jueves, 17 de noviembre de 2016

El mensaje de las pinturas de Gazeo - Iglesia de San Martín de Tours - Iglesia de la Asunción - Enigmáticas Pinturas Alaitza (Una joya del patrimonio alavés)

Iglesia de San Martín de Tours (Gaceo)
La iglesia de San Martín de Tours en Gaceo en el municipio de Iruraiz-Gauna, (Álava, España) es un templo del siglo XIII de planta rectangular y ábside compuesto de dos tramos, uno rectangular y otro semicircular.


Este templo conserva interesantes pinturas murales en el presbiterio, así como otros elementos arquitectónicos medievales: portada con arco ligeramente apuntado con arquivoltas y baquetones, ábside semicircular, vanos y bóveda de horno y canes.




Escultura de la iglesia de San Martín de Tours de Gazeo

El cielo en lo alto del ábside, en el casquete cilíndrico de la bóveda. A este lugar se dirigían las miradas de la gente y del sacerdote cuando celebraba la misa de espaldas al pueblo. 

Es la parte más importante, vemos la imagen de la Trinidad o el trono de la Gracia.
Dios padre sentado en el trono, presenta a su Hijo, atado a la cruz como un signo o como una señal de gracia. EL Espíritu Santo se cierne entre el Padre y el Hijo. En la escena vemos también el árbol de la cruz.



La infancia de Jesús: Visitación, Nacimiento, etc..Recibimos un mensaje de ternura.
El juicio
En el paramento cilíndrico del ábside, a la derecha vemos como otro de los grandes temas del arte medieval; El Juicio. San Miguel del pesaje de los humanos. Está de pie, elegantemente vestido, ocupando el lugar central.


Esta representación aparece en el Egipto faraónico. Los sacerdotes egipcios imaginaron que los vicios y las virtudes serían pesados en los platillos de la balanza. Si el peso de las malas acciones inclinaba la balanza el culpable sería arrebatado al infierno, de lo contrario iría al cielo.


El infierno 
La vida ha terminado. El juicio ya se ha terminado. La sentencia ya está dada.
El infierno es el lugar más bajo del mural. El camino que conduce a él está a la altura de nuestros ojos.


Las imágenes que vemos en esta escena están tomadas del libro de Job, en el que se inspiraron los artistas. La boca del infierno está representada por la boca de un dragón

Iglesia de la Asunción (Alaiza)
La iglesia de la Asunción de Alaiza en Iruraiz-Gauna (Álava, España) es un templo cuya estructura fundamental permanece en el original estilo románica de su construcción ya en el siglo XIII.
Presenta planta rectángular con presbiterio compuesto de un tramo cuadrado y ábside semicircular, aunque posteriormente se le añadió otra nave.
Conserva elementos arquitectónicos medievales: dos portadas en arco apuntado con arquivoltas y baquetones, ábside semicircular, canes, bóvedas de horno y de cañón con arcos fajones, así como pinturas murales monócromas en ocre de factura popular, probablemente del siglo XIV, representando escenas de combate junto a motivos florales. La decoración mueble, retablos mayor y de San Sebastián, pertenece ya al siglo XVII, destacando la talla de la Virgen de la Asunción, del taller de Diego de Mayorga.


Enigmáticas Pinturas Alaitza
Juan José Lecuona, sacerdote de Alaiza descubrió bajo las capitas de cal, la cabeza de un caballo. Descubrimientos insólitos como el de las pinturas de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Alaiza en la llanada alavesa nos hacen olvidar falacias como las que quieren ver en la Edad Media un momento de oscuridad en nuestra historia. En el ábside de la iglesia el azar permitió que viera la luz un grupo de pinturas del siglo catorce cuya interpretación está lejos de comprenderse.


No se debe olvidar que la imagen de la iglesia medieval con la piedra desnuda que ha llegado hasta hoy día es totalmente falsa. En el pasado, todas las iglesias se pintaban tanto por dentro como por fuera. Posteriormente, el Concilio de Trento impondría un modelo de templo católico en el que primaban los cuadros y los retablos, con imágenes excesivamente barrocas, a las que se les atribuía la capacidad de transmitir un determinado estilo de fe religiosa.

Dibujo de un entierro en la Iglesia de Alaitza, el cortejo fúnebre camina hacia la Iglesia mientras un campanero toca las campanas
Las pinturas de Alaitza no tenían nada que ver con las de Gazeo, aunque se enmarcan en el mismo espacio temporal, el tercio central del siglo XIV.

Dibujo de los peregrinos en la Iglesia de Alaitza
Algunos investigadores han apuntado a la relación de estas figuras con la Orden del Temple y con las rutas de peregrinación a través de la Llanada. Sin embargo, la citada Orden había sido ya disuelta para las fechas en las que se hicieron las pinturas. Los peregrinos, por su parte, aparecen en las pinturas de Alaitza.
En efecto, mientras las de Gazeo se inscriben en el llamado gótico lineal y presentan una temática ortodoxamente religiosa, las de Alaitza tienen un estilo único, arcaizante y enigmáticamente esotérico. Mientras que en las pinturas de Gazeo se narra la vida de Jesucristo y el Juicio Final, en las de Alaitza se contemplan una serie de escenas de la vida cotidiana de aquellos tiempos, con las particulares circunstancias bélicas que se vivían en el momento de su realización. Además, frente a la policromía y el realismo figurativo de Gazeo, Alaitza presenta unas figuras esquemáticas monocromas, en tonos rojizos.

Otras teorías apuntan hacia la posibilidad de que su temática general esté relacionada con las circunstancias vividas en la Llanada en esas fechas del tramo central del siglo XIV. En ese tiempo se vivían los prolegómenos de la Guerra de los Cien Años, que se inició en 1332. La Península Ibérica vivió un episodio colateral de este largo conflicto, con la guerra civil de Castilla en la que el rey Pedro I fue despojado del trono y asesinado por su hermano bastardo Enrique de Trastámara.
Los ingleses apoyaron al rey legítimo castellano, Pedro I, mientras que los franceses harían lo propio con el de Trastámara. El rey de Navarra, Carlos II, se alió con Pedro I a cambio de que le fueran devueltos los territorios navarros arrebatados por Alfonso VIII en 1200. 

Fruto de estas circunstancias, la expedición que, encabezada por el príncipe Eduardo de Gales, heredero de la Corona inglesa, conocido como el Príncipe Negro, por el color de su armadura, y formada por guerreros ingleses, navarros, gascones y castellanos fieles a Pedro I, irrumpió en la Llanada, avanzando hacia el sur y venciendo a los franceses y castellanos rebeldes, al mando del mercenario bretón Bertrand Duguesclin en las cercanías de Nájera el 3 de abril de 1367.


Parece bastante plausible la idea de que las pinturas de Alaitza pudieran ser realizadas, dada su temática y su estilo, por algún miembro de las tropas inglesas acantonadas en esta zona de la actual Álava. 
  

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