Los pueblos germanos o germánicos son un histórico grupo etnolingüístico de pueblos originarios del norte de Europa que se identifican por el uso de las lenguas germánicas (un subgrupo de la familia lingüística indoeuropea que se diversificaron a partir de una lengua original -reconstruible como idioma protogermánico- en el transcurso de la Edad de Hierro).
En términos historiográficos son tanto un grupo de:
- Pueblos prerromanos (en las zonas germanas al oeste del Rin -provincias de Germania Superior e Inferior- en que se estableció una fuerte presencia del Imperio romano y fueron romanizadas)
- Como el grupo principal de entre los pueblos bárbaros que provocaron la caída del Imperio romano de Occidente: suevos, vándalos, godos, (visigodos y ostrogodos), francos, anglos, sajones, jutos, lombardos, burgundios, turingios, alamanes, etc.
- Los vikingos protagonizaron posteriormente una nueva oleada expansiva desde Escandinavia (la zona originaria de todo este grupo de pueblos), que afectó a las costas atlánticas (normandos) y a las estepas rusas y Bizancio (Varegos).
En la historia popular europea, los vikingos, llamados también normandos y en Rusia varegos, tienen una reputación temible de depredadores marítimos.
Durante los siglos IX y X atacaron y saquearon las costas de Europa occidental y amenazaron la estabilidad de Inglaterra, Irlanda y el imperio franco. Esta violencia, sin embargo, no era más que uno de los múltiples aspectos de un complejo proceso en el curso del cual los pueblos escandinavos exploraron y colonizaron islas remotas y deshabitadas del Atlántico Norte, al mismo tiempo que comerciaban con los exóticos productos septentrionales en los mercados de Europa occidental y oriental.
Territorios y viajes vikingos |
Los depredadores, colonizadores y mercaderes vikingos procedían todos ellos de Escandinavia (noruegos y daneses se dirigieron a Occidente; los suecos, a Oriente); consiguieron ampliar a regiones nuevas y, en ocasiones, muy remotas, las actividades -pacíficas unas y violentas otras- que durante mucho tiempo habían practicado en sus países de origen. Los hombres que colonizaron las islas Oreadas y Shetland en los últimos años del siglo VIII, o que en el siglo siguiente fundaron nuevos hogares en las islas Feroe y en Islandia continuaban un proceso de colonización que con anterioridad se había limitado a las costas noruegas. Los piratas que atacaban los monasterios y mercados del Occidente cristiano hacían con otros lo que antes habían hecho entre ellos. El tráfico vikingo, fundamentalmente con pieles, cueros y otros productos escandinavos muy apreciados en el mundo civilizado, era simplemente la expansión de contactos existentes desde mucho tiempo atrás.
Su estructura familiar conocía una patria potestad bastante rígida, y podían practicarse indistintamente la poligamia y la monogamia. Al final, eso dependía de los usos tribales.
Al despoblarse los campos, también fueron asentados en ellos como colonos. Después viene el período de las invasiones, siendo de las más terribles la de suevos, vándalos y alanos (405), y la de los visigodos, que entraron en Italia acaudillados por Alarico (410)
Germania Romana
Provincia romana de Germania Superior en el año 120 d.C |
La provincia romana de Germania Superior fue creada por César Augusto en un territorio conquistado años atrás por Julio César. Ocupaba Alsacia, parte de la actual Suiza y la orilla occidental de la parte alta del Rhun (actual Rin).
Desde el siglo III a. C., muchos pueblos emigraron a la Germania desde el este. Los romanos tuvieron conocimiento de dos de estos pueblos, cuando los cimbros y los teutones entraron en Helvecia y la Galia. Los romanos no se enfrentaron con ejércitos, sino con pueblos enteros que desplazaban a los celtas.
La guerra civil entre Pompeyo y César suspendió las campañas en Germania, y los germanos hicieron de las suyas en la Galia, hasta que el sobrino de César, Octavio, se hizo con el poder y organizó el territorio conquistado por César en dos provincias: Germania Superior e Inferior. Posteriormente agregaría más territorios germánicos al Imperio y crearía la trágicamente célebre Germania Magna.
La provincia de Germania Superior estaba repleta de fortificaciones en su frontera a lo largo del Rin. Las legiones romanas siempre estuvieron activas en esta provincia y lograron repeler una y otra vez a las tribus germánicas que se empujaban unas a otras contra Roma.
En el año 254 el limes de la Germania Superior fue perforado por los germanos de la otra orilla del Rin, y hacia el año 259 se produjo el ingreso de importantes contingentes bárbaros en la Gallia Belgica. Entre los años 268 y 278 el interior de la Galia es saqueado y algunos grupos llegan hasta Hispania. Recién hacia el año 278 la frontera es restablecida por el emperador Probo.
No sería hasta el siglo IV d. C. que las tribus germánicas finalmente lograrían pasar de nuevo el Rin, esta vez para siempre.
La Germania Superior tenía asignadas permanentemente a la Legión VIII Augusta y la Legión XXII Primigenia.
