Lawrence Alma Tadema. 1863. Al'interno della Basilica di San Clemente |
Alma-Tadema (Museo Thyssen-Bornemisza), pincha aqui
Basílica de San Clemente de Letrán
La basílica de San Clemente es un complejo de edificios en Roma (Italia) centrados alrededor de una iglesia católica dedicada al papa Clemente I. El lugar es notable por ser un registro arqueológico de la historia religiosa, política y arquitectónica de Roma de principios de la era cristiana hasta la Edad Media.
La antigua iglesia fue transformada a lo largo de los siglos desde una casa privada que era el sitio de veneración cristiana clandestina en el siglo I hasta una gran basílica pública en el siglo VI, reflejando la creciente legitimación y poder de emergente iglesia católica.
Grabado del siglo XIX del exterior de la basílica de san Clemente Laterano. Al fondo a la izquierda se ve el Coliseo |
Mosaico del ábside central, datado en el siglo XII |
El interior muestra planta basilical de tres naves, sin transepto, y tres ábsides semicirculares, el central más grande, con pavimento cosmatesco muy bien conservado. En el centro de la nave central se conserva la schola cantorum con dos ambones laterales, las tribunas desde las que se leían los textos sagrados, realizado con fragmentos del siglo VI recuperados de basílica primitiva a los que en el siglo XII también se les añadió decoración cosmatesca.
Edificios romanos
La casa fue en origen propiedad de un cónsul y mártir romano, Tito Flavio Clemente, que fue uno de los primeros senadores romanos en convertirse al Cristianismo. Permitió que su casa se usara como lugar de reunión secreto para sus compañeros cristianos, estando por entonces prohibida esa religión.
Hay evidencia de un culto pagano en el lugar. En el siglo II miembros de un culto mitraísta construyeron un pequeño templo dedicado a Mitra en una ínsula o complejo de apartamentos, en el lugar. Este templo, usado para rituales de iniciación, duró hasta alrededor de finales del siglo III.
Altar de Mitra. |
Estatua del dios solar Mitra matando al toro (escultura del siglo II actualmente en poder del Museo Británico, en Londres). |
Mitra es un dios conocido desde la antigüedad, principalmente en Persia e India. Originalmente era un dios del Sol. De origen persa, este dios se incorporó al panteón del imperio romano tardío. En el contexto romano, el culto a Mitra se desarrolló como una religión mistérica, y se organizaba en sociedades secretas, exclusivamente masculinas, de carácter esotérico e iniciático. Gozó de especial popularidad en ambientes militares. Obligaba a la honestidad, pureza y coraje entre sus adeptos. Su imagen se conserva en diversas esculturas, en su mayor parte del siglo III. Se le representa como un hombre joven, con un gorro frigio, matando con sus manos un toro.
La primera basílica
Las excavaciones de los años 1860 revelaron la primera basílica olvidada que subyace a la medieval. A finales del siglo IV o principios del V, después de que el Cristianismo se convirtiera en la religión oficial de Roma, la pequeña iglesia sufrió una ampliación, adquiriendo la ínsula vecina y otros edificios cercanos; los arquitectos comenzaron a trabajar en el complejo de habitaciones y patios, construyendo una nave central sobre el lugar de la iglesia precedente, y un ábside sobre el anterior mitreo. La nueva iglesia estaba dedicada al papa Clemente I, un cristiano converso del siglo I y contemporáneo de Tito Flavio Clemente. Se emprendieron restauraciones en el siglo IX y hacia 1080-99.
Aparte de los de la Iglesia de Santa Maria Antiqua, la más amplia colección de pinturas murales de principios de la Edad Media son las que se encuentran en la basílica inferior de San Clemente. Durante los siglos siguientes, San Clemente se convirtió en un «beacon» para los artistas y escultores de iglesias, beneficiándose de la generosidad del Imperio bizantino. Actualmente, es una de las iglesias de Roma más ricamente decoradas.
Crucifición en Santa María Antigua, capilla de Teodoto. |
El último gran acontecimiento ocurrido en la basílica inferior fue la elección en 1099 del cardenal Rainerius de San Clemente como papa Pascual II.
La segunda basílica
La actual basílica fue reconstruida en una campaña por el cardenal Anastasius, h. 1099-h. 1120, después de que la iglesia original fuese quemada hasta los cimientos durante el saqueo normando de la ciudad con Roberto Guiscardo en 1084.
