jueves, 22 de diciembre de 2022

XIII - Grandes hitos de la arquitectura universal - Winifred Mary Beard - La Monarquía Romana - Roma - Puente Sublicio - El Templo de Portuno - El Foro Boario - El templo de Hércules Víctor o Hércules - La Cloaca Máxima -

XII - Grandes hitos de la arquitectura universal -  La Arquitectura Funeraria Micénica - El fin del mundo Micénico, pincha aqui

XLIII - La Monarquía (753 a.C. - 509 a.C.) - Numa Pompilio - Vestal - El templo de Júpiter Óptimo Máximo - Lucio Tarquinio Prisco - Lucrecia - Lucio Junio Bruto - Julio César -El Templo de Venus Genetrix -  PALACIO DEL MARQUÉS DE SAN ADRIÁN, TUDELA, pincha aqui

Las murallas aurelianas - Rómulo y Remo - El Coliseo - El Coloso de Nerón - El río Tíber - La isla Tiberina - Las siete colinas - Edad moderna, pincha aqui

(XII) El placer de coleccionar arte - Roma «la ciudad de las ciudades» - Marco Vipsanio Agripa, pincha aqui

Winifred Mary Beard: es una académica inglesa especializada en estudios clásicos. Es catedrática en la Universidad de Cambridge, del Newnham College y profesora de literatura antigua de la Royal Academy of Arts, hoy en día la más relevante e influyente especialista en los clásicos de la antigüedad. Autora de obras de referencia como El triunfo romano o Pompeya.

Premio Princesa de Asturias 2016

Otro ejemplo de su trabajo son las ilustraciones de los proyectiles de plomo utilizados durante el asedio de Perugia en el que participó Fulvia (la ignorante esposa de Marco Antonio). Estos tenían mensajes grabados en ellos y fueron arrojados por las paredes, con uno que decía "Voy por el clítoris de Fulvia".

Este libro cubre el período desde la fundación en parte mítica de Roma hasta Caracalla, con un cuidadoso énfasis en el examen del desarrollo de la República y su transición a través de César y Augusto. El resto se cubre más ligeramente con mayor énfasis en la extracción de la amplia variedad de restos físicos de ese período que arrojan una luz comprensiva sobre el 'Senatus Populusque'.

Beard dedica algo de tiempo a explicar la naturaleza del desarrollo de la religiosidad romana y su lugar en la vida cotidiana, particularmente porque el cristianismo emergente generó un gran desconcierto, pero no profundiza en las razones de su éxito muy gradual, aunque desacredita a los cristianos que hacen los sacrificios requeridos pero se sintieron capaces de mantener sus creencias.

Recomendaría de todo corazón este libro tanto para lectores neófitos como para lectores experimentados de historia romana y he incluido a Mary como alguien con quien me encantaría compartir una mesa, como cualquier buen romano.

SPQR es una sigla de la frase latina Senatus PopulusQue Romanus ('El Senado Y el Pueblo Romano'). Hace referencia al gobierno de la antigua República romana y, actualmente, se usa como un emblema oficial de la ciudad de Roma.

XLIII - La Monarquía Romana (753 a.C. - 509 a.C.) - Numa Pompilio - Vestal - El templo de Júpiter Óptimo Máximo - Lucio Tarquinio Prisco - Lucrecia - Lucio Junio Bruto - Julio César -El Templo de Venus Genetrix -  PALACIO DEL MARQUÉS DE SAN ADRIÁN, TUDELA, pincha aqui


La Monarquía (753 a.C. - 509 a.C.)

La fecha de la fundación de Roma en el año 753 a.C. es la más aceptada, cualquiera que fuese en esa época su denominación y estuviera organizada en forma de ciudad o fuese un conjunto de aldeas.

Que la primera forma de organización política fue de tipo monárquico nos lo confirman los restos arqueológicos y la tradición.

La tradición señala que el primer rey fue Rómulo, hijo de Marte y rey en cierto modo mítico, el cual configuró el primer ordenamiento político de la ciudad.

Su nombre, Romulo, significa Romano.

El enclave geográfico de la fundación de Roma

Nos dicen las fuentes que Rómulo, después de fundar la ciudad, buscó incrementar el número de sus súbditos por dos métodos: abriendo un refugio sobre la colina del Capitolio, donde se implantaron comerciantes extranjeros y gentes marginadas de otras comunidades, y raptando mujeres sabinas. El rey del pueblo sabino de Curi, Tito Tacio, atacó Roma y tomó el Capitolio. Posteriormente, ambas aldeas se unieron y se constituyeron en una sola ciudad con dos reyes hasta la muerte de Tito Tacio.

