Metropolitan Museum of Art o Met |
El Museo Metropolitano de Arte (en inglés: Metropolitan Museum of Art o simplemente Met) es uno de los más destacados museos de arte del mundo. Situado en el distrito de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, abrió sus puertas el 20 de febrero de 1872.
El Museo Metropolitano de Arte |
La colección del museo es de más de dos millones de obras de arte de todo el mundo. Las colecciones abarcan desde tesoros de la antigüedad clásica, representada en sus galerías de Grecia y Chipre, a pinturas y esculturas de casi todos los maestros de Europa y una gran colección de obras estadounidenses. Están expuestas obras maestras de Rafael, Tiziano, el Greco, Rembrandt, Velázquez, Picasso, Pollock, Braque y muchos más.
El museo posee un gran acervo de arte egipcio, africano, asiático, de Oceanía, Oriente Medio, bizantino e islámico.
Las galerías André Meyer encierran grandes obras de arte europeo del siglo XIX, con particular énfasis en los pintores impresionistas y post-impresionistas, así como una gran colección de esculturas de Rodin.
El museo se inauguró en el año 1872. Robert Lee Jenkins, un ejecutivo ferroviario cuya colección privada fue donada al museo, fue el primer presidente. El superintendente fundador fue el editor George Palmer Putnam.
Al contrario que en los museos europeos, el nombramiento de los altos cargos del Metropolitan no depende del gobierno ni de influencias políticas. Es una institución conocida por la trayectoria prolongada de sus directores. James J. Rorimer fue director desde 1955 hasta su muerte, el 11 de mayo de 1966. Lo sucedió Thomas Hoving, desde el 17 de marzo de 1967 hasta el 30 de junio de 1977, y Philippe de Montebello ostentó el cargo durante casi treinta años.
El Metropolitan Museum of Art: un museo creado gracias a las aportaciones de coleccionistas privados y mecenas
¿Cómo contribuye la donación de colecciones privadas a la difusión de la cultura? El Círculo Arte y Mecenazgo es el marco en que expertos internacionales reflexionan sobre las diversas y complejas claves del futuro del arte, centrándose en la actuación de mecenas y coleccionistas.
Philippe de Montebello, director emérito del Metropolitan Museum of Art en Nueva York, pronunció la conferencia “El nacimiento del Metropolitan: un caso de partenogénesis” que partía de la fundación del Metropolitan para revisar el papel fundamental del coleccionismo y el mecenazgo en la historia de la institución.
La señora Charpentier y sus hijos” de Renoir |
Nacido en París, licenciado magna cum laude en la Universidad de Harvard y Master of Arts en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York, Montebello ha desarrollado su vida profesional en el Metropolitan. Primero como Conservador Jefe y luego como director, cargo que ejerció durante 31 años. En este tiempo ha aumentado la colección en todos los ámbitos, alcanzando la cifra de más de 84.000 nuevos objetos de extraordinaria calidad y diversos orígenes. En su despedida los conservadores del museo expusieron 300 obras representativas de este período de adquisiciones y legados.
Philippe de Montebello y Leopoldo Rodés en el Círculo Arte y Mecenazgo |
En palabras de Montebello, el Metropolitan nace de una idea y de un ideal. Concluida la Guerra Civil en 1865, la nación americana experimenta un gran crecimiento económico que permite el desarrollo del país en todos los sectores, también en el arte. Sin el bagaje cultural de Europa, cuyos museos se nutren de herencias de reyes y donaciones nobiliarias, América lo tiene más complicado para crear un museo desde cero. Sin embargo, la iniciativa, las inquietudes y la fuerza de un grupo de hombres influyentes de Nueva York es lo que hace que en 1869 nazca el Metropolitan Museum of Art.
En sus inicios el Metropolitan exhibía principalmente obras de artistas autóctonos, pues eso era lo que más interesaba a los coleccionistas americanos. Sin embargo, gracias a la influencia de personalidades como la de William Blodgett, uno de los fundadores del museo, obras europeas empezaron a complementar la colección del Met. A medida que va aumentando la colección el museo debe abandonar su primera ubicación, en el centro de Manhattan, para instalarse en el Central Park, en el recinto de casi 200.000 m2 que se convierte en su icónica sede.
