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La Misión (1986), Tráiler de una celestial película, pincha aqui
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La Colonización europea de América fue emprendida por sacerdotes católicos de distintas órdenes religiosas, que llevaron a cabo una amplia labor evangelizadora. Entre las misiones de dichas órdenes destacaron las de los jesuitas y franciscanos, y su labor en la Chiquitania boliviana.
La Compañía de Jesús, bajo el mando de Ignacio de Loyola y por mandato del papa Paulo III, emprendió a partir de marzo de 1540 la labor de fundar reducciones y evangelizar en las tierras del Nuevo Mundo así como la incursión y descubrimiento de nuevos dominios. En Bolivia influyó fuertemente fue la búsqueda de El Dorado, o el Gran Paitití, denominativos de una mítica ciudad de oro.
Las misiones jesuíticas de Bolivia, también llamadas reducciones, fueron pueblos misionales fundados por la Compañía de Jesús con la finalidad de evangelizar la región, en lo que actualmente es el Estado Plurinacional de Bolivia. Las misiones de Chiquitos y de Tarija pertenecieron a la provincia jesuítica del Paraguay, mientras que las de Moxos y el resto de Charcas pertenecían a la provincia jesuítica del Perú.
Las misiones creadas en Chiquitos que existieron hasta el momento de la expulsión de los jesuitas fueron diez
La evangelización mediante el uso de la música renacentista y barroca tuvo gran acogida en la época y que se ha desarrollado consecutivamente hasta la actualidad, dejando un legado propio.
Iglesia en Concepción (Santa Cruz) Concepción es una localidad y municipio de Bolivia, capital de la Provincia Ñuflo de Chaves al norte del departamento de Santa Cruz. |
Las «Misiones jesuíticas del Chiquitos» fueron declaradas en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Señala la Unesco que, entre 1696 y 1760, seis conjuntos de reducciones (asentamientos de indios cristianizados) inspirados por las ciudades ideales de los filósofos del siglo XVI, fueron fundadas por los jesuitas en un estilo que aunaba la arquitectura católica con las tradiciones locales. Las seis que quedan (San Francisco Javier, Concepción, Santa Ana, San Miguel, San Rafael y San José) son un patrimonio vivo en el anterior territorio del Chiquitos.
Las misiones jesuíticas de Bolivia : Martin Schmid, 1694-1772 : misionero, músico y arquitecto entre los chiquitanos.
Martin Schmid , también conocido como Esmid (26 de septiembre de 1694 - 10 de marzo de 1772) fue un jesuita , misionero , músico y arquitecto suizo , que trabajó principalmente en la provincia de Chiquitos de lo que hoy es Bolivia .
A fines de 1728 comenzó su viaje a América del Sur. La travesía de Tenerife a Buenos Aires tomó más de tres meses. Los misioneros necesitaron ocho meses más para ir tierra adentro y llegar a Potosí , Bolivia . Aquí Schmid fue seleccionado, junto con otros tres jesuitas, para evangelizar a los chiquitos. En agosto de 1730, finalmente llegó al área de misión de los Chiquitos.
Altar de la Iglesia de San Miguel de Velasco , Bolivia |
Confesionario en la Iglesia de San Miguel de Velasco, Bolivia; en memoria de Martin Schmid |
Fachada de la Iglesia de San Javier , Bolivia |
Los superiores me han ordenado introducir la música en estas misiones. Todos los pueblos tienen ahora su órgano, muchos violines y contrabajo de cedro , clavicordio , lomos, arpas, trompetas, chirimía. Estos muchachos indios son músicos perdidos; con su canto y juego en la Santa Misa rinden cada día el propio agradecimiento y alabanza al Señor. Debo decir que pudieron aparecer con su música en cada pueblo e iglesia para tu gran sorpresa. (De una carta de Martin Schmid en 1744.)
