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Esta imagen muestra el característico pavimento de grandes losas de basalto, flanqueado por cipreses y restos arqueológicos, que aún se conserva en varios tramos cerca de Roma.
El enlosado es moderno, muy reconstruido
Antonio Canova, reconocido escultor neoclásico italiano, desempeñó un papel destacado en la restauración de monumentos a lo largo de la Vía Apia Antica en Roma durante el siglo XIX. Su intervención se centró especialmente en la cuarta milla de esta histórica calzada romana.
Restauraciones de Canova en la Vía Apia
Tumba del liberto Marco Servilio Quarto: En 1808, Canova reconstruyó este mausoleo, erigiendo una pilastra de ladrillo a la que añadió una inscripción con el nombre del difunto y fragmentos arquitectónicos recuperados en las cercanías.
Tumba de Séneca: También en la cuarta milla, Canova restauró esta tumba, añadiendo elementos decorativos en mármol. Aunque algunos de estos elementos han desaparecido con el tiempo, aún se conserva un fragmento de una cabeza de león.
La Vía Apia fue una de las calzadas romanas más importantes y antiguas del Imperio Romano. Era tan destacada que los romanos la llamaban la "Regina Viarum" (la Reina de los Caminos).
- Construida en el año 312 a.C. por el censor romano Appio Claudio Ceco (Appius Claudius Caecus).
- Su objetivo original era conectar Roma con Capua, en el sur de Italia.
- Más adelante, se extendió hasta Brundisium (actual Brindisi), en la costa adriática.
- Llegó a tener una longitud de más de 500 km.
- Iba desde Roma → Capua → Benevento → Tarento → Brindisi.
- En Brindisi conectaba con rutas marítimas hacia Grecia y el Oriente.
CONSTRUCCIÓN
- Tenía una estructura en capas: grava y arena en la base, piedras grandes de basalto encima.
- Estaba diseñada para ser recta y bien drenada, lo que permitía viajar incluso con lluvia.
- A los lados, fuera de Roma, se alineaban tumbas, mausoleos y monumentos de familias nobles (como la Tumba de Cecilia Metella).
- Facilitó el transporte de tropas, mercancías y mensajes.
- Fue clave para la expansión militar y comercial de Roma.
- Representa la ingeniería avanzada de los romanos.
- Muchos tramos aún se conservan, especialmente cerca de Roma.
- Es un sitio arqueológico y un paseo turístico muy popular.
- Puedes caminar o ir en bicicleta
Los miliarios eran columnas de piedra colocadas a lo largo de las calzadas romanas para señalar las distancias. Son el equivalente antiguo a nuestras señales de kilómetro. Su nombre proviene de mille passus, que en latín significa "mil pasos", es decir, una milla romana (aproximadamente 1.48 km).
Características de los miliarios:
- Forma: Generalmente cilíndrica y de piedra.
- Altura: Entre 2 y 4 metros.
- Inscripciones: Llevaban inscripciones con información como:
- Nombre del emperador o autoridad que mandó construir o reparar la vía.
- Distancia hasta la ciudad más importante cercana, como Roma.
- A veces, el nombre de la calzada.
- Ubicación: Se colocaban cada milla romana a lo largo de las vías romanas, como la Vía Apia o la Vía Augusta.
Ejemplo de inscripción:
IMP CAESAR DIVI F AUGUSTUS
PONTIFEX MAXIMUS COS XIII
TRIBUNICIA POTESTATE XX
A ROMA MILIA PASSUUM C
Traducción aproximada:
“El emperador César Augusto, hijo del divino (Julio César), Pontífice Máximo, Cónsul por 13ª vez, con poder tribunicio por 20ª vez, [está] a 100 millas de Roma.”
Grabado de una vista estilizada de la Vía Apia en Roma, Italia.
Mapa del recorrido de la Vía Apia desde Roma hasta Brindisi, la antigua calzada romana conocida como la Regina Viarum (Reina de las Carreteras)
Entre Capua y Roma estaban situados los pantanos Pontinos (Pomptinae paludes), un pantano palúdico.
Recorrido de la Vía Apia: en verde la Appia Antica; en rojo, la Appia Traiana.
