domingo, 26 de octubre de 2014

El Expresionismo - Edvard Munch - Ernst Ludwig Kirchner

El expresionismo
Fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que se plasmó en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición del fauvismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las llamadas “vanguardias históricas”. Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento heterogéneo, una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel intelectual. Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y el carácter positivista de este movimiento de finales del siglo XIX los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista –la “expresión”– frente a la plasmación de la realidad –la “impresión”–.
El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Entendido de esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico. Así, a menudo se ha calificado de expresionista la obra de diversos autores como Matthias Grünewald, Pieter Brueghel el Viejo, El Greco o Francisco de Goya. Algunos historiadores, para distinguirlo, escriben “expresionismo” –en minúsculas– como término genérico y “Expresionismo” –en mayúsculas– para el movimiento alemán.
Fränzi ante una silla tallada (1910) de ernst Ludwing Kirchner, Museo Thyssen, Madrid
Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior. Entendido como una genuina expresión del alma alemana, su carácter existencialista, su anhelo metafísico y la visión trágica del ser humano en el mundo le hicieron reflejo de una concepción existencial liberada al mundo del espíritu y a la preocupación por la vida y la muerte, concepción que se suele calificar de "nórdica" por asociarse al temperamento que tópicamente se identifica con el estereotipo de los países del norte de Europa. Fiel reflejo de las circunstancias históricas en que se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo, que en la sociedad moderna, industrializada, se ve alienado, aislado. Así, mediante la distorsión de la realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e interior.
El expresionismo no fue un movimiento homogéneo, sino de gran diversidad estilística: hay un expresionismo modernista (Munch), fauvista (Rouault), cubista y futurista (Die Brücke), surrealista (Klee), abstracto (Kandinski), etc. Aunque su mayor centro de difusión se dio en Alemania, también se percibe en otros artistas europeos (Modigliani, Chagall, Soutine, Permeke) y americanos (Orozco, Rivera, Siqueiros, Portinari). En Alemania se organizó principalmente en torno a dos grupos: Die Brücke (fundado en 1905), y Der Blaue Reiter (fundado en 1911), aunque hubo algunos artistas no adscritos a ningún grupo. Después de la Primera Guerra Mundial apareció la llamada Nueva Objetividad, que si bien surgió como rechazo al individualismo expresionista defendiendo un carácter más social del arte, su distorsión formal y su colorido intenso les hacen herederos directos de la primera generación expresionista.
Edvard Munch
(Loten, Noruega, 1873 - Ekely, cerca de Oslo, id., 1944) Pintor y grabador noruego. La estilización de la figura, la prolongación de las líneas y, en ocasiones, el intenso dramatismo y la intensidad cromática, hicieron del estilo pictórico del noruego Edvard Munch uno de los modelos estéticos del expresionismo de las primeras décadas del siglo XX.

Edvard Munch

Sufrió muy joven la pérdida de sus seres queridos, y el espectro de la muerte, que llenó su niñez, lo acompañaría durante toda su vida, convirtiéndose en uno de los temas recurrentes en sus obras. En 1885 llevó a cabo el primero de sus numerosos viajes a París, donde conoció los movimientos pictóricos más avanzados y se sintió especialmente atraído por el arte de Paul Gauguin y Henri de Toulouse-Lautrec. No tardó en crear un estilo sumamente personal, basado en acentuar la fuerza expresiva de la línea, reducir las formas a su expresión más esquemática y hacer un uso simbólico, no naturalista, del color, y de ahí su clasificación como pintor simbolista.


De 1892 a 1908 vivió en Alemania, sobre todo en Berlín, aunque hizo frecuentes viajes a Noruega y París. En Berlín presentó en 1892 una exposición que tuvo que ser retirada por el escándalo que suscitó y que dio pie a la creación de la Secesión Berlinesa. En Noruega contó pronto entre sus amistades con importantes personalidades políticas y literarias y tuvo particular afinidad con el realismo social de la creación de Henrik Ibsen, para quien realizó los escenarios y el vestuario de la obra Peer Gynt en 1896.

Munch experimentó con su técnica alterando el color, las líneas, la textura y la composición. Así, cambiaba drásticamente el efecto de un tema. Sus seis impresiones de Dos mujeres en la playa muestran ejemplos de estas variaciones

En 1908, Munch, después de una tormentosa relación sentimental y víctima del alcohol, sufrió una grave enfermedad nerviosa, por lo que tuvo que ser recluido en el psiquiátrico del doctor Jacobsen, en Copenhague, del que salió completamente restablecido. En 1908 volvió definitivamente a Noruega, donde recibió algunos encargos oficiales (pinturas del paraninfo de la Universidad de Oslo) y pasó sus últimos años en soledad. Munch legó a la ciudad de Oslo todas las obras que conservó hasta su muerte, acaecida en 1944.


La obra de Edvard Munch se caracteriza por un sentido trágico de la vida y de la muerte, propio de toda la literatura escandinava de Ibsen a Strindberg. A pesar de que sus primeras pinturas recibieron la influencia de los impresionistas, pues conoció bien la obra de Gauguin y Van Gogh, en seguida se inclinó por la idea de plasmar los sentimientos, por exteriorizar las sensaciones de angustia y soledad del ser humano. Su etapa de madurez está impregnadas de ese "sentimiento trágico" que tanto caracterizó a los románticos, pero extraído del contexto propio del Romanticismo y llevado a sus últimas consecuencias, otorgándole un valor "absoluto", como algo de lo que el hombre no se puede liberar.


En la pintura de Munch aparece el rostro del mundo alimentado por esas fuerzas desconocidas que forman parte también de la condición humana. Su ambicioso proyecto titulado El friso de la vida (1893-1918), al que pertenecen sin duda sus cuadros más representativos, refleja los sentimientos y las obsesiones humanas. Veintidós de esas pinturas fueron expuestas, en 1902, en la muestra del grupo berlinés Sezession. La mayoría de ellas refleja la desilusión del fin de siglo y la imagen del hombre como víctima.


Su obra anterior a 1908 está muy vinculada a este ciclo que, de algún modo, concibió como si se tratara de un poema de amor, de vida y de muerte. Así El beso (1892) o La cámara de muerte (1894), ambas en la Nasjonalgalleriet de Oslo, donde alude al drama acontecido durante su infancia: la muerte de su madre y su hermana. Los personajes reflejan su sufrimiento, pero formalmente están unidos por una línea serpenteante que recorre toda la superficie del cuadro. No hay sombras, sólo colores planos y pronunciados contornos que marcan el ritmo visual, un medio idóneo para expresar la angustia del espíritu.
Sin embargo, su obra más emblemática es El grito (1893, Nasjonalgalleriet, Oslo), una de las pinturas que más intensamente han reflejado el horror y la angustia del ser humano. La figura que se halla en primer término expresa un terror inconmensurable. La angustia por la soledad, la desesperación por no encontrar un sentido a la vida y su relación con los abismos quedan intensamente reflejados en la obra del pintor noruego.
El grito 1893
Su Madonna fue una controversial mezcla de erotismo y espiritualidad. En el borde contiene un embrión y espermatozoides, que rodean a una mujer fantasmal y en conjunto, son una exploración de la creación y el fin de la vida, dos partes esenciales que encuentran su punto de unión en la maternidad.  
La Madonna
El beso, como varias piezas de la colección de Munch, fue producido varias veces. La más famosa es la versión de 1897 que se exhibe en el Museum of Modern Art de Nueva York, pero también hay una versión litográfica de 1895 que se exhibe en la NGA y una de 1898 en madera donde las propias vetas se vuelven parte de la composición.


« Fue en 1895. Hice una exposición de otoño en Blomquist. Los cuadros provocaron un tremendo rechazo. La gente quería boicotear la galería, llamar a la policía. Un día me encontré allí a Ibsen… mostró un interés especial por “Mujer en tres etapas”. Tuve que explicarle el cuadro. Aquí esta la mujer soñadora, allí la mujer hambrienta de vida y finalmente la mujer como monja, pálida y erguida entre los árboles… Unos años después Ibsen escribió “Cuando los muertos despertemos”… Estas tres figuras femeninas aparecen con frecuencia en el drama de Ibsen, igual que en mi cuadro. »
“Mujer en tres etapas”

Pubertad 1895
La enfermedad, la locura y la muerte son los ángeles negros que custodiaron mi cuna y me acompañaron durante toda la vida. », Edvard Munch.
Melancolia 1894-96

Ernst Ludwig Kirchner
Ernst Ludwig Kirchner (Aschaffenburg, Alemania, 6 de mayo de 1880 - Frauenkirch en Suiza, 15 de junio de 1938), pintor expresionista. Fue uno de los cuatro estudiantes de la Escuela técnica superior de Dresde que fundaron el grupo expresionista Die Brücke en 1905. El Kirchner Museum Davos posee la mayor colección mundial de su obra.

Ernst Ludwig Kirchner
En 1903 Kirchner estuvo en Múnich para estudiar pintura en la Escuela de Bellas Artes. En 1905 fundó con otros estudiantes el grupo Die Brücke (El puente) que pretendía crear un estilo plano con colores puros, inspirado en el arte primitivo y el fauvismo francés. Este grupo y Der Blaue Reiter formaron la segunda oleada expresionista.
Los rasgos más distintivos de este grupo son: el color antinatural, cálido, subjetivo y fulgurante; las formas más bien planas, con poco interés por los volúmenes y la perspectiva, que se violenta en escorzos imposibles; uso de contornos trazados con líneas gruesas, como incisiones en madera. Fueron estos artistas los que recuperaron la técnica de la xilografía, de origen medieval. Los temas son generalmente escabrosos, en sintonía con la forma expresiva de mostrarlos: prostitución, locales nocturnos de dudosa reputación, calles angostas con personajes trajeados...

Tres bañistas (Galería de Arte de Nueva Gales del Sur, Australia).

Kirchner siguió viviendo en Dresde hasta 1911. Después se marchó a Berlín, donde supo reflejar la agitación y el movimiento de una gran ciudad moderna. Se interesó por el mundo de la prostitución callejera; un ejemplo destacado Prostituta en rojo se halla en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Autorretrato como soldado 1915

En 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial, fue movilizado, pero sufre una grave crisis nerviosa. Al retornar de la guerra, en 1915, su situación mental no mejoró y su salud se resintió más tras sufrir un atropello. Tuvo que optar por la tranquilidad de Davos (Suiza), donde siguió pintando, en su mayor parte, paisajes más tranquilos, y menos estimados por la crítica actual.


En 1937, en plena ascensión del nazismo, su arte se calificó de arte degenerado y se destruyeron muchos de sus trabajos. Su precaria situación emocional empeoró a raíz de ello y se suicidó en Frauenkirch, cerca de Davos, en 1938.


Calle de Dresde 1908

Calle de Berlin 1913

Cinco mujeres en la calle 1913

Calle con buscona de rojo, 1914-1925. Museo Thyssen Bornemisza.

Artillery men

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