domingo, 15 de diciembre de 2019

(XXVIII) El placer de coleccionar arte - Bienes que integran el Patrimonio Nacional - El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial - La Basílica - El Panteón de Reyes de El Escorial

(XXVII)  El placer de coleccionar arte -  Las “poesías” de Tiziano -  Pinceladas sobre Tiziano, pincha aqui

Bienes que integran el Patrimonio Nacional, pincha aqui
La Constitución -en su artículo 132.3- se remite a la ley para la regulación de la administración, defensa y conservación del Patrimonio Nacional. Los bienes del Patrimonio Nacional conforman una de las cuatro grandes categorías de bienes públicos junto con los bienes de dominio público, los bienes patrimoniales y los bienes comunales. Se trata de una categoría en la que se integra una lista reducida de bienes, razón por la cual la Ley 23/1982, de 16 de junio, reguladora del Patrimonio Nacional, realiza una enumeración concreta de los mismos. Sin embargo, a pesar de su menor importancia numérica, muchos de ellos poseen un gran valor histórico-artístico.

Recuerde:
• Se trata de bienes de titularidad del Estado afectados al uso y servicio del Rey y de los miembros de la Real Familia para el ejercicio de la alta representación que la Constitución y las leyes les atribuyen, aunque se procurará su uso con fines culturales, científicos y docentes.

El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es un complejo que incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio. Se encuentra en la localidad española de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, y fue construido entre 1563 y 1584.

El palacio fue residencia de la Familia Real Española, la basílica es lugar de sepultura de los reyes de España y el monasterio –fundado por monjes de la Orden de San Jerónimo– está ocupado actualmente por frailes de la Orden de San Agustín. Es una de las más singulares arquitecturas renacentistas de España y de Europa. Situado en San Lorenzo de El Escorial, ocupa una superficie de 33 327 m², sobre la ladera meridional del monte Abantos, a 1028 m de altitud, en la Sierra de Guadarrama. Está gestionado por Patrimonio Nacional.
Monasterio de El Escorial, patio delantero
Fue considerado, desde finales del siglo XVI, la Octava Maravilla del Mundo, tanto por su tamaño y complejidad funcional como por su enorme valor simbólico. Su arquitectura marcó el paso del plateresco renacentista al clasicismo desornamentado. Obra ingente, de gran monumentalidad, es también un receptáculo de las demás artes.
Sus pinturas, esculturas, cantorales, pergaminos, ornamentos litúrgicos y demás objetos suntuarios, sacros y áulicos hacen que El Escorial sea también un museo. Su compleja iconografía e iconología ha merecido las más variadas interpretaciones de historiadores, admiradores y críticos. El Escorial es la cristalización de las ideas y de la voluntad de su impulsor, el rey Felipe II, un príncipe renacentista.

1561. Este año fue clave para la historia de El Escorial:
El monarca trasladó la capital de España desde Toledo a Madrid.
Encomendó el Monasterio de El Escorial a los monjes jerónimos. Tradicionalmente, la monarquía hispánica había estado muy vinculada a esta Orden religiosa.
Juan Bautista de Toledo empieza el diseño general del Monasterio: la conocida como la «Traza Universal».

«Traza Universal» de El Escorial.
En julio de 1559 Juan Bautista de Toledo fue llamado a España por Felipe II para realizar toda una serie de obras de gran importancia para la realeza española. Una realeza que tendrá a partir de ahora una nueva concepción del estado moderno y para la que será necesaria la creación de un nuevo edificio que la representara. Juan Bautista será considerado el primer arquitecto del Monasterio de El Escorial y sus trazas sentarán las bases de lo que posteriormente será el lenguaje herreriano.
Las medidas del rectángulo de la planta, según señalaba el padre Sigüenza en 1605, son de 735x580 pies castellanos, es decir, 205x162 metros. La altura total del punto más elevado de la cruz tomada con respecto al pavimento de la iglesia es de 95 metros.
1563. En febrero se sumaron al proyecto, en calidad de adjuntos, Juan de Herrera y Juan de Valencia. El 23 de abril, festividad de San Jorge, se colocó la primera piedra del Monasterio, en los cimientos del refectorio del convento, bajo la silla del Prior, en la fachada meridional.

