martes, 16 de septiembre de 2014

M. V. por Castilla - La Universidad de Salamanca

El Plateresco

El término plateresco procede de una comparación: la que puede efectuarse entre el trabajo que hacen orfebres y plateros con la decoración abundante que caracteriza estos edificios. Así pues, en las construcciones platerescas veremos la combinación de numerosos elementos anclados en las últimas tradiciones góticas flamígeras (por ejemplo, las bóvedas de crucería o los pináculos) con una profusa decoración, sobre todo en las fachadas, realizada a base de motivos variados: medallones y escudos heráldicos, figuras humanas, composiciones vegetales, conchas, seres imaginarios, grutescos, etc. Al mismo tiempo, observamos también elementos que señalan ya las formas renacentistas, como los arcos de medio punto, los frontones o los entablamentos.
Entre las obras maestras del Plateresco en Castilla destaca la fachada de la Universidad de Salamanca, fechada en torno a 1529-33.
 La Universidad

La fachada está constituida por tres cuerpos sobrepuestos, separados por sus correspondientes frisos. El compartimiento inferior está dividido en cinco espacios, apreciándose en el central el retrato de los Reyes Católicos en un medallón, con una leyenda en griego en la que se lee: "Los Reyes a la Universidad y ésta a los Reyes". Los cuatro espacios restantes presentan una decoración vegetal, animal y humana. En la pilastra de la derecha, a la altura del primer cuerpo, se hallan tres calaveras, en una de las cuales encontramos la famosa rana. El segundo compartimiento también está dividido en cinco espacios: en el central, el blasón con las armas de Carlos I rodeadas del collar del Toisón. A la izquierda, el águila imperial bicéfala, y a la derecha, el águila de San Juan. En los medallones de los laterales encontramos la primera controversia entre los expertos: el de la izquierda podría ser Carlos I o Hércules, mientras que el de la derecha sería interpretado como Isabel de Portugal o Hebe. Las figuras que en una concha coronan cada uno de los medallones y escudos también presentan controversia.


Los Reyes Católicos: Isabel y Fernando
¿El Papa Martín V?
 La Universidad de Salamanca
Escudo de Carlos I

La rana de Salamanca es un detalle ornamental labrado en la portada del edificio de la Universidad de Salamanca que con el tiempo ha cobrado importancia, hasta ser un icono de la ciudad.

La portada de la Universidad de Salamanca se acabó de tallar en el año 1553.Se ha discutido acerca de la intención del tallador a la hora de poner este ornamento. Aunque sobre esto hay opiniones diversas. Ya en el antiguo Egipto se asociaba la alegoría de la rana con la muerte. Aparece en numerosas ocasiones la rana como una alegoría relacionada con la lujuria: pecado de la carne.
De las tres calaveras ... una tiene la rana.
La contemplación de la fachada atrae a numerosos turistas que visitan las dependencias de la Universidad de Salamanca. Este fenómeno se ve amplificado por la insistente búsqueda del detalle ornamental de la rana entre los numerosos detalles de la fachada. De esta forma se quejaba Unamuno:
  • No es lo malo que vean la rana, sino que no vean más que la rana. 
Nota: La tradición o el boca a boca popular dice que trae suerte a aquel que encuentra la calavera y la rana. En realidad la rana en el cráneo de la calavera y más aun situada en la puerta de la Universidad advertía a los alumnos de la misma sobre los placeres carnales, representando así al diablo y la lujuria en forma de inofensiva ranita.

La Universidad de Salamanca fue fundada por Alfonso IX en 1218 y es la más antigua de las universidades hispanas existentes.

Fachada de la Universidad de Salamanca y estatua de Fray Luis de León en el patio de las Escuelas Mayores

Además de la fachada de la Universidad se puede admirar en el Patio de Escuelas, nombre que recibe la especie de plaza en la que se encuentra el edificio, la fachada del Hospital del Estudio, s. XV, hoy Rectorado, que está coronada por una fantástica crestería renacentista. En el centro se erige una señorial estatua de Fray Luis de León, que fue uno de los más destacados profesores que ha tenido la institución. 

Paraninfo
En el interior de la Universidad, y alrededor de un patio de estructura monástica se encuentran las aulas, en cuyas puertas se pueden ver unas lápidas, señalando las disciplinas que se enseñaban en ellas. Destaca el Aula de Fray Luis de León, s. XVI, el Paraninfo con el estandarte del Príncipe Juan y la Capilla, s. XVIII, con un sencillo pero elegante retablo y órgano del s. XVII. 

