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El barroco andino, también conocido como arquitectura mestiza, es un movimiento artístico que apareció en el virreinato del Perú (Sudamérica) entre los años de 1680 y 1780. Se encuentra localizado geográficamente entre Potosí, Arequipa y el lago Titicaca, en lo que hoy son el Perú y Bolivia, desde donde se enseñorea de las tierras altas y se esparce sobre todo el altiplano. Inspirado en el Barroco europeo, osado, el ejemplo más impactante del arte barroco andino se encuentra en la arquitectura religiosa, donde los artesanos indígenas le dieron un carácter único, tal como sucedió en el barroco novohispano.
El Virreinato del Perú fue una entidad territorial del Imperio español creada por la Corona Española en el año 1542, con capital en la ciudad de Lima o Ciudad de los Reyes, durante su dominio en el Nuevo Mundo. En un principio, su territorio comprendía casi toda América del Sur, incluyendo Panamá y algunas islas de Oceanía. Aunque no incluía Venezuela, que dependía de la Real Audiencia de Santo Domingo, ni los territorios al este de la línea del Tratado de Tordesillas que pertenecía al Imperio de Portugal. Dos siglos después, su inmenso territorio sufrió tres importantes mermas. En 1717 se creó el Virreinato de Nueva Granada al norte. En 1776 se creó el Virreinato del Río de la Plata al sur. Al mismo tiempo la colonia portuguesa del Brasil extendía sus fronteras tomando territorios de la Amazonia. A pesar de las pérdidas territoriales, todavía a principios del siglo XIX el virreinato del Perú, era la principal posesión de la Corona española al tratarse de una de sus principales fuentes de riqueza.
El proceso de independencia hispanoamericana inició el fin del virreinato, conflicto en el que se mantuvo en el bando realista, y funcionó como un importante bastión y centro estratégico de la Corona española en América del Sur. Esto provocó la guerra con la Provincias Unidas del Río de la Plata (creada tras la caída del virreinato homónimo), el cual por el contrario había elegido el camino de la independencia y desde 1810 enviaba fuerzas libertadoras en todas direcciones. Tras independizar la Capitanía General de Chile, el general rioplatense José de San Martín giró nuevamente su atención hacia Perú y preparó un ataque naval. La campaña fue un éxito y San Martín declaró la independencia del Perú, para acto seguido retirarse de su carrera militar. Aún quedaban áreas bajo control realista, así que continuó con la tarea independentista el general grancolombiano Simón Bolívar con la intervención de la Gran Colombia, quien utilizó el apoyo de las guerrillas peruanas y todos los recursos de logística de la sierra peruana, requisando todo lo necesario para una guerra de posiciones.
El barroco mestizo
Muchos especialistas en la Historia del Arte consideran, dentro de la Arquitectura, el término de Barroco Mestizo como inadecuado por no coincidir con los lineamientos del desarrollo del estilo en nuestro medio, sin embargo, el esplendor y brillo del Barroco en los territorios del Virreinato del Perú se debió finalmente a la participación del mestizo que fungió de alarife, constructor, aparejador y diseñador de las obras, luego de apreciar a los artistas españoles que trajeron esta nueva modalidad de construir. Otros especialistas le llaman Barroco Indígena, pero es muy posible que la mayoría de estos artistas hayan sido producto del mestizaje producido desde la primera mitad del S. XVI, habiendo transcurrido más de 150 años hasta el comienzo del estilo y casi 300 hasta sus finales. Recordemos que el término de Barroco le fue dado a esta modalidad de diseño mucho después que se extinguiera.
Iglesia de la Compañía, Arequipa. |
Con la llegada de los españoles al Perú desde el inicio de la Conquista, en los afanes de construir el Nuevo Mundo comenzaron a arribar sucesivamente una serie de estilos arquitectónicos expandiéndose por todo el territorio del Virreinato, este traslado de modalidades estéticas o corrientes artísticas se dieron en el territorio americano casi cien años después de aparecer en Europa, debido en principio a la lentitud de las comunicaciones entre los dos continentes, plasmándose cada uno de ellos según la manera en que eran recibidos y aceptados por las sociedades de cada ciudad de entonces.
