domingo, 8 de enero de 2023

XXI- (II) - Augusto . Tiberio - Nerón - Julia Agripina - Mesalina - Popea Sabina - Séneca - Calígula

XX- Grandes hitos de la arquitectura universal - El Neoaticismo - La dinastía Julio Claudia (27 A.C. - 68 D.C.) -Livia Drusila - Marco Vipsanio Agripa - César Augusto - La dinastía Antonina - Trajano -Apolodoro de Damasco , pincha aqui

XLVIII - Origen de los dioses griegos - Los dioses del Olimpo - Las vírgenes vestales - Numa Pompilio, pincha aqui

Roma - Las murallas aurelianas - Rómulo y Remo - El Coliseo - El Coloso de Nerón - El río Tíber - La isla Tiberina - Las siete colinas - Edad moderna, pincha aqui

Mi semana en roma (2º día) El Foro Romano (Continuación) - La Basílica Julia - La Curia Julia -Los Templos de Antonino y Faustina -  Cástor y Pólux -  Rómulo - Saturno - Vesta - Venus y Roma - Basílica Emilia y Julia, pincha aqui

Mi semana en roma (2º día) - Arco de Constantino - El Coliseo, pincha aqui 

Mi semana en Roma - Basílicas sorprendentes - Basílica de San Clemente de Letrán - Las excavaciones arqueológicas de la basílica, pincha aqui

Mi semana en Roma «la ciudad de las ciudades» El Foro de Trajano - La Basílica Ulpiana - La columna Trajana, pincha aqui

Basílica de San Pablo Extramuros Roma, pincha aqui

(XVII) Egipto - Tierra de Faraones - Periodo tardío -  Período helenístico - Cleopatra VII - La dinastía ptolemaica -Teodosio el Grande, pincha aqui

(II) El placer de coleccionar arte - Mecenas, el amigo de Augusto y de los poetas - Los Horti de Mecenas - Auditorium de Mecenas - Periégesis, pincha aqui

La maravillosa villa de la emperatriz Livia en Prima Porta - La estatua de Augusto - El Palazzo Massimo alle Terme, pincha aqui

La Caída del Imperio romano de Occidente  -  Diocleciano - Constantino - El torso de Belvedere - Adriano y Antínoo - WINCKELMANN  - Policleto - Praxíteles - Fidias, pincha aqui

Augusto tuvo cinco hijos (tres de ellos varones y potenciales emperadores), a los que debemos sumar los dos que tuvo en un anterior matrimonio su esposa Livia Drusila, siendo uno de ellos Tiberio y adoptados por el emperador. Dos de los hijos de Augusto, y uno de Livia murieron antes de tiempo. Póstumo Agripa, su otro hijo fue desterrado, con lo que sólo quedó Tiberio quien fue llamado a Roma y adoptado oficialmente, con lo que quedó como único heredero.

Tiberio asume el poder en el año 14 y adopta a Germánico, quien tendría un hijo, el famoso Calígula. Germánico sin embargo, moriría en el año 19 (quizá por traición) con lo que su hijo junto a un sobrino quedarían como potenciales herederos.
Tras la muerte de Tiberio en el año 37, Calígula ordena la muerte de su primo Tiberio Gemelo con quien gobernaba en conjunto, con lo que prontamente se quedó como único Emperador de toda Roma. Tras su gobierno de terror, es traicionado por la Guardia Pretoriana y muere junto a toda su familia.
El único familiar vivo quedó fue su tío Claudio

Neron
Uno de los emperadores más famosos y más controvertidos del Imperio romano fue, sin lugar a dudas, Nerón. Nacido en el 37, el último eslabón que perteneció a la dinastía Julio-Claudia sigue, aún hoy en día, dando de qué hablar a los estudiosos de la Antigüedad romana.