Juan Bautista de Toledo (Toledo o Madrid, alrededor de 1515​ - Madrid, 10 de mayo de 1567) fue un arquitecto renacentista español, uno de los más destacados de su tiempo, con excepcional experiencia en urbanismo e ingeniería militar e hidráulica. Es conocido por haber dado las trazas generales para la construcción del Real Monasterio de El Escorial, su obra magna.
1567. Felipe II firmó el 22 de abril la Carta de Fundación y Dotación del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Pocos días después, el 19 de mayo, tras la finalización de la fachada del Jardín de los Frailes, gran parte de las dependencias del Monasterio y el Patio de los Evangelistas, moría Juan Bautista de Toledo.

1572. Juan de Herrera, con un protagonismo cada vez más creciente, asumió la reorganización del proyecto.

Juan de Herrera de Maliaño (Roiz, Cantabria, 1530 - Madrid, 15 de enero de 1597) fue un arquitecto, matemático, geómetra y militar español, considerado uno de los máximos exponentes de la arquitectura renacentista hispana.
Su sobrio y severo estilo arquitectónico, llamado herreriano en su honor, fue representativo del reinado de Felipe II (r. 1556-1598) e influyó notablemente en la arquitectura española posterior, principalmente a lo largo del siglo XVII.
1584. Se colocan en la portada de la Basílica las estatuas de David y Salomón. El 13 de septiembre se dieron por finalizadas oficialmente las obras, bajo la dirección de Francisco de Mora, a pesar de no estar concluida la Real Basílica. Esta se culminó en 1586 después de once años de construcción.

1807. El príncipe de Asturias, el duque del Infantazgo y Escoiquiz traman un complot, conocido como la "Conspiración de El Escorial" para derrocar a Godoy. Son descubiertos y procesados.

1814. Superados los avatares de la Guerra de la Independencia, que supuso para el Monasterio el saqueo y la exclaustración, regresan los monjes de la Orden Jerónima. Con el restablecimiento de la Constitución de 1812 y el arranque del Trienio Liberal, vuelven a abandonar el Monasterio la mayoría de los monjes entre 1820 y 1824. El 1 de diciembre de 1837 parten los 150 monjes jerónimos tras entrar en vigor las leyes desamortizadoras de los bienes eclesiásticos. Posteriormente, tras un fallido intento de restauración, se crea un patronato de capellanes seculares.

1885. Tras dos intervalos en que lo ocuparon los Padres Escolapios (desde 1869 el Colegio, y entre 1872 y 1875 la custodia completa del Monasterio) y otra vez los capellanes seculares, el rey Alfonso XII hace entrega del monasterio a la Orden de San Agustín. Los Agustinos viven en el monasterio hasta la actualidad.

Fachada occidental. Entrada principal a la basílica
La Carta de Fundación, firmada por Felipe II el 22 de abril de 1567, cuatro años después del comienzo de las obras, señalaba que el Monasterio estaba dedicado a San Lorenzo, pero sin señalar directamente la batalla de San Quintín, probablemente para evitar citar una guerra como motivo de fundación de un edificio religioso: se «fundó a devoción y en nombre del bienaventurado San Lorenzo por la particular devoción» al santo del rey y «en memoria de la merced y victorial que en el día de su festividad de Dios comenzamos a recibir».
En resumen, el rey buscó darle a Dios una casa donde alabarle y agradecerle su intervención en San Quintín, intercediendo de paso por sus familiares. Felipe II no quería una iglesia para los fieles, quería darle a Dios una morada bajo la cual enterrar a su extensa familia. 

