lunes, 3 de febrero de 2025

(54) LA RUTA DE LA SEDA EN LA EDAD MODERNA - Marc Aurel Stein (1862-1943) - El viaje de Faxian - Las estupas - La belleza de Loulan - Las cuevas de Mogao - El saqueo de china -

(53) LA RUTA DE LA SEDA EN LA EDAD MODERNA - Ferdinand Freiherr von Richthofen - Wilhelm Humboldt - Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt - Expediciones exploradoras de Sven Hedin entre 1886 y 1935 - pincha aquí

Marc Aurel Stein (1862-1943) fue, probablemente, el más carismático de todos.
Para unos fue un sabio y un héroe; para otros, un malhechor

Había nacido en Budapest. Era inteligente, meticuloso y tenaz. Se doctoró en Indología y en estudios sobre la antigua Persia en la universidad alemana de Tubinga, y luego completó su formación en Inglaterra, donde aprendió lenguas orientales y arqueología. Esos conocimientos se complementarían con un vehemente espíritu de exploración.

1887
Se trasladó a la India, donde trabajó para las autoridades coloniales en la ciudad de Lahore (actual Pakistán)

A pesar de la modestia de su día a día, nuestro hombre alimentaba un sueño grandioso: demostrar que hubo una gran civilización budista en Asia Central, adonde llegó desde la India. Ese anhelo lo encaminaría hacia la ruta de la seda.

Mapa de Asia XIX
Gracias a un golpe de suerte, el mismísimo virrey de la India, Georges Curzon, se interesó por el proyecto.

Había estudiado el viaje de su predecesor, el sueco Sven Hedin, a fondo. Evaluó sus dificultades y reflexionó. Finalmente adoptó una decisión audaz: adentrarse en el desierto del Taklamakán en invierno; prefirió el frío atroz al tórrido calor estival. El 31 de mayo del año 1900, el grupo abandonó Srinagar (Cachemira, India) camino del Karakórum, cordillera que atravesarían en ocho semanas sin incidentes.

 Kashgar los acogió con hospitalidad. La ciudad ya presumía entonces de ser la más alejada de cualquier mar. También era una casilla clave en el pulso que Rusia e Inglaterra dirimían por el control de Asia Central. A esa competición la llamaron el Gran Juego, y llenó el núcleo de aventureros y espías. 

Durante los últimos años habían aparecido bastantes manuscritos antiguos en la zona. Algunos estaban escritos en lenguas conocidas; otros, no. Los encontraron buscadores locales de tesoros, quienes evitaban desvelar el lugar exacto de su procedencia. Rusos e ingleses competían por la compra, y los precios se disparaban. Stein se propuso aprovechar su estancia en la región para averiguar la causa de aquella abundancia insólita.


El plan consistía en emular la ruta de Xuanzang, un monje chino que atravesó el desierto del Taklamakán y los pasos del Himalaya en el año 629 para conocer el budismo en su fuente India. Su peregrinaje duró 16 años, durante los que visitó más de cien reinos.

Estatua de Xuanzang en la Gran pagoda del ganso salvaje en Xi'an.

Xuánzàng (Hsüan-tsang; c. 602-664) fue un célebre monje budista chino Ch'an, nacido en Luoyang (Henan) en el seno de una familia de eruditos, siendo el menor de cuatro hermanos (algunos textos mencionan que tenía dos hermanos mayores y una hermana mayor). En 629 parte en peregrinaje a la India, de donde vuelve en abril de 645 con gran cantidad de textos en sánscrito, aumentando así considerablemente la cantidad de literatura budista disponible en China.


La gran pagoda del ganso salvaje  se encuentra ubicada al sur de la ciudad de Xi'an en la República Popular China. Fue construida durante la dinastía Tang en el año 648. El propósito de su construcción fue el de albergar una serie de escritos budistas que había llevado consigo el monje Xuanzang después de un viaje a la India.

Relato de un monje budista chino del siglo V que peregrinó a la India.

Faxian fue un monje budista chino que viajó hasta la India en busca de escrituras que arrojasen luz sobre algunas polémicas doctrinales entre las distintas escuelas budistas de la época.

No fue el primer monje que peregrinó a la India ni el único que relató su viaje, pero sí es uno de los pocos cuyos textos nos han llegado. Vivió dos siglos antes que el más conocido Xuanzang, que siguió una ruta parecida.

Faxian fue un hombre popular en su época entre los suyos. Se cree que podría haber nacido alrededor del año 338. Por tanto, cuando partió a la India en 399, tenía 61 años, una edad bastante avanzada.