Hijo de Agripina la menor y con un árbol genealógico que incluye a su tatarabuelo Augusto y a su tío Calígula, su vida está llena de conspiraciones, asesinatos y siempre estuvo marcada por la excentricidad y la locura (aunque tesis recientes han puesto en duda este último dato).

De hecho, Nerón Claudio César Augusto Germánico no estaba, como muchos de sus antecesores, destinado a ser emperador de Roma. Fue su madre quien convenció a Claudio (tío de Nerón), para que le adoptase (condición indispensable para optar a la diadema imperial) a él en vez de al hijo que éste había tenido con Mesalina, Británico. Para fortalecer esta decisión, casó a Nerón con otra de las hijas de Claudio, Octavia, para más tarde ser ella quien mandara también asesinar a su propio marido, dejando así vía libre a la ascensión de su hijo.

De este modo, Nerón fue proclamado emperador a la temprana edad de 17 años y sus primeros años de reinado son considerados por los expertos como bastante positivos, aunque como indicamos posteriormente la tiranía y la excentricidad parecen haber marcado la pauta de sus decisiones, llegando a perseguir despiadadamente a los cristianos, a organizar diversos asesinatos sistemáticos (entre ellos el de su propia madre) e, incluso, pudiendo estar detrás del incendio que devastó Roma en el 64. La verosimilitud de estos datos, como señalamos anteriormente, es objeto de animada controversia en nuestros días.

Su mandato estuvo centrado sobre todo en el comercio, la cultura (edificó varios teatros y promovió diversas competiciones) y en las labores diplomáticas, siendo la victoria contra el Imperio parto, la mejora de las relaciones con Grecia y la represión de las revueltas británicas lo más reseñable en cuanto a lo que a estrategia militar se refiere.

Séneca se aproxima al cristianismo al hablar de conciencia, voluntad, pecado y culpa. El hombre es un pecador por naturaleza, pero su conciencia no se cansa de recriminarle sus errores y faltas, apelando a su voluntad para que se corrija y expíe su culpa. Séneca formula una máxima que evoca el espíritu evangélico: “Compórtate con los inferiores como quisieras que se comportasen contigo aquellos que se hallan por encima de ti”. 

Nerón y Séneca fue realizado en escayola y parcialmente policromado, obtuvo la medalla de oro la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904. Obra de Eduardo Barrón, autor del primer catálogo razonado de la colección de escultura del Museo del Prado y conservador y restaurador del mismo hasta su prematuro e inesperado fallecimiento en 1911. El grupo representa a Séneca instruyendo a Nerón, del que era tutor.

Julia Agripina (posiblemente en Oppidum Ubiorum (Colonia), 15-59), también conocida como Agripina la Menor​ —para distinguirla de su madre— o Agripina, fue la hija mayor de Germánico y de su esposa Agripina la Mayor, bisnieta por tanto de Marco Antonio y Octavia la Menor. Fue además hermana de Calígula, esposa y sobrina del emperador romano Claudio y madre del futuro emperador Nerón.

Estatilia Mesalina (35 - 68) fue una patricia y emperatriz romana. Mesalina fue la tercera esposa del emperador romano Nerón y estuvo casada con él entre 66 y 68.


Popea Sabina, segunda esposa de Nerón 
Popea Sabina la Menor heredó la gran belleza de su madre y acabaría siendo emperatriz y Augusta. Favoreció al judaísmo, por lo que se cree que pudo influir en la persecución a los cristianos.
Popea estuvo casada primero con Rufrio Crispino, de quien tuvo un hijo del mismo nombre. Después se casó con Otón, quien curiosamente la utilizó para tener influencias sobre el emperador Nerón: su marido no sólo consintió que ella fuera la amante del emperador, sino que fue quien lo propició.
Un día del año 65, Nerón, borracho a causa del vino, le dio un puntapié en el vientre. Popea, de nuevo embarazada, sufrió un aborto y murió.​ El emperador, arrepentido, ofreció un cortejo fúnebre y decretó varios días festivos en su honor.

