galería de retratos y copiando algunos cuadros de maestros italianos. Por otra parte, aunque no abogó por la creación de museos en España, sí llegó a concienciar sobre la necesidad de «dar a conocer y proteger el patrimonio artístico nacional».

Muere Erik el belga, ladrón de 6 mil obras de arte (19 - junio -2020)

El amor por el arte llevó a Erik el belga a robar tantas piezas de arte que algunos lo consideran el ladrón de arte más importante del siglo XX. Van der Berghe fue uno de los falsificadores y ladrones de arte más importante de Europa y considerado como el ladrón de arte más destacado del siglo XX. Asentado desde hace unos años en Málaga como marchante de arte y pintor, Van der Berghe había renunciado desde tiempo atrás a su carrera como ladrón y emprendido una particular cruzada para tratar de recuperar parte del patrimonio que el mismo había sustraído, una gran parte de ermitas e iglesias aragonesas. Asentado desde hace unos años en Málaga como marchante de arte y pintor, Van der Berghe había renunciado desde tiempo atrás a su carrera como ladrón y emprendido una particular cruzada para tratar de recuperar parte del patrimonio que el mismo había sustraído, una gran parte de ermitas e iglesias aragonesas.

Con el paso de los años y tras su tiempo en prisión, Erik el belga abandonó la falsificación y el robo para dedicarse a crear su propio arte; la corriente gótica era la que más le apasionaba. En nombre de la beneficiencia, donó sus cuadros al municipio granadino de Cúllar y otra a las Hermanas del Buen Samaritano de Nerja, que se subastaron para recaudar fondos. Se hizo devoto de José María Escrivá de Balaguer y publicó su autobiografía "Por amor al arte" (Planeta), en 2012. En una entrevista a EFE, Erik el belga dijo no arrepentirse de nada: "Es difícil arrepentirse cuando robar arte es un placer", declaró. (Conocia la obra de Antonio Ponz Piquer)

Tras la huella del Indiano

Escudo del arzobispo de México José Pérez de Lanciego - s.XVII
Blasón arzobispal de fray José Pérez de Lanciego con castillo inferior, flanqueado por espada y palma, rica orla de follajes, niños tenantes y por timbre cruz entre ángeles y bajo capelo del que parten cordones a cada lado con cinco borlas.

José Pérez de Lanciego Eguilaz y Mirafuentes, O.S.B. (Viana, Navarra, 1655 - Ciudad de México, 25 de enero de 1728) fue un religioso benedictino español, arzobispo de México. Su ayuda fue definitiva para que el Rey lograra que en Nueva España el clero secular predominara sobre el regular.

La iglesia de Santa María de la Asunción situada en Viana (Navarra, España) es un edificio religioso construido entre 1250 y 1312. La buena situación económica de la villa se tradujo en las continuas reformas que se realizaron en el templo, así como en el encargo de numerosos objetos artísticos, aún atesorados en su interior.
Se trata de una iglesia gótica de tres naves de cuatro tramos, con capillas entre contrafuertes, triforio y cabecera poligonal, cubierta por bóvedas de crucería. A los pies se encuentra una portada del siglo XIV, de tres arquivoltas, presidida por la Virgen con el niño, que son adorados por dos ángeles.
La portada meridional, lugar de enterramiento de César Borgia, es todo un derroche de ornamentación característica del manierismo y concentra el máximo interés del templo en su apariencia externa.
César Borgia (Roma, 13 de septiembre de 1475-Viana, 12 de marzo de 1507), de nombre original español César de Borja, fue un noble, político y condotiero italiano de origen valenciano, que sirvió como capitán general de los ejércitos papales entre 1497 y 1503, al servicio de su padre y sumo pontífice de la Iglesia católica Alejandro VI.
César Borgia murió durante una emboscada a traición, en Viana, el 12 de marzo de 1507

Hijo del matrimonio formado por Miguel Pérez de Lanciego y María Sáenz de Eguilaz, fue bautizado en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Viana el 23 de febrero de 1656. Estudió Filosofía en la Universidad de Alcalá de Henares pero, a pesar de la negativa paterna, abandonó la universidad en 1670 y tomó el hábito el 4 de agosto de 1671 en el Monasterio benedictino de Santa María la Real de Nájera, perteneciente a la Congregación Observante de San Benito de Valladolid.