Pronto el Metropolitan se sitúa a la altura de los grandes museos europeos, como el Louvre, la Galería de los Uffizi o el Museo del Prado. Primer museo del mundo en exponer pintura impresionista gracias a la donación de dos cuadros de Manet, en la actualidad, con cuatrocientos cuadros impresionistas y post-impresionistas, el Metropolitan es el museo del mundo con una mayor muestra de ese periodo. Y el 90% de esta colección ha llegado al museo a través de donaciones.
La “Petite Danseuse de Quatorze Ans”, de Degas. |
Es por ello que durante los 140 años de historia del Metropolitan ha sido fundamental el trabajo de sus conservadores. Estos expertos, además de velar por la conservación y coherencia del fondo del museo, tienen la misión de conseguir el apoyo de los coleccionistas y negociar con ellos los términos más favorables para las donaciones de sus colecciones.
Autorretrato con sombrero de paja de Van Gogh, |
En su conferencia, Montebello repasa algunas de las condiciones impuestas por los coleccionistas a lo largo de los años: la donación más idónea, especifica, es aquella que llega libre de condiciones, como la que realizó Henry Marquand durante los primeros años. Hubo una sorprendente condición, aunque muy beneficiosa para el museo, que fue la establecida por Jacob Rogers, un desconocido que a su fallecimiento donó seis millones de dólares de la época —hoy, unos 100 millones— con la condición de que se invirtieran exclusivamente para la adquisición de obras de arte.
La cosecha de Pieter Brueghel el Viejo |
Aun así, algunas de las condiciones más habituales por parte de los coleccionistas son, por un lado, aceptar el conjunto íntegro de una colección —cosa que el museo no está siempre en disposición de aceptar— y, por otro, exigir la exposición de todas las obras juntas, es decir, en un mismo espacio. Muchas veces esto obliga a los museos a romper la coherencia de las colecciones y exponer dos piezas de una misma obra en espacios muy diferentes, en detrimento de la interpretación del arte. En opinión de Montebello, la misión de los museos es ser contenedores de obras de arte. Se pueden construir grandes edificios, desear que acuda la gente, pero si no se tiene una gran colección, nunca se podrá ser un gran museo.
La muerte de Sócrates de Jacques-Louis David |
Comenta también que para la historia del Metropolitan Museum of Art, y del mecenazgo en general, fue determinante un cambio en la legislación fiscal que aprobó el gobierno de Estados Unidos en 1917. A partir de ese momento las donaciones se podían desgravar de los impuestos, factor que propició las donaciones de coleccionistas privados de manera espectacular. Gracias al mecenazgo de aquellos que entendieron la necesidad del arte como bien social, la colección del Metropolitan creció en cantidad y calidad.
Mujer con aguamanil (La joven del aguamanil) en el MET
El Metropolitan ha demostrado una gran capacidad de atraer la generosidad de importantes coleccionistas. ¿Qué se obtiene a cambio de una donación? Además del reconocimiento en las cartelas, catálogos y otro material impreso, desde luego, satisfacción.
El Templo de Dendur |
El Templo de Dendur, erigido en Dendur, Nubia, cerca del Nilo, fue encargado por el emperador Augusto y construido en época de Gayo Petronio, prefecto de Egipto, alrededor del año 15 a. C.
Dibujo del templo, realizado en 1819 por Henry Salt. |
Henry Salt arribó a Egipto en 1816 como Cónsul General Británico, convertido en diplomático a los 36 años de edad. Al ser nombrado como Cónsul General en Egipto se le dio la misión de conseguir antigüedades para el Museo Británico.La guerra de los cónsules: Su homólogo y rival francés Bernardino Drovetti trataría en varias ocasiones de detener las excavaciones de los agentes del cónsul británico. Los cónsules hicieron un trato, todos los monumentos en el este de río Nilo serían de los franceses, mientras que los del oeste del río Nilo pertenecerían a los británicos.