La capital de la provincia era Mogontiacum (Maguncia, en alemán Mainz, Alemania) y otras ciudades importantes eran Besançon (Besontio), Estrasburgo (Argentorate) y Wiesbaden (Aquae Mattiacae).
La provincia romana de Germania Inferior ocupaba territorios de los actuales Países Bajos y noroeste de Alemania, siendo su frontera oriental el Rin.
Hasta los tiempos de Julio César, ningún ejército se había adentrado tan al norte de la Galia. En el verano del 57 a.C., el general romano derrotó a los nervios en Flandes den el valle del Mosa. En la primavera del 55 a.C., César acudió a parlamentar con los caudillos de los usipetos y tencteros del Rin inferior, que deseaban establecerse en la orilla occidental del río. En medio de la reunión, César los capturó y destrozó a sus huestes. Después construyó un puente sobre el Rin para intimidar a los germanos que aún deseaban cruzar, así como explorar la hasta entonces desconocida región.
Entre los años 39 y 38 a.C.,Agripa expulsó a los suevos de la orilla oeste del Rin y estableció en su lugar a los ubeos, un pueblo aliado de Roma. Las continuas guerras habían dejado esta región desierta, y los ubeos fundaron el pueblo de Ara Ubiorum, la moderna Colonia. En el 27 a.C.,Augusto creó la provincia de Gallia Belgica, cuya capital era Reims.
Las migraciones de los pueblos Germánicos
Los cimbros o cimbrios (en latín, Cimbri) fueron un pueblo germánico-céltico de la Edad Antigua que junto a los teutones y los ambrones emprendieron una emigración a finales del siglo II a. C. desde su región de origen en Jutlandia hacia Galia e Hispania.
Historia
Representación de la derrota de los cimbros por Cayo Mario en la batalla de Vercellae. Obra de Alexandre-Gabriel Decamps, museo del Louvre.
En el año 113 a. C. invadieron Nórico. Posteriormente recorrieron Europa en migraciones que los llevaron a Hispania y Aquitania. En el 102 a. C., después de haberse tratado de instalar en territorio romano, pactaron con los teutones la invasión a Italia. Derrotaron en todas las batallas a los romanos, pero en el año 101 a. C. fueron vencidos y exterminados por Cayo Mario en la Batalla de Vercelae, en la Galia Cisalpina.
Teutones es el nombre que, recogido en la Edad Media, designa a los habitantes de un territorio europeo que actualmente forma parte de Alemania y que entonces no hablaban latín. Según el mapa de Ptolomeo, y de acuerdo con Pomponio Mela, los teutones habitaban en la península de Jutlandia, junto con los cimbrios.
Fue aproximadamente en el año 120 A.C. cuando, junto con los cimbrios, decidieron migrar de Escandinavia al sur de Europa.
Al este del Río Rin, los teutones han acusado siempre un origen celta, más precisamente galo, desde el nombre de sus jefes hasta el del mismo pueblo
Expansión de los pueblos germánicos. |
Germania Magna
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La llamada Germania Magna fue una provincia romana de poca duración, establecida por César Augusto, cuyos límites llegaban hasta el río Albis, actual Elba.
Augusto había recibido de su tío abuelo Julio César una porción de Germania, dividida en la Germania Superior y la Inferior, cuyos límites orientales llegaban hasta el río Rhenus, actual Rin. Como esta línea fronteriza estaba fuertemente fortificada, Augusto se conformó inicialmente con no extenderla más y estableció fortalezas legionarias en Mogontiacum (actual Maguncia) y Castra Vetera (actual Xanten). Sin embargo, cuando en el año 11 a. C. los sugambros, usípetes y téncteros atravesaron el Rin, invadieron la Galia y derrotaron a la Legio V Alaudae, Augusto en persona se presentó, acompañado de su posible sucesor para aquel entonces, Nerón Claudio Druso. Druso apaciguó a los galos, que también estaban pensando alzarse, y luego persiguió a los invasores hasta los ríos Weser y Elba, extendiendo el área de influencia de Roma hasta este último.
Druso regresó a Roma en el 9 a. C. para ser homenajeado, pero en el camino su caballo resbaló y le rompió un muslo, lo que le acarreó la muerte. Su cadáver fue trasladado a la capital, donde fue enterrado en el Mausoleo de Augusto. Su hermano Tiberio continuó la obra de Druso en Germania.
Ofensiva Germana
Mapa del Imperio Romano y de la «Germania libre», a principios del siglo II. |
De esta ofensiva romana solamente Marbod, rey de los marcómanos, había logrado escapar. Junto con su gente se refugió en la Selva Hercinia, donde fundó un reino y atacó continuamente a la región nórica y la Panonia. Entonces Tiberio decidió ir hacia allí con doce legiones; sin embargo, una terrible sublevación en la Dalmacia, actuales Balcanes, le obligó a retroceder para apaciguar esta nueva rebelión, potencialmente más peligrosa que la de Marbod. Como éste sabía que Roma necesitaba todas las tropas disponibles, concertó la paz con Roma y aseguró su posición. Mientras tanto, Tiberio y su sobrino Germánico, el hijo de su difunto hermano Druso, estuvieron ocupados luchando contra los ilirios y los panonios por tres años.
