domingo, 7 de enero de 2024

(28) ¿QUE ESTÁ PASANDO? - Las mujeres en el arte - Julia Minguillón Iglesias - María Roësset Mosquera - MaRo - Rosario de Velasco - Magdalena Leroux Morel - María Laffitte - Carmen "Menchu" Gal - Delhy Tejero

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Las mujeres en el arte: una historia de silencio, olvido y brecha de género aún por superar

No son pocos los estudios que se han realizado sobre la escasa atención prestada a las prácticas artísticas realizadas por mujeres durante aquellos renovadores años cincuenta. En España, la Asociación de Mujeres feministas del Arte ‘Blanco, Negro y Magenta’ trabaja para dar visibilidad a estas artistas de antes y de ahora. El estudio sobre desigualdad de género en el sistema del arte en España, de la historiadora del arte Marta Pérez Ibáñez, refleja que las mujeres sólo ocupan el 27% de los catálogos de las galerías y el precio de sus obras es menor. La situación actual de la mujer en este ámbito sigue siendo un tema de debate y reflexión.

Durante la década de los cuarenta, algunas artistas lograrán exponer en muestras como las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes; tal es el caso de Julia Minguillón, María Roesset, Maria Revenga, María del Carmen Corredoyra, Carlota Fereal, María Luisa Palop y Rosario de Velasco.

Algunas de las creadoras más visibles de entonces tenían vinculaciones directas con el establishment político: María del Carmen Álvarez de Sotomayor era hija de Fernando Álvarez de Sotomayor y Magdalena Leroux era esposa del escultor Enrique Pérez Comendador. También miembros de la aristocracia se connotaron por los esfuerzos realizados en intentar normalizar la presencia y la obra de mujeres artistas, María Laffitte, condesa de Campo Alange, inicia en 1944 una indagación pionera de la obra de creación realizada por mujeres españolas.

De un total de ciento veinte aristas participantes en los "Salones de los Once" de 1943 a 1954, tan solo tres son mujeres. En la 1 Bienal Hispanoamerica de Arte de 1951, de setecientos noventa y nueve artistas participantes, tan solo noventa y cuatro eran mujeres (un 11,7 por ciento), algunas de ellas muy destacadas, como Menchu Gal.

Julia Minguillón Iglesias 

(Lugo, 17 de julio de 1906-Madrid, 22 de agosto de 1965) fue una pintora española. De estilo figurativo y realista, pintó paisajes, escenas cotidianas, alegorías, alguna obra religiosa y retratos de la élite de la sociedad gallega, especialmente en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX.​ Destaca por su dominio técnico y composiciones equilibradas. Su lenguaje pictórico muestra el gusto de la España de posguerra.

Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid gracias a una bolsa de estudios de la Diputación de Lugo, tras haber cursado dos años en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad. Recibió la misma beca, en una edición posterior, que Maruja Mallo, paisana y contemporánea suya.

Julia Minguillón, Boceto para "Virgen del Aire", 1937. Colección Abanca.

Fidalgo justifica su «ostracismo». por haber sido «una mujer normal», adaptada al tiempo y ambiente que le tocó vivir, dedicándose a la pintura y a seguir a su marido en su carrera periodística. "El haber nacido en Lugo al mismo tiempo que Maruja Mallo (Viveiro, 1902), con la que coincidió en San Fernando, perjudicó su reconocimiento en Galicia. Era contra natura la comparación personal y pictórica con la arrebatada surrealista, que sedujo incondicionalmente a la intelectualidad gallega".

María Roësset Mosquera - MaRo


(Espinho, Portugal, 21 de noviembre de 1882 — Manila, Filipinas, 3 de octubre de 1921)​ fue una pintora española que firmaba sus cuadros como MaRo.​ Además, es la primera gran conocida de la saga de las Roësset, pues era tía de la pintora Marisa Roësset Velasco, de la escultora Marga Gil Roësset y de la editora Consuelo Gil Roësset; quienes no solo compartieron el apellido, sino también una actitud desafiante frente a los convencionalismos sociales de la época en sus respectivos campos. Así, desde la propia MaRo hasta su sobrina Marisa, «el apellido Roësset encarna en España la lucha de género, con sus avances y retrocesos»

De pie ante un fondo neutro de color rojizo, ofrece al espectador su porte de viuda elegante, no exento de cierta atractiva extravagancia, en el que se funde la sed de orientalismo con el reconocimiento de la tradición del retrato barroco español, concentrado y sintético, del que había bebido en el Museo del Prado.

