domingo, 16 de abril de 2017

(1ª parte) Francisco de Goya - La visión desencantada del mundo - Fernando VII - Carlos IV - Godoy - Luis de Borbón - José Luzán

En la obra de Goya son claramente perceptibles las convulsiones de su época, presentando de forma visionaria y altamente original la opresión, la necedad, la crueldad y la inhumanidad del hombre. Es a partir de entonces cuando los pintores van a poder expresar con total libertad su enfoque estrictamente personal de los temas contemporáneos. El itinerario lleno de contrastes que conduce a Francisco de Goya (1746-1828) desde su actividad como pintor de la Corte (cartones para tapices luminosos y espontáneos de género galante que tanto gustaba a la aristocracia) hasta su funesto aislamiento, muestra las dos caras de la humanidad. Estrechamente comprometido con los asuntos políticos de la corte de los Borbones, Goya se muestra muy sensible a los problemas morales y sociales. Había recibido una formación ecléctica y llena de estímulos, que englobaba las más diversas técnicas de expresión, del fresco monumental a la miniatura, del grabado al retablo. Su aprendizaje inicial en Zaragoza se transforma en una experiencia artística muy completa a su llegada a Madrid. Su realismo inicial cede progresivamente el paso a una vena sarcástica y desmoralizadora, a veces incluso caricatural. Al finalizar el siglo, y en completo desacuerdo con el estilo artístico en boga, se orienta hacia temas morales con alusiones dramáticas a la condición humana, y escenas visionarias, imágenes tenebrosas de una imaginación macabra e inquieta. Su producción de grabados es característica de este periodo. Esta vena espectral culmina en los murales que realiza hacia 1820 en su casa de campo conocida como “La quinta del Sordo” (Las pinturas negras). En 1823, Goya abandona clandestinamente España y se instala en Burdeos donde pasará los últimos años de su vida.

Autorretrato con gafas , c.1801 - Francisco de Goya
Goya y Murillo, pincha aqui
La Casa de Alba de Tormes, pincha aqui
Cayetana Fitz-James Stuart - Duquesa de Alba (Descendiente del rey Jacobo II de Inglaterra a través de su hijo ilegítimo James Fitz-James), pincha aqui

España, 1792. Goya (Stellan Skarsgard), el pintor de la Corte de Carlos IV (1788-1808), se ve implicado en un gran escándalo cuando su musa adolescente (Natalie Portman) es acusada de herejía por un importante miembro de la Inquisición (Bardem).
Para Goya es el comienzo de un período que va a cambiar su vida y obra para siempre
Los fusilamientos de mayo, 1814, Francisco de Goya, (Madrid, Museo del Prado). En esta terrible obra de Goya, no hay que buscar ni el idealismo ni el clasicismo de un David, aunque se base, como en “La muerte de Marat” de éste último, en un hecho histórico: el alzamiento del pueblo de Madrid contra las tropas de ocupación de Napoleón a principios del mes de mayo de 1808. Invocando la ley marcial, los franceses se vengaron ejecutando centenares de personas. Goya pintó el cuadro en 1814, después del regreso de Fernando VII. Esta obra estaba destinada a ser presentada en público con un mensaje claro: las víctimas inocentes no habían muerto por nada. A Goya se le confía la tarea de ilustrar “las acciones heroicas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa”.

Fernando VII de España, llamado «el Deseado» o «el rey Felón»2 (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784-Madrid, 29 de septiembre de 1833), fue rey de España entre marzo y mayo de 1808, tras la expulsión del «rey intruso» José I Bonaparte su vuelta al país, nuevamente desde mayo de 1814 hasta su muerte, exceptuando el breve intervalo en 1823 en que fue destituido por el Consejo de Regencia.
Fernando VII como Príncipe de Asturias, obra de Goya.
Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, depuestos por obra de sus partidarios en el Motín de Aranjuez, pocos monarcas disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo español. Obligado a abdicar en Bayona, pasó toda la Guerra de Independencia preso en Valençay, donde incluso llegaría a solicitarle a Napoleón Bonaparte ser hijo adoptivo suyo, mediante la siguiente carta:
Mi mayor deseo es ser hijo adoptivo de S. M. el emperador nuestro soberano. Yo me creo merecedor de esta adopción que verdaderamente haría la felicidad de mi vida, tanto por mi amor y afecto a la sagrada persona de S. M., como por mi sumisión y entera obediencia a sus intenciones y deseos.