Los dominicos irlandeses se han hecho cargo de San Clemente desde 1667, cuando Inglaterra prohibió la iglesia católica irlandesa y expulsó a todo el clero. El papa Urbano VIII les dio refugio en San Clemente, donde han permanecido, llevando una residencia para sacerdotes estudiando y enseñando en Roma. Los propios dominicos llevaron a cabo las excavaciones de los años 1950 en colaboración con estudiantes de arqueología italianos.
Sobre una pared en el patio hay una placa fijada por el papa Clemente XI, que alaba a San Clemente, declarando, «Esta antigua iglesia ha soportado los estragos de siglos». Clemente emprendió restauraciones de la venerable estructura, que él encontró dilapidada. Seleccionó a Carlo Stefano Fontana, sobrino de Carlo Fontana como arquitecto, quien erigió una nueva fachada, completada en 1719. Los techos tallados y dorados de la nave central y los pasillos laterales, rellenados con pinturas, datan de esta época, así como los frescos.
Carlo Fontana (Novazzano, 1634/1638-1714) fue un arquitecto y escultor italiano, en parte responsable por la dirección clasicista que tomó el barroco tardío en la arquitectura de Roma.
En una capilla lateral hay un santuario con la tumba de San Cirilo de los Santos Cirilo y Metodio quienes crearon el alfabeto glagolítico y cristianizaron a los eslavos. El papa Juan Pablo II solía rezar aquí a veces por Polonia y los países eslavos . La capilla también alberga una Virgen de Sassoferrato.
Nave de la Epístola de la basílica superior, con la entrada al yacimiento arqueológico a la derecha |
Perspectiva isométrica de los tres niveles de construcción en san Clemente (1) |
Bajando a la Iglesia del siglo IV en San Clemente |
Las investigaciones arqueológicas e históricas, que comenzaron ya en el siglo XIX, revelaron que lo primero que habría existido en ese enclave sería una domus levantada en época republicana. En este sentido, se conservan varias habitaciones pequeñas alineadas en lo que sería una de sus paredes exteriores.
Domus es la palabra latina con la que se conoce a un tipo de casa romana. Las domus eran las viviendas de las familias de un cierto nivel económico, cuyo cabeza de familia (paterfamilias) llevaba el título de dominus. La erupción del Vesubio en el 79 d.C. que sepultó Pompeya y Herculano, ha conservado muchas de ellas en un magnífico estado y ha permitido a los arqueólogos realizar estudios sobre su arquitectura.
Plano de las excavaciones del tercer nivel, bajo la basílica paleocristiana. A la izquierda está el Mitreo y, separada por un angosto pasillo, a la derecha está la domus y sus diferentes estancias |
Pasillo de separación entre la ínsula en la que se encuentra el Mitreo, a la derecha y con un muro de ladrillo, y la domus, en la que el muro es de sillares de piedra. |
A esta primitiva construcción le habría sucedido otra posterior organizada en torno a un patio central, con habitaciones en las que se conservan restos de estuco en paredes y techos y el pavimento de espina de pez típico de los edificios romanos de la época, y que algunos autores consideran que sería la casa del cónsul Tito Flavio Clemente, uno de los primeros senadores convertido al cristianismo.
Y sería en esta vivienda donde en el siglo I se habilitaría un pequeño titulus, uno de los primitivos lugares en los que los primeros cristianos celebraban reuniones secretas cuando el culto todavía estaba prohibido en el Imperio.
En el siglo II, en una insula al lado de la domus se construyó un templo a Mitra, dios persa adscrito al panteón romano en el siglo II y que alcanzó gran popularidad, en uso hasta el año 395, cuando el cristianismo fue declarado culto oficial del Imperio y el resto de cultos quedaron prohibidos, con sus restos localizados justo bajo los respectivos ábsides de las dos basílicas superpuestas.
Santuario del Mitreo bajo los ábsides de las dos basílicas superpuestas de san Clemente |
A finales del siglo IV o comienzos del V las necesidades de culto en la zona determinaron la ampliación de la antigua titulus, para lo que fueron necesarias la adquisición de la insula vecina y de otros edificios cercanos, erigiéndose una gran basílica de tres naves y tres ábsides, ya puesta bajo la advocación del papa Clemente I, cristiano converso del siglo I, tercer sucesor de san Pedro en la sede de Roma, contemporáneo a Tito Flavio Clemente, el supuesto primitivo propietario de la domus, con la nave central sobre la titulus y el ábside sobre el antiguo mitreo.