Partió de Changan, la actual Xian, siguiendo el ramal sur de la ruta de la seda, cruzó el Pamir, siguió el curso del Indo y llegó al reino montañoso de Cachemira, desde donde descendió a la llanura india.

Durante el viaje va describiendo los lugares que atraviesa, como el terrible desierto de Taklamakán:

“En ese desierto abundan los espíritus malignos y los vientos abrasadores. Todos cuantos se encuentran con ellos perecen; ninguno sale indemne. Arriba no hay pájaro que vuele; abajo no hay animal que camine. Por más que el viajero fuerce la vista buscando por doquier un paso, no tiene manera de saber qué ruta ha de seguir y sólo puede tomar por guía y señal las osamentas de los muertos”

También relata numerosas leyendas y milagros atribuidos a Buda, que recogió en los lugares por los que transcurrió la vida de su maestro.

“Según la tradición, el Buddha pasó por este país cuando estuvo en la India del Norte. Allí dejó impresa la huella de su pie, una huella cuya longitud depende del pensamiento de la persona que la observa.”

Es decir, cuanto más elevados sean los pensamientos del observador, más grande verá la huella de Buda.

Ya en la India, Faxian llegó a Kapilavastu -ciudad donde vivió Buda-, siguió el curso del Ganges y encontró los escritos que buscaba en un monasterio de la ciudad de Pataliputra (Patna). Tardó tres años en copiar los textos.

El viaje de regreso lo realizó en barco, llegó a las costas chinas hacia 412. En su país fue agasajado por los gobernantes. Muy probablemente colaboró en la construcción de un templo, a partir de los planos de un templo indio que había traído consigo.

El resto de su vida lo dedicó a la traducción de algunos de los textos, hasta su muerte en el año 420.

El relato de Faxian, aunque cuenta con algunos elementos fantasiosos, es una excelente descripción de la situación de la Ruta de la Seda a lo largo  del siglo IV d.C.
El monje describe hombres que se vestían como chinos y se comportaban  como indios en Loulan, hasta ese punto había penetrado la cultura india a través de la Ruta. Faxian señala que las familias habían construido alojamientos para monjes peregrinos, y que el paisaje estaba lleno de stupas.

La stupa, creada por Ashoka en el siglo III a. C (aunque su origen megalítico puede remontarse al II milenio a. C.), es un monumento funerario de peregrinación, que encerraba o simplemente señalaba el lugar donde había sido enterrada una reliquia budista; ésta solía consistir en las cenizas procedentes de la incineración de algún santo personaje o de algún objeto ritual famoso, así como también en imágenes de culto consideradas milagrosas. Esta costumbre estaba ya difundida en época de Buda

XIV- La Ruta de la Seda - Las cuevas de mogao, la joya budista de china - Marc Aurel Stein - La biblioteca secreta - El buda más alto de Mogao - La cueva sellada - El Sutra del diamante, pincha aqui

XX -  El Nacimiento de la Ruta de la Seda - El Reino grecobactriano - Gandhara -  El valle de Bamiyán en Afganistán - Frescos de Buda de Miran -  La belleza de Loulan - El Templo del Caballo Blanco - La dinastía Han - Faxian fue un monje budista chino que viajó hasta la India - Stupa Budista De Rawak -  Sanchi Stupa (Delhi), pincha aqui

¿Qué significan las estupas?
1. f. Construcción budista, generalmente circular, que sirve para custodiar reliquias o como monumento funerario.


Santuario budista abovedado que encierra la función stupa-M3. Sitio monástico existente de los siglos II a V AD-antigua ciudad de Miran-antigua pista de caravanas a Dunhuang-Sur de la Ruta de la Seda-Ruoqiang condado


El Taklamakan se llenó de santuarios budistas que se confundían con las paradas de postas y los albergues de la Ruta de la Seda.

El desierto de Taklamakan, conocido como “lugar sin retorno”, era el primer gran obstáculo que las caravanas que circulaban a lo largo de la antigua Ruta de la Seda debían bordear. Al llegar allí, la ruta principal de dividía en dos, una rama que discurría al sur, y otra al norte, a lo largo de la cuenca del río Tarim. Este río desembocaba en un gran lago de agua salada, el Lop Nur, cuyas orillas el reino de Lóulán prosperó gracias al comercio.


MIRAN ERA UNA CIUDAD CARAVANERA DE LA RUTA DE LA SEDA QUE FUE TRAGADA POR EL DESIERTO DEL TAKLAMAKAN EN EL SIGLO IX Y HA PERMANECIDO INTACTA DESDE ENTONCES.

Lóulán fue un antiguo reino que floreció en el s. II a.C. en los márgenes de la Ruta de la Seda. Fue una ciudad-estado independiente hasta que la dinastía Hàn  se hizo con el control de la región, y proliferó durante varios siglos más hasta que fue misteriosamente abandonado en el s. III de nuestra era, dejando sólo ruinas que permanecieron enterradas en las arenas del desierto durante casi dos milenios…

A partir del siglo II d.C. el budismo fue penetrando lentamente por la cuenca del Tarim y el desierto de Taklamakan, alcanzando el Imperio Chino.
También se han encontrado restos de cerámica y fósiles de semillas de árboles que crecieron allí, lo que ayudará a los expertos a obtener más detalles sobre la vida en ese remoto lugar hace 2.000 años y el clima que imperaba, probablemente muy diferente a la aridez actual.

Buda con sus seis discípulos, de Miran, siglo III-IV d.C(pintura mural)


De la pintura pocas muestras se conservan, pero sin duda estas pinturas con ángeles y guirnaldas de una stupa de Miran (actual Xinjiang, China) recuerdan los frescos pompeyanos. Están firmados por Tita, sin duda un cierto Titus.

Descubrimiento de las ruinas de Lóulán:

El 28 de marzo de 1900 una expedición liderada por el arqueólogo sueco Sven Hedin pasaba cerca del lago Lop Nur. En un momento dado, Hedin se percató de que había perdido su única pala de hierro, y mandó a su guía local a encontrarla. Una tormenta de arena pilló por sorpresa al guía, y cuando ésta se calmó, se encontró en medio de las ruinas de una antigua ciudad: Lóulán.

Las conocidas momias de Tarim, se han encontrado en Loulan y en sus alrededores. Una momia femenina ha sido fechada alrededor de 1800 a. C. (3,800 años de edad), lo que indica un asentamiento muy temprano de la región


La belleza de Loulan, en exhibición en el museo.
Es el cadáver naturalmente preservado de una mujer caucásica con el pelo rubio rojizo y ojos azules,​ una altura de 1,51-1,52 cm y de 40 a 48 años. Su tipo de sangre era O y vivió en torno al 1900 a. C. - 1800 a. C..

Los murales de Dunhuang - Las Grutas Mogao, pincha aqui

Si en Oriente Próximo y Medio y Asia Central había albergues para peregrinos, sunníes, chiitas o sufíes, en las zonas de influencia china e india había santuarios de peregrinación budistas. Uno de los más importantes era el Complejo de las Cuevas de Mogao, cerca de Dnhuang (s-IV a.C).


Esta ciudad creada en una zona desértica , fue durante años un punto clave en el «peregrinaje comercial» que se gestaba a diario en la mítica Ruta de la Seda.

Puerta de salida del imperio Chino hacia el oeste y entrada para los visitantes occidentales , Dunhuang era un punto estratégico perfecto para descansar y reponerse del largo viaje , gracias a disponer de algunos Oasis ideales para mitigar el sofocante calor de la zona.

Pagoda de nueve pisos
Una estructura de madera de 45 metros afuera de la Cueva 96, que alberga la estatua de Buda de arcilla más alta de China, que simboliza la grandeza y la devoción espiritual de Mogao.


El buda más alto de Mogao
Con de 35 metros, vigila desde la cueva 96, una pagoda de nueve pisos.

Dunhuang , nos abre las puertas al desierto de Taklamakán del que se dice que si se entra en el , jamás se regresa. Este desierto es la «antesala» del célebre desierto de Gobi , uno de los mas impresionantes y duros del planeta.

Pagoda de tres pisos
Una estructura importante de la dinastía Tang, que contiene la cueva más grande de Mogao, con murales en capas y esculturas de varios períodos.

En Dunhuang , nos encontramos las grutas mas importantes de China , Las Cuevas de Mogao , que son a su vez uno de los mayores exponentes y concentraciones de arte budista del mundo.

Cueva de la biblioteca
La cueva 17, conocida por su tesoro de textos y artefactos budistas antiguos, ofrece una visión de la rica historia religiosa y cultural de Dunhuang.

Imagen de la Cueva 16, realizada por Aurel Stein en 1907, con manuscritos apilados junto a la entrada de la Cueva 17, la Cueva de la Biblioteca, que está a la derecha en esta imagen.
La cueva sellada
Alrededor del año 1000, la región de Sinkiang  sufrió la amenaza del Imperio Tangut, un pueblo nómada de las estepas. Para preservar los cerca de 50.000 libros y pinturas en papel y seda que se guardaban en Mogao, los monjes los reunieron en la cueva 17 (abajo), que fue sellada y permaneció oculta durante 900 años.

Según la leyenda, las cuevas se fundaron en el año 366 d.C cuando un monje budista vio, en el reflejo del sol sobre las paredes del acantilado, la imagen de miles de budas. Su visión impresionó a un acaudalado peregrino de la Ruta de la Seda, que aportó el dinero necesario para fundar el primer templo. Se construyeron 492.


Los murales de las cuevas de Mogao son una extensa crónica visual que abarca techos, pasillos y paredes.

Representando figuras budistas, escrituras, escenas históricas y mitología, cubren más de 50.000 metros cuadrados y representan mil años de evolución artística continua.

Estos intrincados y coloridos murales, que datan desde los Dieciséis Reinos hasta la dinastía Yuan, ofrecen una representación vívida de las enseñanzas budistas, las costumbres sociales y la vida espiritual de sus épocas, lo que los convierte en un tesoro cultural e histórico invaluable.

Las cuevas se convirtieron en un santuario de paso para los viajeros y peregrinos de la Ruta de la Seda, que aportaban regalos y donativos a los monjes. El lugar estuvo en uso hasta el siglo XIV, y acumuló miles de frescos, esculturas y manuscritos. Los monjes que vivían en ellas esperaban alcanzar la iluminación, mientras los frescos servían para instruir a los fieles.

Las esculturas de arcilla de las cuevas de Mogao son una obra maestra de la artesanía antigua y representan las estatuas de arcilla más elaboradas de China y abarcan más de un milenio de cambios dinásticos.

Creadas sobre marcos de madera con capas de arcilla, estas esculturas representan budas, bodhisattvas y guardianes con sorprendente realismo y detalle.


Su evolución estilística refleja influencias regionales y religiosas, y cada figura, meticulosamente elaborada, revela la habilidad, el arte y la devoción de los artesanos, haciendo de las esculturas un testimonio convincente de la herencia artística budista.


El paso al nirvana
Un buda reclinado de 15 metros de la época Tang tardía (781-847) aguarda la muerte, su paso sereno al nirvana. Pintados en los muros de la cueva, sus seguidores expresan su dolor.

La arquitectura de las cuevas de Mogao es una amalgama única de influencias locales y religiosas, meticulosamente adaptada para adecuarse al entorno del acantilado y a los materiales regionales.

Los distintos tipos de cuevas (como las de pilar central, las de estilo salón y las de gran Buda) reflejan funciones distintas, desde la meditación hasta el culto a gran escala.

Las estructuras no sólo revelan una mezcla armoniosa de principios arquitectónicos chinos y budistas, sino que también encarnan los intercambios culturales a lo largo de la Ruta de la Seda, creando un santuario espiritual que ha inspirado a los peregrinos durante siglos.


Las cuevas se abandonaron a partir del siglo XIV y cayeron en el olvido, quedando ancladas en el tiempo. A comienzos del siglo XX un monje taoísta  se autoproclamó guardián del lugar y empezó a abrir las cuevas, cegadas por la arena.


Uno de estos exploradores fue Aurel Stein, un erudito británico de origen húngaro que en 1888, cuando tenía 26 años, se instaló en Lahore (actual Pakistán) para estudiar la literatura sánscrita. Entre 1899 y 1915, Stein realizó tres expediciones por China occidental siguiendo el rastro de la antigua ruta caravanera. Fue a la vuelta del primero de estos viajes cuando oyó hablar de unas cuevas budistas de gran belleza y que ocultaban en su interior un increíble tesoro en manuscritos antiguos. El lugar se llamaba Mogao o Mogaoku, «cuevas incomparables», aunque popularmente era conocido como las cuevas de los Mil Budas. El explorador decidió que se dirigiría allí en su nuevo viaje.

Mogao, en la actual provincia china de Sinkiang, está situado a 19 kilómetros de Dunhuang, un antiguo oasis de la Ruta de la Seda. En el año 366, un monje budista llamado Yuezun tuvo allí una visión mística de mil budas de oro que brillaban sobre un desfiladero y a continuación excavó una pequeña celda de meditación. Siguiendo su ejemplo, hasta el siglo XIV muchos otros monjes fueron excavando grutas a lo largo de aquel risco, de kilómetro y medio de longitud y unos 30 metros de altura. En total, se horadaron casi 800 cuevas, que fueron adornándose con numerosas esculturas y espléndidas pinturas murales.

EL SAQUEO DE CHINA

Se calcula que en la cueva 17 de Mogao había unos 50.000 manuscritos. Stein se llevó unos 7.000 textos completos, más otros 6.000 fragmentos. La mayoría eran traducciones de textos budistas al chino, entre ellas el Sutra del Diamante, considerado el libro impreso más antiguo que se conoce. También había textos en sánscrito y tibetano, y una gran cantidad de pinturas sobre papel y seda. Más tarde llegaron otros estudiosos europeos, como el francés Paul Pelliot, que se llevaron a su vez la mayor parte de los fondos de la cueva, hasta un 80 por ciento, según se calcula hoy día.

Rencores pasados
Arriba se distingue la cicatriz dejada al arrancar un fragmento. Warner y otros se llevaron muchas piezas de las cuevas a principios del siglo XX. Que algunas de las obras ausentes se exhiban en museos de todo el mundo no deja de encolerizar a China.


Los restos del expolio
Los huecos blancos del mural de la cueva 320 revelan en qué puntos el historiador de Harvard Langdon Warner levantó secciones de las pinturas directamente de la pared. En 1924 se llevó de las grutas un buen número de fragmentos y una escultura.

Este saqueo –así es calificado en China– se extendió pronto a las demás riquezas artísticas de Mogao. Por ejemplo, en 1924 Langdon Warner, un historiador del arte norteamericano, extrajo fragmentos de una docena de murales y se llevó valiosas esculturas. A partir de 1930, las leyes chinas se endurecieron, aunque sólo en años recientes se han puesto en marcha programas para proteger el extraordinario patrimonio de Mogao, formado por miles de manuscritos, 46.000 metros cuadrados de pinturas murales y más de 2.000 esculturas.


El Sutra del diamante chino, el libro impreso más antiguo conocido del mundo, impreso en el noveno año de la era Xiantong de la dinastía Tang (es decir, 868 d. C.). En poder de la British Library (Londres).

El 11 de mayo del año 868, hace 1.145 años, el chino Wang Jie autorizó la impresión y distribución de El sutra del diamante, el libro impreso más antiguo del que se tiene conocimiento, que se estampó casi 600 años antes que la Biblia de Gutenberg. El sutra del diamante no es el primer texto impreso de la historia, pero sí el más antiguo que se conserva hasta la fecha. El término «sutra» proviene del sánscrito, la antigua y sagrada lengua de la India, que es de origen indoeuropeo. Un sutra es un texto que recoge las palabras de Buda. Sus discípulos aprendían de memoria estos discursos y los transmitían de generación en generación. Al final de El sutra del diamante, Subhuti, un discípulo de Buda, le pregunta a éste cómo debería titularse el sermón, a lo que Buda le responde que deberá ser conocido como «El Diamante Cortador de Sabiduría Trascendental» porque «la enseñanza es fuerte y afilada como un diamante que corta a través de los malos enjuiciamientos y la ilusión».

El texto original de El sutra del diamante, escrito en sánscrito, fue traducido al chino, alrededor del año 400, por un monje erudito indio llamado Kumarajiva. La copia china que se conserva, del año 868, fue hallada en 1907 por Aurel Stein.


Este precioso pergamino, de unos cinco metros de largo, había permanecido oculto, junto a otros 40.000 libros y manuscritos, en una cueva cercana a Dunhuang, una ciudad importante en la antigua Ruta de la Seda. 

 «Las cuevas estarán en China, pero pertenecen al mundo».

En China hay cuatro grutas importantes: las grutas de Yungang en Datong, Shanxi, las grutas de Longmen en Luoyang, Henan, las grutas de Maijishan  en Tianshui, Gansu, y las grutas de Mogao en Dunhuang. La construcción de estas grutas comenzó aproximadamente en el mismo siglo, pero entre ellas, las grutas de Mogao fueron las que tardaron más en construirse y las que llegaron a ser las más grandes. Dunhuang se convirtió en un centro de culto religioso. Las grutas de Dunhuang representan una combinación única de arquitectura, pintura y escultura. Las grutas de Dunhuang son un tesoro con más de 2000 estatuas y 45 km2 de murales, que datan de hace unos 1000 años.

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