lunes, 9 de diciembre de 2013

Reino de los francos - Clodoveo I

Mapa de los reinos merovingios Cada reino tenía su capital, destaca París y Soissons en Neustria, y Metz en Austrasia.
Clodoveo I

(En francés Clovis) fue el rey de todos los francos del año 481 al 511.

Galia a finales del siglo V

A finales del siglo V, Galia se encuentra dividida bajo la autoridad de varios pueblos bárbaros, constantemente en guerra los unos contra los otros, buscando extender sus influencias y sus posesiones:
  • Los francos, establecidos en el noreste, habían sido aliados del Imperio romano, controlando la frontera renana.
  • Los burgundios establecidos por Roma en Saboya y en el Lyonesado.
  • Los visigodos, pueblo poderoso, establecido al sur del río Loira, en Languedoc, sobre todo en el valle del Garona.
Una multitud de poderes locales o regionales de origen militar habían ocupado el vacío dejado por la deposición del Emperador Romano de Occidente en 476. Entre estos se encontraba aún el reino de Siagrio, establecido en la región de Soissons.

En 481, Clodoveo, hijo del rey Childerico I y de la princesa Basina de Turingia, accedió al trono del reino franco salio, situado en la región de Tournai en la actual Bélgica. El título de rey no era nuevo, pues este era dado a los jefes de guerra de las naciones bárbaras al servicio de Roma. Así los francos, antiguos servidores de Roma, no eran nada menos que germanos, bárbaros paganos, alejados del modo de vida de los galos romanizados durante más o menos cinco siglos de dominación e influencia romana.


Clodoveo tenía solo quince años cuando se convirtió en el jefe de su tribu, su coronamiento dio inicio a la primera dinastía de reyes de Francia, los Merovingios, los cuales tomaron su nombre del abuelo de Clodoveo, el gran Meroveo.

El reino de Clodoveo se inscribe más bien en la continuidad de la antigüedad tardía que en la alta edad media según numerosos historiadores. No obstante contribuye formar el carácter original de este último período, dando inicio a una primera dinastía de reyes cristianos, y gracias a la aprobación de las élites galo-romanas, crea un poder central en Galia.

Conversión y bautizo

Bautizo de Clodoveo I

El obispo de Reims, el futuro San Remigio, buscaba quizás la protección de una autoridad fuerte para su pueblo. Los contactos fueron numerosos entre Clodoveo y el obispo; este último incita al rey a proteger a los cristianos que habitan en su territorio. Gracias a su carisma y quizás en razón de la autoridad que él mismo representaba, Remigio supo hacerse respetar por Clodoveo y le sirvió hasta de consejero. Le incitó notablemente a pedir la mano de la princesa Clotilde, una princesa cristiana de alto linaje, hija del rey de los burgundios. El matrimonio tuvo lugar en 492, probablemente en la localidad de Soissons.

Bautismo de Clodoveo por San Remigio - Catedral del Reims

Desde entonces, Clotilde hizo todo lo posible para convencer a su esposo de convertirse al cristianismo. Al principio, Clodoveo fue reticente, dudaba de la existencia de un Dios único, además la muerte prematura de su primer hijo quien habría de ser bautizado cristianamente, no hizo más que agrandar su desconfianza. Por otra parte, si aceptaba convertirse al cristianismo, podría perder el apoyo de su pueblo todavía pagano; además debía tener también el apoyo del clero galo-romano ya que este último tenía una gran influencia sobre la población gala.


Es finalmente durante la batalla de Tolbiac contra los alamanes hacia el año 496, que el destino borra las dudas de Clodoveo. Mientras que se encontraba luchando contra los alamanes con el fin de extender su territorio hacia el este, su ejército se encontraba casi vencido. No sabiendo a qué otro dios pagano rezarle, Clodoveo ora entonces a Cristo y le promete que si gana la batalla se convertiría al cristianismo. En el centro de la batalla, cuando entonces el mismo Clodoveo se encontraba acorralado y a punto de ser capturado, el jefe alamán es alcanzado por una flecha, lo que hizo que su ejército se fuera a la deriva y huyera en pánico
Clodoveo recibe entonces el bautizo con unos 3000 guerreros de las manos de San Remigio, en Reims, el 25 de diciembre entre el año 496 y/o 499. Este bautizo se convirtió en un evento significativo en la historia de Francia, casi todos los reyes franceses fueron a partir de entonces consagrados en la catedral de Reims, hasta 1825, fecha en la cual el rey Carlos X de Francia accedió al trono.
Es también de destacar que el bautizo de Clodoveo marca el inicio del lazo entre el clero y la monarquía francesa, lazo que habría de perdurar hasta inicios del siglo XIX. A partir de Clodoveo, el soberano francés debía gobernar en nombre de Dios, y sólo sus descendientes directos podían pretender al trono. El bautizo permitió al rey implantar perdurablemente su autoridad sobre las poblaciones dominadas; gracias a su bautizo, pudo contar con el apoyo del clero para proseguir la expansión de su reino.


