George Gower
(1540 – Londres, 1596) fue un pintor de retratos inglés el cual llegó a ejercer el cargo de pintor oficial de la reina Isabel I de Inglaterra en 1581.
Poco se sabe sobre su vida anterior, excepto que era uno de los nietos de sir John Gower de Stettenham, en Yorkshire. Sus primeras obras documentadas son los dos retratos de 1573 compañero de sir Thomas Kytson y su esposa Lady Kytson, las cuales se encuentran en la Tate de Londres.
Gower pintó su propio auto retrato en 1579 donde puede apreciarse a su derecha su escudo de armas el cual usaba frecuentemente como marca para identificar sus obras. Este escudo de su familia marcaba una diferencia del resto de los pintores de la época los cuales eran generalmente considerados poco más que unos pobres artesanos.
Gower fue nombrado pintor oficial de la reina Isabel en 1581. Esto le permitió realizar la mayoría de retratos de la aristocracia de Inglaterra. El puesto también lo hizo responsable de la decoración y pintura de las residencias reales, de los cortinados y los muebles. Entre sus obras se hallan una fuente de agua (ya destruida) y el reloj astronómico, ambos en el palacio de la Corte de Hampton. También era inspector de los retratos de la Reina por otros artistas antes de su lanzamiento oficial.
La mejor obra de Gower y la más conocida es la versión del Retrato de la Armada de Isabel I que ahora se encuentra en Woburn Abbey, pintado para conmemorar en 1588 la derrota de la Armada española. Además se atribuye a Gower una versión reducida de esta pintura que se encuentra en la National Portrait Gallery de Londres. La versión de "Drake", esta realizada por una mano diferente.
Es un término de origen inglés, para referirse a la Empresa de Inglaterra de 1588 proyectada por el monarca español Felipe II para destronar a Isabel I de Inglaterra durante la Guerra anglo-española de 1585-1604.
Felipe II dispuso la formación de una flota que llamó Grande y Felicísima Armada cuya misión era facilitar el traslado desde Flandes a los Tercios españoles, los cuales serían los encargados de invadir la isla. Esta invasión no pretendía la anexión de las islas británicas al Imperio español sino la expulsión de Isabel I del trono inglés, y respondía a la ejecución de María Estuardo, a su política anti-española de piratería y de la Guerra de Flandes. Debía mandarla el almirante de Castilla Don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, pero murió poco antes de la partida de la flota, siendo sustituido a toda prisa por Alonso Pérez de Guzmán (VII duque de Medina-Sidonia), Grande de España. Estaba compuesta de 127 barcos que partieron de España, y de ellos, 122 barcos penetraron en el Canal de la Mancha.
La armada española fracasó en su misión fundamentalmente a causa del mal estado de la mar durante su travesía de retorno, los medios y la cartografía de la época. Sin embargo la tradición, fuertemente arraigada en el mundo anglosajón y popularizada por él, sostiene que fue directamente la flota inglesa quién derrotó la armada de España en combate, incluso aniquilándola, pero hoy se conoce que se trataron de naufragios en su mayoría ocasionados por la meteorología, y que tres cuartas partes de las naves (87 barcos) de la gran armada regresaron finalmente a salvo a puertos españoles, aunque efectivamente se frustró su misión de transportar desde Flandes los tercios españoles para la invasión de Inglaterra.
El regreso fue bordeando Escocia y después Irlanda. La falta de víveres y de agua, las tormentas y las enfermedades causaron muchos más daños que los combates anteriores. En la batalla con los ingleses fallecieron unos 1.500 hombres y unos 18.000 hombres en recorrido de vuelta a casa. Sólo llegaron unos 10.000 hombres del total de 30.000 que partieron de Lisboa.
La denominación "Armada Invencible" es acuñada en Inglaterra, y fue aprovechada por la propaganda anti-española para emplearla en la Leyenda Negra (El diccionario de la Real Academia Española define leyenda negra como «opinión contra lo español difundida a partir del siglo XVI» y como «opinión desfavorable y generalizada sobre alguien o algo, generalmente infundada».
Caricatura del holandés Theodor de Bry (1528–1598) mostrando la supuesta quema de indios en América. La obra de Theodor de Bry es característica de la propaganda anti-española que surgió en países protestantes como Holanda y el Reino Unido a finales del siglo XVI a raíz de la fuerte rivalidad comercial y militar con el Imperio Español
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