sábado, 30 de julio de 2016

El pintor y jardinero Gustave Caillebotte llega al Thyssen (El impresionista que usted debe conocer)

La exposición se centra en una de las grandes pasiones, junto con la navegación, del creador francés: la horticultura y el diseño de jardines.
Gustave Caillebotte (París, 19 de agosto de 1848 - Gennevilliers, 21 de febrero de 1894), fue un pintor francés, coleccionista, mecenas y organizador de exposiciones. Falleció a la edad de 45 años. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise, en París.

Self portrait, 1892
Después de la guerra, Caillebotte ingresó al taller del pintor académico León Bonnat, donde inició seriamente el estudio de la pintura. Con el transcurso del tiempo logró desarrollar su propio estilo y estableció su primer taller en la residencia de sus padres. En 1873, aprobó el examen de admisiones de la École des Beaux-Arts, sin embargo no permaneció por mucho tiempo en la academia. Al año siguiente, heredó la fortuna de su padre, y después de que falleciese su madre en 1878, los tres hermanos se dividieron la herencia familiar que incluía la propiedad en Yerres (Essonne- Francia), siendo una fortuna bastante importante para permitirle consagrarse a su pasión por la pintura. Aproximadamente en 1874, conoció y entabló amistad con varios artistas que estaban alejados de la academia de arte francesa, incluyendo a Edgar Degas y Giuseppe De Nittis, y acudió a la primera exposición impresionista llevada a cabo ese año, a pesar de que no participó.

Los acuchilladores de parqué o Los acepilladores de parqué (en francés, Les raboteurs de parquet) es un cuadro del pintor francés Gustave Caillebotte pintado en 1875. En la actualidad se encuentra en el Museo de Orsay, en París.
La clase obrera: Su decisión de representar el mundo obrero sin acentuar sus miserias lo sitúa entre los partidarios de la nueva pintura
Los "Impresionistas" —–también denominados los "Independientes", "Intransigentes" e "Intencionalistas"—- habían roto sus lazos con la pintura académica que era exhibida en los Salones anuales. Caillebotte realizó su debut artístico en la segunda exposición impresionista en 1876, y presentó ocho pinturas, incluyendo su destacada pintura Los acuchilladores de parqué (Les Raboteurs de parquet, 1875). El tema central de la pintura era la representación de unos obreros preparando el piso de madera, siendo considerado «vulgar» por la crítica, y probablemente esta fue la razón por la cual la obra fue rechazada por los jueces del Salón de 1875. En aquella época, la academia de arte solo consideraba aceptable la representación de campesinos rústicos o granjeros como la temática admisible sobre tópicos referentes a la clase obrera.

Joven en la ventana (1880) Gustave Caillebotte - está representado René en la casa de la rue Miromesnil
El estilo pictórico de Caillebotte pertenece a la escuela del realismo pictórico; sin embargo, fue profundamente influenciado por sus colegas impresionistas. Al igual que sus precursores, Jean-François Millet y Gustave Courbet, y también su contemporáneo Degas, Caillebotte se enfocaba en pintar la realidad, tal cual como existía y la visualizaba, con la esperanza de reducir la teatralidad inherente de la pintura. 
Caillebotte pintó muchas escenas domésticas y familiares, también retratos e interiores.

Los naranjos (Les orangers) (1878) aparece su hermano Martial y su prima Zoë en el jardín de la propiedad de Yerres
Retratos en el campo (Portraits à la campagne) (1875) en el que esta retratada su madre junto a su tía, una prima, y una amiga de la familia.
Sus pinturas de campo en Yerres se enfocaban en los divertidos paseos en barca, en la quietud de los riachuelos, en la pesca, la natación, y en escenas domésticas en torno a la residencia familiar.

 En este  cuadro titulado Remero con sombrero (1877), maneja efectivamente la perspectiva y de una forma más realista que la pintura de Manet, Paseo en bote (1874).
Se pusieron de moda, los deportes náuticos. El pintor practicó y retrató desde su primera finca, franqueada por el río Yerres. 
Caillebotte es más reconocido por sus pinturas del París urbano:

Puente de Europa, 1877
Calle de París, día lluvioso (1877), Art Institute of Chicago.
Esta última pintura es única entre sus obras debido al uso de colores planos y un efecto de foto realista que dotan al cuadro de una característica distintiva y un aspecto moderno, casi similar a la obra del pintor estadounidense de estilo realista Edward Hopper. Muchas de sus pinturas urbanas fueron en cierto modo controvertidas a causa de sus exageradas y profundas perspectivas.
A Caillebotte no le interesan los muelles del Sena ni las calles bulliciosas, muestra París diseñada por Haussmann, amplia y limpia. Retrata la ciudad en grises suaves
Caillebotte. Hombre en el balcón. h.1880
 Invita al espectador a compartir el balcón y a observar el escenario de la ciudad que aparece en la distancia, nuevamente utilizando una perspectiva inusual
'Boulevard des Italiens', huile sur toile de Gustave Caillebotte
Rue Halévy, vue d'un sixième étage (1878)
Toits sous la neige (1878, Sketch)
Segelboote in Argenteuil
El pintor Claude Monet vivía en Argenteuil, donde ciudada con primor su jardín y luchaba por hacerse un sitio como artista: su marchante paul Durand-Ruel apenas había logrado vender un puñado de sus cuadros. Octave Mirbeau, escritor y jardinero aficionado, le anunció por carta su visita. Iría con un amigo, Gustave Caillebotte, también pintor y amante de la horticultura, como Monet: "Hablaremos de jardinería", prometía Mirbeau en su carta. De aquel encuentro nació una amistad sólida y constante que tuvo enormes consecuencias en la historia del arte y en el patrimonio de Francia.Gustave Caillebotte y Claude Monet hablaron de jardinería y de pintura aquel día. Después se cartearon y visitaron muchas veces. Se enviaban nuevas semillas, abonos y fertilizantes el uno al otro. Compartían también sus avances con los lienzos. Y además de amigos se convirtieron en mecenas y protegido. Caillebotte, que había heredado un buen dinero de su familia, dueña de una empresa textil, sostuvo a Monet y a otros impresionistas; les compraba obras y les pagaba el alquiler.
Gustave Caillebotte. Orquídeas, 1893
Pintó unos paneles para las puertas del comedor de su casa, para que pareciera un invernadero, y un gran lienzo de margaritas, pero murió, a los 45 años, y el proyecto quedó inacabado.


