lunes, 27 de diciembre de 2021

VII - - El comienzo de la expansión territorial - Piero I Orseolo (976-978) - Pala d'Oro (Altar mayor de la Basílica de San Marcos en Venecia) - Angelo Giuseppe Roncalli, patriarca de Venecia (1953-1958)

VI - Venecia - Ruta de la seda - Marco Polo - Venecia IX -  Los magiares - Pietro III Candiano (dogo) - Pietro Candiano IV -  Otón I, pincha aqui

El comienzo de la expansión territorial

Cuando por fin, llegó la calma, los venecianos eligieron un nuevo dogo, Piero I Orseolo (976-978), que tuvo que enfrentarse a la terrible tarea de restañar las heridas y reinstaurar el orden.  Las arcas estaban vacias, y la revuelta, a media ciudad convertida en brasas humeantes. El nuevo dogo tuvo que destinar su propia casa, y su fortuna para reconstruir el palacio ducal y la iglesia de San Marcos. De hecho, parece que fue Pietro I Orseolo quien encargó a artesanos bizantinos la primera versión de la Pala d'Oro de la basílica. 

Nació cerca de Udine en una de las familias más poderosas de la República de Venecia, los Orseolo, descendientes de Teodato Ipato y Orso Ipato. A los 20 años fue nombrado comandante de la flota veneciana. Prestó servicios distinguidos como soldado, dirigiendo campañas exitosas contra los piratas dálmatas.

El 1 de septiembre de 978 desapareció sin dejar rastro. Con un nombre falso, se refugió en el Monasterio benedictino de San Miguel de Cuixá en el Rosellón pasando el resto de su vida entregado a la expiación, la penitencia y la oración. Su mujer le dejó marchar comprendiendo y aceptando la voluntad de su esposo.

Pedro Orseolo llevó allí una vida de gran ascetismo, y su único contacto con Venecia fue instruir a su hijo, Ottone Orseolo, que luego se convertiría en dogo, en 1008. Tras pasar varios años en el monasterio, pasó a la rama camaldulense de los benedictinos, y finalmente se convirtió en ermitaño, los últimos siete años de su vida. Murió en 987 y fue enterrado en la iglesia de Prades.

La abadía de San Miguel de Cuixá es una abadía benedictina situada al pie del Canigó en la comuna de Codalet, en los Pirineos Orientales en el sudeste de Francia. Con los abades Garin y Oliva se convirtió en uno de los centros culturales más importantes de la Cataluña feudal.
La abadía de Cuixá debe su origen a la abadía de San Andrés de Eixalada, fundada hacia el 840 y situada en lo más alto del valle del Têt.
Garin, implicado en la gran política de la época, provocó el retiro, a Cuixá, del Duce de Venecia, Pedro Orseolo, que abdicó en 978 y murió en la abadía en olor de santidad en 987.
A partir del siglo XVI los monjes ya no viven monacalmente: los nuevos monjes prefieren ejercer diversos oficios que les rinden beneficios económicos (el enfermero, el celador, el sacristán mayor, etc.) y disponen, cada uno de ellos, de una habitación particular.
Prades es una localidad francesa situada en el departamento de Pirineos Orientales. Es la capital histórica del condado catalán medieval del Conflent, así como de la comarca histórica homónima. Tiene una población de 6.356 habitantes (2007).
El retablo mide 3 metros de ancho por 2 metros de alto.​ Está elaborada en oro y plata,9​ 187 placas de esmalte, y 1.927 gemas.​ Entre ellas hay 526 perlas, 330 granates, 320 esmeraldas, 255 zafiros, 183 amatistas, 175 ágatas, 75 rubíes, 34 topacios, 16 cornalinas, y 13 jaspes.

Pala d'Oro («retablo de oro» en lengua italiana) es un retablo de altar mayor de la Basílica de San Marcos en Venecia. Se trata de un gran antependio en oro, plata, esmaltes y piedras preciosas (212x334 cm).​ El conjunto de sus esmaltes es uno de los más relevantes de su tipo. Algunos datan de mediados del siglo XII (el Pantocrátor, los arcángeles, las fiestas); es reconocida universalmente como una compleja obra de orfebrería bizantina, una de las obras más refinadas y logradas del esmalte bizantino, con decoración tanto en la parte frontal como la trasera.

Sección superior: El retablo está formado por dos partes. Los esmaltes en la sección superior de la Pala d’Oro contienen al arcángel san Miguel en el centro, con seis imágenes representando la Vida de Cristo a cada lado de él, que fueron añadidos en 1209. Muestran la Entrada de Cristo en Jerusalén, el Descendimiento al Limbo, la Crucifixión, la Ascensión, Pentecostés, y La muerte de la Virgen.​ Se piensa, generalmente, que estos no formaron parte originalmente, del altar, pues sus rasgos estilísticos los ubican en el siglo XII, y fueron probablemente saqueados durante la Cuarta cruzada.
Sección inferior: La sección inferior contiene los esmaltes que narran la vida de san Marcos. Fueron creados en 1105 en Constantinopla, y fueron encargados por el dogo Ordelafo Faliero. Solían estar colocados a lo largo de la base, pero desde entonces han sido trasladados a su posición actual a lo largo de los lados y la fila superior de esta sección.

Se cree que la obra original había sido encargada en el 976 a los artesanos de Constantinopla por el dogo Pedro Orseolo (976-978), donde fue elaborada con piedras preciosas y varios esmaltes representando a varios santos; entre ese primer grupo de paneles de oro esmaltados estaba la ilustración de la vida de San Marcos, el retrato del duque y el grupo del Pantocrátor. La segunda pala fue encargada en Constantinopla por el dogo Ordelafo Faliero (1102-1118) en 1105.​ Se volvieron a añadir paneles en 1209, después de la conquista de Constantinopla después de la cuarta cruzada (1204), por encargo de Pietro Ziani: a esta fase pertenecen los siete grandes esmaltes del registro superior procedente quizá del monasterio del Pantocrátor en Constantinopla.

También en la sección inferior hay un esmalte representando a Cristo en el centro del altar, y los cuatro esmaltes circulares alrededor de él son imágenes de los Cuatro evangelistas. A la derecha y la izquierda de Cristo están los doce apóstoles, seis a cada lado. Por encima de Cristo hay un trono vacío, que representa el Juicio final y la Segunda venida de Cristo, con ángeles y arcángeles a cada lado de él.​ Por debajo de Cristo y los apóstoles están los doce profetas, con la Virgen, flanqueada por Faliero y la emperatriz Irene en el centro.

La última intervención fue ordenada por el dogo Andrea Dandolo (en aquella época era aún procurador) en el año 1342, encargada al orfebre veneciano Giovanni Paolo Boninsegna: el marco se rehízo y los esmaltes se reorganizaron en estilo gótico.

El dogo Ordelafo Faliero, la Virgen y la emperatriz Irene
La representación de Faliero parece estar un poco desproporcionada pues su cabeza parece demasiado pequeña en proporción a su cuerpo. Hay pruebas de que la cabeza original fue eliminada, y reemplazada con una nueva.

Irene Sarantapechaina no fue solo esposa y madre de emperadores, sino una emperatriz en toda regla. Su reinado llevó al fin de la primera iconoclasia bizantina e, indirectamente, propició el surgimiento del poder carolingio en Occidente.
El 1 de noviembre del 768 d.C., una joven noble ateniense llamada Irene llegó a Constantinopla, la capital del Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino. En aquel entonces era, probablemente, una de varias candidatas a casarse con el heredero al trono, León IV. Pero la historia la recordaría como una de las más poderosas -y también polémicas- emperatrices bizantinas: no solo por ejercer el poder en solitario, oponiéndose a su hijo, sino sobre todo por detener, al menos por un tiempo, la iconoclasia.

Esquema de las sucesivas adiciones.

Paolo Veneziano recibió el encargo de hacer paneles de madera para proporcionar una cubierta para cuando el retablo no estuviera expuesto.​ Veneziano recibió el encargo entre 1342-4 para hacer esta tapa, donde fue datada el 1345 y firmada por él junto con sus hijos, Luca y Giovanni.​ La cubierta se hizo con dos piezas. La placa superior presenta al Varón de dolores en el centro, quien está rodeado por la Virgen y los santos Juan, Jorge, Marcos, Pedro, y Nicolás. La placa inferior muestra historias de la Vida, el martirio, el enterramiento y la traslación de san Marcos.​ Los paneles de madera se abrían al público durante las liturgias solamente. En el siglo XV, el retablo «exterior» de Veneziano fue reemplazado por un panel de madera que se mantiene hoy, aunque la Pala está hoy siempre abierta.

El Pala Feriale, 1345 


Paolo Veneziano o Paolo da Venezia (nacido antes de 1333, y muerto después de 1358, probablemente en 1362) fue un pintor medieval de Venecia. Nacido en una familia de artistas, trabajó junto con sus hijos Marco, Luca, y Giovanni. Fue el pintor oficial de Andrea Dándolo, para quien pintó la Pala Feriale. También es probable que tuviera de discípulo a Lorenzo Veneziano.
Se le considera el precursor de la escuela veneciana, iniciada en el siglo XIV o trecento. Se inserta en el diálogo de los movimientos pictóricos de la época con un equilibrio entre su formación bizantina y la influencia de Giotto.

A nosotros han llegado tres polípticos, de épocas diferentes, que sirvieron como cubiertas. Dos de ellos se pueden admirar en el Museo de la Iglesia de San Marcos: el más destacado, pintado por Paolo Veneziano e hijos en el siglo XIV, y el más reciente, obra de Maffeo da Verona del XVII. El tercero, atribuido a Francesco de’ Franceschi, se encuentra en el presbiterio.

Retablo atribuido a Francesco de’ Franceschi, siglo XV

Paradójicamente, ocultarlo celosamente durante novecientos años acentuó su valor y alimentó la imaginación colectiva. En sus raras apariciones, innumerables curiosos llegaban a la ciudad para poder admirarlo. La mayoría de la gente hablaba de él sin haberlo visto nunca.

Detrás del altar mayor de San Marcos se entrevé el zócalo construido en el siglo XIX.
Pensarán Uds. que, descubriéndose, abriéndose y conquistando el altar, permanecería visible. Pues no, por más de medio siglo lo cubrieron completamente con un cuadro. Solo durante conmemoraciones religiosas importantes, como la Navidad o la Pascua, lo descubrían y podía ver la luz para deleite de los feligreses.

Angelo Roncalli, patriarca de Venecia, futuro papa y santo, desde su nombramiento en 1953 inició la renovación del presbiterio de la catedral de San Marcos, para adecuarla a las nuevas normas litúrgicas. Él conocía muy bien el retablo dorado y lo admiraba con creces, lo llamaba ‘destello del Paraíso’.

El eclesiástico percibía en esa pieza, más allá de su indiscutible valor histórico-artístico, una fuerza evangelizadora que lo inducia a la meditación espiritual, cual visión de la Jerusalén celestial. Por lo tanto, entre los muchos objetivos de la amplia reforma, estableció también darle al Retablo de Oro mayor visibilidad.

Zócalo alejado del altar mayor en el siglo XX.

Al zócalo del siglo XIX lo alejaron del altar, en su pilar central introdujeron un eje giratorio y encima de éste colocaron una caja que contenía dos retablos: el de oro y el políptico pintado en el siglo XV, atribuido a Francesco de’ Franceschi (señalado anteriormente).

Canto de la caja que contiene los dos retablos.

Las transformaciones del presbiterio se concluyeron cuando Roncalli ya había subido al trono pontificio como Juan XXIII (1958).

Juan XXIII, de nombre secular Angelo Giuseppe Roncalli (Sotto il Monte, 25 de noviembre de 1881-Ciudad del Vaticano, 3 de junio de 1963), fue el 261.er papa de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano entre 1958 y 1963.
Su intervención para socorrer a miles de judíos de la persecución nazi mientras servía como delegado apostólico de la Santa Sede en Turquía durante la Segunda Guerra Mundial fue proverbial.

Localización y extensión del Patriarcado de Venecia
El patriarcado de Venecia (en latín: Patriarchatus Venetiarum) es una sede metropolitana de la Iglesia católica perteneciente a la región eclesiástica de Trivéneto. El patriarca actual es Francesco Moraglia.

Angelo Giuseppe Roncalli, patriarca de Venecia (1953-1958).

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