lunes, 29 de mayo de 2017

Henri Julien Félix Rousseau llamado "El aduanero Rousseau"

(Laval, 21 de mayo de 1844 – París, 2 de septiembre de 1910), fue un célebre pintor francés, uno de los máximos representantes del arte naíf. No confundir con Henri Émilien Rousseau (1875-1933)
Este cuadro Rousseau se encuentra entre con los que afirmó haber inventado un nuevo género, el retrato-paisaje, que consistía en pintar un paisaje sobre el que se añadía el retrato de la persona. En este caso eligió uno de sus lugares favoritos en París, añadiendo luego el autorretrato en primer plano.
Porta una paleta y un pincel. En la primera se pueden leer los nombres «Clemence» (nombre de su primera esposa, Clemence Boitard) y «Josefina» (nombre de su segunda esposa, Josefina Noury), los que parecen haber sido escritos sobre otra inscripción que ha quedado borrada.
En la solapa izquierda lleva la insignia de Les Palmes académiques, premio otorgado por un ministerio francés.
Moi même (Yo mismo), autorretrato de H. Rousseau, 1890, Galería Nacional de Praga. En el cuadro se puede ver a un Rousseau muy bien vestido, con la barba muy cuidada y rodeado de símbolos de modernidad: un puente de metal, un globo, un barco con las banderas naúticas de señales en el Sena y la recién inaugurada Torre Eiffel.
Henri Rousseau dedicaba mucho tiempo a cada uno de sus cuadros, he aquí que su obra sea relativamente escasa.
Henri Émilien Rousseau (17 de diciembre de 1875 en El Cairo – 28 de marzo de 1933 en Aix-en-Provence), firmó sus trabajos artísticos como H. Rousseau, no confundir con Henri Julien Félix Rousseau. Es artista, pintor, dibujante e ilustrador.
Nació en Laval, de Mayenne. Laval es también ciudad natal de Alfred Jarry, una de las primeras personas en reconocer su talento. Henri Rousseau vivió en su juventud en Angers, que no era una ciudad grande en ese tiempo, de historia medieval, al borde del río Loira. Angers tuvo una tradición de tapicerías medievales, Al trasladarse a París, en 1868, a sus 24 años, esa tradición se refleja en sus visitas frecuentes al Museo Cluny, especializado en el arte medieval francés.

Alfred Jarry (Laval, 8 de septiembre de 1873 - París, 1 de noviembre de 1907) fue un dramaturgo, novelista y poeta francés, conocido por sus hilarantes obras de teatro y su estilo de vida disoluto y excéntrico.
El Museo Nacional de la Edad Media o Museo Cluny (Musée National du Moyen Age o Musée Cluny) es un museo estatal francés situado en la plaza Paul Painlevé, en el Barrio Latino de París.
El lugar que ocupa el edificio ha tenido distintos usos desde la Edad Antigua, conservándose aún unas termas galo-romanas del siglo I (también es conocido con el nombre de termas de Cluny). El nombre se lo debe a haber sido desde el siglo XIII sede del hospicio-residencia de los Abades de Cluny.
En 1560 fue elegido como palacio de la reina viuda de Francia, María Estuardo, que lo ocupó brevemente.
El museo contiene una gran variedad de objetos medievales de suma importancia.
Coronas votivas del Tesoro de Guarrazar, orfebrería visigoda del siglo VII (las piezas están repartidas entre este museo y dos de Madrid: la Armería Real y el Museo Arqueológico Nacional).
El tesoro de Guarrazar es un tesoro de orfebrería visigoda compuesto por coronas y cruces que varios reyes del reino visigodo de Toledo ofrecieron en su día como exvoto. Fue hallado entre los años 1858 y 1861 en el yacimiento arqueológico denominado huerta de Guarrazar, situado en la localidad de Guadamur, muy cerca de Toledo.
La dama y el unicornio, tapiz flamenco, finales del siglo XV.
La dama y el unicornio'es rosa (en francés: La Dame à la licorne) es el título moderno que se da a un ciclo de tapices flamencos de finales del siglo XV frecuentemente considerado como una de las grandes obras del arte medieval en Europa. Fueron tejidos con lana y seda, a partir de diseños (cartones) dibujados en París.
Se dedicará a la pintura 4 años después de su llegada en 1868, de manera autodidacta.


A pesar de las intenciones "realistas", en la obra de Rousseau destacan el tono poético, la búsqueda de lo exótico y, sobre todo, su estilo naíf, reflejo de una aparente sensibilidad infantil propia de los artistas con poca o nula formación académica; esta ingenuidad otorga con frecuencia a sus trabajos un aspecto involuntario de caricatura. En el caso del pintor de Laval, es efectivamente su formación autodidacta junto a una primacía de la fantasía sobre lo real lo que determina este estilo, de difícil inclusión en movimientos artísticos de la época. A pesar de desconocer las técnicas compositivas, logró dotar a sus obras de un sugerente y complejo colorido, muy elogiado entre sus seguidores.

La gitana dormida (La bohémienne endormie) es un óleo sobre lienzo pintado en 1897 por el artista naíf francés Henri Rousseau. El propio artista lo describe como sigue:
Una negra errante, una bandolinista, yace, en un sueño profundo, vencida por el cansancio, con su jarrón al lado (un jarrón con agua para beber). Un león que pasa por allí, capta su olor pero no la devora. Hay un efecto de la luz de luna, muy poético.
En 1939 fue adquirido por Simon Guggenheim quien lo donó al Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Aproximadamente desde 1890 se observa una maduración en su lenguaje pictórico. Si bien durante toda su carrera artística pintó obras de corte realista, con frecuencia también dejó que su fantasía se potenciara hasta casi el surrealismo. Por ejemplo, en La gitana dormida (1897) se ve a una mujer durmiendo plácidamente en medio de un exótico desierto mientras un león la observa muy de cerca; el paisaje y el león podrían ser una fantasía onírica de la gitana. En El sueño (1910), esta potencialización de lo superrealista es igual de perceptible.

El sueño (en francés: La Rêve, a veces también conocida como Le Songe o Rêve Exotique) es una gran pintura al óleo obra de Henri Rousseau. Rousseau la pintó en 1910, y es una de las más de 25 pinturas con un tema de selva. Fue el último trabajo que logró completar, se exhibió por primera vez en la Salon des Indépendants entre el 18 marzo al 1 de mayo 1910, pocos meses antes de su muerte el 2 de septiembre de 1910. Las primeras obras de Rousseau no habían sido bien recibidas, pero el poeta y crítico Guillaume Apollinaire comentó sobre el debut de "El sueño": "La imagen irradia belleza, ello es indiscutible. Creo que nadie se reirá este año."
El sueño es la más grande de las pinturas de la selva, mide 204,5 x 298,5 cm. Presenta un retrato casi surrealista de Yadwigha (Jadwiga), la joven amante polaca de Rousseau, desnuda sobre un sofá a la izquierda del cuadro, mirando por encima de un paisaje de follaje selvático exuberante, incluyendo flores de loto, y animales, incluidos aves, monos, un elefante, un león y una leona y una serpiente. Las formas estilizadas de las plantas de la selva se basan en observaciones de Rousseau en el Museo de Historia Natural de París y su Jardin des Plantes. El brazo izquierdo del desnudo señala a los leones y un negro encantador de serpientes que se enfrenta el espectador tocando su flauta, apenas visible en la oscuridad de la selva bajo la tenue luz de la luna llena. Una serpiente de vientre rosado se desliza a través de la maleza, su forma sinuosa refleja las curvas de la cadera de la mujer y su pierna.
Se considera que la primera (y la más representativa) de sus "junglas" es: Tigre en una tormenta tropical (en francés, Tigre dans une tempête tropicale or Surpris!, conocido también como ¡Sorprendido!) es una pintura al óleo sobre lienzo realizada en 1891 por el pintor francés Henri Rousseau. Se exhibe en la Galería Nacional de Londres.
Expuesto en el Salón de París, su aceptación limitada por el público decepcionó al autor. En la obra se percibe cierto aire esotérico propio del simbolismo.
A menudo se incluye a Rousseau dentro del post-impresionismo francés. En cualquier caso, se le reconoce un estilo naíf original y muy intuitivo que le otorga un lugar destacado en la pintura francesa de finales del XIX y principios del XX, junto a sus coetáneos impresionistas, fauvistas y cubistas.
La denominación naif (del francés naïf, 'ingenuo') se aplica a la corriente artística caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad, el autodidactismo de los artistas, los colores brillantes y contrastados y la perspectiva acientífica captada por intuición. En muchos aspectos, recuerda (o se inspira en) el arte infantil, muchas veces ajeno al aprendizaje académico.
Según el crítico Arsène Alexandre, el pintor describía sus visitas frecuentes al Jardín de las Plantas de esta manera: “Cuando me introduzco en los invernaderos de cristal y veo las extrañas plantas de tierras exóticas, tengo la sensación de entrar en un sueño”.

Museo de Orsay, París - La encantadora de serpientes (en francés, La Charmeuse de serpents) es una pintura al óleo sobre lienzo realizada en 1891 por el pintor francés Henri Rousseau. Sus dimensiones son de 169 × 189,5 cm.
La pintura muestra un paisaje nocturno exótico e irreal de compleja estructura, iluminado por una luz fría que se refleja en el agua, resaltando las figuras inmóviles y planas. Para su realización, Rousseau, se inspiró en un grabado sobre madera de Paul Gauguin expuesto en 1906.
En 1907 la madre de Robert Delaunay, Berthe, condesa de Delaunay le compra el cuadro La encantadora de serpientes.
La cabalgada de la discordia (Rousseau, 1894)
 “La guerra pasa aterradora, dejando por doquier la desesperación, el llanto y la ruina.”
Este mensaje apocalíptico es presentado con la utilización de una imaginación refinadamente macabra; las figuras del desabrido paisaje han sido construidos por medio de grandes planos de color que se recortan con la nitidez de las piezas de un rompecabezas.

En el centro, un personaje femenino sujeta una espada y una antorcha. Esta especie de Belona, diosa romana de la guerra, monta un caballo que se parece más a un monstruo híbrido. El suelo oscuro está cubierto por un montón de cuerpos, de cuervos deleitándose de esta carroña humana. Los árboles parecen calcinados. Las nubes son rojas. Sin elemento anecdótico o narrativo, Rousseau logra poner en imagen el drama. La abundancia de las formas despedazadas y sobre todo la elección de los colores contribuyen en ello: el verde de la esperanza está totalmente ausente; el negro y el rojo, colores del duelo y de la sangre, dominan.
A pesar de las intenciones “realistas”, en la obra de Rousseau destacan el tono poético, la búsqueda de lo exótico y, sobre todo, su estilo naif, reflejo de una aparente sensibilidad infantil.
Una tarde Pablo Picasso entra donde el anticuario Pere Soulier, en la calle de los Mártires, y descubre un lienzo que le llama poderosamente la atención.¿Quién pintó ese cuadro? –pregunta. -Henri Rousseau –le responde Soulier-, está a la venta por cinco francos. Picasso no duda en hacerse con la obra. Le ha causado una impresión extraña y poderosa, extrema, que oscila entre la sincera admiración y las ganas de reír, pero que es, al mismo tiempo, profundamente liberadora. Y no cabe duda que el creador es un artista primitivo, como un diamante en estado bruto, que prescinde de la perspectiva, en cuya tela el fondo es traído al primer plano, lo que constituye uno de los principios del naciente cubismo. Picasso desembolsa la cantidad pedida y lleva la pintura a su taller, donde lo expone. Se trata de Retrato de una mujer (Portrait de femme, 1895), que conservará en su colección particular desde entonces, hasta su muerte.
Junto a sus escenas exóticas hubo una producción simultánea de imágenes topográficas más pequeñas de la ciudad de París y sus alrededores. Estas tienen en ocasiones detalles relacionados con el progreso técnico y científico de la época: chimeneas de fábricas, aerostatos, dirigibles, postes de telégrafo, biplanos, etc. 

Henri Rousseau - Paysage avec le dirigeable 'Patrie' (1908)
Henri Rousseau - La passerelle de Passy (1904)
Estos cuadros, en los que la vegetación tiene un aire atemporal, representan a menudo lugares que él frecuentaba.

En sus retratos, sean o no retratos-paisajes, los personajes están rígidos, en pose, casi inexpresivos, frecuentemente con los ojos muy abiertos y "mirando" frontalmente al espectador. Si los personajes son varios, están yuxtapuestos: uno al lado del otro. El paisaje de fondo, cuando lo hay, parece estar en el mismo plano por la falta de perspectiva.

Retrato de Pierre Loti, 1910.
Julien Viaud, conocido como Pierre Loti, (14 de enero 1850, Rochefort, Charente Marítimo, Francia - 10 de junio 1923, Hendaya, Pirineos Atlánticos, Francia), escritor francés y oficial de la Marina Francesa, autor de novelas de estilo impresionista. Elegido miembro de la Academia Goncourt en 1883, y miembro de la Academia Francesa en 1891. Fue enterrado en la isla de Oleron.
En 1886 —época en que pintaba principalmente retratos y escenas parisinas— expone invitado por los antiacademicistas en el Salon des Indépendants. El primer cuadro que expone es Soirés au carnaval (Velada en carnaval). Es entonces cuando recibe los elogios de Paul Gauguin, Georges Seurat, Félix Vallotton (que llega a afirmar que las obras de H.Rousseau son el Alfa y Omega de la pintura)

En 1908 Picasso encuentra a Rousseau intentando vender sus cuadros en las calles de París, Picasso, ya bastante célebre, reconoce el genio de Rousseau y le ofrece un banquete de homenaje (mitad burlesco, mitad serio) en el atelier (taller) que el español poseía en el Bateau-Lavoir.
El Bateau-Lavoir es un inmueble situado en el barrio de Montmartre, en el distrito 18 de París. Es sobre todo conocido por haber sido, a principios del siglo XX, lugar de residencia y de reunión de numerosos pintores y escritores.
 Conocido al principio como La casa del trampero, fue rebautizado por Pablo Picasso y sus compañeros en 1904 como Bateau-Lavoir (barco-lavadero) porque su estructura de madera recordaba a los barcos amarrados a las orillas del Sena y utilizados como lavaderos.
Poco a poco Rousseau logra hacerse reconocer por pintores vanguardistas como André Derain y Henri Matisse; entabla amistad con Robert Delaunay, Guillaume Apollinaire y, bastante después, con el español Pablo Picasso.

En 1905 Matisse elogia el cuadro de Rousseau titulado El león arrojándose sobre el antílope expuesto en la primera exhibición de los "Fauves" (ver fovismo), en el Salón de Otoño de 1905.
El león y el antílope han sido ubicados con precisión en el centro, rodeados de otros animales que observan el espectáculo violento que se les ofrece. 
Rousseau frecuentemente desconoce u olvida las perspectivas y las proporciones. En su obra, los claroscuros no sirven para dar profundidad ni una impresión de contorno, con lo que sus figuras suelen parecer "planas".
Su técnica habitual era la de capas de óleo, comenzando por los cielos y el fondo y concluyendo con la figuración de los personajes y animales.

Friné ante el Areópago, 1861
Jean-Léon Gérôme (Vesoul, 11 de mayo de 1824-París, 10 de enero de 1904) fue un pintor y escultor francés academicista cuyas obras son, por lo general, de tema histórico, mitológico, orientalismo, retratos y otros temas, con lo que lleva al Academicismo tradicional a un clímax artístico. Es considerado uno de los pintores más importantes de este período académico, y además de ser pintor y escultor, fue también un maestro con una larga lista de estudiantes.
Friné  hija de Epicles, es el apodo de una famosa hetaira griega, célebre por su proverbial belleza, nacida en Tespias (Beocia) - De origen humilde, fue la amante y modelo predilecta de Praxíteles, quien se inspiró en ella para la creación de varias estatuas de Afrodita.
Rousseau declaró que no tuvo otro maestro que la naturaleza, aunque admitió haber recibido algunos consejos de dos pintores academicistas: Félix-Auguste Clément y Jean-Léon Gérôme.



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