Iglesia San Ignacio de Velasco , Bolivia |
Cuando Martin Schmid se dirigió a los campos misioneros, su principal intención era evangelizar a los pueblos indígenas. Sin embargo, su congregación tenía otras tareas para él. Su trabajo principal era fortalecer la fe de los indígenas ya cristianizados y hacer sustentables sus asentamientos. Las raíces de la fe cristiana se profundizaron mediante la educación religiosa y las celebraciones de la iglesia.
Schmid pasó sus últimos años en San Miguel de Velasco y en San Ignacio de Velasco , donde estuvo, junto con su hermano Johann Mesner (1703-1768), encargado de fabricar y dorar los altares. En 1767, los jesuitas de San Ignacio recibieron una orden de expulsión del rey Carlos III de España . Schmid, de 73 años, esperaba no verse afectado por el desalojo debido a su edad. Sin embargo, en 1768 tuvo que emprender el arduo viaje a casa. Con otros deportados cruzó los Andes hasta Arica , Chile en mula. De allí viajó en barco, vía Lima , a Panamá . Luego procedió a través de Cartagena, (Colombia) aLa Habana , y finalmente llegó a Cádiz , España, en 1769. Después de una detención de 15 meses en El Puerto de Santa María se le permitió salir de España. A mediados de noviembre de 1770 llegó a Augsburgo . En la primavera de 1771, Schmid regresó a su hogar en Suiza. Pasó más de un año en el Colegio Jesuita de Lucerna . Murió allí a los 77 años y fue enterrado en la iglesia jesuita de Lucerna.
Misiones jesuíticas guaraníes
Las misiones jesuíticas guaraníes o reducciones jesuíticas guaraníes fueron un conjunto de treinta pueblos misioneros fundados a partir del siglo XVII en llamada Provincia Paraguaria (jurisdicción situada en Virreinato del Perú y que abarcaba regiones de los actuales Paraguay, Argentina, Uruguay y partes de Bolivia, Brasil y Chile) por la orden religiosa católica de la Compañía de Jesús entre los aborígenes guaraníes y pueblos afines, con el objetivo de evangelizar a dichos pueblos.
Quince misiones se ubicaron en las actuales provincias de Misiones y Corrientes (Argentina), ocho en el Paraguay y las siete restantes en las denominadas Misiones Orientales, situadas al suroeste del Brasil.
Ruinas de la reducción jesuítica de San Ignacio Miní, ubicada en la localidad de San Ignacio, en la provincia argentina de Misiones |
La Provincia Jesuítica del Paraguay tenía un padre provincial residente en la ciudad de Córdoba, designado por el general de la Compañía de Jesús, con sede en Roma. Al general o prepósito de la orden, los sacerdotes jesuitas le debían total obediencia, después del papa.En cada reducción había dos sacerdotes (en las más pobladas había tres), uno a cargo de lo espiritual y religioso (el cura del pueblo) y otro (el compañero) que estaba a cargo de las cosas temporales como el trabajo y la instrucción.Las ruinas más conocidas de la reducción de San Ignacio Miní, una misión jesuítica fundada a comienzos del siglo XVII para evangelizar a los nativos guaraníes, por el padre jesuita, hoy san Roque González de Santa Cruz , se encuentran en la actual localidad de San Ignacio, en la provincia argentina de Misiones, distantes unos 60 km de la capital provincial, Posadas. Aunque el asiento inicial de San Ignacio Miní (San Ignacio Miní I) se ubica en el extremo norte del actual estado brasileño de Paraná cuando entre los siglos XVI y XVIII el territorio de tal estado formaba la región hispanojesuítica de La Guayrá.