Bernardino Drovetti (1776-1852), fue un diplomático italiano, abogado, militar, explorador de Egipto, anticuario, y coleccionista. |
Las DrovettianasLa primera colección reunida por Drovetti, considerada demasiado cara por Luis XVIII, fue adquirida por el rey Carlos Félix de Saboya en 1824, por la suma de 400.000 liras piamontesas, y constaba de más de mil piezas, entre ellas las grandes estatuas de Amenofis I, de Ramsés II sedente, de Tutmosis II y el Canon Real de Turín. Esta colección se envió en barco a Livorno (aquí, mientras era descargada de los barcos, Champollion pudo examinarla), y de allí hasta Génova desde donde se mandó a Turín superando grandes vicisitudes: para poder transportar las estatuas más grandes se construyó un carro especial montado sobre bases de cañón y arrastrado por caballos. Se exponen en el Museo Egipcio de Turín (Museo delle antichità egizie di Torino).
A causa de la insistencia de Champollion, Carlos X de Francia comprará la segunda drovettiana en 1827, que servirá más delante de base al futuro museo egipcio del Louvre. El último lote de antigüedades fue adquirido por el Rey Federico Guillermo IV de Prusia con la ayuda del egiptólogo Karl Richard Lepsius, y donada al museo de Berlín en 1836.
Drovetti tenía una ventaja muy importante sobre Salt, la de ser uno de los confidentes del pacha Mehemet Ali. Con el tiempo, Salt aprendería de los métodos de Drovetti y conseguiría un agente experto en Egipto, Giovanni Battista Belzoni.
Giovanni Battista Belzoni (1778-1823) fue un explorador y viajero italiano. Tuvo carácter aventurero siendo un ilustre y singular personaje de la incipiente egiptología del siglo XIX. |
Pintura europea
El Met posee una de las mejores colecciones del mundo de pintura europea. Aunque las piezas son sólo cerca de 2.200, posee muchas de las pinturas mundialmente más reconocidas.
Juan de Pareja, por Velázquez, en el Met |
El gran gasto de Met en compras de obra de arte proviene de este departamento, primeramente centrado en los maestros del siglo XVI al XIX, con énfasis en artistas franceses, italianos y holandeses. Muchos de los grandes artistas están presentes con gran cantidad de obras: el museo posee 37 pinturas de Monet, 21 óleos de Cézanne y 18 Rembrandts, incluyendo Aristóteles con un busto de Homero, pintura adquirida por un precio récord en 1961. Las cinco pinturas de Vermeer conforman su grupo de obras más grande existente en un solo museo; su producción total no llega a cuarenta. Otras obras destacadas son Autorretrato con sombrero de paja de Van Gogh, La cosecha de Pieter Brueghel el Viejo y La muerte de Sócrates de Jacques-Louis David.
En las últimas décadas el Met ha llevado a cabo la política de vender algunas de sus piezas menores para comprar piezas de talla mucho más importantes. Aunque este proceder es aún controvertido, ha ganado cierto número de obras de arte destacadas para la colección, como Retrato de Juan de Pareja de Diego Velázquez, comprado en 1971 por una cifra millonaria que superó el récord precedente de Rembrandt. La obra de Duccio Madonna y el Niño le costó al museo más de 45 millones de dólares, dos veces más que la suma pagada por cualquiera de las pinturas compradas con anterioridad. Esta obra es considerada, por su rareza y valor, «la Mona Lisa del Met».
Arte asiático
Este departamento posee una de las colecciones más completas de Occidente.
La colección se remonta casi a la fundación del museo: muchos de los filántropos que hicieron las primeras donaciones incluyeron obras de arte asiático. Hoy en día, el Met posee un ala completa dedicada a la colección asiática, que contiene más de 60.000 piezas y abarca 4.000 años. Cada civilización asiática está representada y las piezas exhibidas muestran cada tipo de arte decorativo, desde pintura a grabados, escultura y trabajos en metal. El departamento es reconocido por su completa colección de caligrafía y pintura china, así como también obras de Nepal y el Tíbet. La colección posee objetos rituales, pinturas y objetos funcionales.
Con obras maestras fechadas hasta el 312 antes de Cristo, la colección posee más de 50 mil piezas. Una de las más impresionantes es este sarcófago romano.
Asiatic garland sarcophagus, Mid-Imperial, Severan period, 200–225 A.D - Roman Marble Gift of Abdo Debbas, 1870 |
Podrás conocer una reconstrucción de una villa en Boscoreale que había quedado sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 a.C.