Portada lateral planiforme (s. XVIII) de la iglesia jesuita de San Juan de Letrán, Juli, provincia de Chucuito, Región Puno. |
Catedral de Juli Juli, capital de la provincia de Chucuito |
El primer estilo fue el Gótico. Durante la segunda mitad del S. XVI se empezaron a trabajar las cubiertas de los templos y conventos con juegos de lacerías nervadas y techados mudéjares, los que fueron abandonados debido a la acción de los sismos que no dejó mucho en pie, impidiendo que el estilo comenzara a tomar una expresión particular muy suya, propia de la región.
Al Gótico que duró poco más de 50 años le sucedió el Renacimiento a fines del S. XVI. La expresión regional de este estilo en nuestro medio duró poco menos de cien años y no llegó a cristalizarse porque a pesar de las precauciones estructurales los constructores aún no podían protegerse de la acción de los sismos, a lo que se sumó el arribo de nuevos aires de libertad estilística presentada por el Manierismo que abría inesperados panoramas de producción arquitectónica, escultórica, musical y pictórica.
Al Renacimiento siguió el Barroco en el último tercio del S. XVII, el que comenzó muy discretamente como una consecuencia del Manierismo que a su vez constituía un modo muy particular de trabajar el Renacimiento del que se apartó de sus cánones rígidos de estilo para otorgar a las obras un toque muy especial de expresión marcando una indudable evolución plástica.
El Barroco comienza así su expansión, dándose muy buenos ejemplos de la producción del nuevo orden arquitectónico logrando lo que ningún estilo precedente había conseguido hasta ese momento: adentrarse en la idiosincrasia y sentimiento del alarife mestizo. El indígena que trabajaba en estas obras, cualquiera que sea su nivel de participación en ellas, respiraba, comía, vivía y soñaba Barroco. En esa época su radio de desplazamiento era muy corto, lo que le daba sus pies; no había micros ni trasporte a distancia, no había televisión ni radio, su comunicación era simplemente hablada y muy poco leída, sin embargo elaboró grandes maravillas artísticas que le tomaban todo su tiempo, posiblemente toda su vida, tiempo que le sobraba mientras produjera obra. Es posible que contribuyera a esta calidad de resultado el carácter silencioso, introvertido y poco comunicativo del indígena que lo conducía a generar todo este increíblemente enorme y vasto mundo de creación artística.
Los primeros ejemplos de arquitectura barroca en el virreinato del Perú aparecen hacia 1630 y se desarrolla siguiendo el modelo español hasta fines del siglo XVII. A partir de 1690 se puede evidenciar el mestizaje dentro del arte barroco. Siendo Potosí el centro de origen de esta corriente artística, debido a la presencia de obras artísticas como:
La Virgen del cerro:
Detalle de la portada de la Iglesia de San Lorenzo de Potosí (1744). En la imagen una sirena tañe el charango debajo del Sol y las estrellas |
Opulencia Potosina:
Después de la creación de Potosí (debido al descubrimiento de la mayores vetas argéntiníferas del mundo) comienza a emigrar gente tanto de comunidades indígenas como europeos,convirtiéndola en una de las ciudades más grandes del mundo que en su etapa dorada tenía una población mayor a la de Londres y Madrid, debido a este crecimiento poblacional monumental se da el mestizaje entre la cultura europea y la andina creando manifestaciones artísticas como las antes mencionadas.
Potosí ―fundada como la Villa Imperial de Potosí― es una ciudad del sur de Bolivia, capital del departamento del mismo nombre y de la provincia de Tomás Frías. Se extiende a las faldas de una legendaria montaña llamada Cerro Rico, en la cual se situó la mina de plata más grande del mundo desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII.
Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987 siendo el primer reconocimiento oficial que hizo esta organización internacional en Bolivia, debido a su aporte a la historia universal y su atractivo arquitectónico y artístico, siendo considerada como cuna del barroco andino en Bolivia.
Según los últimos datos del Censo oficial de 2012 del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia INE, el Departamento de Potosí cuenta con 828 093 habitantes (410 822 varones y 417 271 mujeres) mientras que en la ciudad (capital) su población llega a los 240 966 habitantes. Su altitud promedio es de 4067 m s.n.m., por lo que es, entre las ciudades de más de 100 000 habitantes, la segunda más alta del mundo detrás de El Alto, aunque esta última se encuentra aglomerada a La Paz, de menor altitud que Potosí.
La población indígena conforma aproximadamente el 65 % de la población (entre quechuas y aimaras) según una encuesta racial de Bolivia del 2009, luego mestizos que representarían un 30 % y blancos (principalmente criollos) serían un 5 % aproximadamente.
Cuando, en diciembre de 1575, el quinto virrey del Perú, don Francisco Álvarez de Toledo, visitó la Villa Imperial de Potosí, mandó a fundar la Casa de Moneda con su propio edificio porque era necesario acuñar monedas para el trato y comercio de ella y paga de los jornales de los indios. Cuando se inició la producción de monedas en 28 de marzo de 1574, un mes antes, Toledo autorizaba por provisión real de 24 de febrero el pago a Juan de Aragón y a Lucas Lobo, por la hechura de ropa para vestir a los esclavos africanos de las hornazas.
Francisco Álvarez de Toledo (Oropesa, 15 de julio de 1515 - Escalona, 21 de abril de 1582) conocido también como El Solón Virreinal, fue un aristócrata y militar de la Corona de Castilla, que fue el quinto Virrey del Perú. Ocupó dicho cargo desde el 30 de noviembre de 1569 hasta el 1º de mayo de 1581, un total de once años y cinco meses. Si bien para la mayoría de los historiadores fue el más importante de los virreyes del Perú y ha sido elogiado como el “supremo organizador” del inmenso virreinato, por darle una adecuada estructura legal, afianzando importantes instituciones indianas, en torno a las cuales giró la administración del país durante doscientos años, para otros fue el gran tirano de los indígenas por haberlos explotado de forma exagerada, al conservar la mita minera del Imperio Inca, pero tergiversando su sentido original, y por haber ordenado la ejecución del último inca de Vilcabamba, Túpac Amaru I.
La mita fue un sistema de trabajo obligatorio utilizado en la Región Andina, tanto en la época incaica, como en la anterior a la conquista española de América. La mita proveía al Estado de la energía indispensable para construir y conservar caminos y puentes. Era un sistema de trabajo a favor del Estado destinado a la formación de la civilización que implicaba la construcción de centros administrativos, templos, acueductos, casas, puentes, etc.
Fueron tan conocidas las monedas emitidas durante ese periodo en el mundo que se extendió la frase inmortalizada por Miguel de Cervantes y Saavedra.
Vale un Potosí.
La Catedral o Iglesia Mayor en 1758. Detalle de la obra de Gaspar Miguel de Berrio. Gaspar Miguel de Berrío (Potosí, c. 1706- c.1762) fue un pintor, representante del barroco americano, que trabajó en Potosí, Virreinato del Perú, en Alto Perú, la actual Bolivia. Se le cataloga como uno de los principales exponentes de la Escuela de Potosí, tras Melchor Pérez de Holguín, de quién habría sido discípulo. Su obra combina la temática religiosa, ecos del tenebrismo español, el uso del pan de oro y la realización de paisajes de su ciudad. |
Cúpulas del Templo |
El corazón de la ciudad histórica está constituido por la Plaza de Armas (Plaza Mayor), con sus portales, el palacio de la ciudad (municipalidad o alcaldía) y la Catedral, el más importante edificio religioso neoclásico del país, construido a mediados del siglo XIX sobre las ruinas de la primera iglesia barroca. En un ángulo de la plaza se encuentra la Iglesia y los Claustros de La Compañía, conocido como el conjunto más representativo del período barroco mestizo de fines del siglo XVIII. El monasterio de Santa Catalina, 20 000 m² de superficie, es una espectacular ciudadela religiosa, que integra los estilos de los siglos XVI y XVIII, las estructuras del complejo de San Francisco comprenden una pequeña plaza, la Iglesia principal, el convento y los claustros de la Tercera Orden, datan del siglo XVIII. Las capillas y los conventos de Santo Domingo datan del siglo XVI al XVIII; San Agustín, La Merced y la Iglesia de Santa Martha del siglo XVII. En cuanto a Santa Teresa y a Santa Rosa, son dos ilustraciones de la arquitectura del siglo XVIII. El Puente (hoy día Puente Bolognesi) y el Puente Grau, los dos pertenecientes al siglo XVIII, están hechos también en sillar.
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