En 1904 se casó con Manuel Soriano Berrueta-Aldana, diecinueve años mayor que ella e hijo del también pintor Benito Soriano Murillo. Tras su matrimonio, María Roësset se introdujo en la sociedad culta madrileña de principios de siglo y mantuvo contacto con Mariano Fortuny, Benito Pérez Galdós, Ricardo Madrazo y Ángeles López Roberts entre otros y donde destacaría enseguida. La joven pareja viajaría por Europa y se dice que fue Soriano quien le incitó a dibujar y pintar. No obstante, no fue hasta después de fallecer su marido el 19 de agosto de 1910 cuando se dedicó plenamente al arte.

Desnudo de niña con los brazos cruzados, 1913, Museo de Belas Artes da Coruña.

María Roësset comenzó entonces una etapa de introspección, fruto de la melancolía y tristeza por la muerte de Manuel. La pintura constituyó su vía de escape y después de 5 meses comenzó a pintar, acudiendo asiduamente al Museo del Prado, en cuyas salas realizó copias de los grandes maestros y asistiendo diariamente al estudio de Eduardo Chicharro. Gracias al testimonio directo de su hija Eugenia sabemos que decoró su nueva casa con grandes lienzos de estilo bizantino, en los que cosía cuentas al más puro estilo preciosista de Gustav Klimt, cuyos cuadros probablemente conoció por sus viajes


Su fortuna le permitió vivir con cierta comodidad y libertad y comenzó a ser testigo de nuevas tendencias como el nacimiento de la abstracción y la entrada de la mujer en la esfera pública. 


Roësset—que comenzó a firmar sus cuadros como MaRo​— siguió viajando con sus hijos por Europa, visitando museos, galerías y estudios de ciudades como Múnich, Düsseldorf, Roma, Florencia o Viena —ciudad donde le sorprendió el inicio de la Primera Guerra Mundial-. Se vio obligada a regresar a Madrid y ese mismo año comenzaron a aparecer los primeros síntomas de la enfermedad de la que falleció siete años después.​ Fueron cuatro años de producción: desde la muerte de su esposo hasta el otoño de 1914. Con el estallido de la Guerra civil, sus hijos lograron salvar parte de su producción, aunque se perdieron las obras de gran formato dado que no cabían en el coche en el que se las llevaron.​


El estilo de María Roësset evoluciona a lo largo de sus escasos años de producción: desde artistas como Wisthler, Sargent, Sorolla, Vázquez Díaz o Paula Modersonh-Becker; a movimientos como el simbolismo, el costumbrismo o el expresionismo. 

Rosario de Velasco Belausteguigoitia 

(Madrid, 20 de mayo de 1904-Barcelona, 2 de marzo de 1991) fue una pintora figurativa española integrante de la Sociedad de Artistas Ibéricos y próxima a la Nueva objetividad alemana.

En casa del editor Gustavo Gili conoció al que sería su marido, el médico Xavier Farrerons Co, con quien contrajo matrimonio en su casa de Barcelona en 1937. El matrimonio huyó a continuación a Francia, cruzando la frontera a pie para pasar a la zona sublevada, donde nació su única hija, María del Mar, y colaboró con sus dibujos con la revista Vértice. Acabada la guerra civil la familia se estableció definitivamente en Barcelona, iniciando una etapa de intensa actividad pictórica, si bien se mantuvo siempre alejada de las corrientes artísticas y rodeada de buenos amigos como Dionisio Ridruejo, Pere Pruna, Carmen Conde o Eugenio d'Ors, quien dijo de ella que era la Pola Negri —diva del cine mudo— de la pintura.

La nueva objetividad fue un movimiento artístico surgido en Alemania a comienzos de los años 1910 que rechazaba al expresionismo. El movimiento acabó, esencialmente, en 1933 con la caída de la República de Weimar y la toma del poder por los nazis. El término se aplica a obras de arte pictórico, literatura, música, arquitectura, fotografía o cine.

Pilar, María del Carmen, Rosario y María Josefa Álvarez de Sotomayor, hijas del famoso pintor y retratista de la alta sociedad, que fuera además Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores en 1929, eran también pintoras. Excepto Mª Josefa, todas fueron además socias de la AEPE y expusieron sus obras en distintos momentos.

Hijas de Fernando Álvarez de Sotomayor (Ferrol, 1875-Madrid, 17-3-1960) y Pilar de Castro Gómez (San Juan de Jornes, La Coruña, 1882-Madrid, 6-9-1970)

María del Carmen -- Fernando Álvarez de Sotomayor

En 1919 Fernando es nombrado Director del Museo del Prado, y la proximidad con su estudio y residencia harán que sus hijos sean asiduos visitantes de la pinacoteca, lo que también influiría en su desarrollo artístico y cultural.

