sábado, 6 de noviembre de 2021

VII - La Acrópolis de Atenas - Los Mármoles de Elgin - Friso del Partenón - Hefesto (Vulcano) - Erictonio de Atenas

VI - La Acrópolis de Atenas -  Leo von Klenze - El Partenón, el ícono de la antigua Grecia - Friso del Partenón - El Museo Británico, Los Mármoles de Elgin - La Piedra de Rosetta - Colección Townley, pincha aqui

Los Mármoles de Elgin es el nombre con que se conoce en Inglaterra a una extensa colección de mármoles procedentes del Partenón de Atenas.

La colección llegó a Gran Bretaña entre 1801 y 1805 de manos de Thomas Bruce, conde de Elgin, un oficial británico residente en Atenas bajo dominación otomana, quien ordenó que se retiraran estas piezas del Partenón. Desde 1939, los mármoles se exponen en una sala del Museo Británico de Londres.

Cada uno de los tímpanos del Partenón, situados en las fachadas este y oeste, estaba decorado con esculturas que representaban escenas mitológicas. Las figuras son de tamaño mayor al real.

El tímpano de la fachada oeste, situado sobre la entrada principal del templo, representaba a los dioses del Olimpo contemplando el nacimiento milagroso de Atenea de la cabeza de Zeus.

El tímpano del este representaba la lucha entre Atenea y Poseidón por el patrocinio de la ciudad de Atenas.

Friso del Partenón

El friso del Partenón es un friso de 160 metros de largo que rodeaba la parte superior de la cella del Partenón en Atenas. Obra maestra de la escultura griega clásica, está realizado en bajorrelieve con mármol pentélico en estilo jónico, aunque en un edificio dórico. Representa probablemente la procesión de las Grandes Panateneas, que tenía lugar cada cuatro años en honor de la diosa Atenea.

Procesión de las Panateneas, Sur  VIII (fig. 57-61), Museo Británico.

Fue esculpido aproximadamente entre los años 443 y 438 a. C.1​ muy probablemente bajo la dirección de Fidias. Sobreviven unos 128 metros del friso original, alrededor del 94%, conociéndose el resto solo por los dibujos que hizo el artista flamenco Jacques Carrey en 1674. Sus fragmentos se encuentran dispersos en diversos museos, sobre todo en el Museo de la Acrópolis de Atenas y en el Museo Británico de Londres.

Caballería del friso del Partenón, oeste II, 2-3. Museo Británico.
Puede considerarse la escena de la manera siguiente: conducido por los magistrados avanza un cortejo donde figuran los caballeros y los soldados en armas, los ciudadanos, los músicos, así como los portadores de ofrendas seguidos por los animales de sacrificio. El cortejo se dirige hacia la Acrópolis y la asamblea de los dioses. Los ciudadanos y las mujeres participan en la procesión, acompañados de metecos y de representantes de los aliados de Atenas.

La marcha del cortejo está situada en el lado oeste del templo. La procesión se divide en dos grupos, uno que se dirige hacia el lado norte, y el otro hacia el lado sur. Los dos grupos se unen junto a la entrada del lado este, bajo la mirada de los dioses que observan el cortejo.
Friso oeste XLVII, 132-136, Museo Británico.
La narración del friso comienza en la esquina sur oeste donde la procesión aparece para dividirse en dos filas separadas. El primer tercio del friso occidental no forma parte de la procesión sino que en lugar de ello parece que representa las etapas preparatorias para los participantes. La primera figura aquí es un estratego (general) vistiéndose

Sección de tejedoras del friso, Friso este VII, 49-56, Louvre, (MR 825).

Frontón oeste
En la fachada oeste, la fachada «menor», estaba representada la disputa entre Atenea y Poseidón por Atenas y el Ática y la victoria de la diosa virgen, uno de los grandes mitos locales. Las dos divinidades se disputaron la soberanía sobre la región. Decidieron ofrecer los regalos más hermosos para ganar. Con un golpe de su tridente, el dios de los mares provocó que una fuente (o un lago) de agua salada surgiera en la Acrópolis. La diosa virgen con una punta de lanza hizo aparecer el primer olivo. Las fuentes no están de acuerdo con la identidad de los árbitros. Atenea y su olivo fueron los elegidos. Esta historia se encuentra por primera vez en Heródoto. Este mito hasta entonces había estado pobremente representado: el artista que concibió el conjunto, así como los escultores, tenían completa libertad.

Propuesta de reconstrucción del frontón occidental en el Museo de la Acrópolis de Atenas.

Frontón este

Propuesta de reconstrucción del frontón este en el Museo de la Acrópolis de Atenas
El frontón este, en la fachada más sagrada, evoca el nacimiento de Atenea delante de los otros dioses reunidos, un tema ya desarrollado en la decoración de la cerámica, pero nunca en la escultura. Sin embargo, es muy poco conocido porque desapareció muy pronto, cuando se produjo la transformación del Partenón en una iglesia hacia los siglos VI o VII.