Roque González de Santa Cruz S. J. (Asunción, 17 de noviembre de 1576 - Caibaté, 15 de noviembre de 1628) fue un religioso presbítero y mártir criollo asunceno, fundador de varias misiones y reducciones jesuíticas. Fue canonizado por el papa Juan Pablo II en 1988. En 1619 fundó la reducción de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción (hoy Concepción de la Sierra) y en 1627 fundó la reducción de Nuestra Señora de la Candelaria, en Caazapaminí (actual territorio brasileño). Después fundó la reducción de San Javier sobre la costa del río Uruguay. Sobre ese río se extendió hacia el sur, participando en la fundación de la reducción de Yapeyú, en la actual provincia de Corrientes (Argentina), que luego adquirió importancia y extensa jurisdicción, naciendo allí el militar José de San Martín (1778-1850). Desde Yapeyú partió hacia el interior del sur del actual Brasil, fundando las reducciones de San Nicolás (hoy São Nicolau); Asunción del Iyuí y Caaró. Justamente en la zona de Iyuí, tenía grandes diferencias con el cacique Ñezú, y fue así que el día 15 de noviembre de 1628, esta reducción fue destruida y fueron asesinados tanto el padre Roque González de Santa Cruz como el padre español Alonso Rodríguez Olmedo en Caaró. La misma suerte corrió el jesuita Juan del Castillo, también español, que fue asesinado dos días después, el 17 de noviembre de 1628. Los cadáveres fueron arrojados a la hoguera, pero, según se cuenta, el corazón de Roque (que milagrosamente quedó intacto), les habló haciéndoles ver lo que habían hecho. Origen e historia de la misión La misión original fue dirigida por los sacerdotes José Cataldino y Simón Maceta en la región que los nativos llamaban Guayrá y los españoles llamaron La Pinería, en el actual estado de Paraná, alrededor de 1610. En 1631, la mayor parte de las reducciones fueron asediadas y destruidas por los bandeirantes paulistas o mamelucos. Sólo las de San Ignacio y Nuestra Señora de Loreto resistieron los ataques, pero en 1632 decidieron trasladarse a la región de Paranaimá, hacia el oeste. Pese a la formación de milicias nativas organizadas y entrenadas por los jesuitas de vocación militar, las hostilidades obligaron a replegarse nuevamente hacia el este, a su ubicación actual, en donde en 1696, tras haber tenido diversos emplazamientos que fueron abandonados más tarde, se restableció definitivamente. Recibió entonces el nombre de San Ignacio Miní ("la menor", en guaraní) para distinguirla de la anterior San Ignacio de la zona, llamada luego San Ignacio Guazú ("la mayor"). En la ciudad se encuentran las ruinas jesuíticas de "San Miguel Arcángel" (São Miguel Arcanjo), declaradas desde 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una de las varias reducciones que existen en territorio brasileño, argentino y paraguayo, fundadas por los jesuitas durante el siglo XVIII como parte de un plan que tenía el objetivo de catequizar a los indios guaraníes y protegerlos de los comerciantes de esclavos que azotaban la región. Las ruinas fueron escenario en 1986 de la grabación de parte de la película La misión, protagonizada por Robert De Niro y Jeremy Irons. Su población estimada en el año 2003 era de 7.263 habitantes.
La Guerra Guaranítica fue el conflicto armado en el territorio de las Misiones Orientales (actual Estado de Río Grande del Sur), pertenecientes a la Banda Oriental (actual Uruguay), y que enfrentó, entre 1754 y 1756, a los indígenas guaraníes de las misiones jesuíticas y las fuerzas españolas y portuguesas, como consecuencia del Tratado de Madrid (o Tratado de Permuta), firmado en 1750. Las Misiones Orientales abarcaban cerca de 500.000 kilómetros cuadrados de territorios, dentro del cual estaban los siete prósperos pueblos de: San Luis Gonzaga, San Nicolás, San Francisco de Borja, San Miguel, San Lorenzo, San Juan Bautista y Santo Ángel, además de estancias pertenecientes a las reducciones de: Concepción, Apóstoles, Santo Tomé, Yapeyú y La Cruz que se hallaban al occidente del río Uruguay, debían ser entregados a Portugal y en el término de un año, 29.191 guaraníes debían salir de la región con todos sus bienes y trasladarse al occidente del río Uruguay o quedarse y aceptar la soberanía portuguesa. En cuanto a los jesuitas, acusados de ser los instigadores de la resistencia, pero sobre todo, vistos con malos ojos por los círculos de poder de Lisboa y Madrid, influidos por el despotismo ilustrado, y que los caracterizaron como un estado dentro del estado, incompatible con el absolutismo, poco tiempo les quedaba para maniobrar en 1759 fueron expulsados de Portugal y sus dominios por el Marqués de Pombal, y en 1767 de España y los suyos por Carlos III, quienes insistentemente pidieron a la Santa Sede la disolución de la Orden, a lo que finalmente accedería el papa Clemente XIV en 1773. Algunos historiadores estiman en 10 000 los muertos entre los indios y en 150 los prisioneros.
