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El siglo II d. C. (siglo segundo después de Cristo) comenzó el 1 de enero del año 101 y terminó el 31 de diciembre de 200. Es llamado el «Siglo de los Santos» y también es conocido como el siglo de oro o de los Antoninos, por la asombrosa prosperidad que se vivió en la llamada Pax romana.
El siglo II se considera parte de la Antigüedad clásica de Occidente. Mesoamérica se encuentra en el inicio de su Período clásico.
Alegoría con Venus, Cupido, Baco y Ceres, c.1612-13 - Peter Paul Rubens |
Se trata de la Venus frígida y Venus, Ceres y Baco. Las referencias a las esculturas clásicas se pueden apreciar en esta composición, especialmente en la figura de Ceres, en la izquierda, derivada de una escultura helenística que era familiar a Rubens ya que una copia romana pertenecía a la colección de los Gonzaga. La obra deriva de una máxima popular recogida por el dramaturgo Terencio: "Sine Cerere et Libero (ie Bacchus) friget Venus" -sin comida ni bebida el amor se enfría-. La figura de Venus, que es la diosa del amor, recibe las ofrendas de Baco -dios del vino- y Ceres -diosa de la Tierra-. Los personajes se ubican en un reducido fondo de paisaje, recibiendo un potente foco de luz procedente de la izquierda que resalta las claras tonalidades de sus pieles, contrastando con el azulado fondo y el manto rojo sobre el que se posa Venus. Las figuras están inspiradas en la escuela veneciana, tomando como referencia a Tiziano. También de este maestro se inspira para emplear una iluminación y un color característicos, resultando una obra tremendamente italiana.
El juicio de Paris, Peter Paul Rubens, ca. 1638-1649. (Museo del Prado. Madrid). |
El juicio de Paris es una historia de la mitología griega en la que se encuentra el origen mítico de la guerra de Troya. Paris es el príncipe troyano que raptó a Helena.
Es uno de los episodios más conocidos del relato según el cual, Eris, la diosa de la discordia, molesta por no haber sido invitada, se presenta en la boda de Peleo, y deja una manzana dorada con la frase para la más bella. Tres de las diosas presentes, Hera, Atenea y Afrodita se pelean por la manzana, por lo que Zeus escoge como juez para dirimir la disputa al príncipe pastor de Troya, Paris. Las tres diosas intentan sobornarlo ofreciéndole distintos dones, pero al final elige a Afrodita, que le había prometido el amor de la mujer más bella del mundo. Esta mujer es la esposa del rey Menelao, Helena, que se enamora de Paris, quien la rapta llevándosela a Troya, lo que provoca la venganza de Menelao, desencadenando la guerra de Troya.
El Levante mediterráneo, una región rica en cobre, contaba con fácil acceso a 7 de los 8 ingredientes necesarios para fabricar el bronce. Pero la procedencia del estaño, ese octavo elemento, utilizado en la región, ha permanecido oculta durante décadas de investigaciones. Un equipo científico internacional ha ensayado un método para identificar en el estaño las huellas que permitan diferenciar entre distintas áreas de procedencia, y creen que el estaño utilizado en Chipre, la actual Turquía o Israel procedía nada menos que de Cornualles (Reino Unido).
20 de septiembre de 2019
Fuentes de información digital utilizadas: Times of Israel
Casitérides es el nombre con el que los griegos antiguos denominaron los centros productores de estaño (kassiteros) situados en el Extremo Occidente. Plinio el Viejo en su Historia Natural señala que el primer griego que accedió a las Casitérides fue Midácrito, personaje del que no sabemos nada más. Se cree que los fenicios ya conocían la ruta del estaño o de las Casitérides, unas rutas que los cartagineses habrían mantenido oculta hasta época romana, por su importancia. Su localización exacta no está clara, aunque es muy probable que el topónimo se hubiera ido desplazando hacia el Norte, desde Galicia a la Bretaña Francesa y de aquí a Gran Bretaña, conforme iban siendo descubiertos nuevos centros extractores de estaño.
Reconstrucción moderna de Cartago. El puerto circular en el frente es el cothon, el puerto militar de Cartago, donde estaban anclados todos los buques de guerra de Cartago (birremes). |
Tras la caída de Tiro en poder de los caldeos, Cartago se independizó y desarrolló un poderoso Estado que llegó a rivalizar con las ciudades-Estado griegas de Sicilia primero y con la República romana siglos después. Su estructura de gobierno fue de carácter republicano con ciertas características monárquicas o de tiranía, aunque evolucionó posteriormente a un sistema plenamente republicano. Los territorios controlados por Cartago la convirtieron en la capital de un próspero Estado, viéndose enriquecida por los recursos provenientes de todo el Mediterráneo occidental.
En el siglo III a. C. se enfrentó a la República romana en dos guerras (conocidas como primera y segunda guerras púnicas) por la hegemonía en el Mediterráneo occidental y de las que salió derrotada. A mediados del siglo ii a. C., fue destruida por Escipión Emiliano en la llamada tercera guerra púnica.
Aníbal Barca (247-183 a. C.) fue un general y estadista cartaginés. El historiador militar Theodore Ayrault Dodge le llamó «padre de la estrategia». Fue admirado incluso por sus enemigos |
La leyenda clásica sobre la fundación de Cartago cuenta que fue la princesa Dido quien la fundó en el año 814 a. C. Si bien el consenso actual es afirmar que la ciudad fue fundada entre los años 825 y 820 a. C.20 con el nombre de ‘ciudad nueva’.