La lista canónica de los siete reyes de Roma, u ocho, si se incluye a Tito Tacio, es la siguiente: Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Lucio Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio. Ningún historiador pone en duda la existencia de los tres últimos ya que la documentación arqueológica confirma los textos de los historiadores antiguos y también por las características de estos tres monarcas, similar a la de los tiranos griegos. Tampoco existen argumentos que hagan pensar que los primeros reyes sean falsos.

Hay historiadores que sostienen que ya existía la lista de los reyes cuando los primeros historiadores romanos, en el siglo III a.C., escribieron sobre los orígenes de Roma, lo que confirmaría la existencia de los mismos.

«El Origen de la República Romana», (1877). Casto Plasencia, Museo Del Prado

"El Origen de la República Romana", (1877). Casto Plasencia, Museo Del Prado

El paso a la República Romana

Aquí la explicación mítica y las teorías historiográficas divergen totalmente. De acuerdo con la leyenda, Tarquinio el Soberbio gobernaba de forma tiránica y su relación con los patricios se estaba tensando demasiado. Al final la situación explotó cuando Lucrecia, la hija de un importante patricio fue violada por su hijo. Esto hizo que buena parte del patriciado romano encabezado por Lucio Junio Bruto se levanta y expulsara para siempre a los reyes de Roma. Según esta tradición, la República comenzó en el 509 a.  C. Aunque hoy en día muchos autores la cifran en el 506 a. C. o incluso a principios del siglo V a. C.



Con el IMPERIO (27 a de C.-476), Roma experimentó una profunda reorganización. El poder político y militar se concentra en una persona, el Emperador, que lo transmite a sus descendientes. El Imperio supone una forma de monarquía que los romanos despreciaban desde tiempos de la dominación etrusca, pero que se adaptaba perfectamente a las nuevas necesidades del gigantesco estado creado por las conquistas territoriales llevadas a cabo por la República. Los emperadores engrandecieron aún más Roma, impulsaron la conquista de oriente y consolidaron las fronteras políticas del imperio, que internamente fue dividido en provincias. El Estado romano sintió entonces la necesidad de manifestar su propia grandeza mediante obras al mismo tiempo útiles y colosales (combinación de pragmatismo y afán de ostentación política). Se recurrió de modo creciente a los elementos constructivos de las civilizaciones orientales como la bóveda. La arquitectura imperial romana se interesó vivamente por el espacio interior, donde se lleva a cabo la actividad humana. Esta preocupación por la función le distanció del carácter plástico de la arquitectura griega. En la escultura, el culto a los antepasados, rasgo heredado de la tradición etrusca, impulsó la individualidad del retrato. Roma, creó, en definitiva, un estilo propio. La escultura sirvió, además, para “narrar” la grandeza militar del Estado romano, a través del relieve en arcos, columnas, etc. La grandeza militar y artística del mundo romano alcanzó su cenit en el llamado “Alto Imperio” (s. I-III). A partir del s. III la civilización romana inició una lenta y profunda transformación que conduciría al Imperio a su desaparición.


Roma

Las murallas aurelianas - Rómulo y Remo - El Coliseo - El Coloso de Nerón - El río Tíber - La isla Tiberina - Las siete colinas - Edad moderna, pincha aqui

(XII) El placer de coleccionar arte - Roma «la ciudad de las ciudades» - Marco Vipsanio Agripa, pincha aqui


Anco Marcio, fue según la tradición, el cuarto rey de los siete que gobernaron Roma en el período monárquico que se extiende entre la fundación de la ciudad por Rómulo en el 753 a.C. hasta la llegada de la República en el 509 a.C. Construyó la ciudad portuaria de Ostia, que sería el embrión del futuro comercio con las colonias griegas de Sicilia y con la ciudad de Cartago.

Maqueta de Roma en el siglo IV d. C., de Paul Bigot. El circo se encuentra entre el Aventino (izquierda) y el Palatino (derecha); la estructura ovalada a la derecha es el Coliseo

El Circo Máximo es un antiguo estadio para carreras de carros y otros eventos de masas situado en Roma. Ubicado en un valle entre el monte Aventino y el Palatino, fue el primer hipódromo y el más grande de la antigua Roma y su posterior imperio. Tenía una longitud de 621 metros y una anchura de 118 metros y podía albergar a más de 150 000 espectadores. En su forma completamente desarrollada, se convirtió en el modelo de los circos de todo el Imperio romano. El sitio es actualmente un parque público.

