martes, 1 de agosto de 2017

(III) Dalí «Avida Dollars» - Dalí en Estados Unidos - «Picasso es español; yo, también

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech - Marqués de Dalí de Púbol - “El perro andaluz”, pincha aqui

(II) Salvador Dalí  - El gran masturbador - Dalí y Gala - El castillo de Púbol - Museo Dalí (Figueras) - Museo  Dalí (San Petersburgo, Florida, Estados Unidos), pincha aqui

Salvador Dali, genio loco TVE, pinche aqui

Vista general de la Casa Museo de Salvador Dalí en Portlligat.
Portlligat o Port Lligat es un pequeño pueblo mediterráneo español en el término municipal de Cadaqués (Gerona), situado en una cala del cabo de Creus, España.
En el ámbito doméstico, la relación de Dalí con su padre estaba próxima a la ruptura. Salvador Dalí i Cusí se oponía al romance del joven artista con Gala, y condenaba su vinculación con los artistas del surrealismo por considerarlos —como buena parte de la opinión pública— elementos tendentes a la degeneración moral. La tensión fue en aumento hasta culminar en un enfrentamiento personal, a raíz de una noticia sobre Dalí publicada en la prensa, en la que se refería que un dibujo de un Sagrado Corazón de Jesucristo expuesto en París por el joven mostraba una inscripción en la que se leía: «En ocasiones, escupo en el retrato de mi madre para entretenerme». Ultrajado, su padre demandó una satisfacción pública. Dalí se negó, quizá por temor a ser expulsado del grupo surrealista, y fue echado violentamente de casa el 28 de diciembre de 1929. Su padre lo desheredó y le prohibió regresar jamás a Cadaqués.

Portlligat desde la Casa Museo de Salvador Dalí.
Posteriormente, Dalí describió cómo en el curso de este episodio le presentó a su padre un preservativo usado conteniendo su propio esperma, con las palabras: «Toma. ¡Ya no te debo nada!». El verano siguiente, Dalí y Gala alquilaron la pequeña cabaña de un pescador en una bahía cerca de Portlligat. Compró el terreno, y a lo largo de los años fue ampliándola hasta convertirla en su fastuosa villa junto al mar, hoy reconvertida en casa-museo. Gala y Dalí se casaron en 1934 en una ceremonia civil, y volverían a hacerlo por el rito católico en 1958.

En 1936, Dalí volvió a participar en una exposición surrealista, esta vez de índole internacional, celebrada en Londres. Su conferencia, titulada Fantômes paranoiques authentiques, fue impartida con un traje de buzo, casco incluido.​ Llegó a la conferencia con un taco de billar y un par de sabuesos rusos, y en su transcurso tuvo que retirarse el casco para poder tomar aire. Comentó al respecto que «simplemente quería mostrar que estaba sumergiéndome profundamente en la mente humana».

Mansión de Edward James en  Sussex
Edward Frank Willis James fue un millonario, poeta, escultor y mecenas ligado al movimiento surrealista, nacido en agosto de 1907 en Greywalls, en Escocia y muerto en 1984.
En aquel entonces, el mecenas de Dalí era el muy adinerado Edward James, que había colaborado generosamente al ascenso del artista comprándole numerosas obras y prestándole dinero durante dos años. Se convirtieron en buenos amigos, tanto es así que James aparece en la pintura de Dalí Cisnes reflejando elefantes.

El cuadro fue pintado durante su período paranoico-crítico, y contiene una de las imágenes dobles más conocidas que formaron una parte importante de este período.
Cisnes que se reflejan como elefantes emplea el reflejo en un lago para crear la imagen doble del cuadro. Tres cisnes están delante de árboles y, en el reflejo, los cisnes son las cabezas de los elefantes y los árboles son los cuerpos. El fondo del cuadro es un paisaje catalán representado en colores de otoño, el manejo del pincel creando remolinos en los precipicios circundantes del lago, para contrastar con la quietud del agua.
Colaboraron igualmente en la creación de dos de los iconos más representativos del movimiento: el «teléfono-langosta» y el sofá de los labios de Mae West. En 1939 Breton acuñó el anagrama despectivo «Avida Dollars» para criticar su pasión por el dinero.

Esta sarcástica referencia a su pujante negocio del arte también pretendía acusarle de cultivar la megalomanía mediante la fama y el dinero. Algunos de los surrealistas comenzaron incluso a hablar de Dalí en pretérito perfecto, como si ya hubiera fallecido. Algunos grupos surrealistas, y miembros adscritos posteriormente, como Ted Joans, mantuvieron contra Dalí una enconada polémica que llegó hasta el día de su muerte (y aún más adelante).

La langosta aparece en varias obras de Dalí. A Salvador Dalí le fascinaban los crustáceos por el contraste entre su caparazón protector duro y su interior blando. El artista veía una analogía con el hecho de que los humanos transmiten sonidos suaves a través de maquinarias rígidas y duras como los teléfonos. La colocación de los órganos sexuales de la langosta sobre el auricular del teléfono, en su teléfono-langosta, confiere una connotación erótica a la escultura. Encontramos esta connotación sexual repetida en la serie fotográfica de preparación para el Sueño de Venus, donde una modelo desnuda tiene una langosta apoyada en el pubis, equiparándola a la sexualidad femenina.
Dalí y Oscar Tusquets posan junto a un diseño de los Labios de Mae West
El sofá "Labios" fue diseñado para el cuadro "Cara de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista" 
En 1940, con la Segunda Guerra Mundial arrasando Europa, Dalí y Gala huyeron a los Estados Unidos, donde vivieron durante ocho años. Después de la mudanza, Dalí retomó su antiguo catolicismo. «Durante ese período», informan Robert y Nicholas Descharnes, «Dalí nunca dejó de escribir».

Escribió una novela, publicada en 1944, sobre un salón de moda para automóviles. De ahí surgió una caricatura de Erdwin Cox, del The Miami Herald, que presentaba a Dalí luciendo un automóvil como vestido de fiesta.

Salvador Dalí y Andy Warhol al momento de conocerse en el Studio 54.
“Sólo América tenía la suficiente riqueza, la inteligencia nueva, la energía disponible para contentar mi hipertrofia de yo y soportar mis caprichos”, afirmó el artista, que se mudó a Estados Unidos junto con su esposa Gala en 1940 y vivieron en Nueva York hasta 1948.
Aceptó la decoración de un escaparate de los almacenes Bonwit-Tellerle en la Quinta Avenida de Nueva York. Hizo una polémica composición dedicada al día y a la noche: en un lado un maniquí con peluca roja en una bañera de astracán; en el otro, una figura acostada en una cama con baldaquino negro sobre cuya almohada ardían carbones. Pero se realizaron modificaciones sin permiso del autor, y Dalí en protesta acabó lanzando la bañera contra el vidrio del escaparate. Fue detenido y debió pagar los desperfectos.

Londres acoge una exposición permanente de Dalí (Año 2000)
Esculturas y grabados predominan en el tercer museo dedicado al artista catalán
Exposición sobre Dalí en Londres. En primer término hay una escultura de un elefante de patas alargadas con una pirámide en el lomo, idéntico a uno de los que aparecen en el cuadro. Al fondo se encuentra el London Eye.
En esos años, Dalí diseñó ilustraciones para ediciones traducidas al inglés de clásicos como el Quijote, la autobiografía de Benvenuto Cellini y los Ensayos de Michel de Montaigne. También aportó decorados para la película Spellbound de Alfred Hitchcock (conocida como Recuerda en España, Cuéntame tu vida en Argentina), y emprendió con Walt Disney la realización de una película de dibujos animados, Destino, que quedó inconclusa y que se montó en 2003, mucho después del fallecimiento de ambos.

Dalí expone este óleo en el año 1934, en la galería Jacques Bonjean de París y más tarde en la galeria Julien Levy de Nueva York, e introduce en ambos catálogos este fragmento de texto: "Fotografía instantánea en colores a mano. Imágenes subconscientes, surrealistas, extravagantes, paranoicas, hipnagógicas, extrapictóricas, fenomenales, superabundantes, superfinas, etc... de la Irracionalidad concreta...". En la parte inferior derecha vemos a un Dalí niño, vestido de marinero, contemplando a un enorme monstruo, blando y duro a un tiempo, que para el artista simboliza la sexualidad, todo ello enmarcado en un hiperrealista cabo de Creus. Esta obra es la definición concreta de un sentimiento de difícil percepción: el monstruo de la sexualidad, tan preciso como el paisaje de su infancia, las rocas del cabo de Creus. Cabe destacar la imponente presencia de las muletas, símbolo según Dalí, de muerte y resurrección.

El espectro del sex-appeal  - Detalle- Ubicación - Teatro-Museo Dalí - ´´Oleo sobre madera 17,9 x 13,9 cm
Fue una de las épocas más fructíferas de su vida, pero también discutida por ciertos críticos, que veían que Dalí difuminaba la frontera entre arte y bienes de consumo al arrinconar la pintura para volcarse más en el diseño y en artículos comerciales.
La imagen pública de Dalí fue sumando todo tipo de rumores sobre sus extravagancias y obsesiones. Un fraile italiano llamado Gabriele María Berardi anunció haber realizado un exorcismo a Dalí en una visita de éste a Francia en 1947. En el 2005, una escultura del Cristo en la cruz fue inaugurada en la ciudad de dicho fraile. Se ha comentado que Dalí entregó esta obra al fraile como prenda de gratitud, y dos expertos españoles sobre Dalí han considerado que hay motivos suficientes para pensar que la obra fuese realmente suya.

Retrato de Picasso 1947
A finales del año en que se pinta este cuadro, 1947, Dalí conseguía publicar el núm. 2 de su propia revista, titulada "Dali News. Monarch of the Dailies". Toda la primera plana de ese número la ocupaba el siguiente titular: TRUMAN, MARSHALL, PICASSO, DALI EN LA CRISIS DEL ARTE Y LA EXTENSIÓN DE LA REVUELTA. Con un titular tan original recogía algunas noticias en las que Truman y Marshall se habían mostrado opuestos a determinadas manifestaciones del arte moderno. Dalí no ocultaba su desprecio hacia ciertos críticos especializados y Picasso era objeto de un vivo interés, como siempre, por parte de Dalí.
De Picasso -a quien retrata en este lienzo que vemos- decía Dalí que era "uno de los mayores anarquistas y destructores de la historia, que tiene la gloria de haber destruido la pintura de los Salones y la belleza pseudo-oficial". Pero con esa actitud Picasso, según Dalí, también había conseguido que los artistas más jóvenes perdieran todo interés por el arte clásico del pasado, por la forma tradicional de un Rafael, por ejemplo. Por eso sería el propio Dalí el encargado de restaurar algunos principios del verdadero arte clásico; en el número de la revista hacía un juego de palabras con su nombre y se convertía en Dalí el Salvador. En el retrato de Picasso existe una impresión general de animal o de monstruo, cuyas partes del rostro se alargan y deforman hasta hacerlo irreconocible del todo. Además, la confusión de materias se repite en ese busto de piedra que se convierte en carne. Como en obras anteriores, existe un aire muy familiar de "cadavre exquis" (cadáver exquisito), esa técnica inventada por los surrealistas que consistía en la realización colectiva de un mismo dibujo. Cada uno realizaba una parte sin ver lo que ya se había pintado, obteniéndose resultados sorprendentes.
«Picasso es español; yo, también. Picasso es un genio; yo, también. Picasso tiene unos 72 años; yo, unos 48. Picasso es conocido mundialmente; yo, también. Picasso es comunista; yo, tampoco». Un genial Salvador Dalí, en toda su plenitud, se dio un baño de masas (franquistas)en la desbordante conferencia que impartió en el Teatro María Guerro de Madrid en 1951 y se comparó con el gran Picasso, maestro y mentor al que le unía una relación compleja, de admiración, apoyo y rivalidad. Una relación llena de contradicciones (Picasso llegó a pagarle a él y a Gala su primer viaje a Nueva York) que la Guerra Civil tensó y que la dictadura acabaría dividiendo en dos bandos opuestos.
La fascinación del joven Dalí hacia Picasso, el artista de vanguardia que había inventado una nueva forma de pintar, se desató a temprana edad. Ya en la época de la Residencia de Estudiantes, Dalí pintaba a la manera cubista mientras hacía sus peregrinaciones al Prado para estudiar a los grandes maestros, sobre todo a Velázquez. En su primer viaje a París, en 1926, cuando sólo tenía 22 años, Dalí se presentó en el taller de Picasso diciendo: «He venido a verle a usted antes de ir al Louvre». Picasso le abrió las puertas de su estudio y, durante dos horas, le mostró decenas de obras que iba a exponer en la Galerie Rosenberg. «Esa visita causó un profundo impacto en Dalí y hubo un cambio muy importante en su estilo»

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