La fachada oeste del Partenón, pintada por William Gell en 1801; las estatuas de la parte norte del frontón son discernibles.

Iris (oeste N)

Metopa de los mármoles del Partenón



Conocido como Grupo de Afrodita, formaba parte del frontón oriental del Partenón, siendo considerado una de las cumbres y máxima evolución del estilo Partenón. La diosa que aparece plácidamente recostada, lujosamente vestida y resplandeciente de belleza es Afrodita, probablemente ocupada en mirarse al espejo que sostendría en la mano derecha. La acoge en su regazo Artemis, su antigua enemiga hasta que la originalísima iconografía fidíaca las reconcilia, símbolo del espíritu conciliador que Pericles quiere para Grecia. La tercera diosa es seguramente Leto, madre de Artemisa y de Apolo.

El Puteal de la Moncloa, también conocido como Puteal de Madrid, es un brocal de pozo (del latín puteus, pozo) realizado en la Antigua Roma en el siglo I d. C. perteneciente a los fondos del Museo Arqueológico Nacional de España.

Autor anónimo - Nike desatando su sandalia
Los relieves bellísimos de la balaustrada del Templo de Atenea Nike se relacionan con el círculo artístico o con el taller de Kallímachos. Esta escena pone claramente de manifiesto la incidencia de la pintura en el relieve. El tratamiento de paños denota la evolución del estilo Partenón a través de las Cariátides del Erecteion.

El Erecteón o Erecteion es un templo griego erigido en el lado norte de la Acrópolis de Atenas en honor a los dioses Atenea Polias y Poseidón y a Erecteo, rey mítico de la ciudad. Su nombre significa "el (templo) de Erecteo". De orden jónico, áptero, atribuido al arquitecto Menesicles es uno de los más bellos monumentos arquitectónicos griegos. Está hecho de mármol pentélico. Se construyó entre el año 421 a.C. y 406 a.C.

De planta irregular, por el declive del terreno, consta de tres pórticos. Uno de ellos, en la cara sur, es la famosa tribuna de las Cariátides, que indicaba la tumba del mítico rey Cécrope. Contaba con decoración policromada

Hefesto (Vulcano)
En la mitología griega, Hefesto (‘brillar’) es el dios de la forja y del fuego, así como de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia. Era adorado en todos los centros industriales y manufactureros de Grecia, especialmente en Atenas. Su equivalente aproximado en la mitología romana era Vulcano

La fragua de Vulcano, de Velázquez. Museo del Prado, Madrid.
Palomino ofreció una descripción precisa de su asunto: «otro cuadro (...) pintó en este mismo tiempo, de aquella fábula de Vulcano, cuando Apolo le notició su desgracia en el adulterio de Venus con Marte; donde está Vulcano (asistido de aquellos jayanes cíclopes en su fragua) tan descolorido, y turbado, que parece que no respira». El motivo está tomado de Las metamorfosis de Ovidio,  y refleja el momento en que Apolo, «el dios Sol que todo lo ve», revela a Vulcano el adulterio de Venus con Marte, del que él ha sido el primero en tener noticia. El herrero Vulcano, esposo ofendido, al recibir la noticia, perdió a la vez «el dominio de sí y el trabajo que estaba realizando su mano de artífice».

La apariencia física de Hefesto indica arsenicosis, es decir, envenenamiento crónico por arsénico que provoca cojera y cáncer de piel. El arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad.

Hefesto era hijo de Hera, junto a Zeus. En la Teogonía de Hesíodo, Hera lo concibió sola, celosa porque Zeus había dado a luz a Atenea, que le había brotado de la cabeza.

En el panteón olímpico, Hefesto estaba formalmente casado con Afrodita, a quien nadie podía poseer. Hefesto estaba contentísimo de haberse unido con la misma diosa de la hermosura y forjó para ella magnífica joyería, entre ella un cinturón que la hacía más irresistible aun para los hombres. Afrodita fue entregada a Hefesto por Zeus como agradecimiento por haberlo ayudado en el nacimiento de Atenea, puesto que Zeus tenía un fuerte dolor de cabeza tras haberse tragado a la embarazada oceánide Metis y Hefesto lo ayudó a extraerla. También, hay que recordar que algunas versiones mitológicas indican a Zeus como padre de Afrodita.

Erictonio de Atenas
Según el mito, cuando Hefesto (Vulcano) intentó violar a Atenea (Minerva), que buscaba un arma en su taller, el semen cayó en el muslo de la diosa, y, al intentar quitárselo ella, fecundó a la Tierra (Gea), y de ella nació Erecteo I o Erictonio (‘nacido de la tierra’).

Nacimiento de Erictonio: Atenea recibe a Erictonio de las manos de Gea. Detalle de una vasija de figuras rojas del 470–460 a. C., aproximadamente.

Según Pausanias, Atenea puso a Erictonio dentro de una cesta, que entregó a tres hermanas, llamadas Aglauro, Herse y Pándroso. Les prohibió abrirla, pero Herse y Aglauro la desobedecieron y al ver a Erictonio, con cuerpo de serpiente, enloquecieron y se lanzaron por la parte más abrupta de la Acrópolis de Atenas. También dice que Erictonio podría ser la serpiente tallada junto a la lanza de la Atenea Pártenos, esculpida por Fidias y sita en el Partenón.
Fue divinizado y se le erigió un templo en dicha ciudad. El mito le atribuye muchas hazañas, bélicas y culturales.
Filocles (arquitecto)
Filocles  fue un arquitecto ateniense nativo de la demos de Acarnas.

Aunque no es mencionado por los autores antiguos, fue uno de los principales arquitectos griegos y construyó entre otros el templo jónico de Erecteión (hacia 421 a. C. a 407 a. C.) según consta en una inscripción del 409 a. C..
En lo alto de la Acrópolis de Atenas se encuentra un olivo que es un símbolo de cientos de años de dedicación y reverencia. Aunque este no es el "árbol original 'honrado por los piadosos atenienses hace más de 2,500 años, sin embargo, se encuentra aproximadamente en el mismo lugar que el original. El árbol fue un importante mito fundamental para Atenas, ya que estableció la primacía de la diosa Atenea dentro de la ciudad que tomaría su nombre.

Cuenta la leyenda que Zeus ofreció un concurso entre Atenea y Poseidón por la posesión de Atenas. Poseidón levantó su tridente de tres puntas, lo estrelló contra la dura roca de la Acrópolis y brotó un manantial de agua salada. Atenea, por otro lado, produjo un olivo, sus ricos frutos colgando generosamente de las ramas. Este dramático enfrentamiento entre los dos poderosos olímpicos fue inmortalizado en piedra, representado en las esculturas del frontón oeste del Partenón.
Los atenienses eligieron el regalo de Atenea y el olivo sigue siendo una parte central de la vida griega desde entonces por todas sus profundas cualidades. Las hojas se han utilizado para coronar las cabezas de los atletas victoriosos, generales y reyes, la madera utilizada para construir casas y barcos, el aceite utilizado para alimentar las lámparas, frotado en los cuerpos tonificados y musculosos de los atletas ágiles, agregado a toda la comida. platos y las propias aceitunas, un alimento básico en la dieta mediterránea y una exportación valiosa a lo largo de la antigüedad y en la actualidad. Incluso las icónicas monedas de tetradracma atenienses tenían las hojas de la rama de olivo asomando a la izquierda de la lechuza de Atenea.

Pericles levantó el Partenón junto con el resto de los edificios repartidos por toda la montaña. Todos se conservaron en bastante buen estado hasta el siglo XVI, cuando a causa de la dominación otomana el Partenón se convirtió en mezquita, el Erecteión en harén y los Propileos en polvorín.
Durante el asedio de Atenas en 1687, los venecianos, bajo el mandato del general Francesco Morosini, hicieron grandes destrozos con sus bombardeos. Un golpe de mortero destruyó en parte el Partenón, ya que los musulmanes lo utilizaban como polvorín, siendo en aquella ocasión cuando se derrumbó el techo del templo y repartiéndose como botín parte de los tesoros artísticos de la Acrópolis. A principios del siglo XIX, Lord Elgin trasladó restos de las esculturas del Partenón al Museo Británico de Londres

Cuadro de la batalla de Navarino, que selló fundamentalmente la suerte de la guerra en favor de los rebeldes griegos
La batalla de Navarino fue una batalla naval librada en 1827, durante la guerra de independencia de Grecia, en Navarino (hoy Pilos). Combatieron las flotas otomana y egipcia contra las flotas combinadas británica, francesa y rusa, siendo el triunfo de esta última alianza. La derrota otomana motivó la retirada de la flota, aunque no de las tropas de tierra, que permanecieron en la península en la región hasta el fin de la expedición francesa de Morea; los combates entre griegos y otomanos continuaron, pero estos perdieron el apoyo logístico de la Armada.
El combate de Navarino constituye un acontecimiento fundamental de la historia contemporánea de Grecia y fue uno de los momentos más gloriosos para la Armada rusa.

En 1834, Grecia obtuvo la independencia, se empezaron las primeras excavaciones dirigidas por los arquitectos Schaubert y Kleanthes, supervisados por Leo Klenze, consejero del rey Luis I de Baviera (padre del entonces rey de Grecia Otón I). La Sociedad Arqueológica de Atenas, en el año 1837, bajo la dirección de Panagiotis Kavadias, hizo retirar todas las casas turcas que se habían construido dentro de la Acrópolis.
Fotografía del año 1866 en unas excavaciones en la Acrópolis, con la figura de El Moscóforo en primer término.
En 1866 Charles Ernest Beulé descubrió un foso, en el que, durante la invasión persa en el año 480 a. C., se habían escondido catorce esculturas de kuroí, de la que es una de las piezas principales el Moscóforo de tamaño natural.

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