sábado, 24 de diciembre de 2016

La tentación de San Antonio (II) - Matthias Grünewald - David Teniers el Joven - Joos van Craesbeeck - Paul Cézanne - Dalí

Uno de los temas más fascinantes de la historia del arte es el de Las tentaciones de San Antonio.
Con esta iconografía, numerosos artistas (desde Bruegel a Dalí) pudieron dejar volar su imaginación hasta límites insospechados.
San Antonio Abad fue un monje que vivió entre los siglos III y IV, un ermitaño que quiso apartarse del mundo y se fue a vivir al desierto. Ahí fue tentado por el Demonio en varias ocasiones, pero resistió a todas ellas gracias al poder de su fe.

El Retablo de Isenheim (en alemán, Isenheimer Altar, y en francés, Retable d'Issenheim) es la obra maestra del pintor alemán Matthias Grünewald. Fue elaborado entre los años 1512 y 1516. Está formado por 9 paneles, siendo el más conocido su tabla central, con una Crucifixión, que mide 269 cm de alto, y 307 cm. de ancho. Está pintado al temple y óleo sobre panel de madera de tilo. El políptico abierto alcanza alrededor de 7,70 metros de por 5,90 metros.
Se exhibe actualmente en el Museo de Unterlinden de Colmar, Alsacia, Francia, donde es indudablemente su pieza principal y que otorga al museo su renombre internacional. Se expone en la capilla, donde todo está colocado para realzar su valor.
Está considerada una de las mejores obras de dos grandes maestros de la época: el pintor alemán Grünewald por los paneles pintados (1512-1516) y Nicolas de Haguenau para la parte esculpida (1500).
Las tentaciones de san Antonio es la escena representada en un panel lateral del Retablo de Isemheim cuando está totalmente abierto, obra maestra del pintor alemán Matthias Grünewald.

Sección interior, con escultura y a los lados las Tentaciones de san Antonio y La visita de san Antonio a san Pablo.
En la maraña de demonios que asaltan al pobre eremita, no se puede distinguir a qué repugnante ser de cabeza monstruosa corresponden los brazos deformes, las piernas y las garras que se aproximan al santo.


Fijándose bien, todo el drama está en la figura obscena y digna de compasión del pobre enfermo, con una capucha roja, que está en primer plano sobre el lado izquierdo de la tabla. El vientre hinchado, el cuerpo plagado de putrefacción de pústulas y de bubones, se retuerce en un dolor sin esperanza, salvo la que representan los ángeles que se ven a lo lejos en el cielo, en un halo de luz, mientras están sobrevolando la escena y que vienen a aliviarle sus sufrimientos.
David Teniers el Joven (Amberes, Bélgica, 15 de diciembre de 1610 – Bruselas, 25 de abril de 1690) fue un pintor y grabador, hijo del también pintor David Teniers el Viejo (o David Teniers I) y padre de David Teniers III.
Teniers resume en este curioso óleo toda la tradición flamenca que había tratado el tema de las tentaciones de San Antonio. El Bosco, Patinir y Quentin Metsys están presentes en la concepción de esta visión que se puebla de monstruos y bestezuelas, aunque la intención sea más cómica que infernal. 
Las tentaciones de san Antonio abad, David Teniers. Óleo sobre lámina de cobre, 1670 -  Museo del Prado
Teniers no se limita a las Tentaciones, ejemplificadas en una jovencita que le es ofrecida al santo, sino que incluye también los Siete Pecados Capitales, todos ellos identificados: la jovencita es la Lujuria, el noble que la acompaña es la Soberbia, la vieja que cuenta su oro a la derecha es la Avaricia, la que devora un corazón a la izquierda es la Envidia. Sobre ella, otra mujer enfurecida sobre un león es la Ira. El hombre que brinda es la Gula y la mujer que duerme tras él es la Pereza. 
Teniers se diferencia de sus predecesores por el tono humorístico del que carecen los mismos temas en siglos anteriores. Este espíritu burlón es propio del Barroco.