La misión (el título original: The Mission) es una película británica de 1986 dirigida por Roland Joffé e interpretada por Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally y Aidan Quinn en los papeles principales, ganadora de varios premios cinematográficos internacionales. El largometraje británico de Roland Joffé tiene como telón de fondo el Tratado de Madrid (1750), entre España y Portugal, por el que se dirimió momentáneamente la disputa por la Colonia del Sacramento —en la desembocadura de Río de la Plata— y la lucha entre las monarquías absolutas europeas y el poder detentado por la Iglesia hasta la época centrado en la Compañía de Jesús; ésta ejercía gran influencia en los ámbitos cultural, económico y en alguna medida político, agudizada esta última por la cuestión de su cuarto voto religioso a favor de la figura del sumo pontífice. Por entonces, los reyes católicos europeos consideraban a la figura papal más como un príncipe soberano que como un pastor de almas, con lo que los jesuitas eran vistos como los representantes de un estado dentro de sus dominios. El personaje del Padre Gabriel estaría inspirado en el Sacerdote Jesuita y compositor de música barroca, Domenico Zipoli, quien vino a evangelizar en las misiones jesuitas de Córdoba, Argentina en el Siglo XVIII. Zipoli, Domenico. Prato (Italia), 16.X.1688 – Córdoba (Argentina), 2.I.1726. Músico jesuita (SI). Inició sus estudios musicales en Florencia (1707), probablemente con Giovanni Maria Casini, bajo el patronato de Cosme de Médicis, gran duque de Toscana. Completó sus estudios en Roma (a más tardar a comienzos de 1710) con Bernardo Pasquini. Kyrie - Misa de San Ignacio (D. Zipoli), PINCHA AQUI En 1706 marchó a Roma, donde compuso sus primeras obras, entre las que destaca Sonate d'Intavolatura. En 1716 llegó a Sevilla, donde ingresó en la Compañía de Jesús. Tras terminar estudios de teología y filosofía, viajó a Córdoba (Argentina), donde permaneció hasta su muerte. Fue el músico más conocido de los que trabajaron para las misiones jesuitas de Mojos y Chiquitos, entre Paraguay y Bolivia. Su obra en Europa es de una deslumbrante técnica barroca, por lo que llama la atención que supiera adaptarse a las necesidades de la música indígena guaraní. Desafortunadamente, una parte de su repertorio se perdió tras el final de las misiones de los jesuitas en 1767. Sus obras más representativas son la Misa Zipoli, las Vísperas Solemnes y los himnos Ave María Stella, O Gloriosa virginum y Tantum ergo Sacramentum. Contemporáneo de Bach, Händel y Scarlatti, es difícil comprender cabalmente la vida y el legado de Zipoli fuera del contexto histórico de la época colonial. El final de las reducciones A partir de inicios del siglo XVIII, las reformas borbónicas puestas en marcha por esta nueva dinastía a fin de evitar el lento proceso de decadencia en que se encaminó la monarquía hispánica, alcanzaron también al aspecto religioso en donde la corona aplicó el regalismo.
