lunes, 25 de noviembre de 2013

Los mosaicos de Justiniano - Mausoleo de Teodorico - El Baptisterio arriano

Los mosaicos representan la presunta ceremonia de consagración de la iglesia de San Vital (que nunca tuvo lugar tal como está representada, pues los emperadores ya eran ancianos cuando se terminó el templo y no viajaron a la ciudad italiana, de hecho Teodora murió ese año). Todos los personajes importantes están perfectamente individualizados y son reconocibles por sus retratos.


Mosaico de Justiniano, detalle
En el lado izquierdo: el emperador Justiniano lleva como ofrenda una gran patena de oro; va precedido por dos altos dignatarios eclesiásticos, uno de ellos lleva el incensario y el otro el misal, y por el arzobispo Maximiano, que lleva una cruz, todas estas ofrendas aparecen ricamente decoradas con gemas, cabujones y esmaltes. Tras el arzobispo, en segundo plano, el banquero Juliano, que financió la construcción de la iglesia. Detrás del emperador hay dos altos funcionarios del estado con toga, el primero sería el general Belisario, conquistador de Rávena. Cierra el cortejo la guardia personal del emperador con el crismón en sus escudos.

Juliano Argentario
Obispo Maximiano
General Belisario
Su esposa Antonia (mosaico de Teodora)
Se trata de un retrato colectivo captado frontalmente y donde existe la isocefalia (cabezas igualadas en altura). El personaje destacado en el centro es Justiniano, que pisa con su pie derecho a su general Belisario en un gesto de superioridad jerárquica. Destacado está también su mano derecha en asuntos religiosos Maximiano, cuyo nombre se encuentra encima de él. Observa la riqueza y minuciosidad de los detalles; todos están individualizados, caras diferentes, peinados diversos, vestimentas variadas... Las pequeñas teselas se disponen en bandas de diferente resalte parar dar sensación de mayor profundidad y credibilidad realista a la escena. La riqueza cromática resulta extraordinaria y subraya objetos como el escudo, los broches, anillos, sandalias, capas, corona, libros y la sobresaliente cenefa que enmarca la escena.
Las teselas son piezas pétreas monócromas cuya combinación ofrece unos juegos muy coloristas e impactantes. La minuciosidad es total, se representan hasta los más ínfimos detalles de los rostros, las vestimentas, las joyas, el paisaje con animales y plantas, etc.

Mosaico situado enfrente del anterior y parecido en cuanto a concepción espacial, distribución de personajes y potente colorido.
En el centro tenemos a la enigmática y poderosa emperatriz Teodora, esposa de Justiniano y personaje de capital importancia en el Bizancio del siglo VI. Ataviada con espectacular manto negro y corona con colgantes de perlas, se encuentra realzada al ocupar el centro de un arco sobre una hornacina. Sostiene un gran cáliz y se rodea de personajes femeninos a su izquierda y dos masculinos a su derecha. Curiosa la fuente con un chorro de agua manando cristalina y la cortina del palacio, anudada y decorada con bellos motivos.



En el lado derecho: la emperatriz Teodora lleva un cáliz de oro, va precedida por dos dignatarios de la corte y seguida por Antonia, esposa del general Belisario y su hija Juana. Cierran el cortejo las doncellas de la emperatriz.

Un eunuco descorre la cortina descubriendo una fuente.
Detalle de las joyas de Juana, hija de Belisario.
 La emperatriz Teodora, detalle.
 El emperador Justiniano, detalle.
Mapa del Imperio Bizantino en 550. Las conquistas de Justiniano aparecen en verde.
Mausoleo de Teodorico
El Mausoleo de Teodorico es un monumento situado a las afueras de Rávena (Italia) construido por el rey Teodorico el Grande hacia el año 520 d.C. con la intención de que fuera su futura tumba, en mármol blanco de Istria. Es la más célebre construcción funeraria de los ostrogodos.


Entrada del mausoleo de Teodorico en Rávena
Situada en el centro del piso superior se encuentra una tumba circular de pórfido donde se supone que debían descansar los restos de Teodorico una vez fallecido. Dichos restos fueron extraídos durante la dominación bizantina y el mausoleo se convirtió en una capilla cristiana.


Planta superior, el sarcófago en pórfido rojo


Función. El edificio fue encargado para servir como tumba monumental y capilla funeraria del rey más importante que tuvieron los ostrogodos. Teodorico había conseguido crear un reino que abarcaba las antiguas provincias de Iliria e Italia. Su intención al ordenar erigir el edificio fue, por tanto, poner de manifiesto la grandeza de su reinado a la manera de los emperadores romanos. Debía ser un monumento vistoso y recordado, que todo el que llegara a Rávena contemplara y que ensalzara al monarca y a su linaje. De ahí que su decoración externa, la que ha desaparecido, debió estar muy cuidada.
Reconstrucción de Bruno Schuldz del Mausoleo de Teodorico. La galería superior ha sido interpretada como una logia con arcos y columnas en cuyo interior reposaban las estatuas de los principales reyes de la dinastía goda.


Planta de la Tumba de Teodorico
Teodorico I el Grande
(?, h. 454 - Ravena, actual Italia, 526) Rey de los ostrogodos (474-526). Hijo y sucesor del caudillo ostrogodo Teodomiro, del linaje de los Amalos, fue enviado por su padre como rehén a la ciudad de Constantinopla (actual Estambul), cuando no era más que un niño (462). En la capital del Imperio Bizantino, Teodorico entró en contacto con la cultura grecolatina y adquirió cierta experiencia política. En el 474 sucedió a su padre al frente de los ostrogodos e instaló a su pueblo en Dacia, antigua provincia romana que hoy forma parte de Rumania.


Teodorico I el Grande
El Baptisterio arriano
(En italiano, Battistero degli Ariani) en Rávena (Italia) es la más antigua de las ocho estructuras de Rávena inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996.
Fue erigido por el rey ostrogodo Teodorico el Grande entre finales del siglo V y principios del siglo VI. Es por lo tanto contemporáneo de la Basílica de San Apolinar Nuevo.
Se le llama arriano para diferenciarlo del Baptisterio ortodoxo. Los dos edificios, aun destinándose a la misma función, eran cada uno propio de una de las dos comunidades cristianas que coexistían entonces en Rávena.


En el domo del Baptisterio Arriano se puede ver un mosaico que está en perfectas condiciones después de su restauración, en donde se puede ver el bautizo de Jesús y los Doce Apóstoles. En la parte del bautizo se puede ver a un Jesús con una apariencia un poco más juvenil que en otras representaciones, acompañado por Juan Bautista y por una representación del río Jordan, donde se presentó esta escena.
Alrededor de esta escena, que está en un círculo central, está la procesión de los Doce Apóstoles que está encabezada por San Pedro y San Pablo, que se dirige hacia una cruz que está en un trono en la parte más alta.



El palacio de Teodorico 
En Rávena fue uno de los varios palacios que Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos, construyó en distintos lugares de su reino en Italia (al menos otro en Monza y un palacio destinado a la caza en Galeata); aunque dado que Rávena fue su capital y principal residencia de su corte regia, que pretendía emular a la de los emperadores romanos (Roma había quedado relegada a corte papal), fue este el palacio que más tiempo ocupó durante su reinado (desde que tomó la ciudad, el año 493, hasta su muerte en 526), y el que más interés tuvo en enriquecer y convertir en una suntuosa residencia.


Palativm se lee en el dintel de esta arquitectura representada en los mosaicos de la actual basílica de San Apolinar el Nuevo, que era la capilla del palacio de Teodorico.
Sólo se conserva la primera crujía y la fachada, de composición simétrica basada en arcos y columnas monolíticas de mármol, que fueron reutilizadas de edificios romanos anteriores. Los capiteles son de distintos tipos y tamaños para adaptarse a las diferentes alturas de los fustes.

Restos del palacio de Rávena.
A finales del siglo VIII, Carlomagno obtuvo del papa Adriano I el permiso para arrancar los mármoles y pavimentos del Palacio de Rávena para decorar su propio palacio de Aquisgrán. Eudes de Metz, el arquitecto carolingio, escogió las columnas de pórfido del palacio de Rávena para el piso superior de la capilla palatina de Aquisgrán, posiblemente el lugar que ocupaba Carlomagno.
Se supone que el palacio de Teodorico influiría en el diseño de los palacios visigodos (reino visigodo de Tolosa y reino visigodo de Toledo), de los palacios merovingios y carolingios y de la tipología prerrománica de Aula Regia en los reinos de la Europa occidental en la Alta Edad Media.
Galería superior de la capilla palatina de Aquisgrán.
Para saber más de San Apolinar el nuevo pincha aquí

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