'Rosas en el Jardín del Petit Gennevilliers' de Gustave Caillebotte
El Boulevard visto desde arriba. Lo pintó desde el balcón de su piso parisino. Le gustaba el punto de vista elevado, sobre todo para las escenas urbanas
También utiliza su fortuna para hacer de mecenas de sus amigos pintores, entre los cuales están Renoir, Degas o Monet. Financia también la organización de exposiciones impresionistas. Los años siguientes, expondrá en el curso de las diferentes exposiciones impresionistas.

Compra también cuadros a Paul Cézanne, a Edgar Degas, a Édouard Manet y a Camille Pissarro. Pero quedará siempre un poco aparte, privilegiando la fibra naturalista frente a la emoción.

Al morir, Caillebotte donó al Estado su magnífica colección de arte, los cuadros que había comprado a sus amigos para ayudarlos, tesoros como "El balcón, de Édouard Manet; La estrella, de Edgar Degas; El desayuno, de Claude Monet; el estanque, de Paul Cézanne; o El baile en el Moulin de la Galette de Pierre-Auguste Renoir.

El balcón es un cuadro del pintor francés Édouard Manet. Data de 1868-1869. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo, que mide 170 centímetros de alto y 124,5 cm de ancho. Actualmente se conserva en el Museo de Orsay de París
Cuando murió el padre de Degas, la situación económica familiar no era muy favorable, existiendo un buen número de deudas que el pintor se sintió con el deber moral de pagar, al ser el hijo mayor. Incluso llegó a pagar un crédito solicitado por su hermano René. Este mal momento le llevó a realizar un importante número de monotipos - una especie de grabado que se hace pintando con óleo o tinta de impresión en una placa de cobre virgen, imprimiendo después de manera normal - aplicando sobre los tonos blancos y negros diversas tonalidades al pastel. Así trabajaba con mayor rapidez y podía aumentar sus ventas. La estrella es uno de estos monotipos más sorprendentes y famosos, al situar a la bailarina en el centro del escenario, ofreciéndonos una posición privilegiada al espectador al mostrarla desde un palco. Por eso emplea una perspectiva de arriba hacia abajo. Al fondo podemos contemplar los decorados con algunas bailarinas descansando o charlando entre ellas; también vemos a un hombre vestido con un elegante traje negro, posiblemente el protector de la bailarina a la que espera entre bastidores. Al ser la cinta que lleva la muchacha en el cuello del mismo color que el traje del caballero y señalar hacia él, refuerza indirectamente esta idea. La rapidez de ejecución no impide destacar la genialidad del dibujo de Degas como podemos apreciar en la delicada figura de la estrella, a pesar de la pincelada suelta que se adueña del conjunto. No deja de sorprender el estudiado juego de luces, creando diferentes zonas de sombra en esta figura, dependiendo de cómo incide en ella la luz de los focos del teatro. Precisamente estas sombras tienen diferentes tonalidades, asimilando de esta manera la filosofía impresionista.
El desayuno, de Claude Monet

El Baile en el Moulin de La Galette fue pintado en 1876. Renoir, por ese entonces un pintor poco conocido fuera de los círculos impresionistas, era un asiduo asistente al Moulin, donde se animaban las tertulias de artistas y escritores al son de la música y las parejas de baile. Por ese entonces tenía 35 años y estaba en plena lucha por destacar con sus lienzos de hermoso y tierno colorido, al lado de otros artistas del impresionismo como Monet o Pisarro. Renoir vivía cerca del Moulin, en donde se divertía junto a sus amigos y, al parecer uno de éstos le sugirió pintar el lugar y la idea le gustó, por lo que se dedicó a tomar apuntes y hacer bocetos y comenzó la pintura en su estudio. Renoir realizó dos cuadros de esta escena, uno de grandes dimensiones y otro pequeño. 
Tenía más joyas, las regaló todas, Gustave Cillebotte fue un hombre espléndido y desprendido, y esas cualidades le perjudicaron como pintor porque su faceta de mecenas ensombreció la de creador. Es un artista que está a la altura de Monet y Renoir.
La fama merecida tardó en llegar. Porque el pintor murió joven. Como dijo Monet: "Cuando le perdimos, no estaba más que empezando su carrera". Y también le perjudicó ser rico: sus herederos no sintieron la necesidad de mover sus obras para que se expusieran y valoraran.

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