En 1895, Vincenzo de Prisco descubrió en su finca, próxima a Pompeya, los restos de una villa romana con una vajilla de plata de soberbia factura
A fines de junio de 1895, la prensa francesa dio a conocer la última adquisición del Museo del Louvre: un espectacular tesoro romano, compuesto por una vajilla de plata de 109 piezas (algunas magníficamente decoradas), diversas joyas de oro macizo y más de mil monedas de oro. El tesoro procedía del mercado de antigüedades, pero había sido localizado hacía pocos meses en Boscoreale, un municipio cercano a Nápoles. La forma en que este valioso conjunto de piezas había llegado clandestinamente a Francia causó en Italia un escándalo, que llegó al Parlamento y a los tribunales.
El tesoro de Boscoreale perteneció a un rico hacendado romano que poseía una villa agrícola a unos kilómetros de Pompeya; tal vez era un banquero pompeyano llamado Lucio Cecilio Jocundo. En el año 79 d.C., cuando se produjo la gran erupción del Vesubio que arrasó Pompeya y su entorno, alguien intentó ocultar los objetos junto a la prensa de uva de su finca, seguramente con la esperanza de recuperarlos después. Pero allí se quedaron, ocultos, durante dieciocho siglos, hasta que en 1894 Vincenzo de Prisco, propietario de la finca la Pisanella en Boscoreale, decidió seguir la pista de algunas estructuras romanas que habían aparecido unos años antes y emprendió una excavación con un permiso estatal. Durante nueve meses trabajó sin descanso, «con la máxima cautela y de forma ordenada, restaurando y reforzando las partes descubiertas», según reconoció Angelo Pasqui, inspector enviado por el servicio arqueológico de Pompeya para supervisar los trabajos.
Fue así como De Prisco sacó a la luz los restos de la lujosa villa rústica de Cecilio Jocundo, compuesta por un sector residencial, dotado de tres salas termales, y otros dos dedicados a la producción de vino y de aceite. Pero lo que causó sensación y ha hecho célebre Boscoreale fue el inesperado hallazgo del magnífico tesoro enterrado junto a la prensa.
Lauder, Leonard A.
De familia judía, Leonard, Lauder nació el 19 de marzo de 1933, es hijo de Joseph y Estée Lauder y tiene un hermano menor, Ronald Lauder. Cursó estudios en la Wharton School en la Universidad de Pennsylvania y posteriormente en la Columbia Business School.
- Coleccionista
- Mecenas
- Filántropo
Leonard Lauder |
Heredero de la empresa de cosméticos Estée Lauder, que fundaron sus padres en 1946, Leonard se integró en la compañía cuando tenía 25 años. Era el año 1958 y en ese entonces la empresa facturaba 800.000 dólares anuales. En los años que dirigió Estée Lauder Companies Inc. y fue su presidente hasta 1999, Leonard la convierte en un conglomerado de 32 marcas emblemáticas del sector de la belleza a nivel mundial como Estée Lauder, Clinique, Aveda, Bobbi Brown, Smashbox, La Mer, Tom Ford Beauty, Tommy Hilfiger y MAC, entre otras. Actualmente factura 11.000 millones de dólares y está presente en 150 países.
En 1959 contrae matrimonio con Evelyn Hausner con la que tuvo dos hijos, William y Gary. Hoy, William P. Lauder es el Executive Chairman de Estée Lauder Companies Inc.
Izquierda:Estée Lauder en los comienzos de la empresa. Derecha: Leonard Lauder con su madre Estée y su esposa Evelyn. |
Coleccionista precoz
De niño, a Leonard le fascinaban las imágenes de las postales, comenzó a coleccionarlas y siguió haciéndolo toda su vida. Recientemente, desde octubre de 2012 hasta abril de 2013, el Museum of Modern Art de Boston ha organizado una exposición con piezas de esta colección denominada “The Postcard Age”. Los comisarios la han calificado como la más exquisita y completa colección de postales que existe, ya que está formada por 100.000 ejemplares que cubren todos los temas que interesaban alrededor de 1900.
