viernes, 15 de noviembre de 2013

Europa Central - El culto a la mujer en la Prehistoria


Europa Central es la región que, como su nombre indica, engloba a las naciones que se encuentran en la parte central de Europa. No existe un acuerdo unánime sobre qué territorios forman esta región. Esta situación se debe a las diferentes consideraciones de carácter histórico (más que geográfico). Cabe mencionar que la Europa Central ha vivido muchos cambios, siendo uno de los escenarios de importantes movimientos políticos como la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, los cuales trajeron como consecuencia cambios en la estructura política.

Entre los Alpes y los Balcanes

Las fronteras entre la Europa Central y sus vecinos están fuertemente delimitadas por barreras naturales de Norte a Sur: de esta forma se tiene desde Europa del Norte (o Escandinavia) hasta el mar Báltico y la península Itálica (o Italia) mediante los Alpes. Las fronteras desde la Europa occidental y la Europa oriental son más confusas y por esta razón existe tanta mezcla de culturas a lo largo de este eje, debido a la facilidad que suponía viajar por las rutas Este-Oeste frente a las más complejas Norte-Sur.

Algunas Enciclopedias, tales como la Encyclopædia Britannica o la Columbia Encyclopedia, así como el CIA World Factbook acuñan el término Europa Central como el conjunto de países:


Países alpinos 

Suiza
Alemania
Liechtenstein
Eslovenia
Austria

Grupo Visegrád 

Hungría
Polonia
República Checa
Eslovaquia


El culto a la mujer en la Prehistoria

Diosa de la abundancia

Casi todas las figurillas encontradas están desnudas y sus características físicas son muy parecidas. Tanto sus exageradas formas nutricias y sexuales como sus cabezas carentes de rasgos hacen dudar de que estemos ante representaciones realistas de la mujer paleolítica; más bien sugieren una interpretación simbólica (las formas generosas remiten a la abundancia de bienes terrenales).

Sin embargo, el significado de su desnudez evoluciona a lo largo de los siglos. En las representaciones posteriores, los rasgos femeninos se muestran tan esquematizados que quedan reducidos a simples trazos geométricos. Estas mujeres no parecen seres de este mundo, sino apariciones celestes (algunas, incluso, adquieren la apariencia de un pájaro).




Otras funciones de estas figuras están relacionadas con el ámbito doméstico. Algunas tribus cazadoras de Asia septentrional fabricaron unas estatuillas femeninas, llamadas dzuli, que representaban a la abuela mítica de la tribu, de la que se suponía que descendían todos sus miembros. Situadas en los hogares, las dzuli protegían tanto la vivienda como a quienes habitaban en ella; por eso, como muestra de agradecimiento, cuando los hombres regresaban de sus expediciones de caza les ofrecían ofrendas. Asimismo, en la región siberiana de Mal'ta se han descubierto unas casas antiquísimas cuya planta rectangular estaba claramente dividida en dos partes: una de ellas se reservaba a los hombres y la otra, a las mujeres. Las estatuillas halladas en su interior estaban situadas precisamente en este último sector, lo que hace pensar que fueron realizadas por mujeres. Quizá formaban parte de rituales domésticos: usadas como talismanes mágicos, garantizaban el cumplimiento de un bien deseado (fertilidad, salud para la familia, buena suerte, etc.).

El cambio de una sociedad nómada cazadora a otra sedentaria agricultora otorgó protagonismo a la figura femenina. Se estableció un vínculo entre la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer: las mujeres no sólo trabajaban los cultivos, sino que se convirtieron en responsables de la abundancia de las cosechas, pues sólo ellas poseían el misterio de la creación. La vida humana empezó a asimilarse al ciclo vegetal: tras ser engendrados (la tierra pasa a transformarse en una enorme matriz), tanto los hombres como las plantas crecen y terminan regresando a las entrañas terrestres cuando mueren. Asimismo, esta evolución hizo que la sacralidad femenina cobrase mayor importancia. En el Mediterráneo Oriental (Egipto, Fenicia, Frigia y Grecia) empezaron a venerarse las diosas Isis, Cibeles y Rea, consagradas a la fecundidad vegetal, animal y humana.

El arte prehistórico

La Venus de Willendorf 

Es una estatuilla antropomorfa femenina de entre 20 000 y 22 000 años a.C. Fue hallada en un yacimiento paleolítico cerca de Willendorf (Austria), a la orilla del Danubio, en 1908 por el arqueólogo austriaco Josef Szombathy.

Es la más conocida de las venus paleolíticas. Éstas son figuras de mujeres de rostro impreciso y con una fuerte exageración de las partes del cuerpo relacionadas con la maternidad (vientre abultado, enormes senos y piernas obesas).

La figura de esta mujer desnuda, de unos 11,1 centímetros de alto, 5,7 de ancho y 4,5 de espesor con 15 centímetros de circunferencia, fue tallada en piedra caliza oolítica, que no es propia de la región, y tintada con ocre rojo.
El conjunto respeta la ley de frontalidad aunque la cabeza parece «mirar» ligeramente hacia el seno mamario derecho.




Parece ser una representación convencional, no realista, ya que su abdomen, vulva, nalgas y mamas son extremadamente voluminosos (en las nalgas: esteatopigia), de donde muchos estudios han deducido una fuerte relación con el concepto de la fertilidad.

Los brazos, muy delgados y casi imperceptibles, se doblan sobre los senos. No tiene una cara visible, estando su cabeza cubierta de lo que pueden ser trenzas, un tipo de peinado o una capucha, e inclinada hacia adelante.

El abdomen posee un notorio hueco que representa el ombligo. El abultado pubis se expande sobre unos gruesos muslos.

Aunque las piernas son anatómicamente muy acertadas las rodillas están juntas y los pies que no han sido representados (o se han perdido) estarían separados, por lo que la escultura termina a la altura de los tobillos.

El yacimiento de Willendorf es en realidad un conjunto de siete ocupaciones del Paleolítico Superior, en un campo de loess del valle del Danubio. La estatuilla apareció en el Asentamiento II, cuya estratigrafía se extiende desde una base auriñaciense, hasta el Pavloviense (una denominación local de Magdaleniense), se considera que data entonces de la fase Gravetiense.






La capa número 9, la que contenía la figurita, deparó una industria lítica compuesta por hojas de borde abatido, piezas truncadas y puntas de muesca de un tipo anterior al que se da en los niveles de Kostienki, En 1990, después de un análisis revisado de la estratigrafía del yacimiento se estimó con datación relativa que tiene entre 22.000 y 24.000 años de antigüedad.

Los pies de la estatua no están esculpidos de forma que se mantenga en pie por sí misma. Por esa razón, se cree que fuera usada para ser llevada por alguien en vez de ser sólo observada, pudiendo ser sólo un amuleto. Hay quien defiende la hipótesis de que podría ser insertada en la vagina, en rituales de fertilidad.

La Venus de Lespugue 

Es una estatuilla de marfil y es considerada una de las denominadas Venus paleolíticas. Data de  entre 26 000 y 24 000 años de antigüedad.


La Venus de Savignano 

Es una estatuilla italiana de esteatita datada en el Paleolítico Superior.

La superficie esta bruñida, pero conserva restos del piqueteado de la talla. La parte superior no tiene forma de cabeza, sino que podría describirse como el capirote de un penitente de Semana Santa. En lugar de cara tiene una arista vertical, como si la cabeza fuese un prisma piramidal cuya base son los pechos de la mujer. Los brazos son esbozos y recuerdan a las de otras venus, ya que, aunque no se ve claramente, parecen reposar sobre los senos, muy voluminosos y redondeados. El abdomen es estrecho, visto de frente, pero muy prominente visto de perfil. Está muy erguida, con pliegues adiposos en los riñones y con nalgas abultadas. Carece de pies, ya que la parte inferior es muy afilada y puntiaguda, como si fuese simétrica de la parte superior. Hay pequeñas huellas en el vértice inferior que permiten suponer que fue clavada en el suelo para sostenerla en vertical. 




Dama del Cuerno de Laussel

Periodo Paleolítico

Análisis Sensorial: esta imagen es de una mujer fuerte y que se muestra con todo su cuerpo desnudo sosteniendo  un cuerno en su mano derecha, da una imagen de una matriarca que llama a la gente de su tribu a algún evento en especial.



Es una estatuilla tallada en un bloque de piedra caliza dura; representa a una mujer desnuda, que en su mano derecha sostiene un cuerno de bisonte. La figura mide 46 cm de altura. La cabeza, aunque en gran parte separada del fondo, no presenta indicios de rostro. A pesar de ello, se observa que fue tallada de perfil. El cuello es alargado y está claramente definido. Del pecho brotan elegantemente dos senos largos y colgantes, de forma oval. El vientre es algo pronunciado, pero bien proporcionado y ligeramente caído.  El brazo derecho cae con naturalidad junto al tronco, pero el antebrazo se alza hasta la altura del hombro, donde la mano sostiene un cuerno de bisonte. Todo el cuerpo está pulido, excepto la cabeza.


La Venus Dolní Věstonice

El sitio arqueológico de Dolní Věstonice se encuentra en las afueras de la aldea checa de Dolní Věstonice, en Moravia 

En 1924, el arqueólogo checo Karel Absolon inició una exploración sistemática en los alrededores de Dolní Vestonice, ya que desde el siglo XIX se tenía noticias de que había restos arqueológicos. El resultado fue la localización de uno de los yacimientos 



Las dataciones por radiocarbono indican que el yacimiento fue habitado hace 26 000 a 28 000 años del Paleolítico Superior.

En el mismo lugar de Dolní Věstonice han aparecido asombrosas esculturas de marfil, entre ellas varios rostros tan realistas que parecen retratos y un muñeco masculino articulado.

La venus de Brassempouy 

O dama de Brassempouy es un fragmento de estatuilla femenina de marfil. Se data en el Paleolítico Superior y es una de las más antiguas representaciones detalladas del rostro humano.

Brassempouy 
(en occitano Brassempoi) es una población y comuna francesa, situada en la región de Aquitania, departamento de Landas, en el distrito de Dax y cantón de Amou.


La « Dame à la capuche »

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