Consiguieron conquistar a los etruscos y samnitas gracias a la Via Appia
se convirtieron en vasallos de los romanos.
¿Qué son los vasos Apolinares?
Son cuatro vasos de plata que fueron hallados en el siglo XIX en las termas del santuario de Apolo en Vicarello, cerca del lago de Bracciano, al norte de Roma. Datados en el siglo I d.C., probablemente formaban parte de una ofrenda votiva realizada por un viajero que había recorrido una larga distancia, desde Gades (la actual Cádiz, en Hispania) hasta Roma.
Cada vaso está grabado con una lista de etapas (mansiones) que marcaban el recorrido desde Gades hasta Roma siguiendo la Vía Augusta y otras calzadas del sistema viario romano.
- Se mencionan unas 104 etapas (paradas o estaciones).
- La distancia total indicada es de 1.840 millas romanas (unos 2.700 km).
- Las inscripciones son un itinerario completo, como una guía de viaje de la época.
Ejemplo de algunas etapas grabadas (abreviadas):
- GADES
- HASTA
- CORDVBA
- TOLETUM
- SEGOVIA
- CAESARAVGVSTA
- POMPALONA
- BURDIGALA
- MASSILIA
- GENVA
- PISAE
- ROMA
Desarrollo de los datos incluidos en el Vaso de Vicarello. En gris el tránsito por la península; en verde las poblaciones andaluzas.
La idea se le debió ocurrir a algún emprendedor gaditano (lo del emprendimiento no es nuevo) que tuvo la ocurrencia de grabar en un vaso toda la ruta por etapas para llegar a Roma, diseñando así el primer plano de carreteras de la Historia. Otra genialidad consistió en hacerlo sobre el vaso, pues en el ajuar del viajero de entonces, este era esencial para ir bebiendo agua de las fuentes y caudales que suministraban agua dulce durante todo el camino.
Los vasos se conservan en el Museo Nazionale Romano (Palazzo Massimo alle Terme), en Roma.
CASI AL MISMO TIEMPO, ROMA CERTIFICABA EL SOMETIMIENTO DE LOS ETRUSCOS, YA A COMIENZOS DEL SIGLO III a. C., SUS DOMINIOS SE EXTENDÍAN DESDE EL VALLE DEL PO, DONDE SE ENCONTRABAN LOS GALOS, HASTA EL SUR DE LA PENÍNSULA ITÁLICA, DONDE TODAVÍA QUEDABAN ALGUNAS COLONIAS GRIEGAS, ENCABEZADAS POR LA PODEROSA TARENTO. LA ANEXIÓN DE LAS TIERRAS MÁS RICAS DE LA PENÍNSULA ITÁLICA, EL CONTROL DE LAS CIUDADES MÁS PODEROSAS Y LA APERTURA DEFINITIVA A LOS PUERTOS DEL MEDITERRÁNEO PASABA POR LA CONQUISTA DE LA ORGULLOSA COLONIA GRIEGA. PARA DEFENDERSE, LOS TARENTINOS RECURRIERON A UN REY EXTRANJERO, EL CÉLEBRE PIRRO, REY DEL EPIRO. PIRRO ERA EL SOBERANO DE UNO DE LOS REINOS HELENÍSTICOS HEREDADOS DE ALEJANDRO MAGNO, Y SE DISTINGUÍA TANTO POR SUS CUALIDADES MILITARES COMO POR SUS DELIRIOS DE GRANDEZA. EN CUALQUIER CASO, SU INTERVENCIÓN EN LA PENÍNSULA ITÁLICA LLEGÓ A PONER A ROMA CONTRA LAS CUERDAS. PIRRO DESEMBARCÓ EN TARENTO EL AÑO 280 a.C., CON UN ESPECTACULAR EJÉRCITO, PROVISTO DE TODOS LOS INGENIOS MILITARES CREADOS POR LA CIENCIA HELENÍSTICA Y 20 ELEFANTES, UN ANIMAL QUE LOS ITÁLICOS VEÍAN POR PRIMERA VEZ EN LA PENÍNSULA.
LA AUDACIA DE PIRRO, JUNTO A LA SUPERIORIDAD DE SU FALANGE GRIEGA Y DE SUS ADELANTOS TÉCNICOS, PERMITIERON AL REY INICIAL LA GUERRA DE FORMA FAVORABLE A LAS ARMAS GRIEGAS. SIN EMBARGO, PIRRO APROVEHCÓ ESTA VICTORIA PARA INTERESARSE POR LA SITUACIÓN EN SICILIA, DONDE LOS GRIEGOS LE PEDÍAN AYUDA PARA LUCHAR CONTRA LOS CARTAGINESES, Y EN LA PROPIA GRECIA, DONDE LOS GALOS PRESIONABAN EN EL NORTE, Y SU ABANDONO DEL ESCENARIO ITÁLICO RESULTÓ FATAL PARA SUS INTERESES. LOS ROMANOS SE REHICIERON Y CONSIGUIERON UNA VICTORIA PARCIAL EN EL CORAZÓN DEL SAMNIO. POCO DESPUÉS, EL REY DEL EPIRO REGRESABA A GRECIA, DONDE MURIÓ DE UNA FORMA ACCIDENTADA, Y EL 272 a. C. LA PROPIA CIUDAD DE TARENTO SE ENTREGÓ A LOS ROMANOS.Seguramente haya empleado en multitud de ocasiones la expresión 'victoria pírrica', haciendo mención a un triunfo demasiado justo, con pocas alegrías y conseguido por los pelos, aunque también puede ser que desconozca su origen. Pues realmente es un homenaje a un personaje histórico, el rey Pirro de Epiro, un líder griego del siglo IV antes de Cristo que dio pie a la creación de esa expresión que ha quedado muy asentada en la cultura occidental.

Ruta de Pirro de Epiro durante su campaña en el sur de Italia y Sicilia
El contexto de las guerras pírricas
A finales del siglo IV a.C., Roma ya había expandido considerablemente su territorio en la península itálica. Sin embargo, su presencia en el sur era aún limitada, y las ciudades de la Magna Grecia, que tenían una fuerte influencia griega, no veían con buenos ojos su avance. La ciudad de Tarento, una de las más importantes de la región, era especialmente celosa de su independencia y temía que la expansión romana pusiera en peligro su cultura y su autonomía.
Pueblos en la península itálica durante el siglo IV a. C.
La situación estalló cuando Tarento atacó una flota romana que había entrado en su puerto, lo que fue percibido como una violación de sus aguas territoriales. En respuesta, Roma envió diplomáticos para negociar, pero los ciudadanos de Tarento los insultaron y se negaron a dialogar. Ante esta provocación, Roma se preparó para una guerra, pero los tarentinos, conscientes de la fortaleza romana, decidieron buscar la ayuda de Pirro de Epiro, conocido por su habilidad militar y su ambición.
Pirro y su llegada a Italia
Pirro de Epiro era un monarca conocido en el mundo helenístico como un estratega formidable y un líder ambicioso. Inspirado por las conquistas de Alejandro Magno, Pirro aspiraba a crear un imperio en el oeste que incluyera a las ciudades griegas de la Magna Grecia y posiblemente a Sicilia. Cuando Tarento solicitó su ayuda, Pirro vio una oportunidad única para expandir su influencia y su reino en Occidente. Aceptó la invitación y, en el año 280 a.C., desembarcó en Italia con un ejército de aproximadamente 25,000 soldados, incluyendo 20 elefantes de guerra, una táctica poco común en Europa y que causó gran impresión en los romanos.
Ciudades y batallas más importantes durante las Guerras Pírricas.
Sybaris (Al norte de Crotone) fue una antigua ciudad griega ubicada en el sur de Italia (Magna Grecia), famosa por su enorme riqueza y estilo de vida lujoso y hedonista.
De hecho, de ahí viene la palabra “sibarita”, que describe a una persona amante de los placeres refinados.
La primera gran batalla entre las fuerzas de Pirro y Roma tuvo lugar en el año 280 a.C., cerca de la ciudad de Heraclea. Los romanos, bajo el mando del cónsul Publio Valerio Levino, enfrentaron al ejército de Epiro en un terreno abierto. La lucha fue intensa, pero la superioridad de la caballería griega y, especialmente, de los elefantes de guerra de Pirro, resultó decisiva. Los elefantes, desconocidos para los soldados romanos, causaron pánico y desconcierto en las filas romanas, lo que permitió a Pirro asegurar la victoria.
Por Maximix - http://it.wikipedia.org/wiki/Immagine:Battaglia_Heraclea.jpg, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4866054
Segunda fase de la batalla
Sin embargo, esta victoria tuvo un costo significativo en términos de bajas, lo que llevó a Pirro a expresar su famosa frase: «Otra victoria como esta y estaré perdido».
La batalla de Ásculo y las dificultades de Pirro
El siguiente gran enfrentamiento se produjo en el 279 a.C. en la ciudad de Ásculo. Nuevamente, Pirro logró vencer a los romanos gracias a la táctica y al uso de sus elefantes, aunque a un costo devastador. Ambos bandos sufrieron grandes pérdidas, y aunque Pirro salió victorioso, su ejército estaba cada vez más debilitado. Los romanos, por otro lado, parecían tener una fuente inagotable de soldados y podían reemplazar sus bajas más fácilmente.
La campaña en Sicilia y el regreso a Italia
Después de las costosas victorias en Italia, Pirro fue invitado por las ciudades griegas de Sicilia a ayudarlas contra los cartagineses. En el año 278 a.C., dejó Italia y se dirigió a Sicilia, donde fue recibido como un liberador. Durante los siguientes años, Pirro luchó exitosamente contra Cartago y logró controlar gran parte de la isla. Sin embargo, su estilo de gobierno autoritario y su intento de imponer reformas alienaron a los sicilianos, quienes comenzaron a resentir su presencia.
Para el año 276 a.C., Pirro decidió regresar a Italia, ya que la situación en Sicilia se volvía insostenible. A su regreso, encontró que Roma había aprovechado su ausencia para fortalecer su posición en el sur de Italia. Aunque intentó retomar la ofensiva, su ejército estaba agotado y sus recursos disminuidos.
La batalla de Benevento y la retirada de Pirro
La última gran batalla de Pirro en Italia tuvo lugar en Benevento en el 275 a.C. En esta ocasión, los romanos, liderados por el cónsul Marco Curio Dentato, lograron derrotar a las tropas de Epiro en una batalla decisiva. Pirro, viendo que ya no tenía posibilidades de éxito, decidió retirarse a Epiro. Su campaña en Italia y Sicilia había fracasado, y su ejército estaba reducido y agotado.
La República se consolidó como potencia con la conquista de Italia. A partir de este momento se inició la disputa por la hegemonía mediterránea contra su gran enemigo, Cartago.
El imperio de Alejandro tras su muerte en el 323 a. C.
Alejandro no tenía ningún heredero legítimo. Su medio hermano Filipo Arrideo era deficiente, su hijo Alejandro nacería tras su muerte, y su otro hijo Heracles, cuya paternidad está cuestionada, era de una concubina. Debido a ello la cuestión sucesoria era de vital importancia.
Cuando se le preguntó quién debería sucederle, Alejandro respondió, "al más fuerte", respuesta que llevó a su imperio ser dividido entre cuatro de sus generales: Casandro, Ptolomeo, Antígono y Seleuco (conocidos como los diádocos o "sucesores").
VI - LA RUTA DE LA SEDA - Mesopotamia - Shatt al-Arab - Tigris y Éufrates - Babilonia - Ciro II el Grande - Alejandro III de Macedonia, pincha aqui
Busto de Pirro rey de Épiro encontrado en la villa de Papyri en Herculano (Museo Arqueológico Nacional). Posiblemente poco antes de su muerte
Pirro de Epiro
- 318 a.C. – 272 a.C.
- Rey de Epiro (una región del noroeste de Grecia)
- Pirro es más famoso por su campaña en Italia (280-275 a.C.) contra la joven República romana, apoyando a las ciudades griegas del sur de Italia, como Tarento.
- En la Batalla de Heraclea (280 a.C.) y la Batalla de Ásculo (279 a.C.), Pirro obtuvo victorias... pero a un alto costo.
- De ahí proviene la expresión "victoria pírrica", que se refiere a una victoria tan costosa que equivale a una derrota.
- “Otra victoria como esta y estoy perdido”, habría dicho tras Ásculo.
