domingo, 21 de noviembre de 2021

XIII - Las metamorfosis - Ovidio - La Ilíada, Canto XV - Federico II Gonzaga - Correggio - Leda y el cisne - Dánae - El rapto de Ganímedes - Giovanna Piacenza (Abadesa de San Paolo, Parma)

XII - Mantua - Palacio del Té - Isabel de Este - Federico II Gonzaga - Giulio Romano, pincha aqui

Las metamorfosis, del poeta romano Ovidio, es un poema en quince libros que narra la historia del mundo desde su creación hasta la deificación de Julio César, combinando con libertad mitología e historia. Fue terminado en el año 8 d. C.

Esta obra literaria es considerada como una obra maestra de la edad de oro de la literatura latina. Una de las obras clásicas más leídas durante la Edad Media y el Renacimiento, Las metamorfosis inspiró a múltiples artistas, como Tiziano, Velázquez y Rubens, y continúa ejerciendo una profunda influencia en la cultura occidental.

Publio Ovidio Nasón (Sulmona, 20 de marzo de 43 a. C.-Tomis, 17 d. C.) fue un poeta romano. Sus obras más conocidas son Arte de amar y Las metamorfosis, ambas en verso; la segunda recoge relatos mitológicos procedentes del mundo griego adaptados a la cultura latina de su época; también gozaron de cierta fama las Heroidas, cartas de grandes enamoradas, y sus Tristia, poemas elegíacos en que lamenta su destierro.

Los amores de Júpiter, Correggio y la Corte de Mantua

Ninguna obra ha ejercido tanta influencia en la pintura como la Metamorfosis de Ovidio. Considerada “la biblia de los pintores” Metamorfosis es una obra que habla exclusivamente de mitos, además, el autor no escatima en darnos detalles de cada acontecimiento, incluso los más escabrosos y truculentos, de tal manera que podamos visualizar las historias en todos sus aspectos. Precisamente esta forma de narrar estos pasajes mitológicos atrajeron a los artistas del Renacimiento.

Entre 1531 y 1532 Antonio Allegri Correggio realiza un conjunto de cuatro obras llamado “Los amores de Júpiter”. El conjunto de obras lo conformaban cuatro temáticas extraídas de Metamorfosis de Ovidio que hablaban precisamente de las aventuras amorosas del dios romano Júpiter (Zeus griego), “Leda y el cisne” “Júpiter e Io” “El rapto de Ganímedes” y “Dánae”

Federico II Gonzaga duque da Mantua. Realizada por Tiziano en 1525. Museo del Prado. Madrid.
Gonzaga era hijo de Francisco II Gonzaga y de Isabella de Este, una de las mujeres humanista más importante y muy preocupada por el mecenazgo de las artes. Federico II Gonzaga siguiendo los pasos de su madre y de los grandes dirigentes de la Italia renacentista fue un gran propulsor y protector de las artes siendo mecenas de Tiziano, quien le realizó varios retratos, y del propio Correggio, a quien encargó las pinturas que nos ocupan.

Se trataba de un encargo de Federico II Gonzaga, duque de Mantua, en un principio para ocupar una de las estancias del Palazzo del Té, un palacio construido por Giulio Romano entre 1524 y 1534 a las afueras de Mantua. Aunque también se habla de que las obras eran un regalo para Carlos V, a quien finalmente fueron destinadas, pues será Carlos V quien en 1530 eleve el marquesado de Mantua a ducado, siendo Federico II Gonzaga primer duque de Mantua.

Antonio Allegri, conocido por Correggio por ser su ciudad natal, se inicia en Mantua de la mano de Andrea Mantegna, si bien pertenecerá a la escuela de Parma, una importante Centro Cultural creado entre los Gonzaga y los Este a medio camino entre Mantua y Florencia donde destacó nuestro maestro Correggio.

Influenciado por Lorenzo Costa el Viejo y por Leonardo da Vinci, adquiere un naturalismo clasicista en su viaje a Roma en torno a 1520 de la mano de Rafael y Miguel Angel, si bien puede considerarse casi el fundador del manierismo, como lo podremos ver en Los amores de Júpiter.

Con el Renacimiento, los artistas buscan una alternativa a las imágenes sacras de la Edad Media, y la mitología recobra una gran fuerza dando juego a nuevos relatos artísticos, pictóricos y escultóricos, donde la sensualidad, el amor o el deseo cobran nuevos escenario. Si nos fijamos en las cuatro obras de Correggio que conforman “Los amores de Júpiter” todo cobra sentido. Júpiter es el dios principal del Panteón romano, con él llega el orden y es el primer protagonista del mundo de los dioses. Si hay una característica que define a Júpiter es su capacidad de metamorfosearse en lo más imposible para conquistar a dioses, mortales, ninfas, titánides, etc. Correggio recoge cuatro pasajes mitológicos concretos en los que Zeus se busca las mañas para conquistar a la persona deseada.

