sábado, 7 de diciembre de 2013

Paris (III) - La Casa de Borbón - Enrique IV de Francia y III de Navarra - Margarita de Valois

Enrique IV de Francia y III de Navarra 
(Pau, 13 de diciembre de 1553 – París, 14 de mayo de 1610), rey de Francia entre 1589 y 1610, primero de la Casa de Borbón en ese país y también rey de Navarra entre 1572 y 1610, conocido como Enrique el Grande (Henri le Grand) o el Buen Rey (Le bon roi Henri). Hijo de Antonio de Borbón, Duque de Vendôme y Borbón y de la Reina de Navarra, Juana de Albret, fue bautizado católico pero educado por su madre en la religión calvinista. Su padre murió en 1562 y él se convirtió en Duque de Vendôme y Duque de Borbón. Combatió en el bando hugonote (protestante) durante la tercera guerra de religión francesa. La guerra terminó con la paz de Saint-Germain (1570), con la que se pretendía alcanzar la reconciliación entre los dos bandos católico y hugonote. Como parte de este plan, se decidió su matrimonio con Margarita de Valois, hermana del Rey Carlos IX de Francia. El matrimonio tuvo lugar el 18 de agosto de 1572 en contra de sus deseos. Ese mismo año, se convirtió en Enrique III de Navarra, sucediendo a su madre, la Reina Juana de Albret.


Margarita de Valois - Reina de Francia y Navarra 

Nació el 14 de mayo de 1553 en Saint-Germain-en-Laye, Francia. Hija del rey Enrique II de Francia y de la reina Catalina de Medici. 
Contrajo matrimonio en agosto de 1572 con el jefe de los hugonotes (protestantes franceses) Enrique III de Navarra, más tarde rey de Francia con el nombre de Enrique IV. La boda, a la que asistieron muchos de los más destacados hugonotes, dio lugar a la matanza de la Noche de San Bartolomé, durante la cual fueron asesinados miles de hugonotes. 
Fue apartada de su marido retirándose a sus tierras de Usson en 1587, donde posteriormente creó una corte que frecuentaron diversos hombres de letras. Se anuló el matrimonio en 1599 diez años después de que Enrique IV hubiera ascendido al trono, pero Margarita conservó el título de reina. En 1605 regresó a París.
Margarita de Valois falleció en esta ciudad el 26 de mayo de 1615. 
La reine Margot
La reine Margot es una película de 1994, coproducida por Francia, Alemania e Italia y dirigida por Patrice Chéreau. Se basa en la novela histórica del mismo nombre, de 1845, escrita por Alejandro Dumas y adaptada por Daniel Thompson, que describe los acontecimientos posteriores a la masacre de San Bartolomé de 1572 en el siglo XVI en Francia.La película ganó cinco Premios César y, en Cannes ganó el premio a la mejor actriz y el premio del jurado. Su vestuario estuvo nominado al Oscar.
Masacre de la noche de San Bartolomé
El matrimonio no sólo era indeseado por los novios, también lo era para el Papa que no autorizó la boda y para el pueblo francés. París se convulsionó durante días llevando incluso a la huida del gobernador, y el asesinato de Gaspar de Coligny finalmente revoluciona la ciudad. Sin embargo, una semana después de la boda, los extremistas católicos rompieron todo entendimiento y se produce el hecho conocido como Matanza de San Bartolomé contra los hugonotes. Se dice que la orden fue dada por Catalina de Médici por temor al poder de los hugonotes y que Carlos IX aceptó matar a los cabecillas, pero sin tocar a Enrique y a Luis I, Príncipe de Condé.
Durante la noche del 24 de agosto, los nobles protestantes fueron sacados del Palacio del Louvre y masacrados en las calles. Los asesinatos se extendieron a todos los protestantes y por otras tantas ciudades de Francia durante varios días. Enrique, para salvar su vida, se vio forzado a convertirse al catolicismo (5 de febrero de 1576) y a seguir en la corte bajo una mal disimulada vigilancia de todos sus movimientos. No obstante, a finales de ese año consiguió escapar de la corte y luego abjuró de su reciente adhesión al catolicismo, declarando de nuevo su profesión de fe calvinista, y se puso al frente de las Fuerzas Protestantes durante la Cuarta Guerra de Religión.
Una mañana a las puertas del Louvre, pintura de Edouard Debat-Ponsan, del siglo XIX. Catalina de Médici aparece vestida de negro.
Tras la muerte de Carlos IX asumió su hermano Enrique III, pero la muerte de Francisco de Alençon en 1584, hermano y heredero del rey católico Enrique III de Francia, convirtió a Enrique de Navarra en el legítimo heredero de Francia, lo que Enrique III debió admitir, pues sus hermanas estaban fuera de la sucesión por la Ley sálica. En cualquier caso, el 30 de abril de 1589 se reconcilió con Enrique III de Francia, el cual le reconoció como su sucesor, y se convirtió en heredero de la corona francesa.

