martes, 31 de octubre de 2017

Pamplona (Navarra) - Fundación Miguel Echauri (El pintor y su ciudad)

El pasado miércoles día 8 de noviembre mis amigas y yo pudimos disfrutar de una agradable visita a la sede de la Fundación Miguel Echauri, en la calle San Antón, 6, de Pamplona.
Un encuentro inolvidable con el arte en el corazón de la ciudad histórica de Pamplona; Mercedes nuestra guía, transmitiéndonos en todo momento su pasión y cariño por todo lo que vimos.
Horario de visitas, de 10,00 a 2,00 y de 5.30 a 8.00 h. los días laborables.
La Fundación tiene su sede en la calle San Antón, 6, en un edificio histórico barroco, reformado para adecuarlo a los fines actuales, construido en la segunda mitad del siglo XVII por Marcos de Echauri, abogado del Real Consejo de Navarra y secretario de la Cámara de Comptos. En ella vivió esa familia durante los siglos XVII y XVIII, y en los siglos XIX y XX, otra familia de Pamplona: los Elío, a cuyos últimos descendientes compraron Miguel y Fermín Echauri para su Fundación.
Fue adquirida y remodelada en profundidad en 1985 por Miguel y Fermín Echauri. Desde 2011 la casa enmarca la Fundación Miguel Echauri. 

El pintor Miguel Echauri (izquierda), sentado junto a su hermano Fermín, galerista, en una sala de la Fundación Miguel Echauri.

Todos los navarros podemos ornamentar nuestro sentimiento artístico con el fabuloso legado patrimonial con el que los hermanos Echauri, Miguel y Fermín, nos regalan en su bellísima casa de la pamplonesa calle San Antón, 6
El espacio expositivo tiene como eje central la escalera.
Si la fachada de la casa del número 6 de la pamplonesa calle San Antón es un placer a la vista por su equilibrado y sobrio ritmo y una suave ornamentación, no lo es menos su escalera interior que comunica y distribuye sus cuatro plantas. Tanto una como la otra son el resultado de la inspiración creadora de Fermín Echauri
Miguel Echauri en su estudio de Montevideo.
1950. Marcha a Montevideo (Uruguay) tratando de emprender un trabajo más vocacional. Dirige la International School, academia de dibujo y pintura, comenzando a formarse como pintor profesional tras su labor diaria. Realiza sus primeras exposiciones y obtiene seis premios en los salones nacionales. Entabla estrecha amistad con importantes personas de la alta sociedad uruguaya y con el presidente del país, Eduardo Víctor Haedo
Miguel Echauri nació en Pamplona el 23 de septiembre de 1927. Cursó sus primeros estudios en diferentes centros de su ciudad, y recibió una primera instrucción artística de Javier Ciga Echandi, maestro de la mayoría de los pintores de su generación.

 Miguel Echauri

El entorno ambiental, que desprende elegantísima confortabilidad a través de otras grandes piezas de interés artístico: esculturas, muebles, tapices... y el ornamento de lazos, guirnaldas... Todo engarzado en paredes, suelos, techumbres y molduras con una afinada paleta de cera, perla, marfil, caña, plomo, ceniza, vainilla, oro viejo... hasta berdejo y oliva, que casan con los colores terrunos y contrastes de luces y sombras que se domina a la perfección en gran parte de la obra de Miguel. Y como broche, la escalera provoca una traca final con un retablo de tres calles con una docena de obras de este genial pintor pamplonés y una cúpula que, con suave gallardía, tilda al lugar de eterno. 
A los 18 años marcha a Cuba, a trabajar en negocios familiares de su tío Francisco Echauri, pero no encuentra el modo de desarrollar su vocación pictórica, y, tras varias estancias en Estados Unidos, se establece en 1952 en Montevideo (Uruguay), donde al fin puede dedicarse a lo que será su ocupación durante el resto de su vida. Allí se introdujo en distintos ambientes artísticos en torno al presidente de la república, Víctor Aedo, y comenzó a desarrollar un estilo peculiar, personal y autodidacta, que será reconocido al conseguir diversos premios de los salones oficiales uruguayos.

MIGUEL ECHAURI "Mujer". Firmado: M. Echauri. Ceras / cartulina.

En 1964, después de haber pasado fuera más de la mitad de su vida, siente la necesidad de regresar a Navarra, experimenta la nostalgia de su patria y decide establecerse en Pamplona, donde encuentra el apoyo y colaboración de su hermano Fermín, en el que encuentra una colaboración, un tamdem que funcionará hasta el día de hoy, y le permitirá dedicarse totalmente a la pintura.

