jueves, 8 de diciembre de 2016

Mi semana en Roma «la ciudad de las ciudades» El Foro de Trajano - La Basílica Ulpiana - La columna Trajana

El Foro de Trajano es un foro obra del emperador romano Trajano, que forma parte del vasto complejo de los foros imperiales en la ciudad de Roma. Su construcción, llevada a cabo entre el 107 y 112 estuvo a cargo del arquitecto Apolodoro de Damasco.
Este espectacular complejo es el Foro más grande de Roma. Cuenta con la Plaza porticada, la Basílica Ulpia, la columna trajana y el Templo de Trajano.
El foro de Trajano es cronológicamente el último de los foros imperiales de Roma.

Marco Ulpio Trajano (en latín Marcus Ulpius Traianus, conocido abreviadamente como Trajano (Itálica, Santiponce, junto a la actual Sevilla, 18 de septiembre de 53 – Selinus, 9 de agosto de 117) emperador romano que reinó desde el año 98 hasta su muerte en 117. Fue el primer emperador de origen no itálico. Inició la tradicionalmente llamada dinastía Antonina o, según reciente propuesta, Dinastía Ulpio-Aelia.
Si, como algunos autores dicen, Augusto en Roma es lo que Pericles a Atenas, puede decirse de Trajano, que sin ser artista imprimió un carácter al arte de su tiempo, cómo sólo Augusto logró hacerlo con el suyo. Su nombre se asocia con el proyecto urbanístico más impresionante al que fue sometido el centro de la Roma Imperial: el Foro de Trajano, el último y el más extenso de todos los foros imperiales.

Vista panorámica del Foro con la Columna de Trajano a la izquierda de la imagen.

Vista del Foro de Trajano.

Ubicación del foro de Trajano en los foros imperiales
Para el logro de este monumental y “revolucionario” proyecto, Trajano cuenta con la imprescindible “mano” del ingeniero militar Apolodoro de Damasco, autor de una obra teórica sobre el arte de la guerra -Poliorcética- y de otra práctica que llenó de asombro a sus coetáneos: el puente de madera sobre el Danubio, en la frontera de la Dacia. El papel que desempeñó Apolodoro en la consecución de este proyecto fue decisivo.

La estructura tenía 1.135 metros de largo (el Danubio tiene unos 800 metros de ancho en la zona) y 15 de profundidad y alcanzaba 19 metros de altura sobre el nivel del río. En cada extremo había una fortificación (castrum), por la que había que pasar para poder cruzar el puente. El puente, diseñado por el ingeniero Apolodoro de Damasco, estaba formado por veinte arcos de madera asentados en pilares cuadrados. Cada arco medía 52 metros de envergadura y los pilares tenían 20 metros de lado y hasta 45 metros de alto y estaban hechos de ladrillo, mortero y cemento de puzolana. A pesar de sus excepcionales dimensiones, se ejecutó en un tiempo muy breve (entre 103 y 105). Ilustración del ingeniero Duperrex de cómo debió ser el Puente de Trajano.
Nadie antes había sido tan osado como para levantar un puente sobre el Danubio y nadie más lo volvió a intentar en muchos siglos, es más, nadie pudo superar esta hazaña de la ingeniería a lo largo del primer milenio de nuestra era.

En la geografía antigua, según las fuentes de la Antigua Roma, Dacia era la tierra habitada por los dacios y getas, las ramas del Norte-Danubio de los tracios. Dacia se hallaba en medio de los Cárpatos y estaba delimitada:
al sur, aproximadamente, por el río Danubio

Corresponde a los países modernos de Rumanía y Moldavia, así como a pequeñas partes de Bulgaria, Serbia, Hungría y Ucrania.
El magnífico botín de guerra –el oro de los Dacios, que sin duda constituyó el aliciente principal de los romanos para la conquista de aquella lejana región del Danubio- posibilitó la construcción de un recinto formado por plazas y edificios que hasta entonces Roma no había conocido.
Ya la preparación de los terrenos nos anuncia de la grandeza, pretensiones y envergadura “ideológica” del proyecto; Fue necesario remover de su emplazamiento el collado que unía el Capitolio con el Quirinal. La inscripción dedicada por el senado y el pueblo romano a Trajano en el basamiento de su célebre columna se refiere en estos términos a la gigantesca operación de excavación que hubo de hacerse:

