sábado, 22 de mayo de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - Misiones franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro - Las misiones españolas en California - Fray Junípero Serra

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Misiones franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro, pincha aqui

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Las misiones franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro en México, son cinco misiones construidas entre 1750 y 1760, la fundación de las misiones es atribuida a Junípero Serra, quién también fundó las más importantes misiones de California. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2003.

Fray Junípero Serra. Escultura en el Salón Nacional de las Estatuas de Estados Unidos.
Junípero Serra Ferrer O.F.M. (Petra, Mallorca; 24 de noviembre de 1713-Monterrey, Alta California; 28 de agosto de 1784), bautizado como Miguel José Serra Ferrer y más conocido tradicionalmente como Fray Junípero Serra, fue un fraile franciscano español. Doctor en filosofía y teología, se trasladó a América, donde fundó nueve misiones españolas en la Alta California, y presidió otras quince.
En el Capitolio de los Estados Unidos, en Washington D.C., se encuentra el Salón Nacional de las Estatuas, una sala semicircular de dos pisos que entre 1807 y 1857 fue el lugar de reuniones de la Cámara de Representantes. Más tarde se convirtió en el espacio de exposición de la colección de estatuas donadas por los diferentes estados para honrar a personas destacadas de sus historias.
Actualmente cuenta con 100 estatuas donadas por 50 estados, dos por cada uno, y entre las que representan a California, por ahora, se encuentra la de fray Junípero Serra, natural de Petra (Mallorca).

En su aventura evangelizadora, los jesuitas se extendieron por todo el continente americano construyendo misiones. Lógicamente, para la celebración de la eucaristía necesitaban disponer de vino, un bien preciado y escaso que debía ser importado de España. Así que los misioneros decidieron que una solución que aseguraría el abastecimiento de vino era plantar vides (vitis vinífera) alrededor de las misiones y producir ellos mismos el vino litúrgico sin depender de la metrópoli. De esta forma, los jesuitas primero y, tras su expulsión de todos los dominios de la corona de España por la Pragmática Sanción (1767), los franciscanos después, se convirtieron en viticultores. Tras asumir los franciscanos, con fray Junípero Serra al frente, el rol que hasta ahora tenían los jesuitas, en 1767 partieron de México acompañados de sus inseparables vides hacia el territorio de la Alta California, que hoy comprende los estados de California, Nevada, Arizona y Utah. Y es que aunque las costas californianas ya habían sido exploradas en la primera mitad del siglo XVI (Francisco de Ulloa, por orden de Hernán Cortés en 1536, Juan Rodríguez Cabrillo en 1542 y la última de Sebastián Vizcaíno en 1602) el interior permaneció ignorado casi doscientos años más. De hecho, en un principio se pensó que California era una isla debido a que el norte no estaba explorado y se desconocía que fuese una península.

Así, y tras superar el gran obstáculo que suponía atravesar el inhóspito desierto de Sonora, en 1769 se fundó la Misión de San Diego de Alcalá (hoy San Diego). Y después, siguiendo hacia el norte por el llamado Camino Real, la vía terrestre que unía las misiones de la Baja California (hoy estado de México) con las de la Alta California, la misión de San Francisco de Asís (hoy San Francisco). En todas las misiones que se fundaron en esta ruta, nueve en vida de fray Junípero (San Diego, San Carlos Borromeo, San Antonio de Padua, San Gabriel Arcángel, San Luis Obispo, San Francisco de Asís, San Juan de Capistrano, Santa Clara de Asís y San Buenaventura) se plantaron viñas. Así que podría considerarse a fray Junípero Serra como el padre de los vinos de California, que hoy en día es una de las zonas más productivas (si fuese un país sería el cuarto mayor productor mundial) y apreciadas de todo el mundo.

Y si el franciscano fue el fundador de California e iniciador de la actividad vitivinícola en el territorio, otro español, Garci Rodríguez de Montalvo, fue su padre toponímico. Pero para eso tenemos que retroceder un poco más en el tiempo...

Primera edición del Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo, impreso en Zaragoza por Jorge Coci en 1508.