No está permitido hacer fotografías del interior. Ya que de este modo, se alimenta el factor sorpresa en las visitas que, nada más abrir la puerta de la casa, toman conciencia de que están en un lugar que merece la pena conocer. Y cuya belleza no se intuye desde la calle.
Comienza entonces, y continúa durante dos décadas, un periodo de gran intensidad de trabajo, en el que su estilo se hace suelto, austero, trascendente, cercano a la abstracción, de tierras deshechas, muy en la línea de los pintores informalistas de su generación, y centrado también en la representación de figuras femeninas trascendentes, como nacidas de la propia tierra. Expone en las principales galerías de Madrid, Barcelona, Bilbao, San Sebastián…, y participa en exposiciones internacionales, como la que se celebra en Damasco tras la II Bienal de Alejandría en 1972, o en Viena en 1975.

El pintar con luz artificial le ha dado una personalidad diferente a mi obra dice Miguel Echauri

Cosecha un gran éxito de público, que se ve reflejado en las opiniones de los críticos más destacados del momento, como García Viñolas o Raul Chávarri, entre otros muchos.
Aunque desde su vuelta siempre expuso en su ciudad natal, esta actividad se hace exclusiva de Pamplona tras la apertura primero, en 1979, de la galería Parke 15 y después las galerías Fermín Echauri, 1 y 2.


Además, comienza una nueva etapa en su evolución estética, definitiva a partir de 1984 en la exposición celebrada en la Sala García Castañón Diálogos con la piedra, el la que introduce las rocas, que se convierten desde entonces en un rasgo distintivo de su pintura, centrada en los géneros del paisaje y la naturaleza muerta. Y con las piedras llega una nueva técnica, más minuciosa, atenta a conseguir infinitos matices en los colores de la tierra, demostrando un gran interés en los contrastes de luces y sombras y representando una nueva realidad creada por el artista, especialmente evocadora.


En el año 2009 se celebró una muestra antológica de su obra, la primera dedicada en ese centro a un pintor vivo, en el Museo de Navarra, que tuvo una gran resonancia.

El pintor pamplonés Miguel Echauri donó al Museo de Navarra su obra titulada Tazas y pan, óleo sobre lienzo de 115 x 139 cm, con motivo de la exposición antológica celebrada en dicho museo entre los meses de marzo y mayo del  año 2009.
Fue  valorado para esta exposición en 15.400 euros. La obra completará la serie de cuadros del artista que ya poseía el Museo: “Balcón”, “Paisaje” (ambos de 1964), “Pueblo solitario” y “Tierras” (éstos de los años 1970-1975).
 El cuadro, fechado en el 2002, constituye una muestra muy representativa de su estilo actual, fruto de una madurez alcanzada después de una larga producción y una dilatada experimentación pictórica.
Podríamos explicar esta obra atendiendo a las raíces de su pintura, que nacen unidas al magisterio de Ciga, con quien se inicia en este arte, a la traición barroca española, tan afín a la representación táctil de las superficies y a la carga ideológica del bodegón de vanitas; a la importancia del valor expresivo de la materia, en estrecha relación con el amplio movimiento informalista español, de cuyos miembros Miguel Echauri es contemporáneo, o de otras categorías históricas o estéticas.
Pero ninguna de ellas nos explica de manera tan honda el cuadro como la experiencia propia de esta pintura, el mundo de sugerencias que trasmite y sugiere la contemplación directa del lienzo. En él vemos, colocados sobre una mesa ante un pretil, una serie de objetos cotidianos, que incluso pueden llamarse vulgares: unos panes, un par de tazones y un caldero, ordenados encima de unas ásperas telas. Y detrás, un reseco paisaje pétreo y un cielo caliginoso. Los colores recorren la amplia gama de los ocres y azulencos. La técnica, de una minuciosidad que caracteriza a este autor. 

"El balcón", una de las obras de Miguel Echauri expuestas en el Museo de Navarra.

A partir de la creación de la Fundación Miguel Echauri, ésta se ha encargado de la organización de las exposiciones y las actividades relacionadas con ellas. Hasta la fecha, y a partir de 2011, se han celebrado 9 muestras del artista.


La Fundación Miguel Echauri nació, tras un largo periodo de maduración de la idea, en el año 2010. 