Traducido:«El senado y el pueblo romano, al emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del divino Nerva, pontífice máximo, tribuno por decimoséptima vez, imperator por sexta vez, cónsul por sexta vez, padre de la patria, para mostrar la altura que alcanzaban el monte y el lugar ahora destruidos para <obras> como ésta.»
En otras palabras, según la inscripción la columna es tan alta como la colina que anteriormente existía en el mismo lugar, es decir, la altura de la colina que hubo de excavarse sería de 38 metros que es lo que mide la columna.
Tal como destacó el arqueólogo Paul Zanker, la disposición de los edificios y de las superficies al aire libre del Foro de Trajano seguía una idea fundamental que correspondía a las concepciones ideológicas del emperador, es decir: el ejército como fundamento del Estado.
Planta del Foro de Trajano, construido en Roma entre el 107 y el 112 de nuestra era por el arquitecto Apolodoro de Damasco.
(1) Arco triunfal de entrada. (2) Plaza rodeada de pórticos. (3) Pórticos con columnas de mármol. (4) Exedras. (5) Mercado de Trajano. (6) Vía Biberatica. (7) Basílica Ulpiana con sus dos Exedras. (8) Bibliotecas Griega y Latina. (9) Columna Trajana. (10) Patio del Templo de Trajano rodeado de pórticos. (11) Templo del divino Trajano (divo Trajano), construido por Adriano. 
De acuerdo con su concepción del ejército como fundamento del Estado, la sucesión arquitectónica del Foro de Trajano está orientada en la disposición de los campamentos militares romanos (castrum). Ostensiblemente, Trajano perseguía el propósito de reproducir un campamento en el corazón de la capital imperial –y con ello, de ennoblecer el ejército como corazón del imperio-; pero más allá de la estructura castrense, lo que resulta novedoso, en la concepción de este Foro, es la falta de carácter religioso del conjunto. La Basílica Ulpiana, rectangular, está situada al fondo de la plaza, y relega literalmente a un segundo plano el templo de Trajano. Esto es, por otra parte, el fruto de una segunda campaña de construcción, emprendida tras la muerte del emperador. Ahora bien, no se trata aquí de un hecho secundario: es una verdadera “revolución”.

Maqueta de la Basílica Ulpia.
Después de los foros de César, Augusto, Vespasiano y Nerva, que tenían todos como elemento más importante la fachada de un templo, la decisión de reemplazar un monumento sagrado por un edificio civil modificaba fundamentalmente el espíritu de la construcción. Sustituyendo un área religiosa por una plaza pública, Trajano devuelve al pueblo de Roma un lugar reservado a la actividad pública y pone fin a la ambivalencia entre santuario y basílica representada por el templo de Marte Ultor, rodeado por dos exedras-basílicas.

“Reconstrucción gráfica del Foro de Trajano, tal y como se desprende de los trabajos realizados por el arqueólogo James E. Parker y de su equipo: La Basílica Ulpiana obstruye transversalmente la perspectiva de la plaza. En el centro, una estatua ecuestre del emperador. Unos carros de guerra y una cuadriga de bronce coronaban el pórtico de entrada de la basílica”.
Es cierto que, en un principio, parece ser que respecto al foro de Trajano existió el proyecto de consagrar un templo (construido posteriormente por Adriano) al emperador divinizado. Pero su situación, oculta tras la Basílica Ulpiana y la columna-mausoleo, modifica profundamente su significado. Ya no es el santuario el que manda en el proyecto, aunque siempre represente el final del proceso.

“Una plaza para conversar, discutir y arengar a la sombra de los pórticos. Los últimos descubrimientos de los vestigios del Foro de Trajano permiten reconstruir el aspecto de los pórticos que bordeaban la plaza: a la columnata corintia de mármol blanco (a la izquierda) correspondían unos pilares cuadrados (a la derecha), que marcaban el límite de las exedras. El techo abovedado, estaba hecho en mampostería ligera revestida con estuco policromado”.
En realidad, el centro de gravedad de este foro es ahora la plaza propiamente dicha, el ágora rodeada de pórticos, como las stoaï griegas. Aquí se trata de un forum en su sentido primordial, y no de un pasaje rodeado de pórticos que conduce a las gradas de un templo, cuya presencia polarizaba todo el espacio. En esta plaza casi cuadrada podían tener manifestaciones grandiosas, ceremonias oficiales, recepciones de embajadores…