El Obelisco Flaminio, actualmente situado en la Piazza del Popolo, formaba parte de la barrera de división (spina) del Circo Máximo.

Construido durante el reinado de Seti I y Ramsés II (siglo XIII a. C.), el monolito se erigió en el Templo del Sol de la antigua ciudad egipcia de Heliópolis. Tres de sus caras se grabaron con el nombre de Seti I, y la cuarta con el de su hijo Ramsés II Siglos después, en el año 10 a. C., fue transportado hasta Roma.

La Cloaca Máxima  era una de las redes de drenaje más antiguas del mundo. Construida en la Antigua Roma para drenar las marismas locales y eliminar los desperdicios de una de las ciudades más populares del mundo, llevaba un afluente hacia el río Tíber, que fluía junto a la ciudad.


El nombre significa literalmente "La cloaca mayor". De acuerdo con la tradición, su construcción pudo haber iniciado alrededor del año 600 a. C. por órdenes del rey de Roma Lucio Tarquinio Prisco.

Servio Tulio (reinado circa 578 a. C.-c. 534 a. C.)1​a​ fue el sexto rey de Roma, según la historia tradicional de la ciudad. Sucesor de Tarquinio Prisco se le atribuyen 44 años de reinado hasta que fue asesinado por su propia hija Tulia, en complicidad con su yerno Tarquinio el Soberbio, que ocupó el trono en su lugar.
Se recuerda a Servio Tulio como uno de los reyes más admirados de Roma, hasta el punto de ser considerado casi como un segundo fundador y el auténtico creador del concepto de ciudadanía romana, con la introducción del censo, la reforma del ejército y la ampliación de los límites de la ciudad. En la época clásica se le atribuía la construcción de las murallas de Roma, los llamados muros servianos.

Plano de la antigua Roma con los muros servianos (en rojo).

También hay coincidencia en las fuentes en atribuir a Servio el trazado del límite sagrado de la ciudad, el pomerium.
El pomerium (o pomoerium; del latín postmoerium 'pasado el muro') era la frontera sagrada de la ciudad de Roma. En términos legales, Roma solo existía dentro del pomerium, por lo que todo lo que estaba en el interior eran tierras que pertenecían a Roma, pero no eran Roma.

Según la leyenda, el pomerium fue inaugurado por Servio Tulio, pero no seguía la línea de la Muralla serviana, por lo que no es probable que realmente hubiese sido él quien estableciese la frontera sagrada.
El pomerium no era una muralla, sino que se trataba de una línea imaginaria, definida legal y religiosamente y marcada con mojones. 

La organización centuriada
Las fuentes clásicas afirman que, paralelamente a la reorganización de las tribus y con finalidad militar, Servio Tulio dividió a la población en cinco clases atendiendo a su riqueza. Así, según la capacidad económica de cada ciudadano, entendida como tal la de su familia, se reglamentaba el armamento que este debía costearse.

El Foro Boario era una zona de la antigua Roma situada en la ribera izquierda del río Tíber, entre el Campidoglio y el Aventino. También se conocía como tal una plaza inserta en la misma zona, en la cual se producía el mercado de animales.
Los límites de dicha área se encontraban entre el Circo Máximo al suroeste, el Velabro al noroeste donde se encontraba el Arco de Jano y el Arco de los Argentarios, una puerta monumental que daba ingreso al área, el Vicus Iugarius, hacia la pendiente del Campidoglio al norte, el Tíber al oeste, y el Aventino al su). La zona se encontraba dividida entre las regiones augusteas VIII (Forum Romanum) y XI (Circus Maximus)
El Puente Sublicio fue el más antiguo puente de la antigua Roma. Cruzaba el río Tíber sobre un antiguo vado uniendo al Foro Boario (Forum Boarium, es decir, "mercado de ganado") al pie del monte Aventino con la zona del Janículo, que correspondía al antiguo territorio etrusco.

Dibujo del sitio de Puente Sublicio (falsamente mostrado como un muelle),. "Roma durante la época de la República", de Friedrich Polack (1896) Desde la via Ostiense se observa el Puente Emilio, en piedra, los muros servios, la Puerta Trigemina (se ven los tres arcos). Más allá de la puerta está el Foro Boario y en primer plano inmediato están los muelles o Navalia. El muelle de madera, que evoca al puente Sublicio, es muy poco probable que existiera, ya que los navíos serían arrastrados por la corriente. Al fondo se ve el Capitolio, con el templo de Júpiter Óptimo Máximo.