Monedas con las efigies de Nerón y Popea Sabina

Villa Poppaea en Oplontis, Caldarium.
En los años 1920 se descubrió en Oplontis (hoy Torre Annunziata), cerca de Pompeya, la que posiblemente fue domus familiar de la emperatriz Popea, cubierta, igual que Pompeya y Herculano, por las cenizas de la erupción del volcán Vesubio en el agosto del año 79 d. C.

Lucio Anneo Séneca ​ (Corduba, 4 a. C.-Roma, 65 d. C.), llamado Séneca el Joven para distinguirlo de su padre, fue un filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moral.
Séneca siempre tuvo una salud enfermiza, especialmente debido al asma que padecía desde su infancia. Tanto es así que llegó a escribir que lo único que le impedía suicidarse era la incapacidad de su padre de soportar su pérdida.
En el año 31, Séneca volvió a Roma donde, a pesar de su mala salud, de su origen provinciano y del hecho de provenir de una familia de comparativamente escasa en influencias, fue nombrado cuestor, con lo que inició así su cursus honorum, en el que pronto destacó por su estilo brillante como orador y escritor. Para cuando, en el año 37, el emperador Calígula sucedió a Tiberio, Séneca se había convertido en el principal orador del Senado y había levantado la envidia y los celos del nuevo y megalómano César, el cual, de acuerdo con el historiador Dión Casio, ordenó su ejecución. Según el mismo historiador, fue una mujer próxima al círculo más íntimo de Calígula la que consiguió que este revocara la sentencia al convencer a Calígula de que Séneca, asmático y de notoria mala salud, padecía además tuberculosis y pronto moriría por sí mismo. A consecuencia de este incidente Séneca se retiró de la vida pública.
En el año 41, a la muerte de Calígula y con la entronización de Claudio, Séneca, que continuaba siendo una persona relevante dentro de la política romana, fue de nuevo condenado a muerte, si bien la pena se le conmutó por el destierro a Córcega. Las causas de esta condena se ignoran, pero la sentencia oficial lo acusaba de haber cometido adulterio con Julia Livila, hermana de Calígula, hecho bastante improbable. Más probablemente se ha apuntado que la esposa de Claudio, la célebre Valeria Mesalina, lo habría considerado peligroso ahora que Calígula había muerto.
Su exilio en Córcega duró ocho años.

Estatua de Séneca en Córdoba, su ciudad natal,
junto a la puerta de Almodóvar.
Amadeo Ruiz Olmos, 1965.

El destierro duró hasta el año 49 cuando, tras la caída de Mesalina, la nueva esposa de Claudio, la también célebre Agripina la Menor, consiguió rehabilitarlo. Se le llamó a Roma y, por indicación de Agripina, se le nombró pretor en la ciudad. Su ascenso no acabó ahí, pues en el año 51, a instancias de nuevo de Agripina, se le nombró tutor del joven Lucio Domicio Enobarbo, futuro Nerón, hijo de un matrimonio anterior de Agripina.

En el año 54, el emperador Claudio murió, según la mayoría de las fuentes históricas, envenenado por la propia Agripina, y su hijastro Nerón subió al poder.
Sin embargo, conforme Nerón fue creciendo, comenzó a desembarazarse de la «benigna» influencia de Séneca, de tal forma que, al mismo tiempo que el ejercicio del poder iba desgastando al filósofo, comenzaba a perder influencia sobre su pupilo Nerón. 

Aprovechando la pérdida de influencia y el desgaste de Séneca, en el año 58 Publio Suilio Rufo, un consejero del joven Nerón, llegó a acusarlo, absurdamente según Tácito, de acostarse con Agripina, con lo que dio origen a una campaña de desprestigio en la que el filósofo fue acusado de crímenes tan peregrinos como el de deplorar el tiránico régimen imperial, extravagancia en sus banquetes, hipocresía y adulación en sus escritos –fue en este momento cuando salió a la luz la carta al liberto Polibio–, usura, y, sobre todo, excesiva riqueza.

