Cristóbal Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano oriente (conocido en la época como «Las Indias») desde Europa navegando por el Océano Atlántico hacia el oeste, y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito. La caída del Imperio Romano de Oriente en poder de los turcos otomanos en 1453, tras la toma de Constantinopla, su capital, provocó el encarecimiento del comercio entre Europa y las regiones orientales.
Mapa atribuido a Toscanelli. |
Paolo dal Pozzo Toscanelli (Florencia, 1397 - 10 de mayo de 1482) fue un matemático, astrónomo y cosmógrafo italiano. Fue el hijo del físico Dominic Toscanelli. Aprendió matemáticas en la Universidad de Padua y se graduó en 1424 con el título de doctor de medicina. Allí trabó amistad con el polifacético cardenal Nicolás de Cusa. De vuelta en su ciudad natal ayudó a Brunelleschi con los cálculos para la construcción de la cúpula de Santa María del Fiore.
Con el médico portugués Fernáo Martíns de Roriz sostuvo conversaciones sobre la posibilidad del viaje a las Indias.
Hizo anotaciones de sus observaciones de cometas y calculó sus órbitas. Entre estos estaba el cometa Halley en 1456. En realidad no dejó prácticamente ninguna obra escrita. Se dice que envió una carta y un mapa a la corte de Lisboa, detallando un esquema para navegar a las islas de las Especias recorriendo el oeste.
Así, una supuesta copia de esta carta y mapa habría sido enviada a Cristóbal Colón quien la habría usado en su primer viaje.
Paolo dal Pozzo Toscanelli |
Aunque en el siglo III a. C., el astrónomo griego Eratóstenes había calculado con bastante exactitud la medida de la circunferencia de la Tierra; al parecer, la hipótesis de Colón sobre la posibilidad del viaje se basaba en cálculos alternativos (y erróneos) sobre el tamaño de la esfera, ya que suponía que era más pequeña de lo que realmente es. Ahora bien, Colón aseguraba que había recopilado datos sobre la existencia de tierras habitadas al otro lado del Atlántico. De los mismos deducía que el extremo oriental de Asia se hallaba mucho más próximo a Europa de lo que suponían los cosmógrafos de la época. También era posible que tales informes testimoniaran la presencia de islas que pudieran servir como escalas en un viaje a las Indias.
Primer viaje de Cristóbal Colón, transatlántico. |
Otras teorías sostienen que Colón había oído datos, por habladurías de marinos, sobre la existencia de tierras mucho más cercanas a Europa de lo que se suponía científicamente que estaba Asia, y que emprendió la tarea de alcanzarla para comerciar sin depender de la República de Génova ni del Reino de Portugal. Una de ellas, conocida como la teoría del prenauta, sugiere que durante el tiempo que Colón pasó en las islas portuguesas del Atlántico se hizo cargo de un marino portugués o castellano moribundo cuya carabela había sido arrastrada desde el golfo de Guinea hasta el mar Caribe por las corrientes. Ciertos autores incluso dicen que podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva, aunque según otras fuentes podría ser portugués o vizcaíno. Esta teoría sugiere que el prenauta le confió a Colón el secreto. Según algunos estudiosos, la prueba más contundente a favor de esta teoría son las Capitulaciones de Santa Fe, ya que hablan de «lo que ha descubierto en las mares oçeanas» al tiempo que otorgan a Colón una serie de privilegios no otorgados hasta entonces a nadie.
Mapa del primer viaje de Cristóbal Colón, 1492-1493. Topónimos modernos son en negro, y topónimos de Colón son en azul. |
Lo seguro es que Colón no solo logró arribar a las costas de América, sino que regresó a Europa, realizando un total de cuatro viajes y dando origen a una ruta para la navegación periódica y segura entre Europa y América. Aunque es sabido que los siberianos habían llegado a América en el Pleistoceno, y que existe documentación que habla sobre posibles viajes anteriores realizados por los cartagineses, musulmanes andalusíes, vikingos o chinos. No obstante, es a partir de los viajes de Colón, y otros exploradores y conquistadores que le sucedieron, cuando se establecieron vínculos permanentes con Europa y se puede hablar de «descubrimiento», al haber reconocimiento de las naciones implicadas y testimonios contrastables en la época. A partir de este «encuentro» algunas potencias europeas invadieron el territorio americano, imponiendo su dominio, político, cultural y religioso, sobre las culturas locales.
Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V. Turgis, siglo xix). |
Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro. El camino de la especiería que incluía las especias, la seda y otros productos originarios del extremo Oriente, habían llegado a través de los siglos siempre por la ruta comercial que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio otomano esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por ellos y sus socios, los mercaderes italianos. El Reino de Portugal y el Reino de Castilla, en ese entonces los primeros estados de la Edad Moderna, querían esas mercancías sin intermediarios.
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América (Exposición Nacional de 1862, Medalla de Primera clase), por Dióscoro Puebla |
Debido a que los portugueses habían conseguido su Reconquista contra los musulmanes en el siglo XIII, tomaron la iniciativa en la competencia por alcanzar una nueva ruta de la especiería que fuera una alternativa marítima directa a Asia Oriental. Portugal se lanzó a navegar por el mar océano bordeando África otorgadose el monopolio de dicha navegación por el océano Atlántico a excepción de las islas Canarias. En 1488 el navegante Bartolomé Díaz encontró el paso por el cabo de Buena Esperanza, que unía el Océano Atlántico con el Océano Índico.
Llegada de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales, por John Vanderlyn. 1847. |
Las Indias Occidentales se refiere, comúnmente, a las islas del Caribe denominadas Antillas y Bahamas, y su uso es, según la RAE, "admisible siempre que no haya posible confusión con la denominación tradicional de todo el continente". Su uso es un arcaísmo.
Tradicionalmente, el nombre fue dado a las posesiones europeas en los nuevos territorios descubiertos y por descubrir en América, y que se dio inicio con la llegada de Cristóbal Colón en el siglo XV, quien por otro lado desconocía que en su viaje de circunnavegación había llegado a un Nuevo Mundo, en lugar de a las Indias. De aquí deriva el título de Rey de las Islas y Tierra Firme del mar Océano que por tradición histórica está vinculado a la monarquía española.
Con la exploración y la cartografía del Nuevo Mundo por España, las más alejadas costas de Asia fueron llamadas "Indias Orientales" para distinguirlos de las nuevas tierras descubiertas más próximas al oeste, y que se denominaron Indias Occidentales. Las exploraciones y los estudios de cartografía extendieron la denominación de América en Europa para designar popularmente las nuevas tierras descubiertas.
Por su parte, el Reino de Castilla, en el mismo año en que terminó con éxito su Reconquista, buscó una ruta nueva de las especias, y si bien también la buscó en el Océano Atlántico, fijó otro rumbo —hacia el oeste— en aguas alejadas de la costa y desconocidas para los navegantes.
La llegada de Colón a América permitió el desarrollo del comercio y el al envío hacia Europa de gran cantidad de alimentos que se cultivaban en esas tierras, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el pimiento, el zapallo, la calabaza, el poroto (nuevas variedades de judía o frijol) o la vainilla, entre otros, que fueron rápidamente adoptados por los europeos y por el resto del mundo. Los investigadores han estimado que tres quintas partes de los cultivos actuales de todo el mundo fueron importadas desde América. En sentido inverso, la expedición colombina conllevó posteriormente la llegada a América de la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego, entre otras.
Sebastiano Luciani (Venecia, 1485 - Roma, 21 de junio de 1547), más conocido como Sebastiano del Piombo, por haber ocupado a partir de 1531 el cargo de responsable de los sellos de plomo —piombo en italiano— del Vaticano, fue un pintor italiano, protegido por Miguel Ángel y uno de los más admirados e influyentes del Renacimiento.
En su primer viaje, el navegante alcanzó la isla de San Salvador, llamada Guanahani por los habitantes que encontraron, en las actuales Bahamas. Después de dos meses de travesía, visitando después Cuba y La Española, volvió a España siete meses después de su partida. En su último viaje solo tardó un mes y cuatro días en alcanzar las costas de América.
Los cuatro viajes de Cristóbal Colón. |
La parte de la historia más documentada de Cristóbal Colón comenzó en 1476, cuando alcanzó las costas portuguesas, al parecer víctima de un naufragio en un combate naval durante la Guerra de Sucesión Castellana.