El interior de Santa María es de carácter catedralicio. Tiene tres naves de anchura desigual, con cuatro tramos, capillas laterales y un coro alto a los pies. El estilo gótico se aprecia perfectamente en los muros y bóvedas de las naves y en la triple cabecera. El templo dispone también de un triforio o galería que le permitirá recorrer la iglesia a través de un pasillo formado por elegantes tracerías.
En la sacristía y anexos se guardan colecciones artísticas. Hay piezas de plata de los talleres logroñeses y americanos, sobresaliendo una cruz proyectada por Luis Paret y una custodia, ambas neoclásicas. Excepcional es la colección de ornamentos litúrgicos de los siglos XVI y XVII de autores riojanos y navarros, lo mismo que los seis crucifijos de marfil, dos de ellos hispano-filipinos, y los cerca de treinta cantorales de pergamino de los siglos XVI y siguientes.

En 1711 fue presentado por Felipe V como arzobispo de México. Llegó a Veracruz el 3 de diciembre de 1712 y a la Ciudad de México el 4 de enero del año siguiente.

El arzobispo Pérez de Lanciego y su sobrino - 1714  Denver Art Museum 

Durante su arzobispado se dedicó a hacer observar las decisiones de los concilios Tridentino y Mexicano por parte del clero. Realizó visitas a los pueblos más remotos del arzobispado de México pasando por Cuernavaca y llegando hasta Acapulco. Financió gran parte de las obras del Colegio de Belén, cuidó de las capellanías y del culto a la Virgen de Guadalupe. En 1727 obtuvo la primera Bula y real cédula para la erección de una iglesia colegiata. Fomentó la multiplicación de escuelas en los pueblos de indios y fomentó la enseñanza del castellano.

Retrato de fray José Pérez de Lanciego y Eguílaz, arzobispo de México
1720 - Juan Rodríguez Juárez - Viana (Navarra). Parroquia de Santa María

 n° 19 solar de los Pérez de Lanciego y Eguílaz, en la que campea el escudo de fray José, arzobispo de México y que pasó después al marqués de Armendáriz

Murió agotado por las visitas pastorales y víctima de la caridad por atender a los enfermos contagiosos, en la epidemia que asoló la ciudad de México en 1728. Fue sepultado en la Catedral, pero legó su corazón y sus ojos a su Monasterio de Nájera, donde fueron colocados con lápida propia, en la capilla de San Antón, que él había mandado construir siendo abad.

El monasterio de Santa María la Real de Nájera es un conjunto religioso situado en la ciudad de Nájera, en la Comunidad Autónoma de La Rioja (España). En él se encuentra el panteón de los reyes del reino de Nájera-Pamplona, antecesor del reino de Navarra. Al encontrarse Nájera en pleno Camino de Santiago y haber sido sede de monarcas navarros, la relevancia del monasterio de Santa María la Real fue elevada.
El exterior del Monasterio de Santa María la Real de Nájera es una mezcla de diferentes estilos, fruto de su dilatada historia. Las necesidades de defensa hicieron que los muros fueran altos y que los contrafuertes tuvieran función de bastiones. El siglo XVII dejó la decoración de los muros y puertas y la torre cuadrangular. El pórtico de la iglesia se realizó entre los años 1621 y 1625.

En 923 el rey de León Ordoño II, en alianza con el reino de Pamplona, conquista Nájera a los musulmanes. Unos años antes, en 918 Sancho Garcés I de Pamplona había nombrado a su hijo García Sánchez rey de Nájera después de conquistar, junto con los leoneses, buena parte de La Rioja.

Claustro inferior

En 1035 sube al trono del reino de Nájera-Pamplona García Sánchez III, conocido como García el de Nájera. Según la leyenda, en 1044 descubrió una imagen de la Virgen en una cueva, mientras estaba cazando; siguiendo a su halcón encuentra una pequeña capilla hecha en la cueva con la imagen de la Virgen, un ramo de azucenas (símbolo del monasterio) y una campana. La imagen recibe el nombre de Santa María en la Cueva y se decide construir un templo con un monasterio. El templo sería consagrado y acabado el 12 de diciembre de 1052.

