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Historia
- Constantino I declara Constantinopla como nueva capital del Imperio romano (11 de mayo de 330 de 395)
- División definitiva del Imperio romano en Oriente y Occidente (17 de enero de 395)
- Gran Cisma entre Oriente y Occidente (24 de julio de 1054)
- Caída de Constantinopla en la Cuarta Cruzada (12 de abril de 1204)
- Reconquista de Constantinopla (25 de julio de 1261)
- Caída definitiva de Constantinopla (29 de mayo de 1453 de 1453)
División del imperioA la muerte del emperador Teodosio I, en 395, el Imperio se dividió definitivamente: Flavio Honorio, su hijo menor, heredó Occidente, con capital en Roma, mientras que a su hijo mayor, Arcadio, le correspondió Oriente, con capital en Constantinopla. Para la mayoría de los autores, es a partir de este momento cuando comienza propiamente la historia del Imperio bizantino. Mientras que la historia del Imperio romano de Occidente concluyó en 476, cuando fue depuesto el joven Rómulo Augústulo por el germano (del grupo hérulo) Odoacro. En cambio la historia del Imperio bizantino se prolongó aún durante casi un milenio.
El Imperio bizantino o Bizancio fue la parte oriental del Imperio romano que pervivió durante toda la Edad Media y el comienzo del Renacimiento. Este imperio se ubicaba en el Mediterráneo oriental. Su capital se encontraba en Constantinopla (en griego: Κωνσταντινούπολις, actual Estambul), cuyo nombre más antiguo era Bizancio, importante ciudad de la Tracia griega fundada en el 650 a. C. También se conoce al Imperio bizantino como Imperio romano de Oriente, especialmente para hacer referencia a sus primeros siglos de existencia, durante la Antigüedad tardía, época en que el Imperio romano de Occidente todavía existía. Dado que el Imperio romano había establecido que la lengua en todo el territorio debía ser el griego, los historiadores en general coinciden en señalar que el Imperio bizantino fue un imperio griego en alianza política con Roma.
A lo largo de su dilatada historia, el Imperio bizantino sufrió numerosos reveses y pérdidas de territorio, especialmente durante las guerras romano-sasánidas, guerras bizantino-normandas y las guerras árabo-bizantinas. Aunque su influencia en África del Norte y Oriente Próximo había entrado en declive como resultado de estos conflictos, continuó siendo una importante potencia militar y económica en Europa, Oriente Próximo y el Mediterráneo oriental durante la mayor parte de la Edad Media. Tras una última recuperación de su pasado poder durante la época de la dinastía Comneno, en el siglo XII, el Imperio comenzó una prolongada decadencia durante las guerras otomano-bizantinas que culminó con la toma de Constantinopla y la conquista del resto de los territorios bajo dominio bizantino por los turcos, en el siglo XV.
Comneno es el nombre de una familia y dinastía imperial bizantina que gobernó el Imperio bizantino de 1081 a 1185 1 y fundó el Imperio de Trebisonda —adoptando el nombre de Grancomneno en el año 1204. A través de matrimonios con otros clanes nobles, como los Ducas, los Angelos o los Paleólogos, sus descendientes gobernaron el Imperio hasta su caída.
Durante su milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, e impidió el avance del islam hacia Europa Occidental. Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas.
Durante el reinado de Justiniano I (527-565), el Imperio llegó al apogeo de su poder. El emperador se propuso restaurar las fronteras del antiguo Imperio romano, para lo que, una vez restaurada la seguridad de la frontera oriental tras la victoria del general Belisario frente al expansionismo persa de Cosroes I en la batalla de Dara (530), emprendió una serie de guerras de conquista en Occidente.
De acuerdo con una historia que fue sumando popularidad durante la Edad Media, se dice que Justiniano ordenó que a Belisario le fuesen sacados los ojos, y que se lo redujese al estado de mendigo, condenado a pedir a los viandantes que «diesen un óbolo a Belisario» (date obolum Belisario), antes de que fuese perdonado. La mayoría de los estudiosos modernos creen que la historia es apócrifa, si bien Philip Stanhope, filólogo británico del siglo XIX que escribió la obra Life of Belisarius (la única biografía exhaustiva del general), creía que la historia era cierta.
La más famosa de estas pinturas, realizada por Jacques-Louis David, combina temas de caridad (el alma del que da), injusticia (Belisario) y la reversión radical del poder (el soldado que reconoce a su antiguo comandante). Otros lo retratan ayudado por los pobres tras ser rechazado por los poderosos.
La época de Justiniano no solo destaca por sus éxitos militares. Bajo su reinado, Bizancio vivió una época de esplendor cultural.
Entre 528 y 533, una comisión nombrada por el emperador codificó el Derecho romano en el Corpus Iuris Civilis, permitiendo así la transmisión a la posteridad de uno de los más importantes legados del mundo antiguo. Otra recopilación legislativa: el Digesto, dirigido por Triboniano, fue publicado en 533. El esplendor de la época de Justiniano encuentra su mejor ejemplo en una de las obras arquitectónicas más célebres de la historia del Arte, la iglesia de Santa Sofía, construida durante su reinado por los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto.
Isidoro de Mileto fue un arquitecto griego bizantino, célebre por ser el autor, junto a Antemio de Trales, de la basílica de Santa Sofía de Constantinopla (Estambul).Trabajó al servicio de Justiniano, quien encargó a Antemio de Tralles la construcción de la "nueva iglesia de la Santa Sabiduría" (Hagia Sophia), comenzada en 532. A pesar de ser su única obra, Santa Sofía es uno de los edificios más importantes del mundo, con una cúpula de treinta metros de diámetro.Con el mismo nombre de Isidoro de Mileto se conoce al sobrino del anterior, quien se encargó de la reconstrucción del edificio después del terremoto ocurrido en la zona en el 557. Por otra parte existe una edición de los Elementos de Euclides, una recopilación de escritos de Arquímedes y un comentario del Tratado de las bóvedas que están firmados por Isidoro de Mileto, aunque no se sabe a ciencia cierta si fueron escritas por el tío o el sobrino.
Antemio de Trales (Trales, ca. 474 d. C.-ca. 558) fue un arquitecto y profesor de geometría griego. Su talento parece que abarcaba también la ingeniería, ya que se dice que le fue encargado reparar las defensas contra las inundaciones en Dara, una fortificación bizantina en Siria. También fue un matemático capaz. Describió la construcción de una elipse y escribió un libro sobre las secciones cónicas, que fue de mucha utilidad para proyectar la cúpula de Santa Sofía.
Dara es un lugar del Egipto Medio, situado al oeste del Nilo, entre las ciudades de Asiut y Mair. En Dara se encuentra una necrópolis del primer periodo intermedio del Imperio Antiguo del antiguo Egipto.En Dara se encuentran los restos de la pirámide de Jui del nomarca local Jui que se atribuye a la Dinastía VIII. Sorprendentemente, el tamaño de la estructura, con una longitud de la base de 130 metros sería más grande que la pirámide escalonada de Zoser.
La iglesia contiene una gran colección de reliquias de santos, y contó con un iconostasio de plata de 15 metros. Fue la sede del Patriarca de Constantinopla y el punto focal religioso de la Iglesia ortodoxa oriental por casi mil años. En esta iglesia el cardenal Humberto excomulgó a Miguel I Cerulario en 1054; acto que comúnmente se considera como el comienzo del Gran Cisma.
En 1453 Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos bajo las órdenes del sultán Mehmed II, quien posteriormente decidió que el templo se convirtiera en mezquita. Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de sacrificio fueron retirados, y muchos de los mosaicos fueron enlucidos. Durante el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el mihrab, el minbar y cuatro minaretes. El edificio se mantuvo como mezquita hasta 1931, fecha en que fue cerrado al público por el gobierno de Turquía hasta su reapertura, ya como museo, en 1935.
Para acceder a la nave central debes atravesar dos nartex o galerías con columnas, te encuentras ya frente a la puerta imperial.El Nartex interior tiene hasta nueve puertas que comunican con la nave principal, pero en el centro destacan las tres que reciben el nombre de "Puertas de la realeza", siendo la central la del Emperador.
Santa Sofía - la Puerta Imperial |
Con la subida al poder de Leon III, emperador bizantino, se prohibieron los iconos en el culto, por lo que se retiraron todas las imágenes de Santa Sofia. (s.IX). Volvió a sufrir terremotos e incendios que obligaron a otras restauraciones. Durante la cuarta cruzada fue víctima de pillajes y robos de reliquias que se llevaron a otras iglesias. En el s. XIII se convirtió en iglesia católica de Roma. Cuando los bizantinos la recuperaron en 1261 la encontraron en ruinas, y tuvieron que colocarse diferentes soportes. Debido a nuevos terremotos, durante los últimos 100 años del periodo bizantino, volvió a quedar en ruinas.
Período Otomano
Tras la conquista de la ciudad por los otomanos en 1453, el sultán Mehmet El Conquistador mandó reformarla y convertirla en mezquita. Se construyeron los elementos típicos y se cubrieron los mosaicos (a excepción del de la Virgen María y los ángeles de los medallones). Posteriores sultanes fueron realizando sus aportaciones y reformas. Importante fue la restauración de 1739 a manos de los hermanos Fossati. En este tiempo, el famoso calígrafo Kazasker Mustafa Izzet Efendi también preparó las tablas caligráficas que se colgaron en Santa Sofía. Hay ocho en total y llevan el nombre de Alá, el profeta Mahoma, los cuatro primeros califas y Hasán y Hussein, dos de los nietos del profeta, que se veneran como mártires.
En 1934, Atatürk dio orden de convertir Santa Sofía en museo. Incluso antes se limpiaron y restauraron los mosaicos quitando el material blanco que los tapaba, en un trabajo minucioso. Se sacaron las alfombras para mostrar los mármoles del suelo.
Período Otomano
Tras la conquista de la ciudad por los otomanos en 1453, el sultán Mehmet El Conquistador mandó reformarla y convertirla en mezquita. Se construyeron los elementos típicos y se cubrieron los mosaicos (a excepción del de la Virgen María y los ángeles de los medallones). Posteriores sultanes fueron realizando sus aportaciones y reformas. Importante fue la restauración de 1739 a manos de los hermanos Fossati. En este tiempo, el famoso calígrafo Kazasker Mustafa Izzet Efendi también preparó las tablas caligráficas que se colgaron en Santa Sofía. Hay ocho en total y llevan el nombre de Alá, el profeta Mahoma, los cuatro primeros califas y Hasán y Hussein, dos de los nietos del profeta, que se veneran como mártires.
Visita ilustre junto al Omphalion El "Omphalion", también llamado Ombligo (entro del mundo), era donde se realizaba la coronación de los emperadores bizantinos. Allí se situaba el trono imperial. |
Estos recipientes se cree que son del periodo helenista o bizantino temprano. |
El Hünkar mahfili: La logia está diseñada para que el sultán pudiera orar desde un balcón provisto de celosías. Ésta es obra de los hermanos Fossati. |
La Mahfili: una plataforma elevada situada en las grandes mezquitas donde el muecín se sube para responder con sus cánticos a las oraciones del imán. |
El Kürsü: El trono del Predicador es un asiento utilizado por el imán cuando da la lectura del Corán. Está realizado en mármol en el s. XVII por mandato de Murat IV. |
Mustafa Kemal Atatürk 1.er Presidente de la República de Turquía -- 29 de octubre de 1923-10 de noviembre de 1938 |
(Salónica, Macedonia otomana; 19 de mayo de 1881-Estambul, 10 de noviembre de 1938), fue un mariscal de campo y célebre estadista turco, así como el fundador y primer presidente de la República de Turquía. Mustafá Kemal se consagró como general de renombre al mando de una división en la batalla de Galípoli. Después de la derrota del Imperio otomano y la ocupación de Constantinopla entre 1918 y 1923 a manos de los Aliados y la partición del Imperio otomano, Mustafá Kemal encabezó el Movimiento Nacional turco, que desembocaría en la Guerra de Independencia Turca o Kurtuluş Savaşı —«Guerra de Liberación»—. Sus brillantes campañas militares condujeron a la liberación del país y al establecimiento de la República de Turquía. Como primer presidente de la República, Mustafá Kemal impuso una serie de reformas de gran alcance para crear un Estado moderno, democrático y laico.
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