La expedición encabezada por Cristóbal Colón partió de la ciudad de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492 y arribó a las Bahamas el 12 de octubre de ese mismo año. Una vez allí Colón dispuso explorar la zona, suponiendo que estaba en medio del archipiélago asiático descrito por Marco Polo. Guiado por esta misma idea es que Colón llama indios a los aborígenes americanos, errónea denominación que actualmente se mantiene.
La ciudad de Palos de la Frontera está situada en el municipio español del mismo nombre, en la provincia de Huelva, comunidad autónoma de Andalucía. En el año 2013 el municipio contaba con 10196 habitantes (INE), con una densidad de población 203,92 hab/km².
La historia de esta ciudad está íntimamente ligada a las labores marítimas y a los descubrimientos geográficos. Es por esto que Palos de la Frontera es conocida como la cuna del Descubrimiento de América (como afirma en su escudo), ya que en esta ciudad se gestó y se preparó el primer viaje de Cristóbal Colón hacia las Indias.
Cuando Cristóbal Colón llegó a la villa de Palos de la Frontera se encontró con la oposición de los vecinos, que desconfiaban del extraño. Una Real Provisión dirigida a Diego Rodríguez Prieto y otros vecinos de la villa, en la que los sancionaba a servir a la corona con dos carabelas durante dos meses, fue leída en la puerta de la Iglesia de San Jorge, donde estaba situada la plaza pública. También hubo problemas en el reclutamiento de marineros, por ello Colón recurrió a una de las provisiones expedidas por los monarcas en la que se le concedió permiso para reclutar marineros entre los encarcelados, aunque finalmente esto no fue necesario. Por fin, los religiosos de Monasterio de la Rábida, en especial fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena, lograron solucionar el problema de la recluta de marineros, al poner en contacto a Colón con Martín Alonso Pinzón, destacado navegante local, que apoyó la posibilidad del viaje, contra lo que la gente pensaba del proyecto. También Pero Vázquez de la Frontera, viejo marino de la villa muy respetado por su experiencia y amigo de Martín Alonso, influyó de manera importante para que el mayor de los hermanos Pinzón se decidiera a apoyar la empresa.
Réplicas de las carabelas enviadas a la exposición de Chicago de 1893. |
Según Bartolomé de las Casas, Martín Alonso aportó de su hacienda personal medio millón de maravedíes, la tercera parte de los gastos en metálico de la empresa. Asimismo desechó los barcos que había embargado Colón y despidió también a los hombres que éste había enrolado, escogió para la empresa otras dos carabelas, la Pinta y la Niña, ya que sabía que eran muy veleras y "aptas para el oficio de navegar" porque las tenía arrendadas, hizo partícipes a sus hermanos y, además, fue por Palos, Moguer y Huelva, convenciendo a sus parientes y amigos de que se enrolasen, consiguiendo con ello la tripulación necesaria. Destacadas familias de marineros de la zona se unieron a la empresa, como los hermanos Niño de Moguer, los Quintero de Palos y otros marinos de prestigio que fueron decisivos para el definitivo reclutamiento de la tripulación.
Los nativos informaron a los europeos sobre la existencia de una isla grande a la que ellos llamaban Colba (Cuba) que en un primer momento Colón identificó como Cipango. La expedición arribó a Cuba el 28 de octubre, la isla fue bautizada por los europeos con el nombre de Juana, en honor a la hija de los reyes católicos y allí Colón afirmó que estaba a tan solo diez días de viaje de la costa de Cathay (China). Sin embargo, al no encontrar ninguna riqueza o civilización sofisticada, el Almirante se inclinó a pensar de que Cuba era en realidad parte de la tierra firme continental y que Cipango debía estar hacia el Sudeste. Al descubrimiento de Cuba le seguirá el de la isla La Española, donde los europeos tampoco hallaron las incalculables riquezas mencionadas por Marco Polo.
Los frailes lo apoyaron y recomendaron a fray Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel I de Castilla. En la vecina villa de Moguer también encontró el apoyo de la abadesa del convento de Santa Clara, Inés Enríquez, tía del rey de Castilla y de Aragón, Fernando el Católico. Colón se dirigió a las cortes, establecida por entonces en Córdoba, y entabló relaciones con importantes personajes del entorno real. Se desconoce cuánto tiempo estuvo en La Rábida. Colón frecuentó el Monasterio de La Cartuja de Sevilla entre
Si bien el Real Consejo rechazó su proyecto, consiguió ser recibido en enero de 1486, gracias al valimiento de Hernando de Talavera, por la reina Isabel, a quien expuso sus planes. La soberana se interesó por la idea, pero quiso que, previamente, un consejo de doctos varones, presidido por Talavera, diera un dictamen sobre la viabilidad del proyecto, mientras asignaba a Colón, pobre de recursos, una subvención de la corona.
Los nativos informaron a los europeos sobre la existencia de una isla grande a la que ellos llamaban Colba (Cuba) que en un primer momento Colón identificó como Cipango. La expedición arribó a Cuba el 28 de octubre, la isla fue bautizada por los europeos con el nombre de Juana, en honor a la hija de los reyes católicos y allí Colón afirmó que estaba a tan solo diez días de viaje de la costa de Cathay (China). Sin embargo, al no encontrar ninguna riqueza o civilización sofisticada, el Almirante se inclinó a pensar de que Cuba era en realidad parte de la tierra firme continental y que Cipango debía estar hacia el Sudeste. Al descubrimiento de Cuba le seguirá el de la isla La Española, donde los europeos tampoco hallaron las incalculables riquezas mencionadas por Marco Polo.
La Española o Isla de Santo Domingo A la llegada de los españoles, la isla estaba dividida en 5 cacicazgos. |
Mientras Colón seguía buscando una tierra hacia el Este que los nativos de La Española llamaban Cibao y de donde supuestamente obtenían grandes cantidades de oro, se produjo un accidente en el que encalló la nave Santa María, cuyos restos fueron utilizados para construir la primera colonia europea de América: el Fuerte de Navidad. Este hecho determinó el fin de la exploración y el inicio del viaje de regreso a la ciudad de Palos, que se produjo entre el 4 de enero y 15 de marzo de 1493. Tras el éxito de esta empresa, los reyes católicos confirmaron todos los privilegios conferidos a Colón según las Capitulaciones de Santa Fe.
Réplica de la Santa María en el Puerto de Palos, en Palos de la Frontera, provincia de Huelva. Con la madera de la nao Santa María se construyó Villa Navidad. |
El día 24 de diciembre de 1492 Cristóbal Colón tomó la decisión de conocer personalmente al cacique Guacanagari cuando saliera el sol. Navegó desde el Cabo de Santo Tomás hasta Punta Santa y al oscurecer decidió descansar, dejando el control de la nao Santa María a un mozo grumete. A las 12 de la noche las corrientes de la zona fueron conduciendo a la nao hacia un banco de arena. Pese a que no hubo muertos, la nao quedó inservible.Tras el incidente tuvo lugar el encuentro. Colón y el cacique Guacanagari pudieron comunicarse valiéndose de señas. Colón comprendió que Cibao era un líder caníbal enemigo de los taínos y lo que quería Guacanagari era una alianza con los españoles para acabar con él. Colón vio en él un aliado muy valioso para sostener su futura colonia en la región y le explicó que cuando volviera dentro de un año, los Reyes Católicos mandarían hacer presos a los caníbales y los destruirían.
En el segundo viaje de Colón se profundizó la exploración de las islas del Caribe, mientras que en el tercer viaje, tras no hallar ninguna riqueza significativa en las travesías anteriores, se priorizó la búsqueda de tierra firme. Dicho objetivo se cumplió parcialmente, aunque no con el arribo al Extremo Oriente, sino con el descubrimiento de la actual costa venezolana en Sudamérica.
El cuarto y último viaje de Colón (1502-1504) se produce poco antes de su muerte, privado ya de gran parte de sus títulos y privilegios. Por aquel entonces, los portugueses habían logrado arribar a la India bordeando África y se encaminaban a explorar las tierras ubicadas en el Atlántico Sur, destacándose el descubrimiento de la inicialmente bautizada Isla de la Vera Cruz (hoy Brasil), que en verdad era una parte del continente sudamericano. El objetivo primordial de éste viaje de Colón sería navegar hacia el Sudoeste hasta las Islas de las Especias (Indonesia) y para ello la expedición bordeo infructuosamente toda la costa de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá en busca de un inexistente estrecho que nunca encontraron.
En 1504, se hizo pública una carta de Américo Vespucio a Lorenzo de Médicis en la que le narraba sus viajes por la costa de Sudamérica a bordo de naves portuguesas y en la que expresaba su convencimiento de que entre Europa y Asia existía un nuevo continente (Nuevo Mundo). Cristóbal Colón falleció en 1506 y un año después, el cosmógrafo alemán Martin Waldseemüller editó un planisferio llamado Universalis Cosmographia, incluyendo al nuevo continente y proponiendo el nombre de América, ya que Américo Vespucio había sido quien lo había reconocido como tal.
En 1504, se hizo pública una carta de Américo Vespucio a Lorenzo de Médicis en la que le narraba sus viajes por la costa de Sudamérica a bordo de naves portuguesas y en la que expresaba su convencimiento de que entre Europa y Asia existía un nuevo continente (Nuevo Mundo). Cristóbal Colón falleció en 1506 y un año después, el cosmógrafo alemán Martin Waldseemüller editó un planisferio llamado Universalis Cosmographia, incluyendo al nuevo continente y proponiendo el nombre de América, ya que Américo Vespucio había sido quien lo había reconocido como tal.
Américo Vespucio, pincha aqui
Tumba de Cristóbal Colón. Catedral de Sevilla. |
Para entonces, las acusaciones de tiranía e incompetencia de Colón como gobernador habían llegado a la Corte. La reina Isabel y el rey Fernando respondieron removiendo a Colón del poder y reemplazándolo por Francisco de Bobadilla, miembro de la Orden de Calatrava.
Bobadilla, quien fue gobernador desde 1500 hasta 1502, cuando falleció debido a una tormenta, también había recibido el encargo de investigador las acusaciones de brutalidad hechas contra Colón. Al llegar Bobadilla a Santo Domingo, mientras Colón estaba ocupado con sus exploraciones del tercer viaje, fue recibido con quejas contra los tres hermanos Colón: Cristobal, Bartolomé y Diego. Un informe de Bobadilla recientemente descubierto asevera que Colón frecuentemente usaba la tortura y mutilación para gobernar La Española. El informe de 48 páginas, encontrado en 2006 en el Archivo General de Simancas, contiene testimonios de 23 personas, incluyendo enemigos y partidarios de Colón, acerca del trato de Colón y sus hermanos a los súbditos coloniales durante sus siete años de mandato.
«El gobierno de Colón se distinguió por una forma de tiranía», afirma Consuelo Varela Bueno, historiadora española que estudió y publicó documentos. «Incluso quienes lo admiraban [a Colón] tuvieron que admitir las atrocidades que habían ocurrido». Varela Bueno afirma en el prólogo de su libro, que «La historiografía que se nos ha conservado hasta ahora es única y exclusivamente la que le favorecía» y como resultado de su investigación concluye que «Colón, pese a su grandeza, no es un personaje simpático. Ahora lo es aún menos».
Bartolomé de las Casas escribió que al llegar él a La Española en 1508 había, contados todos los indios, más de 60,000 personas viviendo en la isla, de modo que de 1494 a 1508 alrededor de tres millones de indios habrían muerto en las guerras, a causa de la esclavitud o el trabajo en minas, y concluía exclamando: «Esto ¿quién lo creerá de los que en los siglos venideros nacieren? Yo mismo que lo escribo y vio y sé lo más dello, ahora me parece que no fue posible»
Juan de la Cosa tuvo un papel destacado en el primer y el segundo viaje de Cristóbal Colón a las Antillas y en 1499 participó como piloto mayor en la expedición de Alonso de Ojeda a las costas del continente sudamericano. A su regreso a Andalucía dibujó su famoso mapamundi y poco después volvió a embarcarse hacia las Indias, esta vez con Rodrigo de Bastidas. En los años siguientes alternó viajes a América bajo su propio mando con encargos especiales de la Corona, incluyendo una misión como espía en Lisboa y la participación en la Junta de pilotos de Burgos de 1508. En 1509 emprendió la que sería su última expedición, de nuevo junto a Ojeda, para tomar posesión de las costas de la actual Colombia. La Cosa murió en un enfrentamiento armado con indígenas antes de poder llegar a ejercer su cargo de alguacil mayor de Urabá.
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