El templo de Hércules Víctor o Hércules Olivario es un antiguo edificio romano ubicado al sur del Templo de Portunus, en el Foro Boario de Roma (Italia). Es un templo monóptero, de planta circular de diseño peristilo griego, es decir, completamente rodeado por columnas. Esta disposición hizo que muchos lo tomasen erróneamente por un templo de Vesta, pero se ha comprobado que es un templo de Hércules.
Fechado sobre el año 120 a. C., el templo tiene 14,8 m de diámetro y consiste en una cella circular dentro de un anillo concéntrico de 20 columnas corintias de 10,66 m de alto descansando sobre cimientos de toba. 
En 1132 el templo fue convertido en iglesia, conocida como Santo Stefano alle Carrozze.
Este templo y el de Vesta en Tívoli inspiraron las iglesias centralizadas del Renacimiento.
El Templo de Portuno es un templo romano construido en el siglo I a. C. en la ciudad de Roma, localizándose en el Foro Boario.
Es una construcción religiosa de planta rectangular. El templo de Portuno se encuentra situado en la zona del puerto fluvial del río Tíber, cerca del puente Emilio, y fue construido alrededor de 80/70 a. C.
Tradicionalmente ha sido considerado como el templo de la Fortuna Viril, pero hoy en día se piensa que estuvo dedicado a Portuno, divinidad protectora del puerto fluvial.
Durante la monarquía, se construyó el Puente Sublicio, de madera, obra de Anco Marcio mientras que durante el reinado de Servio Tulio, y como imitación de un santuario de la ciudad portuaria etrusca de Pyrgi, se construyó un segundo templo dedicado a la Fortuna, y a la Mater Matuta, cuyos restos han salido a la luz en las excavaciones del área sacra de San Omobono.


Tulia cabalga sobre el cadáver de su padre. Óleo sobre lienzo. Jean Bardin (c. 1765).

Servio Tulio fue derrocado y asesinado por su propio yerno Lucio Tarquinio.
Tarquinio el que arrojó al rey escaleras abajo hacia el foro dejándolo medio muerto. Según continúa la versión de Livio, Servio Tulio fue ejecutado por sus perseguidores, y después su propia hija Tulia, esposa de Tarquinio, arrolló el cadáver con el carro que conducía (Liv., Hist. Rom., 1.48)

Lucio Tarquinio el Soberbio a​ fue el séptimo y último rey de Roma, donde reinó según la tradición desde el año 534 a. C. al 509 a. C.

Las fuentes antiguas presentan el reinado de Tarquinio el Soberbio como un periodo de expansión en el que Roma consolidó su hegemonía sobre el Lacio.

El templo de Júpiter Óptimo Máximo, también conocido como templo de Júpiter Capitolino, fue el templo más importante en la Antigua Roma y estaba localizado en la Colina Capitolina.

Estaba dedicado a Júpiter, junto a las otras dos integrantes de la Tríada Capitolina, Juno y Minerva. El Templo fue comenzado por Tarquinio Prisco y completado por el último rey de Roma, Tarquinio el Soberbio, aunque fue consagrado, según una tradición registrada por los historiadores, el 13 de septiembre de 509 a. C. por el cónsul Marco Horacio Pulvilo. Cada idus de septiembre, dies natalis del templo, en el lado derecho del altar, se fijaba un clavus annalis para señalar el número de años que transcurrían.
Según una de las leyendas más famosas de la historia de Roma, Tarquinio compró tres libros proféticos a la sibila de Cumas y los depositó en el templo de Júpiter. La historia narra que la sibila se presentó ante Tarquinio como una mujer muy anciana y le ofreció nueve libros proféticos a un precio extremadamente alto. Tarquinio se negó, pensando en conseguirlos más baratos, y entonces la sibila destruyó tres de los libros. A continuación le ofreció los seis restantes al mismo precio que al principio; Tarquinio se negó de nuevo y ella destruyó otros tres. Ante el temor de que desaparecieran todos, el rey aceptó comprar los tres últimos pero pagó por ellos el precio que la sibila había pedido por los nueve. Estos tres libros fueron guardados en el Templo de Júpiter Capitolino y eran consultados en situaciones muy especiales. En el año 83 a. C. el fuego destruyó los Libros Sibilinos originales 

Sexto Tarquinio intenta violar a Lucrecia. Obra de Giulio Romano. Palacio Ducal de Mantua.

Según la tradición, Tarquinio el Soberbio fue destronado en el año 509 a. C. mediante un golpe palaciego que se desencadenó cuando el hijo de Tarquinio, Sexto Tarquinio, violó a Lucrecia, una joven patricia que a raíz de ello se suicidó.

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