Cartago romana con los dos puertos grandes existentes en la ciudad.
En fuentes griegas y romanas, Dido o Elisa de Tiro aparece como la fundadora y primera reina de Cartago, en el actual Túnez. Su fama se debe principalmente al relato incluido en la Eneida del poeta romano Virgilio.
Eneas contándole a Dido las desgracias de Troya, por Pierre-Narcisse Guérin (1815), París, Louvre. |
Según la Eneida de Virgilio, los troyanos, huyendo de su ciudad destruida, llegan a Cartago desviados de su rumbo hacia Italia a causa de la tempestad provocada por la diosa Juno. Allí los recibe Dido, a quien el caudillo Eneas solicita hospitalidad. Venus (madre del héroe), para que esta acceda y no le traicione, envía a Cupido con la misión de que Dido se enamore de Eneas. Dido había jurado mantenerse fiel a su difunto marido Siqueo, pero nada puede hacer alentada por su hermana Ana y rendida por la intervención de Cupido (que se sienta en su regazo adoptando la forma de Ascanio (hijo de Eneas) para poder clavarle sus flechas).
A instancias de Juno, Venus acuerda con ella propiciar que Dido y Eneas se casen y reinen juntos en Cartago. Juno así lo desea por el rencor que arrastra contra los troyanos desde el famoso Juicio de Paris y la Guerra de Troya (de este modo se vengaría consiguiendo que Eneas nunca llegue a fundar la que en el futuro sería la gloriosa estirpe romana). Venus, sabiendo cuál es el verdadero destino de su hijo, finge aceptar el trato para que los favores de Dido faciliten el reavituallamiento de la flota troyana.
Juno manipula entonces los acontecimientos para que en Cartago se organice una cacería, durante la cual desata una tormenta que obliga a Dido y a Eneas a cobijarse en una cueva. Esa noche yacen juntos, momento a partir del cual se solazan largamente en los placeres del amor. Ante el retraso que ello ocasiona, Júpiter envía a Mercurio para que le recuerde a Eneas que no son esos los designios del hado, sino que debe partir hacia Italia. El héroe, pese al dolor que le ocasiona, obedece la voluntad divina y deja Cartago.
Al verlo partir, Dido ordena levantar una gigantesca pira, donde hace disponer la espada del héroe, algunas ropas suyas que habían quedado en palacio y el tronco del árbol que custodiaba la entrada de la cueva donde se amaron por primera vez. Al amanecer sube a la pira y se hunde en el pecho la espada de Eneas.
Publio Virgilio Marón (Virgilio, 70 a. C.-Brundisium, 19 a. C.), fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. En la obra de Dante Alighieri la Divina comedia aparece como su guía a través del Infierno y del Purgatorio.
Eneas es un personaje de la mitología grecorromana, héroe de la guerra de Troya, quien tras la caída de la ciudad logró escapar, emprendiendo un viaje hasta el Lacio (la región centro occidental de Italia) donde, tras una serie de acontecimientos, se convirtió en rey y, a la vez, en el progenitor del pueblo romano. En efecto, sus descendientes, Rómulo y Remo, fundaron la ciudad de Roma. Eneas era hijo del príncipe dardanio Anquises y de la diosa Afrodita (Venus en la mitología romana). Se casó con Creúsa, una de las hijas de Príamo, con la cual tuvo un hijo llamado Ascanio o Lulo. En su huida de la ciudad acompañado de toda su familia, Creúsa murió al quedarse atrás. Ya en Italia, Eneas se casó con Lavinia, hija del rey Latino, siendo esta unión el origen mítico del pueblo romano.
Sus hazañas como caudillo del ejército troyano son relatadas en la Ilíada de Homero, y su viaje desde Troya (guiado por Afrodita) que llevó a la fundación de Roma, fue relatado por Virgilio en la Eneida.
Rapto de las sabinas
La motivación del rapto de las sabinas fue un motivo de debate entre las fuentes antiguas. Tito Livio escribe que la motivación de Roma para secuestrar a las mujeres sabinas era únicamente aumentar la población de la ciudad y afirma que no se produjo ninguna agresión sexual directa durante el rapto. Tito Livio afirma que Rómulo ofreció a las mujeres sabinas libertad de elección, así como derechos cívicos y de propiedad. Según Livio, Rómulo habló con cada una de ellas en persona, declarando «que todo se debía al orgullo de sus padres al negar el derecho de matrimonio a sus vecinos. Habrían de vivir en un matrimonio honorable, y compartirían todas sus propiedades y derechos civiles, y—lo más preciado para la naturaleza humana—serían las madres de hombres libres».
Según el historiador romano Tito Livio (59 a. C.- 17 d. C), el rapto de mujeres sabinas se produjo en la historia temprana de Roma, poco después de su fundación, a mediados del siglo VIII a.C., y fue perpetrado por Rómulo y sus seguidores, predominantemente varones; se dice que, tras la fundación de la ciudad, la población estaba formada únicamente por latinos y otros pueblos itálicos, en particular por bandidos. Como Roma crecía a un ritmo tan constante en comparación con sus vecinos, Rómulo se preocupó por mantener la fortaleza de la ciudad.
Las siete colinas de Roma son una serie de promontorios que históricamente han formado el corazón de la ciudad de Roma. Situadas al este del río Tíber, este conjunto geográfico ha protagonizado numerosísimos pasajes literarios y son una referencia muchas veces repetida en la cultura popular.
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