El protestantismo de Enrique llevó a la que sería conocida como la Guerra de los Tres Enriques. Enrique I de Guisa se negaba a que Francia fuese gobernada por un hugonote, así que Enrique III le mandó asesinar temiendo el poder de éste. La perspectiva de tener un rey protestante era inaceptable para el partido católico (la Liga Católica).

Al poco tiempo, el rey es asesinado también en venganza por el asesinato de Enrique de Guisa. La muerte del Rey Enrique III de Francia el 2 de agosto de 1589 hizo recaer formalmente la corona francesa sobre la cabeza de Enrique de Navarra, pero sólo fue reconocido como rey por los hugonotes. La Liga Católica, el Papa y el rey Felipe II de España se niegan a reconocerle como rey de Francia porque es protestante, y proponen al Cardenal Carlos de Borbón (que reinaría como Carlos X de Francia). En tales condiciones, la Liga, reforzada por la ayuda de España, le forzó a retirarse al sur del país y a convencerse de que tendría que acceder al trono por la fuerza de las armas. Aunque los protestantes consiguieron significativas victorias en las batallas de Coutras (1587), Arques (1589) e Ivry (1590), Enrique no pudo tomar París ante la intervención española al mando de Alejandro Farnesio.

Representación de la matanza de San Bartolomé según François Dubois (Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana).
Sin embargo, la intervención del Felipe II de España en los asuntos franceses (Felipe II de España deseaba que el trono francés fuera ocupado por su hija Isabel Clara Eugenia, nieta de Enrique II de Francia, por tanto sobrina de Francisco II de Francia, Carlos IX y Enrique III) dividió a los partidarios de la Liga Católica, facilitando finalmente a Enrique el acceso efectivo al trono francés, con la condición de que abjurara del protestantismo, una vez más.
Tras infructuosos esfuerzos, Enrique no logró hacerse con París, y en un acto de realismo político, dio ese paso el 25 de julio de 1593: se convirtió al catolicismo, momento en que se le atribuye la célebre frase «París bien vale una misa» (en francés: Paris vaut bien une messe). Con ello quiere decir que en el fondo siguió siendo calvinista, disfrazado de católico sólo para llegar al poder. Enrique IV fue coronado Rey de Francia en la Catedral de Chartres el 27 de febrero de 1594 y entró en París ese mismo año. Sin embargo, tuvo que sostener combates hasta 1598 para acabar con los últimos reductos de la Liga Católica y para rechazar los ataques españoles. Ese año firma la paz con España (paz de Vervins), por la que Felipe II renuncia a intervenir en los asuntos franceses y reconoce la legitimidad del monarca.
La tan esperada tolerancia religiosa hacia los hugonotes es decretada por el Edicto de Nantes (1598) y fue acompañada del reconocimiento del catolicismo como religión del Estado y de una política de reconciliación basada en la renuncia a toda revancha o depuración; con ello puso fin a los conflictos religiosos que asolaban el país desde mediados del siglo XVI y consolidó la corona.

A partir de 1598, y para consolidar la corona, restauró la autoridad real. No admitió primer ministro, dejó de convocar los Estados Generales, redujo la influencia de los parlamentos y controló el acceso a los puestos de la administración y la corte. Adoptó políticas y emprendió proyectos de todo tipo para mejorar la vida de sus súbditos, lo que le convertiría en uno de los gobernantes más populares del país.
Enrique IV fue un hombre compasivo y amado por su pueblo, pero también fue odiado por aquellos que se oponían a su política religiosa. Hubo varias tentativas de asesinato en las calles de París hasta que el 14 de mayo de 1610 el católico François Ravaillac comete el crimen, después de intentar hablar con el rey. Enrique IV venía de visitar a su Ministro de Finanzas que estaba enfermo y con el que tenía una gran amistad. Sale en su carruaje, atraviesa una calle pequeña, en la cual había dos carretas que le impedían el paso; de una de las carretas sale el asesino que le propina dos mortales puñaladas.
Fue sucedido por su hijo, Luis XIII de Francia, el cual durante su minoría de edad, hasta 1617, estuvo bajo la regencia de su madre, la Reina María de Médici.

Cuatro años después de su muerte se erigió una estatua en su honor en París; durante la Revolución francesa fue destruida, pero fue la primera en ser reconstruida en 1818. Su nombre avivó la restauración de la monarquía en Francia y la pieza musical "Vive Henri IV" incluso fue usada como himno oficioso durante la restauración borbónica y aún reivindicada por movimientos monárquicos.

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