“Rincón de estudio y sabiduría: la Biblioteca. El equipo dirigido por James E. Packer ha conseguido reconstruir el espacio interior de las dos bibliotecas del Foro de Trajano. Las construcciones con dos niveles de pórticos corintios estaban cubiertas de bóvedas transversales. Unos grandes ventanales en la parte alta aseguraban la iluminación. La sujeción estaba formada por un sistema de dos bóvedas, que respondían a las necesidades de grandes espacios para el almacenamiento de pergaminos. Por ende, dotaban a las paredes de una gran estabilidad. Las dos bibliotecas constituyen el legado escrito de los autores grecolatinos, la herencia de un pasado histórico, literario y científico. Son la memoria de una civilización”.
Columna de Trajano, rodeada de fustes, restos de la Basílica Ulpiana. 
La Basílica Ulpiana (la mayor de cuantas fueron construidas en Roma 170m de largo por 60 de ancho), ofrecía sus grandes pórticos a las actividades jurídicas y políticas. Se trata del <<Tribunal>>, en el pleno sentido del término, hasta tal punto que está asociado con el poder del Príncipe cuando dicta el derecho y decreta las leyes. Aquí se manifestaba el ius romanum, tenían lugar los grandes procesos, y los abogados, senadores y juristas discutían sobre la res pública. En las dos exedras de la basílica, se levantaban colosales estatuas que representaban a los miembros de la familia de Trajano, la gens Ulpia. El propio emperador estaba representado en sus diversas funciones, también bajo la forma de gigantescas estatuas.

El nuevo foro de 300x185m, formaba un ángulo recto con el de Augusto. Un arco de triunfo de un solo vano, pero de enormes pilas laterales, señalaban la entrada por aquel lado de fachada cóncava.

Mercado de Trajano a la derecha y Columna de Trajano con fustes de la Basílica Ulpiana a la izquierda. 
Los tres ámbitos –plaza, basílica y recinto templario-, suponen una concepción espacial plenamente romana, propia y exclusiva de Trajano y que solo una mente romana cabía concebir. Apolodoro de Damasco era un griego helenístico, cierto, pero el helenismo llevaba muchos siglos adormilado y lo que en el imperio se decía y se hacía salía de Roma. Por lo que no tiene sentido hablar de helenismo a estas alturas de la romanidad.

También en la decoración escultórica del Foro de Trajano se impusieron ideas romanas. El gran ático que rodeaba la plaza, como en el foro de Augusto, tenía una decoración escultórica, pero no de cariátides del Erechtheion, sino de prisioneros dacios (luego transportadas para la decoración del Arco de Constantino como esculturas exentas), tipos etnográficos más representativos que los de la estatuaria ideal. Victorias sacrificando toros y adornando candelabros ponen la nota clasicista en los frisos figurados, y los acantos y cimacios completan la decoración del marco.

Prisioneros dacios, esculturas exentas en el Arco de Constantino, provenientes del Foro de Trajano.
Arco de Constantino, pincha aqui 

Amanecía un nuevo clasicismo, pero no ya inspirado en Grecia como el Augusto, sino en el de Augusto mismo.

La columna Trajana
trata quizá de una de las obras más peculiares de la romanidad, sin antecedentes tuvo una secuela de imitaciones que va desde las columnas de Antonino Pío y Marco Aurelio  hasta la de la Place Vendòme en el centro de París. Su inauguración tuvo lugar en el año 113.
La columna de Marco Aurelio es un monumento de Roma, construido entre 176 y 192 para celebrar, puede que después de su muerte, las victorias del emperador romano Marco Aurelio (161-180) contra los germanos y los sármatas estacionados en el norte del curso medio del Danubio (guerras marcomanas).
La columna Vendôme es un monumento parisino situado en la Plaza Vendôme, en el distrito primero de la ciudad. A lo largo de los años ha sido nombrada también Columna de Austerlitz. Fue erigida por orden de Napoleón Bonaparte, para celebrar su victoria en la batalla de Austerlitz.
En los sucesos de la Comuna de 1871 tras la Guerra Franco-prusiana, la columna fue derribada, debido a que se la consideró un monumento a la barbarie, al militarismo, así como una negación del derecho internacional. El pintor Gustave Courbet, que había sido nombrado Presidente de la Comisión de Bellas Artes, fue responsabilizado de los hechos. Se le condenó a seis meses de cárcel, además de a pagar los gastos de su reparación. Esta condena le sumió en la ruina y provocó su huida a Suiza ante el temor a volver a ser encarcelado. Poco después de la comuna, la columna fue restaurada y así se conserva hasta hoy.
Sobre su basamento decorado con numerosos relieves de armas y pertrechos bélicos, la columna soporta una cinta helicoidal de 200 metros de longitud, cubierta del relieve más extenso que la antigüedad llegó a conocer.
 Altura de la columna, 29.78 m
La Columna  Trajana puede considerarse como una “película” en la que se narra las “glorias” del emperador y donde se conmemora la conquista de la Dacia como victoria de Trajano y destinada a custodiar las cenizas del emperador, como se hizo en una urna de oro.
Puede decirse (valga el símil cinematográfico) que se trata de una narración en “fotogramas” que ascienden en espiral (lo que la diferencia de anteriores columnas con bajorrelieves labrados en los tambores de las columnas), hasta formar 23 giros en torno al fuste de la columna de abajo hacia arriba, de izquierda a derecha.
La base de la Columna de Trajano 