Leda y el cisne

Leda era hija del rey de Etolia y esposa de Tindáreo. Un día la joven se encontraba paseando por el río cuando el caprichoso Zeus se enamoró de Leda y se transformó en un cisne para unirse a ella, esa misma noche, Leda también se unió a su esposo Tindáreo, quedándose embarazada de ambos. La celosa Hera impidió el parto todo lo que pudo, pero llegado el momento Leda puso dos huevos, una de cada padre. Correggio escoge el momento en el que Leda se encuentra en un espacio boscoso rodeada de ninfas, angelotes y Cupido tocando la lira. Leda aparece en el centro de la imagen posando de una manera delicada, con Júpiter metamorfoseado en cisne posado sobre el cuerpo desnudo de la joven. La escena parece de lo más cotidiana, pues a la derecha una muchacha juega e intenta tocar a un cisne mientras que la otra se deja vestir mientras mira atentamente uno de los cisnes volando.

Leda y el cisne. 1531-1532. Correggio. Galería Gemäldegalerie. Berlín

Dánae

Uno de los mitos más representados en el arte es el de Zeus y Dánae. Dánae era hija de Acrisio, rey de Argos, a quien el oráculo le vaticinó que su nieto le mataría. Para evitar tal mal decidió encerrar a su única hija en una cámara subterránea de bronce. Para Zeus una cámara no era ningún impedimento, así que entró en ella convertido en una lluvia de oro y la poseyó. El fruto de esta unió sería Perseo. Dánae se encuentra recostada sobre su cama, mientras Eros desviste a Dánae para que sea depositada sobre ella la lluvia dorada. A los pies de la cama, dos putti juegan con los restos de esa lluvia dorada ¿será oro?

Dánae. 1531-1532. Correggio. Galería Borghese. Roma.

Júpiter e Io

Io era una muchacha de Argos sacerdotisa de Hera de la cual se encaprichó Zeus. En la Metamorfosis de Ovideo se cuenta como Júpiter se transformó en una nube para poseerla. En esta obra de Correggio vemos como una nube antropomorfa se abraza a la joven mientras ella se dispone a entregar su cuerpo. En esta obra el manierismo de Correggio es más inequívoco, su cuerpo alargado y la discreción del desnudo, así como el rostro de Leda entregándose al beso de Júpiter son de una gran delicadeza.

Júpiter e Io. 1531-1532. Correggio. Museo de Historia del Arte de Viena. Austria.

El rapto de Ganímedes

Ganímedes era el hijo más pequeño del rey troyano Tros, y a su vez, el más hermoso de los mortales. Se dedicaba a guardar los rebaños de su padre en la montaña y de él se enamoró Zeus, que lo raptó bajo la apariencia de un águila, llevándosele al Olimpo. Allí al parecer desempeñó la función de copero de los dioses. La parte de la historia más representada es precisamente el momento en el que el joven es apresado por Zeus en forma de águila tal y como podemos verlo en esta obra de Correggio de 1531.

El rapto de Ganímedes. 1531-1532. Correggio. Museo de Historia del Arte de Viena. Austria.


Parma es una ciudad italiana, capital de la provincia de Parma, dentro de la región de Emilia-Romaña. Antigua capital del histórico Ducado de Parma, cuenta con una notoria arquitectura medieval y bellos bosques que rodean la ciudad. El monumento más importante quizá sea la catedral (o Duomo) de estilo románico, en cuya cúpula se encuentra un famoso fresco sobre la Asunción de la Virgen pintado por Correggio. Junto a la catedral se sitúa el baptisterio, obra maestra del arquitecto y escultor Benedetto Antelami. La ciudad alberga, entre otros, el teatro de ópera Teatro Regio y el pequeño Teatro Farnesio, completamente en madera. Es también conocida por su industria agroalimentaria. Dos grandes empresas alimentarias de esta ciudad son Parmalat y Barilla.

Giovanna Piacenza, (1479-19 de septiembre de 1524), fue una abadesa italiana.

Escudo de armas de la abadesa Giovanna

Hija de los aristócratas locales Marco e Ignese Bergonzi, entró en el monasterio benedictino de San Paolo en Parma a una edad muy temprana, del cual se convirtió en Abadesa en 1507, a la edad de veintiocho años. Una mujer de gran cultura, siguiendo las costumbres de las grandes damas del Renacimiento, abrió su apartamento a artistas y literatos.

CAMERA DE SAN PAOLO. CORREGIO. PARMA

De febrero a septiembre de 1519, la abadesa Giovanna Piacenza le encargó a Correggio que decorara el techo abovedado de su habitación privada, ahora llamada Camera di San Paolo o Camera della Badessa. Pintó entre las nervaduras para simular una pérgola , perforada por óvalos (pequeñas ventanas) con caritas sonrientes y representaciones de caza. Debajo de los óculos hay lunetas con escenas monocromáticas pintadas para simular el mármol. La chimenea tiene frescos con una representación de la diosa Diana .

IGNEM GLADIO NE FODIAS: No molestes la llama con tu espada

En la mitología romana, Diana era la diosa virgen de la caza, protectora de la naturaleza y la Luna. Su diosa griega equivalente en la literatura es Artemisa, si bien en cuanto a culto era de origen itálico. El rostro de Diana es la representación máxima de belleza y ternura.

En cuanto a su interpretación también ha sido muy discutida Panofsky habla de la representación de las virtudes de la abadesa (el "espéculo moral" ), seguido por cuatro elementos ("espéculo natural") y por los dioses ("Doctrinale espéculo "). Roberto Longhi habla de una alegoría de la caza como una búsqueda de la verdad, amparándose en la figura de Diana que preside la chimenea

Estilísticamente hay fragmentos verdaderamente memorables como los lunetos que simulan divinidades mitológicas realizadas en grisalla, con un asombroso efecto de trompe l' oeil gracias a las sombras proyectadas que se relacionan directamente con los ventanales reales de la estancia.

Los modelos, aún inspirándose en los rafaelescos, los superan con su tratamiento pictórico y su juego de ocultación/presentación generado por su posición ambigua respecto a los óculos abiertos hacia el cielo.



La Ilíada, Canto XV

Tu engaño, Hera maléfica e incorregible, ha hecho que Héctor dejara de combatir y que sus tropas se dieran a la fuga. No sé si castigarte con azotes, para que seas la primera en gozar de tu funesta astucia. ¿Por ventura no te acuerdas de cuando estuviste colgada en lo alto y puse en tus pies sendos yunques, y en tus manos áureas e irrompibles esposas? Te hallabas suspendida en medio del éter y de las nubes, los dioses del vasto Olimpo te rodeaban indignados, pero no podían desatarte —si entonces llego a coger a alguno, le arrojo de estos umbrales y llega a la tierra casi sin vida—, y yo no lograba echar del corazón el continuo pesar que sentía por el divino Heracles, a quien tú, produciendo una tempestad con el auxilio del Bóreas arrojaste con perversa intención al mar estéril y llevaste luego a la populosa Cos, allí le libré de los peligros y le conduje nuevamente a la Argólide, criadora de caballos, después que hubo padecido muchas fatigas. Te lo recuerdo para que pongas fin a tus engaños y sepas si te será provechoso haber venido de la mansión de los dioses a burlarme con los goces del amor.

Aparte de su dominio del estilo y "vivacidad deliciosa", los frescos de Correggio han provocado un debate sobre el significado subyacente de la iconografía, en parte debatiendo el significado de las escenas paganas y de caza para un convento. El convento era conocido por la laxitud de sus reglas y se había visto envuelto, junto con la abadesa, en varias disputas territoriales locales. Críticos como Roberto Longhi y Erwin Panofsky han dedicado monografías al tema.

Las tres gracias

La habitación privada de la abadesa fue pintada al fresco (1514) por Alessandro Araldi con grotteschi. El monasterio contiene una capilla de Santa Caterina d'Alessandria pintada al fresco con escenas de su vida también de Araldi. Las salas están abiertas al público como museo.

Alessandro Araldi (c. 1460 - c. 1529) fue un pintor italiano del Renacimiento , activo principalmente en Parma .

Pintó frescos en el monasterio benedictino de San Paolo. También pintó dos escenas con la historia de Santa Catalina , la Disputa ante el emperador Maximiliano y Santa Catalina y San Jerónimo., incluida una extraña Anunciación (1514), para la abadesa Giovanna da Piacenza (1514). Antonio Allegri (Correggio) completaría sus propios frescos de obra maestra para la abadesa en un estilo sorprendentemente diferente y, para la época, más moderno.

Luneta con escenas de devoción y sacrificio (1514)

Bóveda con escenas bíblicas (1514)


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