Las excavaciones arqueológicas distintas constatan campañas decorativas en esta basílica paleocristiana. Pero durante el saqueo normando a Roma de Roberto Giscardo en 1084 se cree que el templo quedó completamente destruido tras un incendio, decidiéndose utilizar sus escombros como cimentación para el nuevo templo que hoy se conserva.
La basílica inferior - siglo IV. Segundo nivel |
Lo más interesante de esta basílica paleocristiana, además de que quizá sea la más antigua conservada de tres naves, son los frescos localizados repartidos por varias zonas y que tienen variada datación.El resto más antiguo podría ser el que muestra a la emperatriz Teodora, fallecida en el año 548, transformada en una Virgen con Niño en un momento posterior, cobijada en un nicho que formaría parte de un pequeño altar o santuario en la nave de la Epístola.
Virgen con Niño |
En lo que fue el nártex de la basílica, la zona reservada a los catecúmenos, los que todavía no habían recibido el bautismo, en los templos paleocristianos, se localizan dos pinturas murales con escenas de la Vida de San Clemente, y en el lado del Evangelio de la nave central hay otras dos.
La pintura mural del Milagro del Mar de Azov. El fresco representa al niño que, milagrosamente, consigue sobrevivir a las corrientes del Mar de Azov. Una vez al año, las bajas mareas dejaban al descubierto la tumba de San Clemente, en una ocasión, un niño se quedó atrapado por las olas, pero no fue encontrado sano y salvo hasta una año después
Escena con el Milagro del Mar de Azov y los donantes en la parte de abajo |
La pintura mural del Traslado de las reliquias de san Clemente muestra cómo sería la ceremonia de traslado del cuerpo del santo, que Cirilo y Metodio habían traído desde Crimea a Roma en el año 868, desde la basílica de san Pedro a la de san Clemente en el siglo XI. En la escena los dos hermanos aparecen junto al papa acompañando el cuerpo del santo, pero el artista se equivoca al identificar al papa con Nicolás, pues fue Adriano II el que recibió a los misioneros.
Traslado de las reliquias de san Clemente |
La Pintura mural con Cristo bendiciendo también se ubica en el antiguo nártex. Cristo está flanqueado, a su derecha, por el arcángel Miguel, quizá personificado en el emperador bizantino Miguel III, que fue quien envío a los santos Cirilo y Metodio a misiones, y san Andrés Apóstol, dando testimonio de sus labores misioneras entre los pueblos eslavos, y a su izquierda por el arcángel Gabriel, mensajero de las buenas nuevas del Antiguo Testamento y de la venida de Cristo en el Evangelio, y san Clemente, mientras dos figuras, identificadas con los santos misioneros mencionados, arrodillados, están siendo juzgados.
Cristo bendiciendo |
El estilo es bizantino, sin denotar todavía influencia románica, datado por algunos especialistas a fines del siglo IX, coincidiendo con el fallecimiento y entierro de los santos en la basílica.
En la pared del Evangelio de la nave central hay otras dos escenas. La pintura mural con una Misa de san Clemente y la leyenda de Sisinnius, fechada alrededor de 1100, relata cómo ese personaje, un miembro de la corte del emperador Nerva, celoso esposo de Teodora, una romana convertida al cristianismo por san Clemente, se vuelve ciego al quererla castigar y a pesar de que el santo lo cura, manda a tres de sus siervos arrestarlo para llevarlo a la cárcel y cómo estos se vuelven locos y encadenan una columna y la arrastran con gran esfuerzo creyéndose que es san Clemente.
Detalle de la escena superior, con la Misa de san Clemente y la Leyenda de Sissinus |
La Asunción de Nuestra Señora o Ascensión de Cristo se fecha en la primera mitad del siglo IX y en ella aparece el papa León IV.
Ascensión o Asunción |
La pintura mural de la Anástasis o Descendimiento de Cristo al Limbo fue una de las primeras descubiertas en las excavaciones dirigidas por el padre Mullooly en el siglo XIX y representa a Cristo rescatando a las almas del limbo antes del Juicio Final, pisando al demonio que sujeta a Adán por los pies. Parece que formó parte de un monumento funerario a un monje oriental que también aparece representado en la escena que algunos estudiosos identifican con el propio san Cirilo, por lo que sería una pintura original de su tumba.
Al fondo de la nave del Evangelio hay un altar dedicado a san Cirilo que se encuentra justo bajo el santuario con sus restos en la basílica superior. Las paredes están forradas con placas donadas por iglesias orientales en agradecimiento al apóstol al que se le atribuye la invención del alfabeto cirílico.
Altar de san Cirilo |
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