Murallas. Óleo sobre tabla

La Ciudad, ciudad antigua y amurallada. Somnolienta bajo las últimas luces de un día de verano, defiende su intimidad tras las sobrias fachadas de sus austeros edificios, plagados de infinitas huellas de tiempos ya muy lejanos, sumergida en el silencio de la soledad de sus recias calles y hermética muralla.


Los hermanos Echauri, Miguel y Fermín, que no tienen herederos directos, decidieron que el resultado de sus vidas profesionales, la de Miguel como pintor, y la de su hermano Fermín, como decorador, anticuario y galerista, no terminase con ellos, sino que encontrasen una perduración por medio de una Fundación que heredase sus bienes y también sus intenciones, es decir: que el resultado de ese trabajo, su casa y sus colecciones, no se dispersasen sino que quedasen reunidas en su casa y puestas al servicio de su comunidad cultural de Navarra y su ciudad natal, y más en concreto, en su corazón, en la Pamplona histórica.


Los cuadros de Echauri imprimen grandeza a lo cotidiano, vuelven excepcional lo sencillo y austero. Son un canto al amor por lo humilde y lo cercano. Al amor por la tierra natal de uno, en este caso, simbolizado en maravillosas estampas de tejados viejos con cielos oscuros y sin embargo iluminadas por ciertas luces no sabemos si de tarde de invierno o de amanecer cálido... Una luz difusa que no se sabe de dónde llega pero que envuelve las formas, atrapando a quien las contempla. Un total de 25 cuadros de Miguel Echauri, entre ellos varios autorretratos, dialogan en la exposición junto a retratos del pintor realizados por Juan Béjar y Luis Massoni, y una recreación del estudio del artista, con sus lienzos, pinceles, elementos que usaba para componer bodegones como panes, piedras o utensilios antiguos de labores cotidianas, y la lámpara con la que iluminaba sus cuadros. Porque Miguel siempre ha pintado con luz artificial. Desde que comenzó a forjarse a sí mismo como artista, en Uruguay. En aquella época trabajaba todo el día dando clases, hasta las diez de la noche. Y cuando llegaba a casa se ponía a pintar, con focos. Así surgió su estilo artístico, su personalidad propia.

En ese edificio, en un ámbito sorprendente, acogedor y efectista, se custodian dos colecciones simultáneamente, una amplísima de obras de Miguel Echauri, y otra de muebles, esculturas, tapices y distintos objetos de arte recogidos por los hermanos Echauri a lo largo de sus vidas.

2017 Con la presente exposición, la Fundación Miguel Echauri celebra los 90 cumpleaños de nuestro querido pintor y promueve este nuevo encuentro de "El pintor y su ciudad"
1980. Pamplona. Cubiertas 
Una muestra “singular” por la temática de paisaje urbano, muy poco habitual en la trayectoria de Echauri, y que bajo el título El pintor y su ciudad pone en valor la estrecha relación que ha unido siempre al pintor con Pamplona.
Desde la atalaya de una tronera abierta a un tejado destartalado, se contempla, en el cálido atardecer, el abigarrado y bello espectáculo de lo incontrolado, de la imprevisible, la autenticidad de un escenario real lleno de interés visual.
Estrechos espacios de rincones y pequeños patios vecinales reciben todavía los últimos rescoldos de la luz de un día de verano, recalcando así las sombras en un mundo de intensa vitalidad plástica.
Las viejas tejas árabes, heridas hasta el infinito por heladas nieves, tormentas y soles despiadados, se  muestran  como inquietas protagonistas de la constante lucha por la supervivencia, acompañadas de infinitas clases de chimeneas, claraboyas, antenas y variados artefactos, participan en una confusa y dura lucha por sobrevivir. Al fondo, pero siempre protagonistas las imponentes torres de los edificios eclesiales, siempre lejanas, pero nunca indiferentes, contemplan este espectáculo tan esplendorosamente barroco, con cierto aire de solemnidad presidencial.
Bibiografía:
La pintura de Miguel Echauri ha sido suficientemente tratada por la crítica a lo largo de varias décadas. La mejor recopilación bibliográfica, además de un riguroso estudio científico, es la reciente obra de Francisco Javier ZUBIAUR CARREÑO, Miguel Echauri, Pintor, Gobierno de Navarra, departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, Pamplona, 2009.

Fuente: Emilio Quintanilla Martínez
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro

1 comentario:

  1. Estupendo "resumen", pero no hay que perderse la visita a la fundación.

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