La obra de Craesbeeck destaca por su increíble modernidad.

Joos van Craesbeeck (Neerlinter, Brabante flamenco, ca. 1605/1606 – Bruselas, ca. 1660), fue un pintor barroco flamenco, discípulo o seguidor de Adriaen Brouwer y especializado en la pintura de género, frecuentemente interiores de taberna.

“Las tentaciones de San Antonio” - 1650 Staatliche Kunsthalle, Karlsruhe.
La mente se siente invadida por los miedos, las ilusiones, las dudas y los fantasmas que nos impiden recuperar el aire. La fatiga generada por las inquietudes hace de la vida un suspiro que se nos escapa. Craesbeeck nos muestra a nuestro peor enemigo. Somos el único obstáculo a la paz interior.
El flamenco Joos Van Craesbeeck representa una de estas escenas con evidente aire bosquiano (el propio Bosco realizaría un par de obras sobre estas tentaciones) y vemos en la obra todo tipo de seres que pululan por un paisaje onírico.
Destaca sobre todo una enorme cabeza (posible autorretrato…?) de la que salen y entran las criaturas, tanto por su boca abierta como por la frente, que es cortada por los seres.
San Antonio resiste como puede semejante visión y lo vemos en la esquina derecha, intentando no hacerle mucho caso a una señora que trata de enseñarle sus pechos.

La tentación de San Antonio es un cuadro de óleo sobre lienzo de 47x56 cm realizado entre el 1875 y el 1877 por el pintor Paul Cézanne. Se conserva en el Museo de Orsay de París.
Paul Cézanne (19 de enero de 1839-22 de octubre de 1906) fue un pintor francés postimpresionista, considerado el padre de la pintura moderna, cuyas obras establecieron las bases de la transición entre la concepción artística decimonónica hacia el mundo artístico del siglo XX, nuevo y radicalmente diferente. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran aislamiento. Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y, hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional. Fue un «pintor de pintores», que la crítica y el público ignoraban, siendo apreciado sólo por algunos impresionistas y, al final de su vida, por la nueva generación.
La tentación de San Antonio es un cuadro realizado por el pintor español Salvador Dalí en 1946. La obra está pintada al óleo sobre lienzo, es surrealista y mide 90 x 119,5 cm. Se conserva en Bruselas en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica.

En el cuadro se muestra a San Antonio Abad en un desierto, arrodillado y sosteniendo una cruz hecha con dos varitas para protegerse de las tentaciones que lo atacan, con el antiguo gesto del exorcismo. Estas son representadas por un caballo y una fila de elefantes, todos estos con sus patas alargadas de forma grotesca y cada uno cargando con una tentación.

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, marqués de Dalí de Púbol (Figueras, 11 de mayo de 1904-ibídem, 23 de enero de 1989), fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del siglo XX. Se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo.
San Antonio aparece representado como un mendigo, desnudo, con el pelo revuelto y apoyado sobre una piedra. Delante de él hay una calavera.
El cuadro describe literalmente las tentaciones a las que el hombre normalmente cae:
  • Triunfo, representado con el caballo, el cual tiene sus pezuñas desgastadas y llenas de polvo. Este animal recuerda a los jumentos esqueléticos de los primeros cuadros surrealistas del autor.
  • Sexo, representado por la mujer sobre el primer elefante.
  • Oro y riquezas, representados por los dos elefantes sobre los que hay una pirámide y una casa de oro y dentro de esta última, un busto de mujer lo aguarda.
Más atrás, otro elefante carga un altísimo monolito sobre su espalda. Detrás de este y sobre las nubes, hay un castillo.
En el paisaje desértico, dos hombres discuten y al fondo, un hombre lleva de la mano a su hijo. Este último par de personajes también es representado en Vestigios atávicos después de la lluvia. Un ángel blanco vuela sobre el desierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario