sábado, 18 de junio de 2016

Miguel Ángel Buonarroti - Lorenzo de Médici - El David - El Moisés - Esclavo moribundo - Savonarola - Baco - La cúpula de san Pedro - Las tumbas de los Médici - la Capilla Sixtina - Sepulcro de Miguel Ángel - El Moisés

Florencia, 1488. Michelangelo tiene trece años cuando ingresa en el taller del maestro Ghirlandaio. A su padre siempre le había disgustado esa pasión por la pintura ya que deseaba para su hijo una carrera más lucrativa. Pero su maestro, en lugar de cobrarle, pagará al padre para que le deje enseñar al genial muchacho y vencerá la inicial reticencia del hombre. Así empieza la trayectoria de uno de los más grandes artistas de todos los tiempos.Gracias a una minuciosa recreación histórica, la narración nos conduce hasta la Italia del Renacimiento. Todo el esplendor y el dramatismo de una época clave para la cultura humana enmarcan este fascinante retrato de uno de los artistas más geniales de todos los tiempos
(Miguel Ángel Buonarroti, en italiano Michelangelo; Caprese, actual Italia, 1475 - Roma, 1564) Escultor, pintor y arquitecto italiano. Habitualmente se reconoce a Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI y cuya figura está en la base de la concepción del artista como un ser excepcional, que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.

Retrato de Miguel Ángel, por Daniele da Volterra, donde se aprecia su nariz chata
Durante los cerca de setenta años que duró su carrera, Miguel Ángel cultivó por igual la pintura, la escultura y la arquitectura, con resultados extraordinarios en cada una de estas facetas artísticas. Sus coetáneos veían en las realizaciones de Miguel Ángel una cualidad, denominada terribilità, a la que puede atribuirse la grandeza de su genio; dicho término se refiere a aspectos como el vigor físico, la intensidad emocional y el entusiasmo creativo, verdaderas constantes en las obras de este creador que les confieren su grandeza y su personalidad inimitables.

Vista de Florencia, según un grabado del Liber chronicarum (1493), en los primeros años de Miguel Ángel
La vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que dejó sus obras maestras. Aprendió pintura en el taller de Ghirlandaio y escultura en el jardín de los Médicis, que habían reunido una excepcional colección de estatuas antiguas. Dio sus primeros pasos haciendo copias de frescos de Giotto o de Masaccio que le sirvieron para definir su estilo.

Retrato de Lorenzo el Magnífico, primer mecenas de Miguel Ángel, por Giorgio Vasari.
Lorenzo de Médici (en italiano: Lorenzo di Piero de' Medici; Florencia, 1 de enero de 1449 - Careggi, 9 de abril de 1492), también conocido como Lorenzo el Magnífico por sus contemporáneos, fue un estadista italiano y gobernante de facto1 de la República de Florencia durante el Renacimiento italiano. Príncipe de Florencia, mecenas de las artes, diplomático, banquero, poeta y filósofo renacentista, perteneciente a la familia Médici, y también bisabuelo de la reina Catalina de Médici.
Su vida coincidió con la cúspide del Renacimiento italiano temprano; su muerte marca el final de la Edad de Oro de la ciudad de Florencia. La frágil paz que ayudó a mantener entre los distintos estados italianos terminó con su muerte. Los restos de Lorenzo de Medici reposan en la Capilla de los Médici en la Basílica de San Lorenzo (Florencia).
En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos esculturas que lo proyectaron a la fama: el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta última, su obra maestra de los años de juventud, es una escultura de gran belleza y de un acabado impecable que refleja su maestría técnica. Al cabo de cinco años regresó a Florencia, donde recibió diversos encargos, entre ellos el David, el joven desnudo de cuatro metros de altura que representa la belleza perfecta y sintetiza los valores del humanismo renacentista.

El papa Julio II, el otro gran mecenas de Miguel Ángel, por Rafael
En 1505, cuando trabajaba en el cartón preparatorio de la Batalla de Cascina (inconclusa) para el Palazzo Vecchio, el papa Julio II lo llamó a Roma para que esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra hasta 1545 y sólo terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos; dejó a medias varias estatuas de esclavos que se cuentan en la actualidad entre sus realizaciones más admiradas, ya que permiten apreciar cómo extraía literalmente de los bloques de mármol unas figuras que parecían estar ya contenidas en ellos.


Las tres estatuas alegóricas que se sitúan bajo el busto de Miguel Ángel representan por tanto a las tres Bellas Artes por excelencia, como son la Pintura, la Escultura y la Arquitectura.
Sepulcro de Miguel Ángel diseñado por Vasari en la basílica de la Santa Croce de Florencia.
Giorgio Vasari (Arezzo, 30 de julio de 1511 – Florencia, 27 de junio de 1574) fue un arquitecto, pintor y escritor italiano.
Considerado uno de los primeros historiadores del arte, es célebre por sus biografías de artistas italianos, colección de datos, anécdotas, leyendas y curiosidades recogidas en su libro Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos (Vite de' più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a' tempi nostri 1550; segunda edición ampliada en 1568). Se le atribuye el haber acuñado el término Renacimiento.
La basílica de la Santa Cruz (en italiano, Basilica di Santa Croce) es una destacada iglesia medieval católica italiana levantada en la ciudad de Florencia. Se empezó a construir el 3 de mayo de 1294 sobre las ruinas de una pequeña iglesia erigida hacia 1222 por los franciscanos, en vida de San Francisco de Asís. El maestro de obras (hoy diríamos arquitecto) fue Arnolfo di Cambio, quien recibido el encargo de reemplazar la pequeña iglesia anterior por una más grande, que superara a Santa María Novella, iniciada 50 años antes por los dominicos.
Crucifijo, Museo de Santa Croce, Florencia, 390x433 cm (antes de los daños por el aluvión de 1966)
Este Crucifijo fue pintado hacia 1275-1285 para la iglesia de Santa Croce de Florencia. Resultó muy dañado por las inundaciones de la ciudad en 1966, y ha sido sólo parcialmente restaurado.
Es un crucifijo grandioso, de 3,90 metros con la postura de Cristo aún más sinuosa, pero es sobre todo la representación pictórica delicadamente difuminada lo que representa una revolución, con un naturalismo conmovedor (quizá inspirado también por las obras de Nicola Pisano) y privado de aquellos duros golpes gráficos que se encuentran en el crucifijo aretino.
Cenni di Pepo Cimabue (Florencia; 1240 - Pisa; 1302) también conocido como Bencivieni di Pepo o en italiano moderno, Benvenuto di Giuseppe fue un pintor y creador de mosaicos florentino. Se lo considera iniciador de la escuela florentina del Trecento
Julio II le pidió también que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se consideraba ante todo un escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más sublime. Alrededor de las escenas centrales, que representan episodios del Génesis, se despliega un conjunto de profetas, sibilas y jóvenes desnudos, en un todo unitario dominado por dos cualidades esenciales: belleza física y energía dinámica.


La Capilla Sixtina, vista parcial (1512)


Bóveda de la Capilla Sixtina, vista parcial (1512). Para Goethe, al contemplarla se comprende de lo que es capaz el hombre.
Detalle del Juicio Final, con Jesucristo y su madre, María.
Entre marzo y abril de 1508, el artista recibió de Julio II el encargo de decorar la bóveda de la Capilla Sixtina; en mayo aceptó y concluyó los frescos cuatro años más tarde, tras un solitario y tenaz trabajo. El proyecto del papa era la representación de los doce apóstoles, que Miguel Ángel cambió por uno mucho más amplio y complejo. Ideó una grandiosa estructura arquitectónica pintada, inspirada en la forma real de la bóveda. Al tema bíblico general de la bóveda, Miguel Ángel interpuso una interpretación neoplatónica con la representación de nueve escenas del Génesis, cada una rodeada por cuatro jóvenes desnudos (ignudi), junto con doce profetas y las sibilas. Un poco más abajo se encuentran los antepasados de Cristo. Todas estas escenas están diferenciadas magistralmente por medio de la imitación de arquitecturas. Estas imágenes se convirtieron en el símbolo mismo del arte del Renacimiento.
Detalle del Juicio Final, con san Bartolomé aguantando la piel con el autorretrato de Miguel Ángel
El artista también estuvo bajo la tensión de las continuas discusiones con el papa, las prisas por acabar la pintura y los pagos que no recibía. Finalmente, la gran obra de la pintura de la bóveda se presentó públicamente el 31 de octubre de 1512.
Empezó el trabajo el día 10 de mayo de 1508, rechazando la colaboración de pintores expertos en frescos; también hizo quitar los andamios que había colocado Bramante y puso unos nuevos diseñados por él. Mientras trabajaba en su primer fresco (El Diluvio), tuvo problemas con la pintura, la humedad alteró los colores y el dibujo, tuvo que recurrir a Giuliano da Sangallo para su solución y volver a empezar; Miguel Ángel aprendió a fuerza de sufrimiento la técnica del fresco, ya que según Vasari, hacía falta:
...realizar en una única jornada toda la escena... La obra se ejecuta sobre la cal aún fresca, hasta concluir la parte prevista... Los colores aplicados sobre el muro húmedo producen un efecto que se modifica cuando se seca... Lo que se ha trabajado al fresco queda para siempre, pero lo que ha estado retocado en seco se puede quitar con una esponja húmeda...
La superficie pintada en un día se llama «jornada»; la escena de La Creación de Adán, una de las más espectaculares de la bóveda, se realizó en dieciséis jornadas.
La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Génesis en el cual Dios le da vida a Adán, el primer hombre (según la tradición bíblica). Cronológicamente es el cuarto de los paneles que representan episodios del Génesis en el techo de la capilla, fue de los últimos en ser completados y es una de las obras de arte más apreciadas y reconocidas en el mundo.
En 1516 regresó a Florencia para ocuparse de la fachada de San Lorenzo, obra que le dio muchos quebraderos de cabeza y que por último no se realizó; pero el artista proyectó para San Lorenzo dos obras magistrales: la Biblioteca Laurenciana y la capilla Medicea o Sacristía Nueva. Ambas realizaciones son en el aspecto arquitectónico herederas de la obra de Brunelleschi, aunque la singular escalera de acceso a la biblioteca, capaz de crear un particular efecto de monumentalidad en el escaso espacio existente, sólo puede ser obra del genio de Miguel Ángel. La capilla Medicea alberga dos sepulturas que incluyen la estatua del difunto y las figuras magistrales del Día, la Noche, la Aurora y el Crepúsculo.

Las tumbas de los Médici
El papa Clemente VII, hacia el año 1520, le encargó el proyecto para las tumbas de sus familiares Lorenzo el Magnífico, padre de León X, y su hermano Juliano, (padre de Clemente VII), y dos tumbas más para otros miembros de la familia: Juliano II y Lorenzo II, en la sacristía de la basílica de San Lorenzo de Florencia. El papa le propuso cuatro sepulcros, uno en cada pared de la planta cuadrada de la sacristía, una Virgen con Niño y las imágenes de los santos Cosme y Damián, que tenían que estar colocados en el centro de la estancia sobre un altar.


Panorámica de la cúpula de la Capella dei Principi domina el complejo arquitectónico de San Lorenzo.
La Capilla de los Médici (Cappelle medicee en italiano) en la Basílica de San Lorenzo de Florencia comprende dos estructuras añadidas al diseño original de Brunelleschi, actualmente es un museo estatal de Florencia y lugar de sepultura de la familia Medici, celebrando además el poder de los Médici como Grandes Duques de Toscana. La Sagrestia Nuova (Sacristía Nueva) fue diseñada por Miguel Ángel. La Capella dei Principi (Capilla de los Príncipes) de los siglos XVI y XVII, está totalmente cubierta con un revestimiento de mármol coloreado incrustado con pietra dura.
Juliano, duque de Nemours - Las alegorías de la noche y el día
Juliano de Médicis, en italiano, Giuliano de' Medici (Florencia, 12 de marzo de 1479–17 de marzo de 1516) fue uno de los tres hijos de Lorenzo el Magnífico y su esposa Clarisa Orsini. Para diferenciarlo de su tío Juliano de Médici, asesinado en la conjura de los Pazzi, se le llama Juliano II de Médicis o Juliano de Lorenzo de Médicis.
El modo cómo molduró Miguel Angel las paredes de la Sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia para albergar en los costados dos sepulcros-retablo crea un ambiente enrarecido y fúnebre gracias a la dicromía de los mármoles y la tensión en que comprime en hornacinas angostas las estatuas simbólicas. En el sepulcro de Lorenzo, duque de Urbino, fallecido en 1519, sentado en meditabundo silencio y brazo retorcido en espiral, glosa la introspección del Pensamiento y exalta la vida contemplativa -se adecúa al dictado de Pensieroso como ha sido llamado-, en contraste con la actitud gallarda y activa de su hermano Juliano, duque de Nemours, en la tumba frontera. Dos alegorías, masculina el Crepúsculo, y femenina la Aurora, se deslizan como el transcurrir del tiempo efímero sobre el plano inclinado del frontón roto, imagen de la vida truncada del efigiado, como en el otro sepulcro el Día -de rostro non finito- y la Noche también lo rubrican. Es notorio el inacabado o non finito de los dos rostros masculinos, especialmente en el Día, que es aquí deliberado intento del artista por escamotear al espectador sus caras heridas por el resplandor solar, técnica que al extremo opuesto del esfumado praxiteliano, adquiere carácter pictórico y romántico luego seguido entre escultores tan dispares como Rodin o Victorio Macho.

En 1534, Miguel Ángel se estableció definitivamente en Roma, donde realizó el fresco del Juicio Final en la capilla Sixtina y supervisó las obras de la basílica de San Pedro, en la que modificó sustancialmente los planos y diseñó la cúpula, que es obra suya. Su otra gran realización arquitectónica fue la finalización del Palacio Farnesio, comenzado por Sangallo el Joven.

Fachada del Palacio Farnese, en Roma
La cúpula de san Pedro fue diseñada por Miguel Ángel a mediados del siglo XVI. La arquitectura renacentista del cinquecento alcanza con esta obra uno de sus momentos culminantes. Pablo III había mandado a Miguel Ángel la terminación de la basílica encomendada por Julio II a Bramante a comienzos del XVI.

Proyecta una doble cúpula (una interior y otra exterior) según el modelo que ya había realizado Brunelleschi en Santa María de las Flores en Florencia en el XV.

Los sucesores de Bramante, tanto Rafael como Antonio Sangallo el joven, habían vuelto a la tradicional planta basilical de cruz latina. Pero lo primero que hace Miguel Ángel cuando el papa Julio II le encarga continuar las obras de la basílica de San Pedro es volver a la planta de cruz griega original, ya planteada por Bramante, con una gran cúpula en el centro. Pero para ello tiene que reforzar los cuatro pilares que había previsto Bramante y que servirían para sostener la enorme cúpula de 42,5 metros de diámetro.

Sitúa la cúpula sobre el altar mayor y sobre la tumba del apóstol Pedro, enterrado, según la tradición, en este lugar. El tambor sobre el que se levanta la cúpula está decorado con columnas pareadas entre las ventanas. La alternancia de frontones triangulares y semicirculares sobre las ventanas y las gruesas guirnaldas decoran este exterior.

La cúpula, apuntada para darla mayor prestancia, está atada por unos nervios que, además de la función técnica, sirven para embellecer, con la articulación del espacio, una superficie que de otra forma sería demasiado monótona. La obra estaría rematada con una linterna.



Con ligeros retoques en el proyecto ideado por Miguel Ángel, que dejó una maqueta para la cúpula central realizada entre los años 1558 y 1561, se realizó la terminación de las obras, 24 años después de su muerte, por los arquitectos Giacomo della Porta y Domenico Fontana, con una altura de 132 metros y un diámetro de 42,5 metros.

Obras:

Virgen de la escalera (c. 1491), primera obra conocida de Miguel Ángel
Crucifijo del Santo Spirito, de madera policromada (1492-1494)
Después de la muerte de su gran mecenas Lorenzo el Magnífico, Miguel Ángel fue hospedado en el convento del Santo Spirito en el año 1492. En este lugar, con la autorización del padre prior Niccolò di Giovanni di Lapo Bichiellini, tuvo la posibilidad de analizar los cadáveres provenientes del hospital del convento para estudiantes de anatomía, consiguiendo de esta manera una gran experiencia para sus futuros trabajos en la representación del cuerpo humano.

Como agradecimiento a la hospitalidad recibida, Miguel Ángel realizó un crucifijo en madera policromada donde resolvió el cuerpo de Cristo desnudo, como el de un adolescente, sin resaltar la musculatura, así mismo el rostro parece el de un adulto con una medida desproporcionada respecto al cuerpo; la policromía está realizada con colores muy tenues y unos leves hilos de sangre en armonía con la simplicidad de la talla de la escultura.

La obra del Ángel de Miguel Àngel, que es la única alada en toda su escultura, se muestra en un gran contraste con la delicada escultura de Niccolo dell’Arca, retorna Miguel Ángel a la escultura típica toscana del siglo XV, pero con un aire monumental, se aprecia en los ropajes un gran dinamismo con un claro recuerdo a Jacopo della Quercia. Esta obra se encuentra documentada en las biografías de Vasari y Condivi.
Por el fallecimiento en 1494 del escultor Niccolo dell'Arca que estaba realizando la decoración del sepulcro de Santo Domingo de Guzmán, se recurrió a Miguel Ángel, para la terminación de las imágenes de San Petronio, San Procolo y un Ángel portacandelabro que hiciera pareja con el ejecutado por Niccolo dell'Arca.
El Ángel, portacandelabro, es una escultura en mármol, realizada por Miguel Ángel en el año 1494 para el Arca de Santo Domingo de la basílica de Santo Domingo en Bolonia.
Baco 
La obra fue realizada por Miguel Ángel en su primer viaje el año 1496 a Roma, el encuentro en esta ciudad con la escultura antigua debió de inspirarle para la ejecución del Bacus que muestra una clara tendencia, a una interpretación de las obras, que en aquel momento, se estaban descubriendo por medio de las excavaciones en Roma.

El Baco con un sátiro del Museo del Bargello, en Florencia, (1496-1498).
Esta obra es claramente la primera gran obra maestra de Miguel Ángel, donde se muestra la característica constante de la sexualidad en su escultura, simboliza el espíritu del hedonismo clásico que Savonarola y sus seguidores estaban dispuestos a suprimir de Florencia.

La escultura fue un encargo del cardenal Riario, rechazada por éste, fue comprada y se conservó en los jardines del banquero Jacopo Galli, donde fue dibujada por Martín Heemskerck hacia 1532 dónde se aprecia la falta de su mano derecha. Más tarde fue adquirida por Francisco I de Médici en 1572 hasta su paso al Bargello en 1873.

Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola (Ferrara, Italia, 21 de septiembre de 1452 - Florencia, 23 de mayo de 1498) fue un religioso dominico, predicador italiano, confesor del gobernador de Florencia, Lorenzo de Médici, organizador de las célebres hogueras de vanidad (o "quema de vanidades") donde los florentinos estaban invitados a arrojar sus objetos de lujo y sus cosméticos, además de libros que consideraba licenciosos, como los de Giovanni Boccaccio. Predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de los poderosos y la corrupción de la Iglesia católica, contra la búsqueda de la gloria y contra la sodomía, sospechando que estaba en toda la sociedad de Florencia, donde él vivió.
Pintura de su ejecución en la Piazza della Signoria.
En el aspecto personal, Savonarola poseía un carácter muy fuerte, y era fanático y carismático. Se le compara a Lutero en su denuncia de la corrupción de la Iglesia católica romana, pero no estableció ninguna base doctrinal, a diferencia del propio Lutero, precursor del cisma protestante. Sin llegar a cuestionar los dogmas católicos, era un adelantado de la reforma moral que iban a traer el Protestantismo y la Contrarreforma.
Predijo que un nuevo rey Ciro atravesaría el país para poner orden en las costumbres de los sacerdotes y del pueblo. La entrada del ejército francés de Carlos VIII, en 1494, en la Toscana, región donde estaba Florencia, confirmó su profecía. Sus críticas violentas contra la familia que gobernaba Florencia en esos años, los Médici, acusándoles de corruptos, contribuyeron a la expulsión del Gobernador Piero de Médici por los florentinos en 1495. Sus ataques contra el Papa Alejandro VI le valieron, primeramente, la excomunión (es decir, la expulsión de la comunidad católica) y la prisión, y más tarde, tras haber sido liberado y conducido a Roma por los grandes comerciantes florentinos, la condena a la hoguera por un tribunal de la Inquisición y la inclusión de su obra en el índice de libros prohibidos.