Biblioteca antigua,Escuelas Mayores, Universidad de Salamanca
La escalera de acceso al piso alto, es una joya del renacimiento, destacando en el piso alto el artesonado mudéjar, la puerta gótica y una interesante reja gótica que dan acceso a la Biblioteca del s. XVIII con librería barroca, con unos 40.000 ejemplares anteriores al s. XIX.


Fray Luis de León (Belmonte, Cuenca, 1527 o 1528 – Madrigal de las Altas Torres, Ávila, 23 de agosto de 1591) fue un poeta, humanista y religioso agustino español de la Escuela salmantina.

Fray Luis de León es uno de los escritores más importantes de la segunda fase del Renacimiento español junto con Francisco de Aldana, Alonso de Ercilla, Fernando de Herrera y San Juan de la Cruz. Su obra forma parte de la literatura ascética de la segunda mitad del siglo XVI y está inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar lo prometido por Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos dominan toda su obra.

Aula Fray Luis de León, en las Escuelas Mayores
Entre mayo y junio de 1560 obtuvo los grados de licenciado y maestro en Teología por la Universidad de Salamanca.

En 1565, al completar los cuatro años para los que había obtenido la cátedra de Santo Tomás, opositó a la cátedra de Durando, saliendo triunfador de nuevo frente a Diego Rodríguez, y se mantuvo en ella hasta marzo de 1572.

Fray Luis de León, descrito y dibujado hacia 1599 por Francisco Pacheco (1564-1644) en su Libro de descripción de verdaderos retratos, ilustres y memorables varones.
Las envidias y rencillas entre órdenes y las denuncias del catedrático de griego, León de Castro, entre otros profesores, le llevaron a las cárceles de la Inquisición bajo la acusación de preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina (la traducción Vulgata de San Jerónimo) adoptada por el Concilio de Trento, lo cual era cierto, y de haber traducido partes de la Biblia, en concreto el Cantar de los Cantares, a la lengua vulgar, cosa expresamente prohibida también por el reciente concilio y que sólo se permitía en forma de paráfrasis. Por lo primero fueron perseguidos y encarcelados también sus amigos los hebraístas Gaspar de Grajal y Martín Martínez de Cantalapiedra. Aunque era inocente de tales acusaciones, su prolija defensa alargó el proceso, que se demoró cinco largos años, tras los cuales fue finalmente absuelto. Parece cierto que se le puede atribuir la décima que presuntamente, al salir de la cárcel, escribió en sus paredes:
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y, con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso,
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado, ni envidioso!

Tras salir de la cárcel, regresó a dictar su cátedra. Sus biógrafos cuentan que Fray Luís acostumbraba en sus años de docencia resumir las lecciones explicadas la clase anterior y que al volver a la Universidad, retomó sus lecciones con la frase “Decíamos ayer…” (Dicebamus hesterna die), como si sus 5 años de prisión no hubieran trascurrido

Claustro de las Escuelas Menores
Lección de Teología, puertas del armario del depósito de manuscritos de la Biblioteca Universitaria. Martín de Cervera, 1614.
El claustro de la Universidad discutió sobre la viabilidad del proyecto de Cristóbal Colón y las consecuencias que traían sus afirmaciones. Una vez descubierta América, se discutió sobre el derecho de los indígenas a ser reconocidos con plenitud de derechos, algo revolucionario para la época.
En el siglo XVII, el carácter humanístico fue abandonado y se produjo una relativa decadencia.
 Vítor (símbolo)

El vítor o víctor, además de la interjección usada para vitorear (equivalente al ¡viva!), es un símbolo derivado del crismón del Bajo Imperio romano. Fue adoptado por algunas universidades españolas desde el siglo XIV, especialmente la de Salamanca, la de Alcalá de Henares, la de de Sevilla y las de Indias, como emblema conmemorativo de quienes obtenían el título de doctor, en inscripciones murales con pintura roja o negra que se conservan hoy en día. Tras la Guerra Civil Española se eligió como adecuado para ser utilizado en el Desfile de la Victoria (19 de mayo de 1939) y, a partir de entonces, durante toda la dictadura franquista, como emblema propio de Francisco Franco.

Uno de los muchos modelos del vítor del Doctorado, que se pueden apreciar en las fachadas de Salamanca.

Texto que acompaña al vítor alusivo a los Emperadores de Japón que se encuentra en la pared de las Escuelas Mayores: AKIHITVM ET MICHIKAM IMPERII IAPONICI SERENISSIMOS PRINCIPES VNIVERSITAS LAETA RECIPIT 28 FEBRVARII MCMLXXXV (en latín: ‘La universidad recibió feliz a Akihito y a Michiko, serenísimos príncipes del imperio japonés, el 28 de febrero de 1985’).

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