Una isla paradisíaca de fantasía llamada California, que aparece en un libro publicado en el año 1510, da origen al nombre de este estado americano

Garci Rodríguez de Montalvo, escritor de Medina del Campo (Valladolid), ganó fama a comienzos del XVI cuando adaptó y reescribió uno de los libros de caballería más conocidos de la Edad Media, "Amadis de Gaula", un referente para Cervantes a la hora de escribir el Quijote. Tanto le apasionó el tema que le añadió un cuarto volumen -la obra original del Amadis constaba de tres volúmenes- e incluso en 1510 se animó a escribir otro libro como continuación a la saga, "Las sergas de Esplandián". Si a la popularidad de la novela de Garci Rodríguez cuando los españoles exploraban las costas californianas (incluso lo seguirá siendo un siglo más tarde y la citará Cervantes en el Quijote entre las obras quemadas por el cura y el barbero para librar al hidalgo de su adicción a estos libros) le añadimos que en ella aparece una isla paradisíaca de fantasía llamada California, y que, como he dicho antes, se pensaba que dicho territorio era una isla, tenemos el origen del nombre de este estado. Fuente: El economista

Son muestra de una unidad arquitectónica y estilística con una pintura al temple que es uno de los mejores ejemplos del barroco popular novohispano. Según los criterios a los que se refiere la inscripción de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, las misiones son testimonio del importante intercambio de valores durante el proceso de colonización, tanto del centro y norte de México, como del oeste de lo que actualmente ocupa el territorio de Estados Unidos.

Los españoles llegaron en fecha incierta, entre 1528 y 1531. Hernán Pérez de Bocanegra y Córdoba se alió con el indígena otomí Conín, nativo de Nopala, Hidalgo y cacique de Jilotepec, para conquistar pacíficamente los nuevos territorios, a cambio de beneficios como títulos y tierras.
Cuenta la leyenda que en el arreglo se establecía que los Otomíes aceptarían el gobierno español y aceptarían la fe Católica si éstos eran derrotados en una batalla cuerpo a cuerpo (sin armas). Los conquistadores españoles estaban por perder cuando, de repente, el Sol fue eclipsado al momento en que apareció el apóstol Santiago y una brillante cruz. Los otomíes inmediatamente anunciaron su rendición y anunciando la fundación de Santiago de Querétaro el 25 de julio de 1531.
A partir de la conquista española, la región fue reconocida de gran importancia estratégica pues era el paso obligado y la conexión entre las ricas minas de Guanajuato, San Luis y Zacatecas con la capital mexicana. Expediciones armadas y conversiones católicas fueron enviadas desde la ciudad de Querétaro. Esta es la principal explicación de que en el Centro de la ciudad haya una gran cantidad de templos y conventos católico datados de esa época. El misionero franciscano Fray Junípero Serra salió de Querétaro hacia California, donde posteriormente fundaría lo que se convertirían en las mayores ciudades del actual estado de California (como San Francisco)

En la segunda mitad del siglo XVI se erige el convento de San Francisco, primera edificación religiosa en la ciudad bajo la dirección y patronazgo de Don Fernando de Tapia.

La ciudad de Querétaro fue tan importante bajo la dominación española que fue nombrada "la tercera ciudad del reino" (después de México y Puebla).

En septiembre de 1810 Querétaro se convierte en la cuna del movimiento de la Independencia. El día 13 es tomado prisionero Epigmenio González, teniendo un arsenal de armas destinado a la Insurgencia. El día 15 se detuvo al Corregidor de Querétaro don Miguel Domínguez y su esposa doña Josefa Ortiz de Domínguez. Ella logra enviar un mensaje al capitán Allende y a Hidalgo, quienes inician la Guerra de Independencia de México.

La Sierra Gorda es una región ecológica, se encuentra en la parte norte del estado de Querétaro y se extiende hasta los vecinos estados de Guanajuato, Hidalgo y San Luis Potosí.

Misión de Santiago de Jalpan
Aunque la misión de Jalpan fue fundada en 1750 antes de que Junípero Serra llegara a la región, a él se le da crédito por la construcción de las cinco misiones principales de la zona y por completar la evangelización de la población local. En realidad, las misiones fueron construidas por los pame, bajo la dirección de varios frailes franciscanos
Los pames son un grupo indígena del centro norte de México que hoy en día algunos viven en el estado de San Luis Potosí. Ellos se hacen llamar Xi‘oi. Los pames hablaban el idioma pame, una lengua otomangueana del grupo oto-pame, que aún sobrevive actualmente.
La fachada está elaborada en estuco y piedra. El ocre de las pilastras contrasta con el amarillo de muchos de los detalles decorativos. Muchos de los detalles imitan vegetales, junto con pequeños ángeles y águilas. Los elementos europeos incluyen imágenes de los santos, como Santo Domingo y San Francisco de Asís y el escudo franciscano de los brazos. Dentro de la puerta están las imágenes de los santos Pedro y Pablo. Los elementos nativos incluyen un águila mexicana con dos puntas devorando a una serpiente. En la parte superior izquierda hay una imagen de la virgen de Guadalupe, y en la parte superior izquierda, la virgen del Pilar. Estas son las imágenes de vírgenes de México y España, respectivamente. En el interior, la cúpula de la misión de Jalpan contiene escenas de la aparición de la virgen de Guadalupe.