Sepulcros de los reyes de Nájera-Pamplona
A los pies de la nave central, a ambos lados de la entrada a la Cueva, se hallan los sepulcros de los reyes del reino de Nájera-Pamplona, precursor del reino de Navarra. Aquí están enterrados los reyes de las dinastías Jimena, o de los Abarca, que se mantuvo en el trono desde 918 hasta 1076, y la que prosiguió a García Ramírez que reinó desde 1135 hasta 1234. Esta dinastía proviene de la de los Abarcas.

Al lado derecho de la nave central se halla el llamado Panteón de los infantes, aquí se recogen los restos de aquellos personajes reales que no llegaron a ser reyes. Entre todas las sepulturas destaca la de Blanca Garcés, conocida como Blanca de Navarra. El sepulcro de Blanca de Navarra, del que solo se conserva la tapa, es el único original del conjunto. Data del siglo XII y es una pieza de talla románica. Está adornado con bajorrelieves que representan escenas del Evangelio y de la vida de la difunta, que murió muy joven.

Palacio de Ezpeleta
El Consejo Escolar de Navarra tiene su sede en el Palacio de Ezpeleta o de los Marqueses de Aguayo. Se trata de un edificio del siglo XVIII situado en la calle Mayor del Casco Antiguo de la ciudad de Pamplona. En el año 2005 fue sede del Conservatorio Navarro de Música Pablo Sarasate. Actualmente también es la sede de la Escuela de educadores y de la Escuela Oficial de Idiomas a Distancia.


El palacio se comenzó a construir en 1709 por el cantero Pedro de Arriarán y el escultor Domingo de Gaztelu para la familia de Agustín de Echeverz (marqueses San Miguel de Aguayo), gobernador y capitán general del Nuevo Reino de León en el virreinato de Nueva España.

Está dentro del espíritu de la Ilustración en el que Pamplona renovó sus edificaciones, demoliendo buena parte del caserío de los siglos anteriores. En esta etapa de gran actividad constructiva, irrumpió con fuerza un urbanismo con interés por las panorámicas, las vistas, las grandes plazas y parques, y la disposición escenográfica de los conjuntos monumentales.

La fachada es plenamente barroca y se compone de un gran cuerpo de piedra con almohadillado rústico, piso noble de ladrillo con balcones y remate con óculos en el ático. Destaca la gran portada de Domingo Gaztelu, de piedra blanca de Olza, que en 1843 Víctor Hugo calificó como «una égloga adornada con balas de cañón». Esto es debido a que lo componen motivos alusivos a la actividad militar —cañones, trofeos y guerreros— de sus primeros propietarios. La sirena también aparece con reiteración. A su descripción hay que añadir la escalera que parte del zaguán de porte noble y un gran patio posterior, que todo ello hace a este edificio uno de los ejemplares más notables de la arquitectura civil de la ciudad.

En 1800, el marqués de San Miguel de Aguayo, que residía en México, vendió el inmueble al conde de Ezpeleta, que le ha dado nombre hasta hoy, y que colocó sus armas sobre el dintel de la portada. Años más tarde pasó a ser propiedad del marqués del Amparo, y desde 1918 hasta 1999 fue colegio de la Compañía de Santa Teresa de Jesús.

En 2004 fue reformado por los arquitectos Manuel Enríquez Jiménez y Javier Barcos Berruezo, rescatando los elementos arquitectónicos de mayor interés.

El Marquesado de San Miguel de Aguayo es un título nobiliario español otorgado el 30 de marzo de 1682 por el rey Carlos II a favor de Agustín de Echeverz y Subiza.

El primer marqués era vizconde de Santa Olaya, señor de los Palacios de Esparza y Zariquiegui en Navarra, caballero de la Orden de Santiago, gobernador y Capitán general del Nuevo Reino de León, Alguacil Mayor perpetuo del Reino de Navarra.

La denominación del título hace referencia al señorío jurisdiccional de San Miguel de Aguayo, en Castilla la Vieja, Montañas de Burgos, actual municipio homónimo de Cantabria.

El Nuevo Reino de León fue un territorio administrativo del Imperio español, políticamente gobernado y dependiente de la Intendencia de San Luis Potosí y del Virreinato de la Nueva España. Su ubicación se encontraba en el área que corresponde generalmente al actual estado de Nuevo León.

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