Durante el reinado de Fernando VI, España se enfrentó con Portugal por la colonia del Sacramento, desde la que se facilitaba el contrabando británico por el Río de la Plata. José de Carvajal consiguió en 1750 que Portugal renunciase a tal colonia y a su pretensión de libre navegación por el Río de la Plata. A cambio, España cedió a Portugal dos zonas en la frontera brasileña, una en la Amazonia y la otra en el sur, en la que se encontraban siete de las treinta reducciones guaraníes de los jesuitas. Los españoles tuvieron que expulsar a los misioneros jesuitas, lo que generó un enfrentamiento con los guaraníes que duró once años. El rey sucesor, Carlos III, imitando las políticas seguidas en el Reino de Portugal (1759) y en el Reino de Francia (1762), a través de la Pragmática Sanción de 1767, emitida el 27 de febrero de ese año, ordenó la expulsión de los jesuitas de todos los dominios de la corona de España, incluyendo los de América y los demás ultramarinos, cifra que alcanzó a más de 6000 religiosos. El ataque de la monarquía a esta orden religiosa también alcanzó sus bienes temporales toda vez que ya que la pragmática también decretó la incautación del patrimonio de la Compañía de Jesús. Patrimonio de la Humanidad Algunas de las misiones jesuíticas guaraníes han sido declaradas lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cada una de ellas se caracteriza por un plan específico y un diferente estado de conservación.
Al 2013, son siete los impresionantes restos que el organismo cultural ha protegido. La primera declaración data de 1983 y fue para las ruinas de São Miguel das Missões, ubicadas en el sur de Brasil.
En 1984, la declaración otorgada a las ruinas brasileñas de San Miguel de las Misiones fue extendida para incluir las misiones argentinas de San Ignacio Miní, Santa Ana, Santa María la Mayor y Nuestra Señora de Loreto, lo que lo convirtió en un único sitio transfronterizo.
En 1993 el número se amplió con la declaración que alcanza a dos misiones situadas en Paraguay: la misión jesuítica de Jesús de Tavarangué y la misión jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná. Brasil Brasil, oficialmente República Federativa de Brasil, es un país soberano de América del Sur que comprende la mitad oriental del subcontinente y algunos grupos de pequeñas islas en el océano Atlántico. Es el país más grande de América Latina. Con una superficie estimada en más de 8,5 millones de km²,3 es el quinto país más grande del mundo en área total (equivalente a 47 % del territorio sudamericano). Vicente Yáñez Pinzón fue el primer navegante europeo que llegó al Brasil. Descubrió las costas del extremo norte de Brasil en enero de 1500, tres meses antes de la llegada de la flota comandada por Pedro Álvares Cabral.
Brasil, hasta entonces habitado por indígenas, tuvo su primer contacto con los europeos en el año 1500 d.C. a través de una expedición portuguesa liderada por Pedro Álvares Cabral. Tras el Tratado de Tordesillas, el territorio brasileño fue el segmento del continente americano que correspondió al reino de Portugal, del cual obtuvo su independencia el 7 de septiembre de 1822.