A Pilar, Carmen, Rosario y Josefa les apasionó el mundo de la pintura con el que convivían en casa. Las escenas gallegas y los retratos consiguieron llenar toda su atención y recibieron formación artística, si bien no de su padre, que decía que no sabía enseñar.

Al proclamarse la Segunda República, Fernando Álvarez de Sotomayor es cesado, trasladándose la familia a Inglaterra. De viaje, a su paso por Lisboa, tuvieron oportunidad de exponer el padre con dos de sus hijas, Pilar y María del Carmen.

Magdalena Leroux Morel 

Nació en París en 1902, en el seno de una familia tradicional de artistas. Recibió una formación clásica ya que su padre, Auguste Leroux, fue un gran retratista e ilustrador que ejerció como profesor de la Escuela Superior de Bellas Artes en París durante más de 30 años, lo que le permitió seguir de cerca el aprendizaje de sus tres hijos: André, Lucienne y Magdalena.

Autorretrato (1942)

Magdalena estudió en la Escuela de Bellas Artes de París y con 19 años comenzó a ser galardonada por sus obras, concrétamente a los 24 le fue otorgada la Medalla de Oro en el Salón de París, dentro de su curriculum también consta la Medalla de Oro del Salón de Artistas franceses “Grand Prix de Rome”.

Badajoz

Con 27 años se instaló en España como pensionada de la Casa Velázquez, con el deseo de estudiar la gran escuela pictórica española: Velázquez, Zurbarán, Goya… Allí conoció al escultor extremeño Enrique Pérez Comendador con el que se casó en 1931.

Afincada definitivamente en España, pintó paisajes rústicos y urbanos, con ciudades como Plasencia, Hervás, Badajoz, Medellín, Jerez de los Caballeros, Cáceres, Trujillo o Castuera, donde mostró un gran dominio de la composición, pero su producción también incluye retratos, bodegones, flores y cultivó las más diversas técnicas, así como la ilustración.

Castillo de Medellín desde la Vega del Río Ortigas (aprox. 1960)

Desde la muerte de su marido Enrique Pérez Comendador, acometió la creación del Museo Pérez Comendador-Leroux en Hervás (Cáceres). Magdalena murió en Madrid en 1985 y fue su sobrino Roger Lecourtier Morel el que llevó a término este proyecto, en el que a día de hoy se puede disfrutar de las obras de ambos artistas.

A Magdalena Leroux se le puede considerar una de las figuras señeras de las artes extremeñas del siglo XX.

María Laffitte y Pérez del Pulgar, condesa de Campo Alange 

(Sevilla, 15 de agosto de 1902-Madrid, 9 de julio de 1986), fue una aristócrata, escritora, ensayista y crítica de arte española, defensora de los derechos de las mujeres y fundadora del Seminario de Estudios Sociológicos de la Mujer.

Nació en Sevilla donde pasó su infancia y juventud hasta los veinte años cuando se trasladó a Madrid al contraer matrimonio. Nació en el seno de una familia de situación económica privilegiada sin embargo no tuvo formación académica, algo que le marcó a lo largo de su vida. A los veinticuatro años tenía tres hijos «durante los mejores años de mi vida —escribirá posteriormente— anduve como desorientada sin saber por donde abrir mi senda».

«Empecé a escribir casi sin darme cuenta, como al dictado de una voz interna y autoritaria» explica sobre su proceso y poco después, tenía entre sus manos su primera obra, La biografía crítica de María Blanchard. No consigue quién se la publique, se la ofrece a varias editoriales y ante la negativa, decide editar el libro por su cuenta y así lo hace publicado en 1944. Años después también escribió una biografía de Concepción Arenal.

Poco a poco su nombre empezó a sonar en la prensa y en ciertos círculos intelectuales.

Fue miembro activo de la Academia Breve de Crítica de Arte, vicepresidenta del Ateneo de Madrid y miembro de la Academia de Buenas Letras de Sevilla.

María Laffitte estudió y teorizó sobre la situación de las mujeres y su subordinación y buscó respuestas en la historia, antropología, el arte y las ciencias. En 1948 un año antes de que Simone de Beauvoir escribiera El segundo sexo, Laffitte publicó en España La secreta guerra de los sexos, su libro más destacado. Su crítica al papel de la ciencia en la esencialización de las mujeres es incluso anterior a Simone de Beauvoir. Sus ensayos e investigaciones sobre las mujeres y la construcción social de la feminidad son de calado histórico y aún plantean dilemas de actualidad.

