viernes, 22 de enero de 2016

(II) Luisiana española - Exploración española y francesa - La compra de la Luisiana

La Luisiana fue el nombre de una gobernación perteneciente a la Capitanía General de Cuba, dentro del Virreinato de Nueva España entre 1764 y 1803. Este territorio estaba situado casi en su totalidad al oeste del río Misisipi. Su principal ciudad era Nueva Orleans.


Este territorio fue cedido a España tras el Tratado de París (1763) a cambio de la pérdida de La Florida (recuperada por España en 1783) y fue devuelto a Francia en 1800 mediante el Tercer Tratado de San Ildefonso.

Este territorio de 50000 habitantes en 1763 sumó 2140000 km² o 2275940 km² al ya extensísimo Imperio español que alcanzó su cúspide territorial en esta época. Debido a la enormidad del territorio (más de cuatro veces el tamaño de la metrópoli) la presencia española y la huella que dejó ésta fue escasa centrándose principalmente en Nueva Orleans, sede de la gobernación.

Exploración española

Los españoles son los primeros europeos conocidos que descubrieron el delta del Misisipi, esto durante la expedición al mando de Alonso Álvarez de Pineda ocurrida en el año 1519. Los primeros europeos que recorrieron los territorios que luego fueron llamados La Luisiana fueron el español Álvar Núñez Cabeza de Vaca, su acompañante Estebanico (Estebanico al parecer no era nacido en Europa sino en el norte de África aunque en los hechos era súbdito español) y otros dos españoles quienes a pie entre 1527 y 1528 marcharon desde la península de la Florida hasta México recorriendo gran parte del territorio que actualmente corresponde al sureste estadounidense.
Estebanico (circa 1503 - 1539), también conocido como Estevanico, Esteban, Esteban el Negro y Esteban el Moro, fue un esclavo africano que acompañó a Álvar Núñez Cabeza de Vaca y dos españoles más en su viaje de retorno a la Nueva España desde la costa de la actual Florida en el Golfo de México hasta el estado de Sinaloa, México.
Alonso Álvarez de Pineda (Aldeacentenera, Cáceres, 1494 - 1520) fue un marino, explorador y cartógrafo español que exploró la costa del golfo de México por encargo del Gobernador español de Jamaica, Francisco de Garay.
Monumento en Houston (Texas)
Álvar Núñez Cabeza de Vaca (Jerez de la Frontera, 1488/1490 - Sevilla, 1557/1558) fue un descubridor y conquistador español que exploró la costa sur de Norteamérica desde la actual Florida pasando por Alabama, Misisipi y Luisiana y se adentró en Texas, Nuevo México, Arizona  y en el norte de México hasta llegar al Golfo de California, territorios que pasaron a anexionarse al Imperio Español dentro del Virreinato de Nueva España. El rey Carlos I de España le otorgó el título de Segundo Adelantado y lo nombró capitán general y gobernador del Río de la Plata, Paranáguazu y sus anexos. y fue el primer europeo en llegar a las cataratas del Iguazú y que exploró el curso del río Paraguay.
Antes de que Francia empezara a explorar esta zona y convertirla en su colonia de Nueva Francia los exploradores españoles ya habían explorado el río Misisipi (llamado por ellos «Río del Espíritu Santo») y su extensísima cuenca desde La Florida. Hernando de Soto reclamó la cuenca del Misisipi para España en 1538 
Poco antes, a partir del año 1541, Francisco Vázquez de Coronado tras haber atravesado en octubre de ese año la meseta a la cual ha denominado Llano Estacado, explora las extensas praderas (Grandes Llanos) de este territorio al que llamó «Cíbola» o «Llanos de Cíbola» (por la abundancia de cíbolos o bisontes americanos también, quizás por una deformación del nombre español original se llamó al territorio «Llanos del Cubo») desde México buscando las Siete Ciudades de Oro así como la Gran Quivira y llegando por el norte hasta Uachita aproximadamente en el actual condado estadounidense de Ouachita en Arkansas y por el este hasta Kansas incluida.

Hernando de Soto en 1538 proclamando a la cuenca del Misisipi como parte del Imperio español.
Exploración francesa

Desde 1673 los franceses, desde su colonia de Nueva Francia (actual Quebec, y la Acadia, Canadá), exploraron el río Misisipi y reclamaron el territorio para Francia.
Los primeros colonos franceses podían acceder a esta zona desde el norte a partir de las cabeceras de los Grandes Lagos: haciendo un viaje en canoas que duraba de cinco a seis semanas favorecidos por las corrientes descendientes del Misisipi; y así bajando desde Montreal a Fort Michilimackinac y Grand Portage incluyendo en tal tramo unos 50 portages menores o portajes.

También podían acceder al río Ohio (Ujayu), como más accesible y fácil ruta para ir desde Montreal a Nueva Orleans en tiempos de la Nueva Francia.