La colección cubre temas como deportes, moda, industria, historia, litografías, fotografías vintage, realizadas por artistas conocidos y no tan conocidos. Es una crónica completa de la industria de las postales. En opinión de Lauder ve las postales como “pequeñas obras maestras”
La colección cubre temas como deportes, moda, industria, historia, litografías, fotografías vintage, realizadas por artistas conocidos y no tan conocidos. Es una crónica completa de la industria de las postales. En opinión de Lauder ve las postales como “pequeñas obras maestras”
Su colección de pintura cubista
Lauder adquirió su primera obra cubista en 1956 en una de sus habituales visitas a Sotheby’s, y en 40 años reunió una de las más grandes colecciones del movimiento, 33 obras de Pablo Picasso, 17 de Georges Braque, 14 de Juan Gris y 14 de Fernand Leger.
En la década de 1990, Lauder decidió que su colección valorada en 1.000 millones de dólares, debería formar parte de un museo público y ser respaldada por investigaciones que mantuvieran viva la importancia de las obras y el movimiento.
Donación al Metropolitan Museum of Art de Nueva York (Met)
Después de entrevistarse con directores de diferentes museos, llegó a la conclusión de que el más apropiado para exponer y mantener su colección sería el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. En abril de 2013, en un gesto que conmociona al mundo del arte, comunica su decisión de donar 81 obras cubistas al museo y establecer en la propia institución un Centro de Investigación de Arte Moderno al que dotará con 22 millones de dólares para su desarrollo. El 24 de octubre de 2014 se inauguró en el “Met” la exposición CUBISMO. Colección de Leonard A. Lauder.
Leonard A. Lauder acompañado de Thomas P. Campbell, director del Met de Nueva York, rodeados de obras de la colección donada a la institución. |
En palabras del director Campbell, “De golpe, el Met se pone en cabeza del arte de los primeros años del siglo XX. Es una colección única, con la que cualquier responsable de un museo soñaría. Quiero agradecer a Leonard su visión, su espíritu y su compromiso por compartir esto con el público y permitirnos cubrir un enorme hueco”
Selección de obras cubistas donadas al museo
En la Colección Lauder hay dos cuadros fundacionales del movimiento, que formaron parte de la primera exposición con obras cubistas de Georges Braque, organizada en París en la galería del marchand Daniel-Henry Kahnweiler en primavera de 1907, son: “Terraza del Hotel Mistral” y “Árboles de L’Estaque”
Emily Braun, historiadora de arte, conservadora de la Colección Lauder durante 27 años y organizadora de la exposición en el Met, dijo del cuadro “Estudiante con Periódico; “Incorpora todo lo que quieres de una pintura cubista”, “Es el ejemplo más importante de este nuevo Cubismo Sintético”
Considerada la obra cumbre de Juan Gris, el cuadro “Bodegón con mantel cuadriculado” también forma parte de la Colección Lauder. En febrero de 2014, cuando el cuadro fue vendido en Christie’s de Londres por 56,7 millones de dólares, el comprador que pujó por teléfono, no se supo quien era hasta ahora.
Lauder, preocupado por el tamaño del cuadro “El Tipógrafo”, antes de pujar por él, hizo que la casa Chritie’s realizara una ampliación fotográfica a tamaño real que instaló en en el sitio que le había destinado en su casa. Lauder recuerda ¡quedaba magnífico!
Por primera vez se integra en un museo enciclopédico como el “Met”, un instituto de estudios de esta naturaleza, dedicado exclusivamente al arte moderno. Se crea con el objetivo de ser uno de los principales centros de estudios del cubismo y el arte moderno, donde participarán destacados académicos, investigadores y conservadores. La generosa donación económica de Lauder permitirá dotarlo de los más avanzados recursos para la investigación.
Activista del mecenazgo
Lauder, desarrolló durante toda su vida una intensa actividad como mecenas en arte, especialmente en el Museo Whitney de Nueva York. Ahora, intensifica su actividad de estímulo a los grandes coleccionistas a los que invita a donar su colección a entidades públicas. Así lo expresó claramente en una conferencia que ofreció en Madrid invitado por la Fundación Arte y Mecenazgo.
“Todo lo que he hecho —primero para el Whitney, luego para el Met— no ha sido por gloria personal, sino como muestra de lo que considero que debe ser el papel de los coleccionistas privados importantes en la actualidad: conservar, no poseer. (…) Si hoy los museos buscan nuevas fórmulas para animar a hacer pequeñas donaciones, el día de mañana serán mucho mayores.”
Ver completa la Colección Leonard A. Lauder en el Metropolitan Museum of Art (81 obras), pincha aqui
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