El suicidio de Séneca (1871), por Manuel Domínguez Sánchez.

En el año 59, la antiguamente gran valedora de Séneca, Agripina, fue asesinada por Nerón, lo que marcaría el inicio del fin de Séneca
En el año 62 Séneca pidió a Nerón retirarse de la vida pública, y ofreció toda su fortuna al emperador. El retiro le fue concedido tácitamente, aunque la fortuna no le fue aceptada hasta años después. De esta manera, Séneca consiguió retirarse de la cada vez más peligrosa corte romana, y comenzó a pasar su tiempo viajando con su segunda esposa, Paulina, por el sur de Italia.
Sea como fuere, en el año 65 se le acusó de estar implicado en la famosa conjura de Pisón contra Nerón. Aunque no existieran pruebas firmes en su contra, la conjura de Pisón sirvió a Nerón como pretexto para purgar la sociedad romana de muchos patricios y caballeros que consideraba subversivos o peligrosos, y entre ellos se encontraba el propio Séneca. Así pues, Séneca fue, junto con muchos otros, condenado a muerte, víctima de la conjura fracasada.

El suicidio de Séneca, en la Crónica de Núremberg, publicada en 1493.

Sabiendo que Nerón actuaría con crueldad sobre él, decidió abrirse las venas en el mismo lugar, cortándose en brazos y piernas. Su esposa Paulina le imitó para evitar ser humillada por el emperador, pero los guardias y los sirvientes se lo impidieron y otras fuentes afirman que realmente se suicidó, aunque Suetonio afirma que vivió hasta el principado de Domiciano. Séneca, al ver que su muerte no llegaba, le pidió a su médico Eustacio Anneo que le suministrase veneno griego (cicuta), el cual bebió pero no le hizo efecto. Pidió finalmente ser llevado a un baño caliente, donde el vapor terminó asfixiándolo, víctima del asma que padecía.

Mapa del Imperio Romano y de los estados vecinos bajo Calígula

Calígula, el césar al que todo estaba permitido
Sus acciones despóticas y sanguinarias, exageradas tal vez por los historiadores de la Antigüedad, han dado lugar a múltiples interpretaciones, incluida la de que era un psicópata. Embriagado por su poder, Calígula se situó siempre por encima de las leyes

Los lagos Albano y Nemi - El Palacio de Castel Gandolfo (residencia veraniega del papa) - Los Barcos de Calígula - Adriano - Villa Adriana - El Castillo de Sant'Angelo - El Panteón de Agripa o Panteón de Roma, pincha aqui


Calígula erigió en Roma dos templos consagrados a su persona. Más tarde unió el Palatino con el templo de Cástor y Pólux, que dedicó a su propio culto (a la derecha de la imagen se ven sus columnas).


En 40 d.C., Calígula planeó la invasión de Britania para adquirir prestigio militar, pero el proyecto fracasó. Escultura del emperador. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.


El asesinato de Cesonia
Asesinato de Calígula. El emperador yace muerto en el suelo mientras su esposa e hija van a ser asesinadas. óleo por Lazzaro Baldi. Galería Spada.

Agripina la mayor, madre de Calígula, asesinada por Tiberio. 


Tras nombrar cónsul a su caballo Incitato, Calígula ordenó construirle un lujoso establo de mármol, donde dormía con mantas de púrpura. Abajo, cabeza de caballo. Museo Arqueológico Nacional, Ancona.

Más de un siglo después de su muerte, cuando los historiadores romanos volvían su mirada sobre el breve reinado de Calígula (37-41 d.C.), no veían más que extravagancias, megalomanía y un sinnúmero de crímenes. El paso del tiempo no había hecho más que ensombrecer el recuerdo de aquel emperador de la dinastía Julio-Claudia, que a los 25 años había sucedido a su tío abuelo Tiberio y que murió desastradamente en un pasillo de palacio, apuñalado por los oficiales del ejército sublevados contra su tiranía. Para Suetonio y Dión Casio, Calígula fue, en efecto, un déspota; más que eso, un «monstruo» del que tan sólo cabía enumerar adulterios, confiscaciones y actos de crueldad.