La Columna Trajana que en su época era policroma, está compuesta por 17 bloques de mármol de Luni y su altura, como ya hemos apuntado anteriormente, coincide con la altura que tuvo la excavación que se hizo necesaria para la construcción del foro. 
Bajorrelieves en la Columna Trajana.

Más de 200 figuras, algunas repetidas, como era licencia aceptada en el relieve y en la pintura histórica, intervienen en la representación de la guerra con los dacios que allí se narra. En el interior de la misma, una escalera de caracol de 185 peldaños e iluminada por 45 minúsculas hendiduras permite el acceso a una plataforma mirador en su parte superior. La columna estuvo coronada en su día por una estatua de Trajano (lo que atestiguan monedas de la época) que fue sustituida por la de San Pedro en 1587, por voluntad del Papa Sixto V.
Mercados de Trajano
Un aspecto al que no hemos hecho mención hasta ahora es el del comercio y la economía. Los Mercados de Trajano cumplen esta función tan esencial en una ciudad que pudiera tener hasta un millón de habitantes. Se sitúan al norte del foro. Detrás de la exedra que rodeaba la plaza imperial. Las excavaciones de la colina del Quirinal se realizaron en forma de tres terrazas sucesivas. En ellas se construyó de manera escalonada un edificio de seis plantas, comunicadas por anchas escaleras, donde vinieron a concentrarse, formando calles (Vía Biberatica) y galerías de tiendas, los establecimientos comerciales que anteriormente ocupaban la mayor parte de los foro
Interior de Los Mercados de Trajano.
Vía Biberatica. Fotografía: C. R. Ipiéns.
En oposición al carácter representativo y grandioso del foro, enteramente construido en mármol blanco, en Los Mercado de Trajano, el ladrillo de fábrica como material ve llegada la hora de su triunfo. Sus estampillas permiten datar los Mercados de Trajano con precisión en el primer decenio del reinado de Trajano. Ello significa que su construcción fue por delante que la del foro, cosa lógica por esencial para la consolidación previa de la ladera del Quirinal. Sin embargo, el perfecto ajuste entre ellos indica que ambos proyectos se realizaron simultáneamente.

Ladrillo y mármol. Detalle de un vano en la planta baja de Los Mercados de Trajano.
A la calle abrían sus puertas, en la planta baja, unas tabernae más anchas que profundas con sus dinteles y jambas de travertino.
Tiendas pequeñas, en número de 150,  se repartían la administración y el comercio al por menor de los productos alimenticios dependientes de la annona imperial: el trigo, el aceite y el vino. Las tiendas daban a la Vía Biberatica que atravesaba el interior de la construcción. Al otro lado de esta calle se conserva una galería comercial rectilínea, dispuesta en dos niveles. Esta gran nave está cubierta por una bóveda de arista, tan original como trascendental para el futuro, pues ahí podrían encontrarse los fundamentos de las bóvedas de la posterior arquitectura medieval.

Los Mercados de Trajano. Fotografía: C. R. Ipiéns. (1)
Los Mercados de Trajano. Fotografía: C. R. Ipiéns. (2)
En resumen, el Foro de Trajano representa una obra global y sintética, donde el soberano ejerce sucesivamente los papeles de administrador del imperio, controlando el comercio y los cambios; vencedor en las fronteras, cuyos límites amplía; legislador que garantiza la ley humana; Pontifex Maximus, que administra la ley divina; y finalmente soberano que divinizado alcanza la apoteosis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario