domingo, 21 de diciembre de 2025

LX- LA CAÍDA DE LA REPÚBLICA - MARIO Y SILA - CESAR Y POMPEYO - MARCO ANTONIO Y AUGUSTO

LIX- LA CAÍDA DE LA REPÚBLICA - MARIO Y SILA - CESAR Y POMPEYO -  MARCO ANTONIO Y AUGUSTO - Lucio Cornelio Sila - La Vía Domitia - Quinto Servilio Cepión - CAYO MARIO SE HACE CARGO DE LA GUERRA CONTRA CIMBRIOS Y TEUTONES, pincha aquí

LA CAIDA DE LA REPÚBLICA. MARIO Y SILA. CÉSAR Y POMPEYO. MARCO ANTONIO Y AUGUSTO.

Para entender los conflictos que sacudieron Roma durante el último siglo de la República, es necesario detenerse en las transformaciones sociales que había experimentado la ciudadanía. En poco más de doscientos años, Roma había pasado de controlar la zona centro de la Península Itálica, a ser la dueña del Mediterráneo y de gran parte de Europa Occidental. Las consecuencias de esa imparable expansión habían sido enormes para su entramado social. Por un lado, LOS SENADORES, principales beneficiarios de esta política de conquistas, se habían apoderado de gigantescos latifundios y de enormes tesoros. Los senadores trataban por tanto de mantener esta posición de privilegio frente al resto de grupos sociales que, precisamente, pretendían obtener mayor rédito de las conquistas romanas al tiempo que conseguían un mayor papel en el gobierno mismo de la República. Sin embargo, en cuanto al modo en que procuraban mantener esta posición, había dos grupos distintos de poderosos. Por un lado estaban los llamados OPTIMATES, "LOS MEJORES", miembros de la ARISTOCRACIA SENATORIAL DE MAYOR ABOLENGO, defensores del MOS MAIORUM, DEL ORDEN SOCIAL Y DE LOS PRIVILEGIOS DE SU GRUPO. Por otro estaban LOS POPULARES. Aquellos que pertenecían a FAMILIAS SENATORIALES SIN MIEMBROS DE RANGO CONSULAR, o a recién llegados al senado, y que aglutinaban también a muchos caballeros. LOS POPULARES se apoyaban en la plebe romana y usaban sus aspiraciones y problemas para obtener poder. No se les debe considerar un grupo que procurara realmente mejorar las condiciones de vida de la plebe romana, sino que usaban su ascendiente sobre ella y el poder del veto de los tribunos para dirigir la política de la República.


Otro de los grupos sociales que más se había beneficiado de la expansión de los dominios de Roma habían sido los CABALLEROS. El mos maiorum, las costumbres de los antepasados, prohibían a los senadores tener negocios "sucios". LA DIGNITAS senatorial exigía casi exclusivamente dedicarse al cultivo de la tierra, evitando otras actividades menos honrosas como el comercio y las actividades bancarias. Naturalmente, los senadores obtenían grandes beneficios de sus dominios en el campo, pero también hacían enormes fortunas comerciando con sus productos; simplemente usaban a testaferros para realizar estas actividades. Sin embargo, no podían evitar que una parte considerable de las actividades comerciales, explotaciones de minas, gestión del cobro de impuestos, préstamos, etc... recayeran en manos de los CABALLEROS. Éstos se habían convertido en un  influyente grupo social, inmensamente rico, que aspiraba no sólo a controlar la economía de la República, sino también a tomar decisiones sobre cómo tenía que gobernarse. Por eso, no es de extrañar que muchos caballeros aspiraran a ingresar en el senado. Eran los HOMINES NOVI. Los "hombres nuevos", que carecían de antepasados de rango consular, pero que poco a poco se iban haciendo un hueco en la cámara del senado.


Por Agnete - Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8264858

La familia romana era una de las vías mediante la cual el mos maiorum se transmitía de generación en generación

Un sector importante de estos caballeros eran los PUBLICANOS. La escasa administración republicana no disponía de medios para recaudar por si misma los impuestos, y debía recurrir a sociedades privadas, LOS PUBLICANI, para que éstos percibieran los tributos (además de arrendar todo tipo de empresas públicas) y se los entregaran al estado. Sin embargo, el escaso control al que estaban sometidas estas sociedades de publicanos, que cometían todo tipo de desmanes con la población,  recaudando con frecuencia más impuestos de los debidos, no solo les permitió enriquecerse de forma extraordinaria, sino que generó fuertes tensiones con los habitantes de las provincias.


Este detalle del cuadro del pintor Masaccio titulado "El pago del tributo" (1427) muestra el momento en que San Pedro paga el impuesto reclamado a un publicano. Santa María del Carmine, Florencia. 

Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai (San Giovanni in Altura, hoy San Giovanni Valdarno, Arezzo; 21 de diciembre de 1401 - Roma; otoño de 1428), más conocido como Masaccio, fue un pintor cuatrocentista italiano. A pesar de la brevedad de su vida, su obra tuvo una importancia decisiva en la historia de la pintura. Generalmente se considera que fue el primero en aplicar a la pintura las leyes de la perspectiva científica, desarrolladas por Brunelleschi.


La expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal
es un fresco realizado por el destacado artista del primer Renacimiento Masaccio en 1424-1425. El fresco se encuentra pintado sobre la pared de la Capilla Brancacci, en la iglesia de Santa María del Carmine en Florencia, Italia. Representa una famosa escena en la Biblia, la expulsión del Paraíso que se narra en Génesis, 3, aunque con algunas diferencias en relación con el relato canónico.

Por otro lado se encontraba la PLEBE ROMANA. Los ciudadanos romanos que vivían en la capital del mundo disfrutaban, por el mero hecho de serlo, de numerosos repartos gratuitos de cereales, alimentos y otros bienes. Se habían acostumbrado a una vida regalada y querían mantenerla, para lo que no dudaban en empujar a los tribunos de la plebe y usar las asambleas populares para tratar de mantener sus privilegios. De muy distinta forma se comportaba la PLEBE RÚSTICA, los habitantes del campo y de la Península Itálica, que nutrían en gran medida a las legiones. Carentes de los privilegios que tenían los romanos que vivían en Roma, los ciudadanos del campo y las masas de legionarios aspiraban a participar sobre todo en los repartos de tierras. Obtener parcelas de terreno en los territorios recién conquistados en las provincias para asentarse y prosperar como agricultores y ganaderos.

Por रोहित साव27 - Commons File:Plebeians.jpg, CC BY 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=159684670

Por último, otro de los protagonistas del drama de la CAÍDA DE LA REPÚBLICA fueron los aliados itálicos, LOS SOCII, precisamente aquéllos que habían salvado a ROMA DE ANÍBAL. Los habitantes de la Península Itálica, incluidos en la órbita de la República romana desde hacía siglos, tenían el rango de aliados de Roma: SOCII. Eso significaba que estaban más o menos a salvo de los abusos de los publicanos sobre los provinciales, y que podían integrarse en el ejército romano como tropas auxiliares, pero, a pesar de sus lazos centenarios con Roma, no les permitía disfrutar de la ciudadanía romana, y por tanto de las muchas ventajas de ésta. La máxima aspiración de los aliados a lo largo del siglo I a.C. será, por tanto, obtener a toda costa el rango de ciudadanos romanos.


Italia, alrededor del 100 a. C, periodo de la guerra Social. En verde: colonias de derecho romano, municipios sine suffragio y municipios optimo iure (territorio provisto de ciudadanía romana). En rojo: colonias de derecho latino (territorio provisto de ciudadanía latina). En rosa: el territorio de los socii (confederados).

Civitas sine suffragio (del latín, "ciudadanía sin voto") era un nivel de ciudadanía en la República romana que otorgaba todos los derechos de la ciudadanía romana excepto el derecho a votar en las asambleas populares. Este estatus se extendió primero a algunas de las ciudades-estado que se habían incorporado a la República tras la disolución de la Liga Latina en el 338 a. C. Se convirtió en la política de romanización estándar para incorporar regiones conquistadas a la construcción del Imperio romano.


Por © José Luiz Bernardes Ribeiro, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=62268155

Busto romano de época augústea atribuido tradicionalmente a Cayo Mario

Recordando

Mario pudo celebrar un sonoro triunfo el año 104 a.C., recibir como un honor extraordinario para un HOMO NOVUS, un segundo consulado y además el encargo de combatir a otra de las amenazas de Roma; los GERMANOS, CIMBRIOS Y TEUTONES, que se paseaban por el sur de las Galias y amenazaban el valle del Po. La república había enviado ya varios ejércitos consulares, que habían sido derrotados una y otra vez por los germanos. Mario se erguía, una vez más, como salvador de Roma. A lo largo de los años 103 y 102., Mario fue elegido cónsul por tercera y cuarta vez, algo extraordinario, que revela como poco a poco, estos generales, gracias al brillo de sus victorias, podían saltarse las normas políticas de Roma. El encuentro definitivo tuvo lugar el año 102. Mario tuvo que salir al paso con su ejército de una inmensa masa de germanos: cimbrios, ambrones y teutones, prestos a caer sobre la península Itálica. Y su encuentro se saldó con una gran victoria romana en la que cayeron muertos o capturados unos 170.000 germanos. La Galia quedó pacificada, y sobre todo Mario se convirtió en el salvador de Italia, por segunda vez. 


África romana y Numidia oriental a finales del siglo II a. C.

Cuando celebró su magnífico triunfo en Roma fue aclamado como tercer fundador de Roma y como PATER PATRIAE, "padre de la patria". El año 100 fue elegido cónsul por sexta vez. 


Cuadro Batalla de Vercelas de Giovanni Battista Tiepolo, que representa la victoria de Cayo Mario y Quinto Lucio Cátulo sobre los cimbrios.

Quinto Lutacio Cátulo, fue un general romano de la gens Lutacia que ocupó el cargo de cónsul junto con Cayo Mario en 102 a. C. Su hijo, llamado Quinto Lutacio Cátulo, fue una figura importante de la política romana que llegó a cónsul y a censor a finales de la república.

Tiepolo (Venecia, 5 de marzo de 1696-Madrid, 27 de marzo de 1770) fue un pintor y grabador italiano, considerado el último gran representante de la pintura barroca. Es una de las figuras más importantes del rococó italiano, tanto por sus pinturas murales al fresco como por las realizadas al óleo sobre lienzo.


Sin embargo, su momento de mayor gloria coincidió con el comienzo de su declive. Ahora que Mario era el hombre más poderosos de Roma, debía honrar las promesas que había hecho, especialmente la de DISTRIBUIR TIERRAS entre los veteranos de sus legiones. Para ello, Mario contaba con la facción de los POPULARES, a los que ayudó a obtener el poder a cambio de que consiguieran aprobar distribuciones de tierras para sus veteranos en África. Esto levantó naturalmente las iras de los OPTIMATES, que comenzaron a considerar a Mario enemigo y a buscar un líder capaz de oponerse al famoso general.
Lo encontraron en LUCIO CORNELIO SILA

(Fuente:  Texto: Eva Tobalina Oraá (historiadora, docente y conferenciante española)).

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