Retrato de Lorenzo de Médici por Verrocchio
Lorenzo de Médici (Florencia, 1 de enero de 1449 - Careggi, 9 de abril de 1492), también conocido como Lorenzo el Magnífico por sus contemporáneos, fue un estadista italiano y gobernante de facto de la República de Florencia durante el Renacimiento italiano. Príncipe de Florencia, mecenas de las artes, diplomático, banquero, poeta y filósofo renacentista, perteneciente a la familia Médici, y también bisabuelo de la reina Catalina de Médici.
Andrea del Verrocchio, nacido Andrea di Michele di Francesco de Cioni, conocido simplemente como Verrocchio (Florencia, h. 1435 - Venecia, 1488) fue un pintor, escultor y orfebre cuatrocentista italiano. Trabajó en la corte de Lorenzo de' Medici en Florencia. Entre sus alumnos estuvieron Leonardo da Vinci, Perugino, Ghirlandaio y Sandro Botticelli, pero también influyó en Miguel Ángel. Trabajó en el estilo serenamente clásico del primer renacimiento florentino.
Carlos VIII de Francia llamado el Afable o el Cabezudo (Amboise, 30 de junio de 1470 - íd., 7 de abril de 1498), rey de Francia desde el año 1483 hasta su muerte. Hijo de Luis XI y de Carlota de Saboya.
La Piedad de la basílica de San Pedro en el Vaticano, de 1,74 m de altura x 1,95 m de longitud en la base (1496).
Esta obra es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver en todos los ángulos, pero el punto de vista preferente es el frontal.
Vasari dijo de ella: «es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatiguen, en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol».
Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma, dudando de él por su juventud. Al enterarse, Buonarroti, en un arranque de furia grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo esta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» («Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo»).
El Tondo Taddei, en la Royal Academy of Arts de Londres.
El David es una escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura y 5572 kilogramos de masa, realizada por Miguel Ángel Buonarroti entre 1501 y 1504 por encargo de la Opera del Duomo de la catedral de Santa María del Fiore de Florencia. La escultura representa al rey David bíblico en el momento previo a enfrentarse con Goliat, y fue acogida como un símbolo de la República de Florencia frente a la hegemonía de sus derrocados dirigentes, los Médici, y la amenaza de los estados adyacentes, especialmente los Estados Pontificios.

El David, Galería de la Academia, Florencia.
El David es una de las obras maestras del Renacimiento según la mayoría de los historiadores, y una de las esculturas más famosas del mundo.
La Madonna de Brujas en la iglesia de Nuestra Señora de Brujas.
Fue realizada inmediatamente después que la Piedad del Vaticano, por encargo de unos mercaderes flamencos, los Mouscrom.
En la época de Napoleón fue llevada a Francia y devuelta a Brujas en 1815. Sufrió otra sustracción similar por parte de las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial, pero terminó regresando a su ubicación original gracias al Programa de Monumentos, Arte y Archivos. Esta peripecia fue reflejada en la película The Monuments Men (2014), protagonizada por George Clooney.
El Moisés es una escultura de mármol blanco encargada en 1505, realizada en 1513-1515, y retocada en 1542, obra de Miguel Ángel (1475-1564), centrada en la figura bíblica de Moisés. Originariamente concebida para la tumba del papa Julio II en la Basílica de San Pedro, el Moisés y la tumba se colocaron finalmente en la iglesia menor de San Pietro in Vincoli, en la zona del Esquilino, tras la muerte del papa. La familia della Rovere, de la que el papa procedía, fueron los mecenas de esta iglesia, y el mismo papa había sido cardenal titular antes de su nombramiento como representante del Vaticano.