Carmen "Menchu" Gal Orendain 

(Irún, Guipúzcoa, 7 de enero de 19191​ – San Sebastián, Guipúzcoa, 12 de marzo de 2008) fue una pintora española del siglo XX. El paisaje y, en menor medida, el retrato son los géneros que le dieron fama y en los que desarrolló su personal atracción por el color. En 1959 recibió el Premio Nacional de Pintura, concedido por primera vez a una mujer.


Nacida en una familia acomodada y culta, con siete años recibió clases de dibujo del pintor Gaspar Montes Iturrioz. Con 13 años fue seleccionada para la IX Exposición de artistas noveles Guipuzcoanos, que se celebró en el Casino del Kursaal de San Sebastián. En 1932 viajó a París y se matriculó en la academia del pintor Amédée Ozenfant. En 1934 llegó a Madrid e ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando donde impartían clases Arteta y Vázquez Díaz. Recibió clases particulares de Marisa Roësset Velasco y residió en la Residencia de Señoritas, dirigida por María de Maeztu.​

El estallido de la guerra civil obligó a Menchu Gal y su familia a refugiarse en Francia.

En la última etapa de su vida impulsó el apoyo a las jóvenes generaciones de pintores vascos, así como la recuperación de la figura de su primer maestro, Montes Iturrioz (1901-1998), muda referencia del fenómeno conocido como escuela del Bidasoa.

Los paisajes de la meseta castellana y de su tierra natal,​ fueron muy pronto seña de identidad de su producción, que completó con retratos y bodegones. De entre sus muchas exposiciones destacan: "El paisaje en la pintura española contemporánea", realizada por la Fundación Gulbenkian de Lisboa (1971); "Las mujeres en el arte español", en el centro cultural Conde-Duque, y "La Escuela de Vallecas y una nueva perspectiva del paisaje", ambas en 1990; así como su participación en la Bienal de Venecia en tres ocasiones.

Delhy Tejero

Nombre usado desde 1929 por Adela Tejero Bedate, (Toro, Zamora, 1904 – Madrid, 10 de octubre de 1968), fue una pintora y dibujante española de la llamada «edad de Plata».

Nacida en Toro, Adela fue la segunda de las tres hijas que, tras el temprano fallecimiento de la madre, educó y crio el padre, secretario del Ayuntamiento de esa localidad zamorana. 

Entabló amistad con Maruja Mallo, Remedios Varo y Piti Bartolozzi, que la retrató así:

“Delhy, mujer guapa, era un tanto extravagante; la que más llamaba la atención por sus atuendos, confeccionados por ella misma, se pintaba las uñas de negro, y se cubría con una capa negra, lo cual unido a su pelo negro le daba un aspecto misterioso, fumaba en boquillas largas y cambió su nombre de Adela por Delhy, influida por cierto exotismo de la época y queriendo renunciar así a un pasado tradicional que la asfixiaba.” 

El Ministerio suprimió la beca que le permitía seguir viviendo y estudiando en Madrid. Ante la disyuntiva entre volver a casa o seguir en Madrid, Delhy Tejero —como corresponde al modelo de mujer emancipada que en España se conoce como las modernas— se propuso conseguir la independencia económica para tener la libertad de continuar los estudios que había elegido.​ Se presentó con sus dibujos en la redacción de varias revistas, ofreciéndose para colaborar.​ Fue así como comenzó su carrera profesional como ilustradora dibujante, de revistas como Estampa, Crónica,​ Blanco y Negro, Nuevo Mundo y La Esfera.

Delhy buscó el conocimiento artístico de las vanguardias, el contacto con otras personas y otras perspectivas desde las que mirar el mundo. Ello la llevó a viajar tanto dentro como fuera de las fronteras españolas.

«Mercado zamorano» (1934)

En 1936 pasó las vacaciones en Marruecos, debiendo prolongar su estancia hasta septiembre a causa del estallido de la guerra civil. Delhy consiguió volver, pero ante la imposibilidad de llegar a Madrid para seguir impartiendo sus clases, se quedó en Toro en donde fue profesora de dibujo en el Instituto. En 1937 le encargaron realizar murales para comedores infantiles de Salamanca y para el hotel Condestable de Burgos. Cuanto terminó los murales que le habían encargado, solicitó el visado especial para viajar a Florencia donde permanecería dos años. 


En agosto de 1939 regresó a España. Instaló su vivienda-estudio en el edificio de La Prensa, en la plaza del Callao, en Madrid. Pintó los techos del cine instalado en los bajos del inmueble. Delhy Tejero se enfrentó a un expediente de depuración profesional por haber abandonado las clases durante los años de la Guerra. Aunque consiguió demostrar la imposibilidad de hacerlo al estar ausente de España, el Ministerio de Educación zanjó la cuestión suprimiendo la cátedra de Pintura Mural.


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