Los tres caminos existentes desde Nueva Orleans a la Alta Luisiana eran difíciles y sembrados de escollos. Esto puede explicar en parte por qué los franceses pudieron mantener la integridad del territorio por casi 80 años y que los españoles lo hicieran durante casi 40 años.

Colonización francesa

En 1682 esta región pasa a denominarse Luisiana francesa (la Louisiane Française) y es incorporada a Nueva Francia como un distrito administrativo. Se extendía desde el golfo de México hasta la actual frontera de Canadá.

En 1718 se funda Nueva Orleans que se convertiría en la ciudad más importante del territorio y su capital en 1723.

En 1762 con la Guerra de los Siete Años terminando, Carlos III pidió al rey francés que a cambio del apoyo ofrecido por España (apoyo que le costó perder Florida entre 1763 y 1783) le entregara Luisiana. Esto se establece en el Tratado de Fontainebleau. En 1763, por el Tratado de París se cedió a Gran Bretaña Las Floridas, por parte de España, y Nueva Francia por parte de Francia, salvo Luisiana, que será para España.

En 1763 el Tratado de París fue firmado tras las Guerra de los Siete Años y por esto el reino francés transfirió el control del País de Illinois a Gran Bretaña.

La línea definida por la proclamación de 1763 delimita el territorio indio (en rosa) de las Trece Colonias (en rojo).
La proclamación real de 1763 (en inglés: Royal Proclamation of 1763)? fue una proclamación expedida el 7 de octubre de 1763 por el rey de Inglaterra Jorge III como resultado de la adquisición por parte de Gran Bretaña del territorio francés en América del Norte después del final de la Guerra de los Siete Años/Guerra franco-india. La proclamación tenía por fin organizar las vastas y nuevas tierras británicas en América del Norte, y establecer las relaciones con los amerindios reglamentando el comercio de pieles, la colonización y la compra de tierras en la frontera occidental. La proclamación también tenía como objetivo asimilar los «Canadiens», como se denomina a la población francesa en ese entonces. Su primer objetivo era hacer de Canadá una verdadera colonia británica.
Jorge III del Reino Unido (4 de junio de 1738 – 29 de enero de 1820) fue rey de Gran Bretaña y de Irlanda desde el 25 de octubre de 1760 hasta el 1 de enero de 1801, y a partir de entonces rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, unidos, hasta su muerte. Simultáneamente ostentó los títulos de duque de Brunswick-Lüneburg, Elector de Hannover y duque de Bremen y príncipe de Verden (1760-1820). El electorado se convirtió en el Reino de Hannover el 12 de octubre de 1814.
Con la Proclamación Real de 1763, la Corona inglesa declaró casi toda la tierra entre (de Este a Oeste) las montañas de los Apalaches y el río Misisipi y (de Sur a Norte) desde la península de La Florida a la isla de Terranova con el estatus de reserva indígena o «Territorio de Indiana».

La monarquía inglesa y sus aliados a la fuerza (escoceses, irlandeses, galeses etc.) tenían dificultades para emplazar una fortaleza para sus regimientos en el recién adquirido País de Illinois, pero el 10 de octubre de 1765, un pequeño destacamento de la 42.ª Royal Highland Regiment al mando del capitán Thomas Stirling tomó el control de la fortaleza de Fort Chartres y sus alrededores. Los colonos franceses recibieron la orden de salir o conseguir una licencia especial para permanecer. Muchos colonos franceses se trasladaron a San Luis (Misuri) ya en gobierno español.

Colonización española

La Luisiana española se extendía sur a norte desde la Llanura Costera del Golfo del golfo de México y en las zonas anejas al delta del Misisipi hasta la frontera del Canadá y de este a oeste abarcando la cuenca izquierda del Misisipi hasta alcanzar a las montañas Rocallosas en el noreste de Colorado y la región de la La Montaña abarcando de este modo gran parte del Medio Oeste al cubrir una superficie de 2275940 km² comprendiendo así, total o parcialmente, en su extensión más de una decena de estados de los actuales Estados Unidos.

En tono verde: áreas de La Luisiana española hacia 1800, se pueden apreciar los estados norteamericanos actuales que abarcaba cuando fue denominada Louisiana Purchase es decir , traduciendo literalmente el nombre oficial que dan a este hecho en Estados Unidos: «Luisiana por compra» por los estadounidenses, al oeste de la Luisiana española se encontraban las Provincias Interiores de la Nueva España, al noroeste el disputado (entre Inglaterra, España, Rusia y luego Estados Unidos) Territorio del Oregón y en el extremo sudeste la Florida española.
En 1764 se anuncia formalmente la adquisición de Luisiana por parte de España.