La tumba de Julio II, una estructura colosal que debía dar a Miguel Ángel el suficiente espacio para sus seres superhumanos y trágicos, se convirtió en una de las grandes decepciones de la vida del artista cuando el papa, sin ofrecer explicación alguna, interrumpió las donaciones, posiblemente desviando dichos fondos a la reconstrucción de San Pedro por parte de Donato Bramante. El proyecto original estaba formado por una estructura independiente, sin apoyo, de tres niveles, con aproximadamente 40 estatuas. Tras la muerte del papa en 1513, la escala del proyecto se redujo paulatinamente hasta que, en 1542, un contrato final especificó una tumba con un muro sencillo y con menos de un tercio de las figuras incluidas en el proyecto original.

El espíritu de la obra, sin embargo, se puede observar en la figura del Moisés, finalizado durante una de las reanudaciones del trabajo en 1513. Diseñado para ser visto desde abajo, y equilibrado por otras siete enormes formas de temática similar, el Moisés actual, en su contexto irrisorio comparado con el proyecto original, difícilmente puede tener el impacto deseado por el artista. El líder de Israel se presenta sentado, con las Tablas de la Ley debajo del brazo, mientras que con la otra mano acaricia los rizos de su barba. La imaginación puede situar esta representación de Moisés en el pasaje de éxtasis tras recibir los Mandamientos en el Monte Sinaí, mientras que, en el valle al pie del monte, el pueblo de Israel se entrega una vez más a la idolatría. De nuevo, Miguel Ángel utiliza una cabeza vuelta, concentrando una expresión de tremenda ira que se refleja también en la poderosa constitución de la estatua y a sus ojos.
Miguel Ángel pensaba que el Moisés era su creación más realista. La leyenda cuenta que, al acabarlo, el artista golpeó la rodilla derecha de la estatua y le dijo "¿por qué no me hablas?", sintiendo que la única cosa que faltaba por extraer del mármol era la propia vida. En la rodilla se puede encontrar la marca de Miguel Ángel al golpear a su Moisés.
Esclavo moribundo, es una escultura de mármol blanco creada hacia 1513 por el escultor renacentista Miguel Ángel. Junto con otra del mismo autor, llamada Esclavo rebelde, se encuentra en el Museo del Louvre en París. Tiene unas medidas de 229 centímetros de altura.

El Esclavo moribundo del Museo del Louvre, de 229 cm de altura.
Empezó esta escultura Miguel Ángel, después de la realización de la pintura para la bóveda de la Capilla Sixtina. Estaba destinada para formar parte del grupo escultórico de la tumba del papa Julio II, que había de colocarse en la parte inferior del monumento.

Es de una belleza formal y espiritual, presenta un claro contrapposto, se expresa en un abandonamiento como de cansancio total, comparada con esculturas helenísticas del último periodo y con una clara influencia del Laocoonte y sus hijos, también, según el historiador Tolnay, con un san Sebastián de Antonio Rossellino. Vasari interpreta las esculturas de los esclavos con una iconografía de las provincias sometidas por Julio II al poder de la iglesia y Ascanio Condivi con un significado de las artes liberales, dándole al Esclavo moribundo la alegoría de la pintura por la mona que tiene a sus pies.

El Esclavo rebelde del Museo del Louvre, de 215 cm de altura.
Al ser eliminadas estas obras para el monumento de Julio II, Miguel Ángel regaló esta escultura junto con la del Esclavo rebelde, en 1546 a Roberto Strozzi, el cual hizo transportar las esculturas a Francia en abril de 1550. Enrique II de Montmorency en 1632, las regaló al cardenal Richelieu que las tuvo en su castillo de Poitou, donde las vio Bernini. Finalmente fueron confiscadas por el gobierno francés en el año 1793 cuando se pretendían vender por la viuda del último mariscal Richelieu. Desde entonces se encuentran en el Louvre.