La fachada sur del Monasterio de El Escorial.
El estilo escogido fue el del Renacimiento, muy depurado y sin la profusa decoración plateresca. El orden arquitectónico predominante es el toscano, el más sencillo del clasicismo, y el dórico en la iglesia. Pese a su austeridad y aparente frialdad, el Monasterio de El Escorial fue un símbolo del salto entre una España medieval y otra moderna. Su arquitectura, el mejor ejemplo del Renacimiento español y modelo del estilo denominado "Herreriano" o "desornamentado", no puede dejarnos indiferente. Felipe II y sus arquitectos, de acuerdo con su gran cultura humanista aprendida en sus viajes por Italia, Alemania y los Países Bajos, contrapusieron el retorno al clasicismo romano al desbordante plateresco de la época. Se trata de una de las principales obras maestras de la arquitectura española, tal vez su página más brillante. Debe destacarse la fina sensibilidad de la fachada sur, superior a sus imitaciones del siglo XX en un tema tan difícil como es la repetición de tantas ventanas en un único lienzo.
El resultado final guarda reminiscencencias de los tres dominios que Felipe II había aprendido a amar en su juventud en Valladolid, Milán y Bruselas: la planta rectangular con sus cuatro torres en las esquinas, habitual en los sobrios alcázares castellanos de piedra, la arquitectura clásica italiana en la basílica y las portadas, y los típicos tejados apizarrados flamencos, elaborados en este caso utilizando pizarra de las canteras de Bernardos (Segovia), cuya explotación se inició por orden de Felipe II para la construcción del edificio. Las cubiertas se renovaron por completo en 1968, sustituyendo las vigas de madera de pino de Valsaín y San Rafael por vigas de hierro.

El Monasterio destaca por la potencia de su imagen, la sabia composición de su complejo programa funcional, el rigor arquitectónico de cada una de sus partes, la elegancia de la articulación arquitectónica entre las distintas piezas, la cuidada perfección de sus proporciones y sus ricos valores simbólicos.

Le Corbusier visitó el edificio, invitado en 1928 por García Mercadal y alabó su arquitectura, hasta el punto de que se ha señalado su semejanza con el proyecto del Mundaneum de 1929. Tras la celebración del Cuarto Centenario del Monasterio en 1984 se redescubrieron muchos detalles arquitectónicos del edificio, como la compleja geometría de los chapiteles herrerianos, la audaz bóveda plana, las bellas chimeneas siamesas o la ingeniosa solución espacial de la iluminación cenital de la linterna del convento.
Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido a partir de la década de 1920​ como Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Cantón de Neuchâtel, Suiza; 6 de octubre de 1887-Roquebrune-Cap-Martin, Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia; 27 de agosto de 1965), fue un arquitecto y teórico de la arquitectura, urbanista, diseñador de espacios, pintor, escultor y hombre de letras suizo nacionalizado francés en 1930.
Es considerado uno de los más claros exponentes de la arquitectura moderna (junto con Frank Lloyd Wright, Oscar Niemeyer, Walter Gropius, Alvar Aalto, Richard Neutra, Ludwig Mies van der Rohe y Theo van Doesburg) uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. 
Fernando García Mercadal (Zaragoza, 5 de abril de 1896 - Madrid, 3 de febrero de 1985) fue un arquitecto español que desarrolló su actividad fundamentalmente en Madrid y Aragón. Fue uno de los artistas señeros de la Generación del 25 al introducir en España el racionalismo arquitectónico centroeuropeo y fue el principal impulsor de la fundación del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), constituido en el Gran Hotel de Zaragoza en octubre de 1930. Desde 1986, el Colegio de Arquitectos de Aragón entrega anualmente el premio de arquitectura Fernando García Mercadal, en reconocimiento del arquitecto aragonés.
Las principales secciones en que se puede dividir el Real sitio son:
Felipe II cedió a la Biblioteca del Monasterio los ricos códices que poseía y para cuyo enriquecimiento encargó la adquisición de las bibliotecas y obras más ejemplares tanto de España como del extranjero. Fue proyectada por Juan de Herrera cerrando el atrio de la Basílica y unificando la fachada principal, ya que Juan Bautista de Toledo la situaba en la desaparecida torre central de la fachada Sur. Herrera también se ocupó de diseñar las estanterías que contiene. Se ubica en una gran nave de 54 metros de largo, 9 de ancho y 10 metros de altura con suelo de mármol y estanterías de ricas maderas nobles ricamente talladas.

La bóveda de cañón del techo de la biblioteca está decorada con frescos representado las siete artes liberales, esto es: Retórica, Dialéctica, Música, Gramática, Aritmética, Geometría y Astrología. Entre los estantes de libros se colgaron retratos de diversos monarcas españoles, entre ellos el famoso Silver Philip (Felipe IV con traje castaño y plata) pintado por Velázquez, y que ahora está en la National Gallery de Londres. Los frescos de las bóvedas fueron pintados por Pellegrino Tibaldi, según el programa iconológico del Padre Sigüenza.
Arias Montano elaboró su primer catálogo y seleccionó algunas de las obras más importantes para la misma. Está dotada de una colección de más de 40.000 volúmenes de extraordinario valor. 
La fama de Salomón como el rey sabio por excelencia de la Biblia debió condicionar la decisión de Felipe II de donar su biblioteca a los monjes del Monasterio para crear un Centro de Sabiduría, en vez de repartirla por sus otros palacios, como Aranjuez, Valsaín o el Alcázar de Madrid, y donarla así solo a sus herederos.
Rey Salomón, por Pedro Berruguete.
Pedro Berruguete (Paredes de Nava, Palencia ~1450 - 1503) fue un pintor español, situado en la transición del estilo gótico a la pintura renacentista.
Salomón, fue según la Biblia el tercer y último monarca del reino unido de Israel (es decir, antes de la separación del territorio israelita en los reinos de Judá e Israel). Hijo del rey David, gobernó sobre un extenso territorio durante casi cuatro décadas,​ posiblemente entre los años 965 y 928 a. C.​ Durante el reinado de Salomón se construyó el primer Templo de Jerusalén y a él se le atribuye la autoría de los textos bíblicos
En el Corán, Salomón es considerado uno de los más importantes profetas. Los musulmanes se refieren generalmente a él con la variante árabe, Sulayman.
Este retrato de Felipe IV, conocido como Felipe IV de castaño y plata, es un cuadro de Velázquez. Actualmente se encuentra en la National Gallery de Londres (Reino Unido)
Es el principal retrato del rey de la época.
El retrato se hallaba en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial a principios del siglo XIX. Saqueado en la invasión napoleónica. En 1810 fue regalado por José Bonaparte al general francés Dessolles. Tras su muerte, su hija lo vendió al coleccionista británico William Beckford, a su fallecimiento pasó a su yerno, el X duque de Hamilton, y finalmente la National Gallery lo adquirió en 1882.
Pellegrino Tibaldi, también llamado Il Pellegrini, (Puria, Valsolda, 1527 - Milán, 1596) fue un pintor y arquitecto italiano que también trabajó en España.
Sin embargo, será fundamental para su personalidad artística la estancia en Roma entre 1547 y 1549, cuando conocerá la obra de Miguel Ángel y de otros artistas del Manierismo como Perin del Vaga. La influencia de estos se hace evidente ya en sus primeras obras
Reclamado como pintor por el rey Felipe II, Tibaldi lleva a cabo en España una importante obra en el Monasterio de El Escorial, pintando los frescos del claustro y de la biblioteca (1588-1595).

En el friso que da al patio de Reyes vemos la historia de los Gimnosofistas, anacoretas que vivían en las márgenes del Nilo, enunciando sus teorías filosóficas a partir de los cálculos numéricos que escribían en la arena.
Dentro de la misma Aritmética, en el friso opuesto, la reina de Saba, atraída por la fama de la sapiencia del rey Salomón, acude a él para proponerle unos enigmas; según se lee en el Libro de los Reyes, I, 10, 1, «Salomón le resolvió todas sus proposiciones; no hubo cosa oculta para el rey, y que no pudiese solucionarla»

Holy Family with St. Elizabeth, at the Hermitage Museum, Saint Petersburg.
Palacio de Felipe II
El también denominado «Palacio de los Austrias» ocupa todo el mango de la parrilla de El Escorial y parte del patio Norte, construido en dos pisos alrededor del presbiterio de la Basílica y en torno al Patio de Mascarones. Sigue el mismo esquema arquitectónico del Palacio de Carlos V en el Monasterio de Yuste. 
El monasterio de Yuste es un monasterio y casa palacio en el que se alojó y murió Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico tras su abdicación. Se encuentra cerca de la población española de Cuacos de Yuste, en la comarca de La Vera, al noreste de la provincia de Cáceres. El convento actual se reconstruyó sobre las ruinas del viejo monasterio que sirvió de residencia al emperador en los dos últimos años de su vida (1556-1558). 
Cuacos de Yuste es un municipio español de la provincia de Cáceres, Extremadura. Es la capital administrativa de la mancomunidad de La Vera, situada en el noreste de la provincia, y cuenta con 850 habitantes en 2017.
Su conjunto histórico-artístico es amplio y se centra en gran medida en la figura del Emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio, que eligió esta localidad para retirarse tras abdicar de sus títulos en su hijo, Felipe II de España, y en su hermano, Fernando I del Sacro Imperio Romano Germánico.
En las dependencias privadas de los Reyes se pueden contemplar importantes obras pictóricas de la escuela española de principios del XVII, de la escuela italiana y veneciana del siglo XVI, y de las escuelas flamencas del XVI y XVII, entre ellos San Cristóbal en el vado de Joachim Patinir.

'Paisaje con San Cristóbal' de Patinir, patrimonio Nacional de El Escorial. (Foto: elmundo)
Patinir seduce al visitante con el halo onírico y enigmático de sus obras, una paleta protagonizada por una hipnótica gama de azules y vivos colores, y una temática que gravita sobre la lucha entre el bien y el mal, el vicio y la virtud; y una estética que guarda cierta semejanza con El Bosco, contemporáneo suyo.
Merecen especial mención las impresionantes puertas de marquetería, regalo del emperador Maximiliano II. Se expone también la supuesta silla-litera en la que Felipe II realizó su último viaje al Monasterio aquejado por la gota.


La «Casa del Rey» está formada por una serie de estancias decoradas con sobriedad, ya que fue el lugar de residencia del austero Felipe II. El dormitorio real, situado junto al altar mayor de la Basílica, cuenta con una ventana que permitía al rey seguir la misa desde la cama cuando estaba imposibilitado a causa de la gota que padecía. Está dividido en cuatro estancias: la sala principal, el escritorio, la alcoba y el lujoso oratorio.

Palacio de los Borbones
En claro contraste con la austera monumentalidad del Palacio de los Austrias, se yergue el Palacio de los Borbones. Construido al norte de la Basílica, alrededor del Patio del Palacio, el complejo de habitaciones tiene su origen en época de Felipe II, cuando en esa zona se instalaron los aposentos de los Infantes (lado noreste del patio), la Galería de Batallas (lado sur, ver más abajo) y las cocinas y zonas del servicio (lado oeste).


Bajo el reinado de Carlos III, esta área fue habitada por los entonces Príncipes de Asturias. Cuando estos ascendieron al trono, en 1788, como Carlos IV y María Luisa de Parma, decidieron mantener sus aposentos en la misma zona y no trasladarse a la «Casa del Rey». Los nuevos monarcas encargaron una nueva escalinata de acceso al arquitecto Juan de Villanueva que fue terminada en 1793. Los interiores fueron además aderezados con suntuosos tapices diseñados por Bayeu o Goya y un rico mobiliario. Fernando VII fue el último monarca en hacer uso de estos aposentos.

Con Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808). Adornaron las habitaciones con muebles, relojes, lámparas de arañas y sobre todo con tapices, cerca de trescientos, realizados por la Real Fabrica de Santa Bárbara y otros traidos de Flandes, Francia e Italia. Los autores de los tapices españoles brillan con luz propia, Goya y Bayeu, además de Castillo, Teniers y Wouerman.  
En diciembre de 2015, después de años de restauraciones, el conjunto de 18 salones fue abierto al público en visita libre.

Basílica de El Escorial
Fue concebida como centro del conjunto monacal y lugar de conmemoración de los difuntos reyes de España.

Al estar la Basílica rodeada por otros cuerpos de edificación del complejo monástico, solamente queda visible la fachada occidental, la misma por la que se accede al interior. Ocupa todo un frente del Patio de los Reyes.

El plano de fachada no es único, diferenciándose dos niveles que se corresponden con los dos órdenes superpuestos de que consta. El superior, retranqueado, no presenta ningún elemento formal destacable, salvo el sencillo frontón carente de todo ornato. El inferior, en cambio, es saliente y queda constituido por un pórtico tetrástilo de orden toscano, en cuyos tres intercolumnios se abren otros tantos huecos bajo arco de medio punto. Son seis las semicolumnas que lo forman, pues las de los extremos son dobles. En correspondencia con cada una de tales columnas se alzan sobre el entablamento seis pedestales que soportan las efigies en mármol de aquellos reyes de Judá que de alguna manera se relacionaron con el Templo de Salomón. En el centro, como protagonistas, se encuentran las tallas de David y Salomón. Todas llevan en el pedestal una inscripción alusiva al respectivo monarca
Las seis estatuas, al igual que la de San Lorenzo que preside la entrada al recinto monástico por la fachada occidental, se deben a la mano de Juan Bautista Monegro.
Aspecto de la Ermita del Santo Ángel Custodio en Toledo, obra póstuma de Juan Bautista Monegro
Juan Bautista Monegro fue un arquitecto y escultor español, nacido probablemente en Monegro, localidad perteneciente al municipio de Campoo de Yuso (Cantabria), hacia 1545 y muerto en Toledo en 1621.
Se cree que estudió en Italia, pero, en todo caso, en 1566 estaba en Toledo y allí llevó a cabo su labor de arquitecto y de escultor de acuerdo con su formación manierista. En 1606 fue nombrado maestro mayor de la Catedral de Toledo en la que realizó la capilla de Nuestra Señora del Sagrario.
Por encargo de Felipe II esculpió varias estatuas, todas de gran tamaño, para la obra del Monasterio de El Escorial. Son once en total
La iglesia ocupa la parte central del complejo monástico, teniendo su acceso a través del Patio de los Reyes. Tras ascender por una escalinata que abarca toda la fachada, se llega a un atrio flanqueado por dos torres. A continuación se sitúa lo que José de Sigüenza, cronista de la obra, denominaba «el templo pequeño», un espacio cuadrado bajo el coro que se utilizaba como iglesia para los fieles ajenos al monasterio. Desde aquí, a través de una zona que hace las veces de un segundo atrio interior, se penetra en el templo propiamente dicho, al fondo del cual se encuentra la capilla mayor que alberga el altar. Como elemento anejo existe una sacristía.
Fray José de Sigüenza (Sigüenza, 1544 - El Escorial, 22 de mayo de 1606), habitualmente citado como Padre Sigüenza, fue un monje de la Orden de San Jerónimo, historiador, poeta y teólogo español a caballo entre los siglos XVI y XVII.  
Las bóvedas fueron pintadas al fresco por Luca Giordano en época de Carlos II. 
Su bóveda exhibe un fresco de Luca Cambiaso que representa La coronación de la Virgen. El retablo de 30 metros de altura fue diseñado por Juan de Herrera y realizado en mármoles muy variados por Jacome da Trezzo. Contiene pinturas de Pellegrino Tibaldi y Federico Zuccaro. Para este lugar, previamente Felipe II había encargado al pintor italiano Tiziano una versión de El martirio de San Lorenzo, pero la obra resultante era tan oscura que no lucía bien, y fue ubicada en la vecina Iglesia vieja o de prestado, donde permanece.
Carlos I está acompañado de su esposa y madre de Felipe II, doña Isabel de Portugal; la hija de ambos, doña María; doña Leonor de Francia y doña María de Hungría, ambas hermanas del rey. Este conjunto fue colocado en este emplazamiento en 1597.
Cenotafio de Felipe II y su familia
De izquierda a derecha:Ana de Austria, María Manuela de Portugal (solo visible la frente detrás de Ana), Don Carlos, Felipe II e Isabel de Valois.
 Las estatuas son obra de Leone Leoni y de su hijo Pompeo Leoni, realizadas en bronce dorado con incrustraciones de piedras y esmaltes. Las figuras fueron realizadas en Milán y se ensamblaron en la Basílica en 1587.
Leone Leoni (1509 — 22 de julio de 1590) fue un gran escultor italiano que estuvo en Italia, Alemania, Austria, Francia, los Países Bajos españoles y España, país este último donde realizó la mayor parte de su obra.
Leoni es recordado como el mejor medallista del Cinquecento. Cimentó su reputación a través de encargos que recibió de los monarcas de la dinastía de los Habsburgo, como Carlos I de España y su hijo Felipe II.
Su medio habitual fue el bronce, aunque también trabajó el mármol, alabastro, gemas preciosas talladas, y probablemente dejó algunos trabajos acabados en cera (material en que fueron modeladas muchas de sus esculturas), así como el diseño de monedas. Principalmente produjo retratos y composiciones alegóricas. 
Sus orígenes familiares estaban en Arezzo, aunque probablemente fuera nacido en Menaggio cerca del Lago de Como, y su temprana formación, a juzgar por el trabajo en sus medallas, fuese con un medallista u orfebre, como dijo Vasari.
En la capilla del ángulo noroccidental se encuentra un famoso Crucifijo de mármol blanco a tamaño natural, obra de Benvenuto Cellini, que fue regalado a Felipe II en 1576 por el Gran duque de Toscana. Hay que señalar que, inusualmente, Cellini esculpió el cuerpo de Jesús totalmente desnudo, con sus genitales, si bien se suele exhibir cubierto con un paño blanco. 

Piazza della Signoria - La Loggia della Signoria - Benvenuto Cellini, pincha aqui

Cellini decidió ejecutar esta obra como cumplimiento de un voto inspirado por un sueño que tuvo en el año 1539, encontrándose preso en el Castillo Sant'Angelo por orden del papa Paulo III. Según cuenta el propio artista en sus memorias
Pasados veinte años, el escultor se decidió a cumplir su promesa, con la intención de que la escultura fuera puesta en su tumba. Sin embargo, por una petición del duque Cosme I de Médici, que la vio en su taller y le propuso comprársela, pasó a formar parte de la colección del Palacio Pitti.
En 1576, el crucifijo fue regalado por el gran duque de la Toscana Francisco I de Médici al rey Felipe II de España, y enviado especialmente desde Florencia para «remate a su iglesia de San Lorenzo del Escorial»
 Se conserva en el trascoro de la Basílica de El Escorial. De belleza natural, como un sabio del Renacimiento, Cristo aparece aquí con una serenidad sobrehumana; muere sin perder su belleza.
Los cabellos y la barba impecables, tienen su explicación técnica en el dominio broncista del autor. «Es la cabeza más bella del Renacimiento italiano», se dice. Esta escultura expresa también la actitud poco convencional de Cellini, pues se esculpió como desnudo integral, por lo que durante siglos se ha mostrado al público con un paño blanco, que en las fotos en blanco y negro parecía esculpido.
Detalle del retablo
El martirio de san Lorenzo, por Pellegrino Tibaldi, en el paño central del retablo mayor
El Panteón de Reyes de El Escorial
La Cripta Real del Monasterio de El Escorial, en España, conocida también como el Panteón de Reyes, fue construida por Juan Gómez de Mora según planos de Juan Bautista Crescenzi.

Vista de la Casa de la Panadería en la Plaza Mayor de Madrid
Juan Gómez de Mora (Cuenca, 1586-Madrid, 1648) fue un arquitecto español del círculo de alarifes del Concejo de Madrid, sobrino de Francisco de Mora.
Hijo del pintor conquense Juan Gómez, que en 1593, un año después de establecerse en Madrid, fue nombrado pintor de cámara del rey Felipe II.
Tras la muerte de su tío en 1610, y a la edad de 24 años, fue nombrado maestro mayor de las obras del Alcázar de Madrid, así como arquitecto de Felipe III. Entre sus obras más destacadas se encuentran la plaza Mayor que realiza de una forma rectangular y porticada, la Cárcel de Corte de Madrid y la Casa de la Villa, una de las sedes del Ayuntamiento de Madrid. Realiza además el retablo mayor de la basílica del monasterio de Guadalupe en Cáceres. En Salamanca construye La Clerecía destinada a la Orden de los Jesuitas. Por otro lado, en Zamora es autor del Hospital de la Encarnación, actual sede principal de la Diputación Provincial.
Francisco de Mora (Cuenca, h. 1553 - Madrid, 1610) fue un arquitecto renacentista español, tío del también arquitecto Juan Gómez de Mora y del humanista Baltasar Porreño. Está considerado como uno de los máximos representantes de la arquitectura herreriana, estilo que se desarrolló en el último tercio del siglo XVI, si bien su obra también anticipa las corrientes barrocas imperantes en el siglo XVII.
Es autor del Convento de San José (Ávila) y del Palacio ducal de Lerma (Lerma, Burgos), cuyos trazados tuvieron una gran influencia en la arquitectura religiosa y civil posterior, respectivamente.
Consta de veintiséis sepulcros de mármol donde reposan los restos de los reyes y reinas de España de las dinastías de Austria y Borbón, exceptuando a los reyes Felipe V y Fernando VI, que eligieron el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso y el Convento de las Salesas Reales de Madrid, respectivamente, como lugar de sepultura.

En la cripta reposan los restos de las reinas consortes que fueron madres de reyes (exceptuando a Isabel de Borbón, que murió sin dejar sucesor, pero que fue enterrada en la Cripta ya que mostró mucho interés en la construcción de la misma),​ así como el único rey consorte que ha habido en España desde que existe el monasterio de El Escorial, Francisco de Asís de Borbón, esposo de Isabel II.
Los últimos restos depositados en el panteón han sido los del rey Alfonso XIII y su esposa, la reina Victoria Eugenia. Su hijo Juan de Borbón, y la esposa de este, María de las Mercedes de Borbón, condes de Barcelona y padres del rey Juan Carlos I, permanecen aún en una estancia previa llamada pudridero.
Faltan también, por tanto, los restos de los reyes Amadeo I, de la casa de Saboya, y José I, de la de Bonaparte, enterrados en la Basílica de Superga de Turín y en el Palacio Nacional de los Inválidos de París, respectivamente.

Escalera principal
Sigue la típica tradición española de escalera imperial con un tramo principal dividido en dos a los lados a partir de la primera meseta, manteniendo el eje de simetría del convento y compatibilizando los tres pisos del Patio de los Evangelistas con los tres del convento mediante puertas discretas que permiten el paso a la zona más recogida y doméstica. Se suele atribuir a Bergamasco, aunque su proyecto fue modificado y desarrollado por Juan de Herrera. Su caja tiene una gran altura y cuenta con una cubierta propia que cubre la gran bóveda esquifada que ilumina desde arriba sus magníficos frescos.

Está decorada con frescos de Pellegrino Tibaldi, Luca Giordano y Luca Cambiaso, destacando La batalla de San Quintín y la Fundación de El Escorial, en la que aparece Felipe II discutiendo las trazas del Monasterio con Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, junto al Obrero Mayor, el jerónimo Fray Antonio de Villacastín.
Gran Calvario, pintura de Rogier van der Weyden
Rogier van der Weyden, también conocido como Rogier de la Pasture,​ (Tournai, hacia 1399/1400-Bruselas, 18 de junio de 1464) fue un pintor primitivo flamenco. Formado en el taller de Robert Campin, en 1435 fue nombrado pintor de la ciudad de Bruselas.
Sala de las Batallas
Se trata de una galería de 60 x 6 metros, con 8 metros de altura, situada en la zona de los aposentos reales. En sus muros se representan pintadas al fresco algunas batallas ganadas por los ejércitos españoles.



Patio de los evangelistas

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