La Luisiana con el gobierno español tuvo una verdadera revolución demográfica al facilitar las autoridades españolas una importantísima inmigración europea o de origen europeo (cajuns, isleños, alsacianos, estadounidenses etc.) con lo cual la población de la Luisiana española aumentó un 500% entre 1763 y el 1800, llegando a estar habitada por 50 000 habitantes de linajes europeos, pero el monopolio español en el comercio significó un freno para la economía de tales inmigrantes.

La figura más conocida del periodo español fue Bernardo de Gálvez, nombrado gobernador de Luisiana. Dictó la declaración de guerra de España contra Gran Bretaña el 8 de mayo de 1779. 

Bernardo de Gálvez y Madrid, I conde de Gálvez y vizconde de Galvestón (Macharaviaya (provincia de Málaga), Reino de Granada, 23 de julio de 1746 - Tacubaya, Nueva España, 30 de noviembre de 1786) fue un militar y político español, héroe de Pensacola, ciudadano honorario de los Estados Unidos de América1 e hijo de otro militar, Matías de Gálvez y Gallardo.
Economía
Uno de los motivos que explican la relativamente poca importancia que la Monarquía Española (que en gran parte de su apogeo se mantuvo apegada al mercantilismo) dio a tan extensos y ricos territorios (especialmente en lo agrícola y ganadero) fue la ausencia de importantes minas de oro o de plata o de piedras preciosas y la falta de mano de obra no esclavizada para desarrolllar la posterior agricultura intensiva que se ha hecho pródiga desde la segunda mitad de s. XIX; tardíamente (ya cuando prácticamente el territorio fue entregado a los Estados Unidos) se encontraron relativamente importantes yacimientos de oro y plata en las montañas que corresponden al actual state de Colorado, pero la base principal de la economía de La Luisiana se mantuvo principalmente en la caza prácticamente industrial (luego potenciada hasta el exterminio de especies por los estadounidenses) de los cíbolos o bisontes y otros diversos animales; por tal motivo uno de los principales elementos de exportación ultramarina fue la de pieles y cueros con un interesante desarrollo de la peletería y talabartería y quizás de la marroquinería en las principales localidades, la carne de bisonte llegó a ser exportada en conserva (para esa época principalmente en una especie de tasajo como el pemmican); a fines del dominio español importantes sectores de la Baja Luisiana fueron dedicados al cultivo del entonces importantísimo (importantísimo hasta mediados de s. XX) a nivel mundial textil algodón.



La compra de la Luisiana 

Fue una transacción comercial mediante la cual Napoleón Bonaparte, entonces Primer Cónsul francés, vendió a Estados Unidos en 1803 2.144.476 km² (529.911.680 acres) de posesiones francesas en América del Norte a un precio de alrededor de 3 centavos por acre (7 centavos por ha); un precio total de 15 millones de dólares u 80 millones de francos franceses. Con los intereses, el territorio de la Luisiana costó 23.213.568 dólares.


La compra del territorio de la Luisiana fue una de las varias adquisiciones de territorio de los Estados Unidos. En el mapa, en color blanco.
La vasta extensión objeto del tratado comprendía los territorios de los actuales estados de Arkansas, Misuri, Iowa, Oklahoma, Kansas, Nebraska, Minnesota al sur del río Misisipi, gran parte de Dakota del Norte, casi la totalidad de Dakota del Sur, el noreste de Nuevo México, el norte de Texas, una sección de Montana, Wyoming, Colorado al este de la divisoria continental, y Luisiana a ambos lados del río Misisipi, incluyendo la ciudad de Nueva Orleans. Además, la compra comprendía partes de las provincias actuales de Alberta y Saskatchewan, en el actual Canadá. Este territorio representa el 23% de la superficie actual de los Estados Unidos.


Thomas Jefferson (13 de abril de 1743-4 de julio de 1826)1 fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, ocupando el cargo entre 1801 y 1809. Se le considera uno de los Padres Fundadores de la Nación.
Su eminencia viene dada porque fue el principal autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776. Jefferson fue uno de los Padres Fundadores más influyentes, conocido por su promoción de los ideales del republicanismo en los Estados Unidos. Anticipó la visión de Estados Unidos de América como el respaldo de un gran «imperio de la libertad» que promoviera la democracia y la lucha contra el imperialismo británico.
La compra era importante para la presidencia de Thomas Jefferson, que se enfrentó a cierta resistencia interna a la compra. Aunque existían dudas acerca de la constitucionalidad de la adquisición del territorio, decidió comprar la Luisiana porque no le gustaba la idea de que Francia y España tuvieran el poder de bloquear el acceso de comerciantes estadounidenses al puerto de Nueva Orleans. Esta negociación abrió a Estados Unidos el acceso al océano Pacífico, e incrementó de forma espectacular su territorio, por lo que constituye uno de los acontecimientos históricos de mayores consecuencias en la Historia universal de los últimos dos siglos.

Representación artística de la compra de la Luisiana por los Estados Unidos en 1803.

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