En Germania, el nuevo gobernador Quinctilius Varus, inexperto en el combate, había obtenido el cargo gracias a su parentesco con Augusto (estaba casado con Claudia Pulcra, sobrina nieta de aquel). Publio Quintilio Varo ya había sido gobernador de Siria, donde se había ganado la antipatía de muchos por sus vanidosas acciones. Ahora, como gobernador de la nueva e inestable provincia, intentó imponer a los belicosos germanos el Derecho Romano, así como el culto al emperador, acentuando el odio hacia Roma dentro del recientemente conquistado pueblo.
De esta situación se aprovechó Arminio, príncipe de los queruscos, que había luchado en el ejército romano en las guerras en Dalmacia y, a diferencia de Varo, tenía mucha experiencia militar. Cuando Varo se disponía a trasladarse desde el interior de Germania hacia los cuarteles de invierno en el Rin, Arminio —que fingía ser amigo suyo— le hizo desviarse de su ruta hacia una emboscada. Arminio y otros conspiradores se separaron de la caravana dando excusas falsas y se encontraron con un ejército que habían reunido antes. En la batalla del bosque de Teutoburgo el ejército de Arminio atacó a las legiones romanas XVII, XVIII y XIX, comandadas por Varo.
El ejército romano se encontró en un lugar cerrado llevando mujeres, niños y carga, que dificultaban la organización del ejército. Después de varios días de lucha, las tres legiones fueron aniquiladas completamente y capturadas sus tres águilas doradas. Quintilio Varo y varios oficiales se suicidaron, ya que los germanos no tomaban prisioneros y torturaban antes de matar. El cadáver de Varo, que había sido sepultado por sus soldados, fue desenterrado por los germanos y sometido a toda clase de vejaciones. Finalmente le cortaron la cabeza y la enviaron a Roma. Miles de soldados romanos fueron torturados y crucificados; varias fortalezas cayeron asimismo en manos germanas, tal como el castillo de Aliso, junto al río Lippe.
Cuando el emperador Augusto se enteró de este desastre, se dejó crecer la barba y el pelo durante meses y continuamente se golpeaba la cabeza contra el muro exclamando: «¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!». Augusto envió a Germania a Julio César Germánico quien derrotó a los bárbaros y recuperó los estandartes de las legiones derrotadas por Arminio; sin embargo, al término de la campaña, Augusto decidió evacuar la provincia ya que su romanización resultaría sumamente costosa. A la hora de su muerte aconsejó a su sucesor Tiberio que retrocediera las fronteras hacia el Rin y el Danubio y se limitara a defenderlas y fortalecerlas, sin tratar de extenderlas.
De esta manera, Germania quedó libre de la influencia directa de Roma, lo cual evitó la latinización de los pueblos del Norte.
En el contexto del surgimiento nacionalista alemán de la segunda mitad del siglo XIX, los propagandistas convirtieron a Arminio y a Varo en símbolos de una eterna oposición entre los «nobles salvajes» germánicos y sus enemigos latinos, evocando la rivalidad entre el Imperio Alemán y Francia afirmada tras la Guerra Franco-prusiana en 1870.
En 1875 se construyó en Grotenburg una estatua de Arminio de 17 m cuya espada apunta hacia Francia, obra de E. von Bandel, sobre un pedestal de 30 m, conocida popularmente por el nombre de Hermann (versión alemana de Armin o Arminio).
No lejos estaba el bosque donde se decía que los restos de Varo y de sus legiones quedaron sin sepultura. A Germánico le vino el deseo de tributar los últimos honores a Varo y a sus soldados. Esta misma conmiseración se extendió a todo el ejército de Germánico, pensando en sus parientes y amigos, en los azares de la guerra y en el destino de los hombres. En medio del campo blanqueaban los huesos, separados o amontonados, según que hubieran huido o hecho frente. Junto a ellos yacían restos de armas, y miembros de caballos y cabezas humanas estaban clavadas en troncos de árboles. En los bosques cercanos había altares bárbaros, junto a los cuales habían sacrificado a los tribunos y a los primeros centuriones.
Tácito.
El Hermannsdenkmal, monumento levantado en memoria de Arminio (Hermann) en la parte sur del bosque de Teutoburgo. |
Arminio o Hermann (16 o 17 a. C. a 21 d. C.) fue un caudillo querusco, germano de nacimiento pero ciudadano romano.2 En septiembre del año 9 d. C. aniquiló al ejército romano de Publio Quintilio Varo en la batalla del bosque de Teutoburgo. Después de su victoria, Arminio trató durante varios años de unir permanentemente a las tribus germanas para resistir más efectivamente los embates de las legiones romanas. Pero no tuvo éxito debido a las rivalidades entre los jefes tribales.
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