- Fue uno de los primeros generales en usar elefantes de guerra en Europa, lo que impresionó mucho a los romanos, aunque no fue decisivo a largo plazo.
Murió en el 272 a.C., en la ciudad de Argos, durante una batalla urbana. Según la tradición, una anciana le arrojó una teja desde un tejado, dejándolo aturdido, y un soldado enemigo lo remató.
¿Qué relación había entre Pirro y Alejandro Magno?
Pirro era un pariente lejano de Alejandro, probablemente primo segundo o tercero, según la línea dinástica.
Mientras meditaba su situación, sin saber qué hacer a continuación, recibió la invitación de Aristeas, uno de los notables de la ciudad de Argos, una ciudad en la parte norte del Peloponeso, para que le ayudase contra su rival Arístipo, cuya causa era favorecida por Antígono.
A finales del 272 AC, llegó ante Argos, encontró que había allí un ejército opuesto a él, bajo el mando de un general llamado Antígono. Su ejército estaba acampado en una colina cerca de la ciudad, esperando su llegada.
Finalmente, se llegó a algún tipo de acuerdo y ambos ejércitos acordaron retirarse. Antígonos envió a su hijo Alcineo como rehén a la ciudad, para demostrar que estaba dispuesto a un acuerdo pacífico. Pirro afirmó que también estaba dispuesto a retirar su ejército, pero no envió ningún rehén como muestra de buena voluntad.
Ataque a Argos
A finales del otoño de 272 AC, inició su marcha hacia el norte.
Batalla de Argos
Pirro, sin embargo, no tenía intención de mantener su acuerdo. Habiendo tomado por sorpresa a la gente de la ciudad con su promesa, aprovechó la ocasión para avanzar sigilosamente hacia una de las puertas en la oscuridad de la noche, y allí, cuando un cómplice de la ciudad le abrió la puerta, comenzó a hacer marchar a sus soldados. Se ordenó a las tropas que guardaran silencio y caminaran sigilosamente, y así un gran número de gálatas ganó la entrada y se apostaron en la plaza del mercado sin alarmar ni despertar a los habitantes. Es posible que los centinelas y guardias habían sido comprados previamente por Pirro.
Batalla de Argos 272 AC. Los soldados epirotas desmontando y volviendo a montar las torres de los elefantes para que pudieran entrar por la puerta de la ciudad, dos soldados gálatas con antorchas iluminan la operación. Autor Peter Dennis
Pirro se apresuró a entrar en la plaza del mercado y se apostó allí, disponiendo sus elefantes, su caballería y su infantería de la manera más adecuada para protegerlos de cualquier ataque. La gente de Argos se dirigió a la ciudadela y envió inmediatamente un mensaje a Antígono para que acudiera en su ayuda.
Pirro mientras combatía, fue ligeramente herido en el pecho por una jabalina y, al girar para vengarse del argivo que le había atacado; la madre del soldado, viendo a su hijo en peligro, arrojó desde el tejado de la casa en que se hallaba una pesada teja, que golpeó a Pirro en la nuca. Cayó de su caballo aturdido y fue reconocido por uno de los soldados de Antígono llamado Zópiro, que sacó la espada y le cortó la cabeza, que fue enviada a Alciones, que llevó exultante el sangriento trofeo a su padre Antígono. Pero este apartó la mirada e hizo enterrar su cuerpo con todos los honores. Sus restos fueron depositados en el templo de Démeter en Argos.
La victoria sobre el ejército de Pirro, el mayor y más capaz ejército griego de la época, comparable al de Alejandro Magno, supuso para Roma la eliminación de su principal amenaza; a partir de este momento Roma sería reconocida como una de las principales potencias en el Mediterráneo. Muestra de ello fue la apertura de una embajada permanente en Roma por parte del faraón ptolemaico de Egipto en 273 a. C.
Pirro que fue un hombre de gran poder natural de la mente y de la extraordinaria capacidad como líder militar, nadie puede negarlo. Su capacidad y genio militares eran de hecho grandes, pero no logró nada. No tenía ningún plan, ninguna meta, ningún objeto, pero obedeció cada impulso momentáneo, y entró, sin pensamiento y sin cálculo, en cualquier esquema que el azar, o los diseños ambiciosos de los demás, podrían ponerle delante de él.
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