Escudo franciscano en la fachada de la Misión de Santiago de Jalpan de Serra.


Fachada de la Misión de Santa María del Agua de Landa.
Santa María del Agua de Landa está ubicado a 20 kilómetros de Jalpan en la carretera 120 hacia Xilitla. La misión fue construida entre 1760 y 1768 por Miguel de la Campa está dedicada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, que da lugar a una parte del nombre de la comunidad. Fue la última de las misiones en ser construida.
Se destaca por su equilibrio en la composición y con el campanario muy estrecho, que está integrado en la fachada. La escultura de esta fachada está considerada como la mejor de las cinco de acuerdo a la revista Arqueología Mexicana.​ Las caras de las sirenas en Landa tiene rasgos indígena

La característica principal de estos templos es la rica decoración de las puertas principales, esta decoración se denomina "barroco mestizo" o "arquitectura mestiza", según el INAH(Instituto Nacional de Antropología e Historia).​ La rica decoración está dirigida principalmente a la enseñanza de la nueva religión a los pueblos indígenas, pero a diferencia del barroco de los templos y obras más al sur, es obvia la influencia indígena. La idea de la Serra era demostrar una mezcla de culturas en lugar de una conquista completa.​ Uno de ellos fue el uso de los colores rojo, naranja y amarillo, así como los tonos pastel, y de figuras nativas sagradas, como el conejo y el jaguar.

Fachada de la Misión de San Miguel Concá.
San Miguel Concá se encuentra a cuarenta kilómetros de Jalpan, en la carretera 69 a Río Verde. La iglesia está en el centro de la comunidad. Está orientada al sur y dedicada al Arcángel San Miguel. Es la más pequeña de las iglesias de las misiones y probablemente se concluyó en el año 1754, según una inscripción situada en el interior.​ Concá es una palabra pame que significa "conmigo".​ La decoración cuenta con grandes flores, follaje y las figuras gruesas en estilo indígena. Se distingue por una imagen de la Santísima Trinidad en la cima junto con un conejo (un símbolo pame) y el águila de dos cabezas.

Serra pasó once años en la Sierra Gorda, antes de trasladarse al norte, alrededor de 1760.​ Las misiones establecidas en Querétaro serían las primeras de una larga serie de misiones que se establecerían en lo que hoy es el sur de California.

Capilla posa en la Misión de Nuestra Señora de la Luz de Tancoyol
Las misiones cuentan con lo que se le denomina capilla posa, una la solución arquitectónica empleada en los conjuntos-monasterio de la Nueva España en el siglo XVI, consistente en cuatro edificios cuadrangulares abovedados ubicados en los extremos del atrio al exterior de los mismos. Al igual que la capilla abierta, es una solución única y una aportación del arte colonial hispanoamericano al arte universal dada su originalidad y los recursos plásticos y estilísticos empleados en su ornamentación. Existen varias teorías acerca de su función. Se ha propuesto que, siguiendo el camino procesional, las capillas posas servían para posar o descansar el Santísimo Sacramento cuando este era sacado en procesión por el atrio.

Otra misión se encuentra en la comunidad de Tancoyol y es llamada Nuestra Señora de la Luz de Tancoyol, dedicada a Nuestra Señora de la Luz. Esta fachada tiene decoración vegetal profusa, con espigas de trigo, y es la más elaborada de las cinco misiones
El remate contiene una gran cruz en relieve de dos estilos relacionados con las órdenes de franciscanos y dominicos.​ La cruz principal, en la parte superior, representa la redención con las cruces de Calatrava y Jerusalén a ambos lados.​ Elementos indígenas se encuentran en el interior, con una imagen de un jaguar y una persona con características olmecas.

San Francisco del Valle de Tilaco se encuentra en una pequeña comunidad a 18 km al noreste de Landa de Matamoros.​ Fue construida entre 1754 y 1762 por Juan Crespi y dedicada a San Francisco de Asís.
Esta tiene algunas características diferentes de las otras misiones. En primer lugar, está construida sobre una pendiente. La torre del campanario está separada de la nave principal por el baptisterio y cuenta con funciones estructurales, como contrafuerte.​ Tilaco es la mejor conservada de las cinco misiones y tiene la ornamentación más sutil en su fachada.
Tilaco tiene una de las mejores capillas conservadas en una esquina del atrio, llamado "capilla de las posas", que se utiliza para las procesiones.


Las misiones españolas en California comprenden una serie de 21 puestos de avanzada o misiones religiosas establecidas entre 1769 y 1833 en lo que es el estado estadounidense de California. Fundadas por sacerdotes católicos de la orden franciscana para evangelizar a los nativos americanos, las misiones condujeron a la creación de la provincia de Alta California en la Nueva España y formaron parte de la expansión del imperio español en las partes más septentrionales y occidentales de la Norteamérica española.

Para 1810, el rey de España, Fernando VII, había sido encarcelado por los franceses, y la financiación de la nómina militar y las misiones en California cesaron.​ En 1821, México logró la independencia de España, aunque no envió un gobernador a California hasta 1824, y solo se restableció una parte de la nómina de sueldos. Los 21 000 nativos de las misiones producían en esa época cuero, sebo, lana y textiles, y los productos de cuero se exportaban a Boston, América del Sur y Asia. Este sistema de comercio sostuvo la economía colonial desde 1810 hasta 1830.

La primera misión fundada por Fray Junípero Serra en 1769 fue esta de San Diego de Alcalá, que dio origen a la ciudad de San Diego.

La primera misión fundada por Fray Junípero Serra en 1769 fue esta de San Diego de Alcalá, que dio origen a la ciudad de San Diego.

La misión de San Carlos Borromeo de Carmelo, fundada en 1770, fue la segunda en establecerse y estaba asociada al presidio de Monterrey, que fue la capital de California hasta 1848. Con el control de los puertos de San Diego y Monterrey, al norte y al sur de California, y el establecimiento de misiones en ellos quedaba abierto el camino para el establecimiento de fundaciones en todo el territorio intermedio.

San Carlos Borromeo de Carmelo

Cenotafio de San Junípero Serra

Las misiones de San Antonio de Padua, San Gabriel Arcángel y San Luis Obispo de Tolosa fueron las tres siguientes misiones fundadas por Fray Junípero, cubriendo con ellas el territorio entre Monterrey y San Diego.

Misión de San Antonio de Padua - Fotografía: Robert Stokstad

Misión de San Gabriel Arcángel fotografiada en 1897 - (fotocromo - Detroit Publishing Company) - Fuente: Detroit Publishing Company

A su muerte en 1784, Junípero Serra había fundado nueve misiones en California. En los años siguientes el número se elevaría hasta veintiuna bajo la dirección de sus sucesores, de los que el primero fue su discípulo Francisco Palou. La mayoría de estas misiones se han conservado, muchas de ellas como germen de importantes ciudades: San Francisco, San José, Monterrey, Santa Bárbara, Los Ángeles o San Diego.

Misión de San Luis Obispo

A partir de 1492 con los viajes de Cristóbal Colón, el reino de España trató de establecer misiones para convertir al catolicismo a los indígenas de Nueva España (que consistía en el Caribe, México y la mayor parte de lo que es el suroeste de Estados Unidos). Esto facilitaría la colonización de estas tierras concedidas a España por la Iglesia Católica, incluyendo la región conocida más tarde como Alta California.

Cada misión debía ser entregada a un clérigo secular y todas las tierras comunes de la misión distribuidas entre la población nativa dentro de los diez años siguientes a su fundación, una política que se basaba en la experiencia de España con las tribus más avanzadas de México, América Central y Perú.​ Con el tiempo, se hizo evidente para el reverendo Serra y sus colaboradores que los nativos de la frontera norte de la Alta California requerían un período de aclimatación mucho más largo. Ninguna de las misiones de California llegó a ser completamente autosuficiente y requirió un apoyo financiero continuo (aunque modesto) de la madre España.​ Por consiguiente, el desarrollo de las misiones se financió con cargo al Fondo Piadoso de las Californias, que se originó en 1697 y consistía en donaciones voluntarias de particulares y entidades religiosas de México a miembros de la Compañía de Jesús, para que los misioneros pudieran propagar la fe católica en la zona que entonces se conocía como California. A partir del comienzo de la guerra de independencia mexicana en 1810, este apoyo desapareció en gran medida, y las misiones y los conversos fueron dejados a su suerte. A partir de 1800, la mano de obra nativa había constituido la columna vertebral de la economía colonial.

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