Ya el filósofo Séneca veía señales de desequilibrio mental en el mismo aspecto físico del emperador, en sus «ojos torvos y emboscados bajo una arrugada frente...». Sólo así podrían explicarse los desmanes de aquel joven que, por lo demás, como reconocen hasta los cronistas más hostiles, poseía notables dotes intelectuales. 

(Calígula lo condena a muerte. Año 37 - Séneca se retira de la vida pública)

Parece claro que el incendio se inició en la noche del 18 al 19 de julio del año 64, o en la noche del 19 de julio, y que la ciudad ardió por espacio de al menos cinco días. La destrucción que causaron las llamas fue importante: según Tácito, cuatro de los catorce distritos de Roma fueron arrasados, y otros siete quedaron dañados. Algunos monumentos de la ciudad, como el templo de Júpiter y el hogar de las vírgenes vestales, fueron pasto de las llamas.

Entre 1927 y 1929, los arqueólogos desecaron el lago de Nemi, al sur de Roma, para sacar a la luz dos grandiosos barcos del emperador Calígula
En 1895, se rescató de uno de los barcos de Calígula una Medusa en bronce, que adornaba la barandilla que rodeaba el timón. También se recuperaron otras tres cabezas de lobo y una leonina, todas en bronce, expuestas en el palacio Massimo de Roma.

La adriatepsia de la que hacía gala Calígula se tradujo de entrada en el fastuoso tren de vida que llevó. En apenas un año, Calígula dilapidó la fortuna de tres mil millones de sestercios heredada de Tiberio. Según Dión Casio, «empezó a gastar en caballos, gladiadores y en otras cosas semejantes sin ningún freno, y vació en poquísimo tiempo el dinero atesorado, que era mucho». De sus banquetes se contaban asombrosas historias sobre panes y manjares cubiertos con láminas de oro o sobre perlas costosísimas disueltas en vinagre (se le atribuía, pues, la célebre anécdota del festín ofrecido por Cleopatra a Marco Antonio). Con ello, además, forzaba la emulación por parte de los nobles que querían agasajarle invitándole a sus comidas; Séneca cuenta que uno de ellos gastó en una velada la exorbitante suma de diez millones de sestercios.

El Obelisco Vaticano fue inicialmente construido en Egipto por la administración de Calígula. Originalmente había sido concebido como el centro de un hipódromo construido en la provincia.

No menos afamadas eran las residencias personales que se hizo construir, tanto en Roma –su nueva mansión en el Palatino tenía como vestíbulo el templo de Cástor y Pólux– como en sus lugares preferidos de retiro: Nemi –donde hizo construir sus dos célebres navíos gigantes, auténticos palacios flotantes– y la Campania. En la bahía de Bayas, cerca de Nápoles, ordenó construir un puente de barcos para jactarse de cruzar el golfo en su carro portando la coraza de Alejandro Magno, que mandó traer desde Alejandría para la ocasión.



En Nemi, a una hora de Roma, rondan las leyendas de un lago y un bosque sagrados

Su vida amorosa también estuvo marcada por la falta de reglas. En sus cuatro años de reinado tuvo cuatro esposas.
Casio Querea, era un hombre ya mayor y de complexión robusta, pero que tenía una voz atiplada, debido quizás a una herida en los genitales. Calígula se burlaba despiadadamente de su afeminamiento, llamándolo Príapo o Venus o dándole la mano para que la besara con actitud y movimientos obscenos, según Suetonio. Harto de aquellas ofensas, Querea se puso al frente de la conspiración que en enero del año 41 dio muerte a Calígula, a su mujer y a su hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario