miércoles, 26 de mayo de 2021

San Ignacio de Loyola - Complejos agrícolas jesuíticos en Sudamérica - Las «Misiones jesuíticas del Chiquitos» - Martin Schmid - Misiones jesuíticas guaraníes - La Guerra Guaranítica - El Tratado de Madrid - Brasil - Vicente Yáñez Pinzón - Pedro Álvarez Cabral - Olinda (Brasil)

San Ignacio de Loyola - La Iglesia del Gesù (Roma) - Complejos agrícolas jesuíticos en Sudamérica - El Virreinato del Perú - Los jesuitas en América - Expulsiones y supresión, pincha aqui

La Misión (1986), Tráiler de una celestial película, pincha aqui

La Misión- Tema Principal, pincha aqui

Bolivia, oficialmente Estado Plurinacional de Bolivia,​ es un país soberano situado en la región centrooccidental de América del Sur, constituido políticamente como un estado plurinacional, descentralizado y con autonomías. El país está organizado en nueve departamentos, su capital constitucional es Sucre, sede del órgano judicial, mientras que la ciudad de La Paz es la sede de los órganos ejecutivo, legislativo y electoral.
Limita al norte y al oriente con Brasil, al sur con Paraguay y Argentina, y al occidente con Chile y Perú. Es un Estado sin litoral y constitucionalmente mantiene una reclamación territorial a Chile por una salida soberana al océano Pacífico. Su superficie es la sexta más extensa de Latinoamérica y comprende distintos espacios geográficos como la cordillera de los Andes, el Altiplano, la Amazonía, los Llanos de Moxos y el Chaco, siendo uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo.

La Colonización europea de América fue emprendida por sacerdotes católicos de distintas órdenes religiosas, que llevaron a cabo una amplia labor evangelizadora. Entre las misiones de dichas órdenes destacaron las de los jesuitas y franciscanos, y su labor en la Chiquitania boliviana.

La Compañía de Jesús, bajo el mando de Ignacio de Loyola y por mandato del papa Paulo III, emprendió a partir de marzo de 1540 la labor de fundar reducciones y evangelizar en las tierras del Nuevo Mundo así como la incursión y descubrimiento de nuevos dominios. En Bolivia influyó fuertemente fue la búsqueda de El Dorado, o el Gran Paitití, denominativos de una mítica ciudad de oro.

Mapa que muestra la ubicación actual de las misiones jesuíticas del Chiquitos en Bolivia; en naranja, las que son Patrimonio de la Humanidad (Los límites con Brasil son los establecidos en el recién pasado siglo XX).

Las misiones jesuíticas de Bolivia, también llamadas reducciones, fueron pueblos misionales fundados por la Compañía de Jesús con la finalidad de evangelizar la región, en lo que actualmente es el Estado Plurinacional de Bolivia. Las misiones de Chiquitos y de Tarija pertenecieron a la provincia jesuítica del Paraguay, mientras que las de Moxos y el resto de Charcas pertenecían a la provincia jesuítica del Perú.

Las misiones creadas en Chiquitos que existieron hasta el momento de la expulsión de los jesuitas fueron diez

La evangelización mediante el uso de la música renacentista y barroca tuvo gran acogida en la época y que se ha desarrollado consecutivamente hasta la actualidad, dejando un legado propio.

Iglesia en Concepción (Santa Cruz)
Concepción es una localidad y municipio de Bolivia, capital de la Provincia Ñuflo de Chaves al norte del departamento de Santa Cruz.

Entre 1767 y 1768 la Compañía de Jesús fue expulsada del Imperio español, quedando su labor incompleta y abandonada. Aunque en Argentina, Paraguay y Brasil el trabajo hecho desapareció notablemente, en Bolivia la obra se mantuvo y se desarrolló durante generaciones hasta la actualidad.

San José de Chiquitos, llamada localmente solo San José, es un pequeño pueblo y municipio de Bolivia, capital de la provincia de Chiquitos ubicada en el Departamento de Santa Cruz. Fue fundada como pueblo de misión en el año 1697
El municipio tiene una superficie de 22.634,79 km², y cuenta con una población de 28.922 habitantes
El pueblo jesuítico de San José de Chiquitos exporta café, toronjas, manzanas, zapallos, bananas, entre otros alimentos.
Está situado en plena Chiquitania a 265 kilómetros por ferrocarril, al este de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra
Un siglo después del abandono de la primera Santa Cruz de la Sierra en 1590, surgiría en un lugar cercano el 19 de marzo de 1697 la localidad de San José de Chiquitos, convirtiéndose en el tercer pueblo fundado como misión de aborígenes "chiquitanos" por la Compañía de Jesús en el territorio de las Misiones de Chiquitos, bajo la dirección de los padres Felipe Suárez y Dionisio de Ávila.

San Ignacio de Velasco, (antiguamente San Ignacio de Loyola) es una ciudad y municipio de Bolivia, capital de la provincia de Velasco en el departamento de Santa Cruz, al este del país. Se encuentra a 476 kilómetros al este sureste de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en una colina junto a las nacientes del río Paraguá. Se ha convertido en un centro turístico. 
Lleva su nombre en honor al fundador de la Compañía de Jesús y los misioneros Jesuitas que han fundado los pueblos misionales de chiquitos.

Las «Misiones jesuíticas del Chiquitos» fueron declaradas en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Señala la Unesco que, entre 1696 y 1760, seis conjuntos de reducciones (asentamientos de indios cristianizados) inspirados por las ciudades ideales de los filósofos del siglo XVI, fueron fundadas por los jesuitas en un estilo que aunaba la arquitectura católica con las tradiciones locales. Las seis que quedan (San Francisco Javier, Concepción, Santa Ana, San Miguel, San Rafael y San José) son un patrimonio vivo en el anterior territorio del Chiquitos.

Las misiones jesuíticas de Bolivia : Martin Schmid, 1694-1772 : misionero, músico y arquitecto entre los chiquitanos.

Martin Schmid , también conocido como Esmid (26 de septiembre de 1694 - 10 de marzo de 1772) fue un jesuita , misionero , músico y arquitecto suizo , que trabajó principalmente en la provincia de Chiquitos de lo que hoy es Bolivia .

A fines de 1728 comenzó su viaje a América del Sur. La travesía de Tenerife a Buenos Aires tomó más de tres meses. Los misioneros necesitaron ocho meses más para ir tierra adentro y llegar a Potosí , Bolivia . Aquí Schmid fue seleccionado, junto con otros tres jesuitas, para evangelizar a los chiquitos. En agosto de 1730, finalmente llegó al área de misión de los Chiquitos.

Altar de la Iglesia de San Miguel de Velasco , Bolivia

Confesionario en la Iglesia de San Miguel de Velasco, Bolivia; en memoria de Martin Schmid

Fachada de la Iglesia de San Javier , Bolivia

Los superiores me han ordenado introducir la música en estas misiones. Todos los pueblos tienen ahora su órgano, muchos violines y contrabajo de cedro , clavicordio , lomos, arpas, trompetas, chirimía. Estos muchachos indios son músicos perdidos; con su canto y juego en la Santa Misa rinden cada día el propio agradecimiento y alabanza al Señor. Debo decir que pudieron aparecer con su música en cada pueblo e iglesia para tu gran sorpresa. (De una carta de Martin Schmid en 1744.) 

Iglesia San Ignacio de Velasco , Bolivia

Cuando Martin Schmid se dirigió a los campos misioneros, su principal intención era evangelizar a los pueblos indígenas. Sin embargo, su congregación tenía otras tareas para él. Su trabajo principal era fortalecer la fe de los indígenas ya cristianizados y hacer sustentables sus asentamientos. Las raíces de la fe cristiana se profundizaron mediante la educación religiosa y las celebraciones de la iglesia.

Schmid pasó sus últimos años en San Miguel de Velasco y en San Ignacio de Velasco , donde estuvo, junto con su hermano Johann Mesner (1703-1768), encargado de fabricar y dorar los altares. En 1767, los jesuitas de San Ignacio recibieron una orden de expulsión del rey Carlos III de España . Schmid, de 73 años, esperaba no verse afectado por el desalojo debido a su edad. Sin embargo, en 1768 tuvo que emprender el arduo viaje a casa. Con otros deportados cruzó los Andes hasta Arica , Chile en mula. De allí viajó en barco, vía Lima , a Panamá . Luego procedió a través de Cartagena, (Colombia) aLa Habana , y finalmente llegó a Cádiz , España, en 1769. Después de una detención de 15 meses en El Puerto de Santa María se le permitió salir de España. A mediados de noviembre de 1770 llegó a Augsburgo . En la primavera de 1771, Schmid regresó a su hogar en Suiza. Pasó más de un año en el Colegio Jesuita de Lucerna . Murió allí a los 77 años y fue enterrado en la iglesia jesuita de Lucerna.

Misiones jesuíticas guaraníes

Las misiones jesuíticas guaraníes o reducciones jesuíticas guaraníes fueron un conjunto de treinta pueblos misioneros fundados a partir del siglo XVII en llamada Provincia Paraguaria (jurisdicción situada en Virreinato del Perú y que abarcaba regiones de los actuales Paraguay, Argentina, Uruguay y partes de Bolivia, Brasil y Chile)​ por la orden religiosa católica de la Compañía de Jesús entre los aborígenes guaraníes y pueblos afines, con el objetivo de evangelizar a dichos pueblos.

Quince misiones se ubicaron en las actuales provincias de Misiones y Corrientes (Argentina), ocho en el Paraguay y las siete restantes en las denominadas Misiones Orientales, situadas al suroeste del Brasil.



Ruinas de la reducción jesuítica de San Ignacio Miní, ubicada en la localidad de San Ignacio, en la provincia argentina de Misiones

En una reducción, los edificios principales, como la iglesia, el cementerio comunal y la escuela, que servía al mismo tiempo para albergar a los jesuitas, conformaban una unidad a manera de monasterio. Estas edificaciones construidas en piedra local y madera de lapacho, quebracho y urunday se encontraban en un lado de una gran plaza cuadrada, rodeada de casas por los otros tres lados. Junto a la iglesia también edificios administrativos y talleres. En el centro de la misma, una gran cruz y una estatua del santo patrono de la misión.
Las calles y casas estaban ordenadas según precisas líneas geométricas, de acuerdo a las recomendaciones españolas relativas a la construcción de nuevos asentamientos. La posición central de su lugar de residencia permitía a los padres tener una vigilancia constante sobre la vida de la reducción. También disponían una casa comunal coty guazu para alojar a las viudas, huérfanos y mujeres solteras y tenían agua corriente y servicios sanitarios
Hasta finales del siglo XVII, esta organización también permitió mantener las estructuras de parentesco de las tribus guaraníes, garantizando así la cohesión y la supervivencia de la comunidad, debido a que la disposición de las viviendas no inhibía los contactos entre los diferentes linajes y por tanto, la sostenibilidad de la familia extensiva, forma original de la sociedad guaraní. Posteriormente, los jesuitas trataron de imponer la familia restringida. En 1699, una disposición tomada por el provincial (es decir, el superior jesuita de la “provincia”) prohibió los «actos inconvenientes que se producían en las viviendas por los indios por vivir en grupos familiares bajo el mismo techo». Cada familia debía vivir separada.
Todas las misiones jesuitas fueron fundadas siguiendo el mismo modelo: la iglesia, la residencia de los padres y las casas regulares de los indios, que se ubicaban alrededor de una gran plaza.
El gobierno de cada misión tuvo muchas similitudes con las instituciones que los castellanos trasplantaron al Nuevo Mundo desde la península ibérica, aunque le sumaron características particulares atendiendo a la idiosincrasia de los naturales de la región.
Los regidores se encargaban de inspeccionar el aseo y la limpieza en los lugares públicos y privados, controlando también la concurrencia de los niños a la escuela y el catecismo.
El alguacil era quien se debía encargar de ejecutar las órdenes del cabildo y de la justicia. La legislación misionera excluyó la pena de muerte, otro de los grandes avances que la organización jesuita incorporó en sus comunidades.
La Provincia Jesuítica del Paraguay tenía un padre provincial residente en la ciudad de Córdoba, designado por el general de la Compañía de Jesús, con sede en Roma. Al general o prepósito de la orden, los sacerdotes jesuitas le debían total obediencia, después del papa. 
En cada reducción había dos sacerdotes (en las más pobladas había tres), uno a cargo de lo espiritual y religioso (el cura del pueblo) y otro (el compañero) que estaba a cargo de las cosas temporales como el trabajo y la instrucción.
Las ruinas más conocidas de la reducción de San Ignacio Miní, una misión jesuítica fundada a comienzos del siglo XVII para evangelizar a los nativos guaraníes, por el padre jesuita, hoy san Roque González de Santa Cruz , se encuentran en la actual localidad de San Ignacio, en la provincia argentina de Misiones, distantes unos 60 km de la capital provincial, Posadas. Aunque el asiento inicial de San Ignacio Miní (San Ignacio Miní I) se ubica en el extremo norte del actual estado brasileño de Paraná cuando entre los siglos XVI y XVIII el territorio de tal estado formaba la región hispanojesuítica de La Guayrá.
La música y el canto ocuparon un lugar destacado en el proceso de aprendizaje. Cada pueblo contaba con un coro y orquesta. Desde la misma escuela se promovió la participación de los niños y los jóvenes, mientras que los adultos se organizaron, en la mayoría de los casos, desde la iglesia.
Es así que los indios reducidos fueron eximios cantantes y destacados músicos que reprodujeron textos musicales tanto de contenido religioso como profano. Las interpretaciones que los guaraníes alcanzaron con instrumentos como el arpa y el violín constituyen clásicos de la música rioplatense.

El castellano se enseñaba para lograr la unidad lingüística en todas las posiciones españolas. Los jesuitas hablaban correctamente el guaraní, utilizando la lengua como el mejor medio para llegar a los naturales. Los hijos de los caciques incluso llegaron a aprender algo de latín.
En las misiones los jesuitas publicaron libros en guaraní sobre gramática, catecismo, manuales de oraciones y hasta un diccionario. Las reducciones contaron con la primera imprenta fundada por los padres Juan Bautista Neuman y José Serrano, quienes armaron una prensa, fundieron los tipos necesarios y publicaron los primeros libros. Las impresiones se hicieron en Nuestra Señora de Loreto, San Javier y Santa María la Mayor.

Organización militar
Las misiones guaraníes constituyeron un importantísimo freno a las aspiraciones expansionistas de los lusitanos, que liderados por los bandeirantes se dedicaban a la caza de indios para venderlos como esclavos en São Paulo y Río de Janeiro.
Desde los primeros tiempos de la conquista de América, la corona española otorgó a los indios o naturales americanos, el mismo estatus jurídico de hombres libres, equiparándolos a los vasallos peninsulares. Esta era la condición que tenían los guaraníes en el Virreinato del Perú.
Los permanentes ataques de los bandeirantes forzaron a una mayor militarización de las misiones. Las reducciones empezaron a fortificarse y a formar milicias armadas con armas de fuego y entrenadas en tácticas de guerra modernas combinadas a sus tácticas selváticas clásicas gracias al entrenamiento con veteranos de las guerras europeas. De esta manera se constituyeron milicias permanentes a las que, a cambio de participar en campañas convocadas por los gobernadores de Asunción y Buenos Aires, se liberaba de la mita.

Roque González de Santa Cruz S. J. (Asunción, 17 de noviembre de 1576 - Caibaté, 15 de noviembre de 1628) fue un religioso presbítero y mártir criollo asunceno, fundador de varias misiones y reducciones jesuíticas. Fue canonizado por el papa Juan Pablo II en 1988.
En 1619 fundó la reducción de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción (hoy Concepción de la Sierra)​ y en 1627 fundó la reducción de Nuestra Señora de la Candelaria, en Caazapaminí (actual territorio brasileño). Después fundó la reducción de San Javier sobre la costa del río Uruguay. Sobre ese río se extendió hacia el sur, participando en la fundación de la reducción de Yapeyú, en la actual provincia de Corrientes (Argentina), que luego adquirió importancia y extensa jurisdicción, naciendo allí el militar José de San Martín (1778-1850).
Desde Yapeyú partió hacia el interior del sur del actual Brasil, fundando las reducciones de San Nicolás (hoy São Nicolau);​ Asunción del Iyuí y Caaró. Justamente en la zona de Iyuí, tenía grandes diferencias con el cacique Ñezú, y fue así que el día 15 de noviembre de 1628, esta reducción fue destruida y fueron asesinados tanto el padre Roque González de Santa Cruz como el padre español Alonso Rodríguez Olmedo en Caaró. La misma suerte corrió el jesuita Juan del Castillo, también español, que fue asesinado dos días después, el 17 de noviembre de 1628.
Los cadáveres fueron arrojados a la hoguera, pero, según se cuenta, el corazón de Roque (que milagrosamente quedó intacto), les habló haciéndoles ver lo que habían hecho. 

Origen e historia de la misión
La misión original fue dirigida por los sacerdotes José Cataldino y Simón Maceta en la región que los nativos llamaban Guayrá y los españoles llamaron La Pinería, en el actual estado de Paraná, alrededor de 1610. En 1631, la mayor parte de las reducciones fueron asediadas y destruidas por los bandeirantes paulistas o mamelucos. Sólo las de San Ignacio y Nuestra Señora de Loreto resistieron los ataques, pero en 1632 decidieron trasladarse a la región de Paranaimá, hacia el oeste. Pese a la formación de milicias nativas organizadas y entrenadas por los jesuitas de vocación militar, las hostilidades obligaron a replegarse nuevamente hacia el este, a su ubicación actual, en donde en 1696, tras haber tenido diversos emplazamientos que fueron abandonados más tarde, se restableció definitivamente. Recibió entonces el nombre de San Ignacio Miní ("la menor", en guaraní) para distinguirla de la anterior San Ignacio de la zona, llamada luego San Ignacio Guazú ("la mayor").
En la ciudad se encuentran las ruinas jesuíticas de "San Miguel Arcángel" (São Miguel Arcanjo), declaradas desde 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una de las varias reducciones que existen en territorio brasileño, argentino y paraguayo, fundadas por los jesuitas durante el siglo XVIII como parte de un plan que tenía el objetivo de catequizar a los indios guaraníes y protegerlos de los comerciantes de esclavos que azotaban la región.
San Miguel de las Misiones (en portugués São Miguel das Missões) es un municipio brasileño del estado de Río Grande del Sur.
La reducción fue construida entre los años 1735-1745, pero pese a los esfuerzos de los jesuitas, los portugueses terminaron conquistando la misión en 1801. Las actuales ruinas han sido declaradas patrimonio de la Humianidad por la Unesco. Se puede visitar la antigua iglesia, la cruz misionera, el museo de las misiones, la sacristía, el cementerio, la plaza de la reducción y se ofrece un espectáculo de luz y sonido todas las noches.

Las ruinas fueron escenario en 1986 de la grabación de parte de la película La misión, protagonizada por Robert De Niro y Jeremy Irons.
Su población estimada en el año 2003 era de 7.263 habitantes.

La catedral Angelopolitana de la vecina ciudad de Santo Ângelo fue construida después de la reducción.


La Guerra Guaranítica fue el conflicto armado en el territorio de las Misiones Orientales (actual Estado de Río Grande del Sur), pertenecientes a la Banda Oriental (actual Uruguay), y que enfrentó, entre 1754 y 1756, a los indígenas guaraníes de las misiones jesuíticas y las fuerzas españolas y portuguesas, como consecuencia del Tratado de Madrid (o Tratado de Permuta), firmado en 1750. Las Misiones Orientales abarcaban cerca de 500.000 kilómetros cuadrados de territorios, dentro del cual estaban los siete prósperos pueblos de: San Luis Gonzaga, San Nicolás, San Francisco de Borja, San Miguel, San Lorenzo, San Juan Bautista y Santo Ángel, además de estancias pertenecientes a las reducciones de: Concepción, Apóstoles, Santo Tomé, Yapeyú y La Cruz que se hallaban al occidente del río Uruguay, debían ser entregados a Portugal y en el término de un año, 29.191 guaraníes debían salir de la región con todos sus bienes y trasladarse al occidente del río Uruguay o quedarse y aceptar la soberanía portuguesa.

Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Brasil (izquierda) y Argentina (derecha)
Las Cataratas del Iguazú, llamadas popularmente en Argentina como «Cataratas» o «Cataratas de Iguazú», son un conjunto de cataratas que se localizan sobre el río Iguazú, en el límite entre la provincia de Misiones y el estado brasileño de Paraná. Están totalmente insertadas en áreas protegidas; el sector de la Argentina se encuentra dentro del parque nacional Iguazú, mientras que el de Brasil se encuentra en el parque nacional do Iguaçu. Fueron elegidas como una de las «Siete maravillas naturales del mundo».

En cuanto a los jesuitas, acusados de ser los instigadores de la resistencia, pero sobre todo, vistos con malos ojos por los círculos de poder de Lisboa y Madrid, influidos por el despotismo ilustrado, y que los caracterizaron como un estado dentro del estado, incompatible con el absolutismo, poco tiempo les quedaba para maniobrar en 1759 fueron expulsados de Portugal y sus dominios por el Marqués de Pombal, y en 1767 de España y los suyos por Carlos III, quienes insistentemente pidieron a la Santa Sede la disolución de la Orden, a lo que finalmente accedería el papa Clemente XIV en 1773.

Algunos historiadores estiman en 10 000 los muertos entre los indios y en 150 los prisioneros.

Mapa de la América Meridional que contiene la línea divisoria entre los dominios de España y Portugal

El Tratado de Madrid denominado por muchos historiógrafos como Tratado de Permuta (Tratado de intercambio), fue un documento firmado por Fernando VI de España y Juan V de Portugal el 13 de enero de 1750 para definir los límites entre sus respectivas colonias en América del Sur. Este tratado se enmarca en la sucesión de tratados de límites firmados entre España y Portugal desde el siglo XV cuando se firmó el Tratado de Alcáçovas. El tratado, basado en el principio de derecho romano Uti possidetis, ita possideatis (quien posee de hecho, debe poseer de derecho), amplió los dominios de Portugal dejando los límites del Brasil prácticamente en su estado actual.

La misión (el título original: The Mission) es una película británica de 1986 dirigida por Roland Joffé e interpretada por Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally y Aidan Quinn en los papeles principales, ganadora de varios premios cinematográficos internacionales.

Uruguay, oficialmente República Oriental del Uruguay, es un país de América del Sur, situado en la parte oriental del Cono Sur. Limita al noreste con Brasil —estado de Río Grande del Sur—, al oeste y suroeste con Argentina —provincias de Entre Ríos, Corrientes, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires— y tiene costas en el océano Atlántico por el sur. Abarca 176 215 km² y es el segundo país más pequeño de Sudamérica, después de Surinam.​ Según los datos del último censo del INE en 2011, la población de Uruguay es de 3 286 314 habitantes,​ con lo que figura en la décima posición entre los 12 países sudamericanos.

Colonia del Sacramento, la joyita de Uruguay
Nadie pronuncia el nombre completo de la localidad, tanto para uruguayos como para argentinos es, sencillamente, Colonia. Y cuando alguien cita ese nombre todos suspiran y ponen los ojos en blanco, hablando sin fin de lo deliciosa que es la estancia allí.
Colonia del Sacramento fue, en origen, un puerto portugués. Ya se sabe que, durante la máxima expansión de su imperio, los lusos estaban más interesados en hacerse con enclaves marítimos estratégicos que en ganar territorio continental porque sí. Colonia del Sacramento fue uno de ellos, fundado por el gobernador de Río de Janeiro en 1680. Hoy es una ciudad de unos 30.000 habitantes que se extiende a lo largo de la línea costera. Pero su barrio histórico prácticamente aparece sin modificación urbanística alguna con respecto al alzado de finales del siglo XVII. De ahí que la Unesco lo proclamara patrimonio de la humanidad. Grandes árboles sombrean su cuadrícula urbana y el aire salino del Atlántico penetra hasta el interior de su entramado peatonal, situado justo a occidente de la terminal de ferris, en un morro natural.
La declaración de patrimonio de la humanidad y la llegada tanto de curiosos uruguayos como argentinos –hay poco más de una hora en ferri desde Buenos Aires y 180 kilómetros por carretera desde Montevideo– ha fomentado la aparición de restaurantes y hoteles-boutique que animan la vida (y sobre todo las noches) de Colonia. Sorprende la extraña colección de coches antiguos que aparecen aparcados por doquier, a veces incluso utilizados como singulares maceteros, como un elemento decorativo más de esta gema de la República Oriental del Uruguay.

El largometraje británico de Roland Joffé tiene como telón de fondo el Tratado de Madrid (1750), entre España y Portugal, por el que se dirimió momentáneamente la disputa por la Colonia del Sacramento —en la desembocadura de Río de la Plata— y la lucha entre las monarquías absolutas europeas y el poder detentado por la Iglesia hasta la época centrado en la Compañía de Jesús; ésta ejercía gran influencia en los ámbitos cultural, económico y en alguna medida político, agudizada esta última por la cuestión de su cuarto voto religioso a favor de la figura del sumo pontífice. Por entonces, los reyes católicos europeos consideraban a la figura papal más como un príncipe soberano que como un pastor de almas, con lo que los jesuitas eran vistos como los representantes de un estado dentro de sus dominios. El personaje del Padre Gabriel estaría inspirado en el Sacerdote Jesuita y compositor de música barroca, Domenico Zipoli, quien vino a evangelizar en las misiones jesuitas de Córdoba, Argentina en el Siglo XVIII.

Zipoli, Domenico. Prato (Italia), 16.X.1688 – Córdoba (Argentina), 2.I.1726. Músico jesuita (SI).
Inició sus estudios musicales en Florencia (1707), probablemente con Giovanni Maria Casini, bajo el patronato de Cosme de Médicis, gran duque de Toscana. Completó sus estudios en Roma (a más tardar a comienzos de 1710) con Bernardo Pasquini.

Kyrie - Misa de San Ignacio (D. Zipoli), PINCHA AQUI

En 1706 marchó a Roma, donde compuso sus primeras obras, entre las que destaca Sonate d'Intavolatura. En 1716 llegó a Sevilla, donde ingresó en la Compañía de Jesús. Tras terminar estudios de teología y filosofía, viajó a Córdoba (Argentina), donde permaneció hasta su muerte. Fue el músico más conocido de los que trabajaron para las misiones jesuitas de Mojos y Chiquitos, entre Paraguay y Bolivia.

Su obra en Europa es de una deslumbrante técnica barroca, por lo que llama la atención que supiera adaptarse a las necesidades de la música indígena guaraní. Desafortunadamente, una parte de su repertorio se perdió tras el final de las misiones de los jesuitas en 1767. Sus obras más representativas son la Misa Zipoli, las Vísperas Solemnes y los himnos Ave María Stella, O Gloriosa virginum y Tantum ergo Sacramentum.

Contemporáneo de Bach, Händel y Scarlatti, es difícil comprender cabalmente la vida y el legado de Zipoli fuera del contexto histórico de la época colonial.

El final de las reducciones
A partir de inicios del siglo XVIII, las reformas borbónicas puestas en marcha por esta nueva dinastía a fin de evitar el lento proceso de decadencia en que se encaminó la monarquía hispánica, alcanzaron también al aspecto religioso en donde la corona aplicó el regalismo.
El regalismo es el conjunto de teorías y prácticas sustentadoras del derecho privativo de los soberanos sobre determinadas regalías (derechos y prerrogativas exclusivas de los reyes, inherentes a la soberanía del Estado); especialmente de las que chocaban con los derechos del papa, por lo que es un concepto aplicable a las monarquías de la cristiandad latina u occidental, y tras la Reforma protestante, únicamente a los países católicos.
Durante el reinado de Fernando VI, España se enfrentó con Portugal por la colonia del Sacramento, desde la que se facilitaba el contrabando británico por el Río de la Plata. José de Carvajal consiguió en 1750 que Portugal renunciase a tal colonia y a su pretensión de libre navegación por el Río de la Plata. A cambio, España cedió a Portugal dos zonas en la frontera brasileña, una en la Amazonia y la otra en el sur, en la que se encontraban siete de las treinta reducciones guaraníes de los jesuitas. Los españoles tuvieron que expulsar a los misioneros jesuitas, lo que generó un enfrentamiento con los guaraníes que duró once años.

El rey sucesor, Carlos III, imitando las políticas seguidas en el Reino de Portugal (1759) y en el Reino de Francia (1762), a través de la Pragmática Sanción de 1767, emitida el 27 de febrero de ese año, ordenó la expulsión de los jesuitas de todos los dominios de la corona de España, incluyendo los de América y los demás ultramarinos, cifra que alcanzó a más de 6000 religiosos. El ataque de la monarquía a esta orden religiosa también alcanzó sus bienes temporales toda vez que ya que la pragmática también decretó la incautación del patrimonio de la Compañía de Jesús.

Patrimonio de la Humanidad

Algunas de las misiones jesuíticas guaraníes han sido declaradas lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cada una de ellas se caracteriza por un plan específico y un diferente estado de conservación.

Misión jesuítica de Santa María la Mayor
La reducción jesuítica de Santa María la Mayor fue fundada en el año 1626, llegando a albergar hacia 1744 a 993 habitantes

Al 2013, son siete los impresionantes restos que el organismo cultural ha protegido. La primera declaración data de 1983 y fue para las ruinas de São Miguel das Missões, ubicadas en el sur de Brasil.

São Miguel das Missões - Architectural details of the Bell's tower

Este templo sería una réplica de la Iglesia de Loyola, ubicada en Italia. El diseño arquitectónico de esta reducción estuvo a cargo del arquitecto Antonio Forcada, de origen español, que impuso su estilo propio con arcos trilobulados característicos de la cultura musulmana que en aquella época predominaba en España.
La misión jesuítica guaraní de Jesús de Tavarangüé es una de las reducciones que aún se conservan, de entre numerosos pueblos fundados por misioneros jesuitas en el marco de su tarea colonizadora en América del Sur en el siglo XVII. Está ubicada en el departamento de Itapúa, Paraguay.
Fue fundada en 1685 a orillas del río Monday por los jesuitas Francisco García y Jerónimo Delfín, aunque el asentamiento tuvo que mudarse varias veces por la hostilidad de los brasileños que los atacaban y llevaban como esclavos, hasta llegar a lo que hoy queda a 38 km de la ciudad de Encarnación. Llegó a tener cerca de 3000 habitantes para 1750.
En esta misión se comenzó a construir una de las iglesias más grandes de la época, que tuvo que dejarse sin concluir por la expulsión de los jesuitas en 1768 por parte de Carlos III de España.
Las ruinas de estas misiones religiosas reflejan una forma de vida y de educación marcadas por un estilo singular. Se redescubrió casi dos siglos después, declarándose Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en 1993.

En 1984, la declaración otorgada a las ruinas brasileñas de San Miguel de las Misiones fue extendida para incluir las misiones argentinas de San Ignacio Miní, Santa Ana, Santa María la Mayor y Nuestra Señora de Loreto, lo que lo convirtió en un único sitio transfronterizo.

Misión jesuítica de La Santísima Trinidad de Paraná


Las ruinas jesuitas de la Santísima Trinidad del Paraná, en la ciudad de igual nombre, departamento de Itapúa, Paraguay.
La misión Jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná es la reducción guaraní mejor conservada del Paraguay y la más extensa. Se encuentra ubicada en una colina a 28 kilómetros al noreste de Encarnación, en el distrito de Trinidad en Itapúa; se accede a ella desde la ruta VI. Fue fundada en junio de 1706, y en 1728 contaba con una población de 3000 indígenas guaraníes. Fue redescubierta cerca de dos siglos después de su abandono, declarándose Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.

En 1993 el número se amplió con la declaración que alcanza a dos misiones situadas en Paraguay: la misión jesuítica de Jesús de Tavarangué y la misión jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná.

Brasil



Brasil, oficialmente República Federativa de Brasil, es un país soberano de América del Sur que comprende la mitad oriental del subcontinente y algunos grupos de pequeñas islas en el océano Atlántico. Es el país más grande de América Latina.

Con una superficie estimada en más de 8,5 millones de km²,3​ es el quinto país más grande del mundo en área total (equivalente a 47 % del territorio sudamericano).

Vicente Yáñez Pinzón fue el primer navegante europeo que llegó al Brasil. Descubrió las costas del extremo norte de Brasil en enero de 1500, tres meses antes de la llegada de la flota comandada por Pedro Álvares Cabral.
Vicente Yáñez Pinzón (Palos de la Frontera, aprox. 1462-1514) fue un navegante y explorador español, codescubridor de América y primer navegante europeo que llegó al Brasil. Navegó junto con Cristóbal Colón en su primer viaje al Nuevo Mundo, en 1492, como capitán de la carabela La Niña Descubrió las costas del extremo norte de Brasil en enero de 1500, tres meses antes de la llegada de Pedro Álvares Cabral a Porto Seguro
Brasil, hasta entonces habitado por indígenas, tuvo su primer contacto con los europeos en el año 1500 d.C. a través de una expedición portuguesa liderada por Pedro Álvares Cabral. Tras el Tratado de Tordesillas, el territorio brasileño fue el segmento del continente americano que correspondió al reino de Portugal, del cual obtuvo su independencia el 7 de septiembre de 1822.
Pedro Álvarez Cabral (Belmonte, 1467 o 1468 - Santarém, c. 1520) fue un fidalgo, comandante militar, navegante y explorador portugués, considerado el primero que llegó a Brasil. Asimismo, Cabral es conocido por ser uno de los primeros europeos en llegar en la costa noreste de América del Sur, que reivindicó para Portugal. Aunque los detalles sobre su vida son escasos, se sabe que procedía de una familia noble y que recibió una buena educación.
A finales del siglo XVII, las exportaciones de azúcar comenzaron a disminuir,​ pero alrededor de 1693, el descubrimiento de yacimientos de oro en la región que más tarde sería llamada de Minas Gerais, así como la explotación de otras minas en Mato Grosso y Goiás en las décadas siguientes, salvaron a la colonia de un colapso económico inminente.​ Miles de inmigrantes provenientes de la costa de Brasil y de Portugal se desplazaron hacia las minas.​ Los españoles intentaron impedir la expansión de los portugueses dentro del territorio que les pertenecía de acuerdo con lo establecido en el tratado de Tordesillas de 1494, y consiguieron reconquistar la Banda Oriental en 1777. Sin embargo, el tratado de San Ildefonso firmado ese mismo año confirmó la soberanía portuguesa sobre casi todas las tierras ocupadas durante su expansión territorial, menos la Banda Oriental,​ configurando la mayor parte de las fronteras actuales brasileñas
En 1808, la familia real portuguesa —y la nobleza portuguesa— huyeron de las tropas del emperador francés, Napoleón Bonaparte, que estaba invadiendo Portugal y la mayor parte de la Europa Central, y se estableció en la ciudad de Río de Janeiro, que de esta manera se convirtió en la capital de facto del Imperio portugués. En 1815, Juan VI, entonces el príncipe regente de Portugal en nombre de su madre María I, elevó al Estado de Brasil, una colonia portuguesa, a un Reino soberano en unión con Portugal.
Pedro I de Brasil y IV de Portugal (12 de octubre de 1798 - 24 de septiembre de 1834) fue un monarca portugués. Proclamó la independencia de Brasil y se convirtió en el primer emperador de Brasil y en el primer jefe de Estado de ese país. Ocupó brevemente el trono portugués con el nombre de Pedro IV, el Rey Soldado.

PREMIO PLANETA 2011. Convertido en emperador de Brasil a los veintitrés años, Pedro I marcó con su huella la historia de dos continentes. Desmedido y contradictorio, las mujeres fueron su salvación y su perdición: mientras su esposa, la virtuosa Leopoldina de Austria, lo llevó a la cumbre, su amante, la ardiente Domitila de Castro, lo arrastró a la decadencia. Cuando el inmenso Brasil se le hizo pequeño y el poder dejó de interesarle, puso su vida en juego por aquello que creía justo. Y alcanzó la gloria. Con la belleza exuberante del trópico como telón de fondo, Javier Moro narra con pasión por el detalle la prodigiosa epopeya del nacimiento del mayor país de Sudamérica.

Olinda

Olinda es un municipio brasileño del estado de Pernambuco con una población estimada de 393.115 habitantes (2020). Por ser una de las ciudades coloniales mejor preservadas del país, en 1982 fue declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Vista aérea del Monasterio de San Benito, en el Centro Histórico de Olinda
La ciudad tiene un trazado irregular, de influencia medieval, se adaptan de forma orgánica a las irregularidades del terreno y está influenciada por la arquitectura religiosa. Las torres de las iglesias destacan en el paisaje, a pesar de los daños sufridos por la invasiones neerlandesas. Entre las construcciones existentes actualmente, destacan la Catedral de Olinda, la capilla del antiguo colegio jesuita (actualmente denominada iglesia de Nossa Senhora da Graça), la iglesia y monasterio de São Bento, el convento de São Francisco con la iglesia de Nossa Senhora das Neves y la iglesia de Nossa Senhora do Carmo, entre otras. La arquitectura civil, al contrario que la religiosa, es simple, cercana a otras ciudades brasileñas de la época. Recibió influencia de la arquitectura portuguesa, pero adaptada al clima tropical del lugar.

Fundada en 1535, Olinda fue la ciudad más rica del Brasil Colonial entre el siglo XVI y las primeras décadas del siglo XVII, según escritores de la época como Pero de Magalhães Gândavo, era referida como la "pequeña Lisboa". Fue la sede del Brasil Colonial entre 1624 y 1625 durante las invasiones neerlandesas con Matias de Albuquerque dirigiendo a Olinda.


La catedral de Olinda - El primer edificio construido para el culto en el actual sitio de la sede era una sencilla capilla. Fue levantada entre 1537 y 1540 y se dedicó a Jesucristo como Salvador del mundo. Es uno de los edificios más significativos del centro histórico de Olinda, inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.

La ciudad se mantuvo prospera hasta la invasión neerlandesa a la Capitanía de Pernambuco, cuando la ciudad fue incendiada en 1631 y los neerlandeses se instalaron en Nova Holanda. Luego de la Insurrección de Pernambuco, Olinda volvió a ser sede de la capitanía, pero sin la influencia del pasado, lo que provocó conflictos como la Guerra de los Mascates. A mediados del siglo XIX, la ciudad dejó de ser la capital de Pernambuco.

Iglesia de Carmo, la Igreja do Carmo, Olinda, cerca de Recife, Pernambuco, Brasil


Construida en 1580. En 1630 se utilizó como almacén de armamento por los holandeses. En 1720 el edificio fue reconstruido en estilo barroco.


Además de su belleza natural, Olinda es también una de los mayores centros culturales del Brasil. Su centro histórico fue declarado, en 1982, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, con el nombre de Centro histórico de Olinda. Olinda revive el esplendor del pasado todos los años durante el carnaval, al sonido del frevo, el maracatú y otros ritmos originales de Pernambuco. El carnaval, con sus danzas mixtas de portugueses y africanos mantiene su esencia y se asemeja mucho a carnavales de diversas zonas de Portugal.

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