Detalle de la Piedad
La Piedad florentina, Museo dell'Opera del Duomo, Florencia.
A diferencia de la serenidad que representó en su primera realización de la Piedad del Vaticano, en esta demuestra su estado anímico presentando el dramatismo de la muerte con la angustia en los personajes. Los representan dentro de una composición piramidal, el Cristo se muestra como una figura "serpentinata" propia del manierismo. 
La Piedad de Palestrina es una obra atribuida a Miguel Ángel, que se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia, junto al David, otra escultura del artista , y consta de un grupo escultórico con Cristo, la Virgen María y María Magdalena, con una medida de dos metros y medio de altura.
Los autores que la atribuyen a Miguel Ángel la han colocado entre las últimas obras del maestro, realizada alrededor de 1550
Se encuentra afinidad en algunos trazos del proyecto con otras obras del escultor, por ejemplo en la proporción de las piernas del Cristo, se piensa que el resto de la figura la pudo realizar bajo su dirección por un alumno.
Santo Entierro, en la National Gallery de Londres (1500-1501)
Los dibujos de Miguel Ángel forman un conjunto muy numeroso e importante, a pesar de las hogueras que se sabe que hizo alguna vez para quemar, según Vasari, «diseños, apuntes y cartones hechos de su mano, a fin de que nadie viese las fatigas que había pasado y las diversas pruebas por las que tuvo que pasar su ingenio hasta aparecer la perfección». Los primeros dibujos atribuidos al artista son las copias realizadas en la basílica florentina de la Santa Croce, del Tributo y la Consagración de Masaccio y el dibujo del Alquimista, de invención propia (hoy en el Museo Británico), así como una copia de Giotto conservada en el Louvre, todos estos del tiempo de sus estudios en el palacio de Lorenzo el Magnífico, hacia el año 1490.

La técnica de Miguel Ángel se muestra con toda su terribilitá en el encargo para la decoración de la sala del Gran Consejo del Palazzo Vecchio.

El Palazzo Vecchio (traducido al español, Palacio Viejo) se encuentra en la Plaza de la Señoría, en Florencia, Italia. En su interior, el palacio acoge un museo (Museo dei Ragazzi) en el que se exponen obras de Bronzino, Miguel Ángel y Giorgio Vasari, entre otros; y también las oficinas del Ayuntamiento de la ciudad (Comune di Firenze).
Llamado en origen Palazzo dei Priori o Palagio Novo, se cambió el nombre por el de "Palacio de la Señoría", el organismo principal de la República florentina, en el siglo XV. Después se conoció como "Palacio Ducal", al establecer allí su residencia Cosme I de Médici en 1540. Después, en 1565, empezaría a llamarse Palazzo Vecchio al haberse mudado Cosme al Palacio Pitti.

La batalla de Anghiari (copia de Rubens)
La batalla de Anghiari (en italiano, La battaglia di Anghiari) es una pintura al fresco de Leonardo da Vinci, actualmente perdida, pintada en un muro del Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio de Florencia entre 1503 y 1506.
Copia del dibujo de Miguel Ángel, de la parte central de La Batalla de Cascina, pintada por Bastiano da Sangallo (Norfolk, Reino Unido, Palacio Holkham Hall).
La batalla de Cascina es un fresco diseñado por Miguel Ángel para el Palazzo Vecchio de Florencia. No llegó a pintarlo e hizo sólo el cartón (modelo) previo, que fue destruido y es conocido por la copia pintada al óleo por Bastiano da Sangallo y por dos grabados parciales de Marcantonio Raimondi.
Entre sus estancias más importantes, sobresale el Salón de los Quinientos, cuya decoración mural se encomendó a Leonardo da Vinci (La batalla de Anghiari) y a Miguel Ángel (La batalla de Cascina). Lamentablemente, ninguna de ellas se terminó, y las paredes fueron cubiertas por otros frescos en la decoración posterior de Giorgio Vasari.

No hay comentarios:

Publicar un comentario