A finales del siglo XVII, las exportaciones de azúcar comenzaron a disminuir, pero alrededor de 1693, el descubrimiento de yacimientos de oro en la región que más tarde sería llamada de Minas Gerais, así como la explotación de otras minas en Mato Grosso y Goiás en las décadas siguientes, salvaron a la colonia de un colapso económico inminente. Miles de inmigrantes provenientes de la costa de Brasil y de Portugal se desplazaron hacia las minas. Los españoles intentaron impedir la expansión de los portugueses dentro del territorio que les pertenecía de acuerdo con lo establecido en el tratado de Tordesillas de 1494, y consiguieron reconquistar la Banda Oriental en 1777. Sin embargo, el tratado de San Ildefonso firmado ese mismo año confirmó la soberanía portuguesa sobre casi todas las tierras ocupadas durante su expansión territorial, menos la Banda Oriental, configurando la mayor parte de las fronteras actuales brasileñas En 1808, la familia real portuguesa —y la nobleza portuguesa— huyeron de las tropas del emperador francés, Napoleón Bonaparte, que estaba invadiendo Portugal y la mayor parte de la Europa Central, y se estableció en la ciudad de Río de Janeiro, que de esta manera se convirtió en la capital de facto del Imperio portugués. En 1815, Juan VI, entonces el príncipe regente de Portugal en nombre de su madre María I, elevó al Estado de Brasil, una colonia portuguesa, a un Reino soberano en unión con Portugal. Pedro I de Brasil y IV de Portugal (12 de octubre de 1798 - 24 de septiembre de 1834) fue un monarca portugués. Proclamó la independencia de Brasil y se convirtió en el primer emperador de Brasil y en el primer jefe de Estado de ese país. Ocupó brevemente el trono portugués con el nombre de Pedro IV, el Rey Soldado. PREMIO PLANETA 2011. Convertido en emperador de Brasil a los veintitrés años, Pedro I marcó con su huella la historia de dos continentes. Desmedido y contradictorio, las mujeres fueron su salvación y su perdición: mientras su esposa, la virtuosa Leopoldina de Austria, lo llevó a la cumbre, su amante, la ardiente Domitila de Castro, lo arrastró a la decadencia. Cuando el inmenso Brasil se le hizo pequeño y el poder dejó de interesarle, puso su vida en juego por aquello que creía justo. Y alcanzó la gloria. Con la belleza exuberante del trópico como telón de fondo, Javier Moro narra con pasión por el detalle la prodigiosa epopeya del nacimiento del mayor país de Sudamérica. Olinda Olinda es un municipio brasileño del estado de Pernambuco con una población estimada de 393.115 habitantes (2020). Por ser una de las ciudades coloniales mejor preservadas del país, en 1982 fue declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco. Fundada en 1535, Olinda fue la ciudad más rica del Brasil Colonial entre el siglo XVI y las primeras décadas del siglo XVII, según escritores de la época como Pero de Magalhães Gândavo, era referida como la "pequeña Lisboa". Fue la sede del Brasil Colonial entre 1624 y 1625 durante las invasiones neerlandesas con Matias de Albuquerque dirigiendo a Olinda. La catedral de Olinda - El primer edificio construido para el culto en el actual sitio de la sede era una sencilla capilla. Fue levantada entre 1537 y 1540 y se dedicó a Jesucristo como Salvador del mundo. Es uno de los edificios más significativos del centro histórico de Olinda, inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982. La ciudad se mantuvo prospera hasta la invasión neerlandesa a la Capitanía de Pernambuco, cuando la ciudad fue incendiada en 1631 y los neerlandeses se instalaron en Nova Holanda. Luego de la Insurrección de Pernambuco, Olinda volvió a ser sede de la capitanía, pero sin la influencia del pasado, lo que provocó conflictos como la Guerra de los Mascates. A mediados del siglo XIX, la ciudad dejó de ser la capital de Pernambuco. Iglesia de Carmo, la Igreja do Carmo, Olinda, cerca de Recife, Pernambuco, Brasil Construida en 1580. En 1630 se utilizó como almacén de armamento por los holandeses. En 1720 el edificio fue reconstruido en estilo barroco. Además de su belleza natural, Olinda es también una de los mayores centros culturales del Brasil. Su centro histórico fue declarado, en 1982, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, con el nombre de Centro histórico de Olinda. Olinda revive el esplendor del pasado todos los años durante el carnaval, al sonido del frevo, el maracatú y otros ritmos originales de Pernambuco. El carnaval, con sus danzas mixtas de portugueses y africanos mantiene su esencia y se asemeja mucho a carnavales de diversas zonas de Portugal. |
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