Placa de relieve en marfil, Reims, último cuarto del siglo IX.
 Escenas de la vida de San Remigio de Reims;
en el registro inferior, el bautismo de Clodoveo, en el Museo de Picardía de Amiens.

Las divisiones políticas a la llegada al poder de Clodoveo I. Es de apreciar que solo el Reino de los burgundios y la provincia visigoda de Septimania quedaron sin conquistar a su muerte.

La división del reino de los francos a la muerte de Clodoveo I (511), entre sus hijos herederos. Los reinos no eran unidades geográficas porque se formaron siguiendo un criterio fiscal de recogida de impuestos equilibrada en beneficio de sus hijos. La discrepancia de tamaños entre reinos revela la distinta concentración de territorios sometidos al fisco romano.

El Reino Franco de Aquitania (628). La capital de Aquitania fue Tolosa. Incluía Gascuña y fue la base del posterior Ducado de Aquitania.

Los soberanos merovingios, siguiendo la tradición germánica, tenían la costumbre de dividir sus tierras entre los hijos supervivientes ya que carecían de un amplio sentido de república y concebían el reino más como una propiedad privada de grandes dimensiones. Esto dio lugar a divisiones territoriales, segregaciones y redistribuciones, reunificaciones y nuevas particiones, en un proceso que originaba asesinatos y guerras entre las distintas facciones. Inicialmente eran elegidos por aclamación, que se realizaba elevando al rey sobre un escudo, de acuerdo con la antigua práctica germánica de elegir a su líder en la guerra durante una asamblea de guerreros libres, aunque la consagración como reyes en Reims con la Sagrada Ampolla -que se suponía traída por el Espíritu Santo para bautizar a Clodoveo-, le otorgaba un carácter superior a la dinastía merovingia, simbolizado por la práctica de dejar su pelo largo, sin cortar.

Sucesión
El 27 de noviembre de 511, muere en París a la edad de 45 años. Tras haber unificado prácticamente toda Francia, al morir, dejó sus estados repartidos entre sus cuatro hijos (Teodorico I, Childeberto I, Clodomiro I y Clotario I), siguiendo la norma del derecho privado.

Su reino pudo entonces ser dividido en cuatro partes consecuentes, tres similares y una cuarta más grande, que ocupaba más o menos el tercio de la Galia franca, para su hijo mayor, Teodorico, nacido de una unión pagana antes de 493. 
Clodoveo fue inhumado en la entonces así llamada Basílica de los Santos Apóstoles, en París, basílica que más tarde fue rebautizada como «Abadía de Santa Genoveva de París» (Abbaye Sainte-Geneviève de Paris). Después de la Revolución francesa, en 1807, la abadía fue parcialmente destruida y ya sólo es visible la torre del campanario, hoy en día llamada Torre Clodoveo (Tour Clovis), en honor al rey franco. En la actualidad el lugar está ocupado por el establecimiento de enseñanza secundaria Lycée Henri IV y la tradición ha transmitido, aunque la arqueología no lo ha demostrado, que Clodoveo sigue enterrado en las fundaciones de la antigua abadía.

Teodorico I Teodorico I o Teoderico I (aprox. 485-534)
(Francés: Thierry Ier y en alemán Theuderich I.)
fue rey merovingio de Metz entre 511 y 534,
gobernante de la parte oriental del territorio franco,
conocida como Austrasia

Childeberto I
Estatua de Childeberto I - Louvre

A la muerte de su padre, en el 511, el reino se dividió entre sus cuatro hijos y él heredó la ciudad de París y el territorio que comprendía por el norte hasta el Somme y por el oeste hasta el Canal de la Mancha. Se convirtió en rey de París.
A la muerte de su hermano Clodomiro, rey de Orleans, con la ayuda de su otro hermano Clotario, rey de Soissons, hizo degollar a sus sobrinos para apropiarse de la herencia. Se convirtió en rey de Orleans.
En el 534, ayudado por Clotario, conquistó el reino burgundio (Burgundia). Este nuevo reino fue correinado entre ellos.
Hizo varias expediciones contra los visigodos de España. En el año 542 se apropió de Pamplona con la ayuda de su hermano Clotario I. Cercó Zaragoza, pero fue forzado a retirarse. De esta expedición llevó a París una preciosa reliquia, la túnica de San Vicente, en honor de quién hizo construir a las puertas de París el famoso monasterio de San Vicente, conocido posteriormente como la Abadía de Saint-Germain-des-Prés.
En el 558, murió sin descendencia, y Clotario se apoderó de su reino y reunificó el reino de Clodoveo.

Clodomiro supervisa la ejecución de Segismundo
Rey Clodomiro I Rey franco de Orléans

 Retrato de Clotario
(Jean Du Tillet, Recueil des rois de France)

Clotario I LeVieux (n. 497 - f. el 29 de noviembre del 561) fue un monarca del reino de los francos, hijo menor de Clodoveo y de Clotilde. Fue rey de Neustria (511-561), de Orleans (532-561), de Borgoña, compartido con su hermano Childeberto (534-558), de Austrasia (555-561) y de París y de Borgoña (558-561).

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