Retrato de Carlos IV, por Francisco de Goya (c. 1789). Óleo sobre lienzo, 127 cm x 94 cm, Museo del Prado (Madrid).
Carlos IV de España, llamado «el Cazador» (Portici, 11 de noviembre de 1748-Nápoles, 19 de enero de 1819), fue rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia.Accedió al trono poco antes del estallido de la Revolución francesa, y su falta de carácter hizo que delegase el gobierno de su reinado en manos de su esposa María Luisa de Parma y de su valido, Manuel Godoy, de quien se decía que era amante de la Reina, circunstancia aceptada como cierta por historiadores como Balansó o Zavala y negada por otros. Estos acontecimientos frustraron las expectativas con las que inició su reinado. A la muerte de Carlos III, el empeoramiento de la economía y el desbarajuste de la administración revelan los límites del reformismo, al tanto que la Revolución francesa pone encima de la mesa una alternativa al Antiguo Régimen.
María Luisa de Parma, por Goya en 1789
María Luisa de Parma (Parma, 9 de diciembre de 1751 – Roma, 2 de enero de 1819) fue reina consorte de España como esposa de Carlos IV, de quien era prima carnal por el lado paterno. Era nieta de Luis XV de Francia, hermana de Fernando I de Borbón-Parma y también prima carnal de los reyes franceses Luis XVI, Luis XVIII y Carlos X. Se la considera la última reina del Antiguo Régimen en España.
Manuel Godoy retratado como vencedor de la guerra de las Naranjas, por Goya. Real Academia de San Fernando, Madrid.
Manuel Godoy y Álvarez de Faria (Badajoz, 12 de mayo de 1767-París, 4 de octubre de 1851) fue un noble y político español, favorito y primer ministro de Carlos IV entre 1792 y 1797 y, nuevamente, de 1801 a 1808. Fue duque de la Alcudia y de Sueca y príncipe de la Paz por su negociación de la Paz de Basilea en 1795, título que años después Fernando VII declaró ilegal y que Godoy reemplazó, ya en el exilio, por el italiano de príncipe de Bassano. La compra del feudo de Bassano di Sutri, cerca de Roma y Viterbo, le dio derecho a este título, tras concesión del papa Pío VIII.
De origen hidalgo, fue elevado de forma meteórica al poder por Carlos IV, que le concedió títulos y honores, le dotó de una inmensa riqueza y le confió los más altos cargos del Estado ante la incapacidad de las camarillas cortesanas del inicio de su reinado encabezadas por los condes de Floridablanca (secretario de Estado de 1777 a 1792) y Aranda (ídem en 1792), para hacer frente a las turbulencias del momento.
 (Velada, Toledo, 26 de noviembre de 1780 - París, 24 de noviembre de 1828)
La segunda hija, María Teresa de Borbón y Vallabriga, al convertirse en esposa de Manuel Godoy, fue la causante de la rehabilitación de sus hermanos, que recuperaron el apellido Borbón, y el tratamiento de Altezas Reales. Además, por renuncia de su hermano, recibió el título paterno de condesa de Chinchón. Su vida fue desgraciada. Está enterrada en la capilla del palacio de Boadilla del Monte. Tuvo una hija llamada Carlota Luisa de Godoy y Borbón.
La condesa de Chinchón, 1800, Francisco de Goya, (Madrid, Museo del Prado). Teresa de Borbón Vallabriga fue una aristócrata española, conocida sobre todo por su matrimonio con Manuel Godoy, ministro de Carlos III. En el retrato, la condesa aparece encinta y vestida a la moda con un vestido de gasa blanca decorado con pequeñas flores; su cabellera está adornada con espigas de trigo, símbolo de fecundidad. Sentada en una elegante butaca, la dama esboza una tímida sonrisa, su dulce mirada se dirige hacia la derecha, como huyendo del espectador. Lleva una gran sortija con el retrato de Godoy. El retrato de la condesa, quintaesencia del retrato cortesano, es interpretado por Goya con la habitual agudeza y enfoque psicológico que caracterizan sus obras.
María Teresa ha sido habitualmente etiquetada como «víctima» de los manejos de la reina y de Godoy, pero los historiadores modernos tienden a matizar dicha idea. A cambio de esta boda por interés, ella y su familia fueron compensados por los reyes. Era tan importante para el rey Carlos IV complacer a su esposa que no le importó mucho cambiar todo lo que su padre Carlos III había establecido tan dura e implacablemente para su hermano Luis y sus descendientes. La reina María Luisa, siempre entrometida en la vida de su favorito, estaba muy preocupada por la relación del matrimonio y se permitía escribir a uno y a otro, dándoles sus maternales consejos. Cuando María Teresa quedó embarazada les hizo trasladarse al Palacio de Oriente para cuidar de ella personalmente, disponiendo que la llevaran en silla de manos para que no se fatigara caminando. Fue durante la gestación, cuando María Teresa posó para su famoso retrato del Museo del Prado.
A lo largo de toda la década de 1780 entra en contacto con la alta sociedad madrileña, que solicita ser inmortalizada por sus pinceles, convirtiéndose en su retratista de moda. Fue decisiva para la introducción de Goya en la elite de la cultura española su amistad con Gaspar Melchor de Jovellanos y Juan Agustín Ceán Bermúdez, historiador del arte. Gracias a ello recibe numerosos encargos, como los del recién creado (en 1782) Banco de San Carlos y del Colegio de Calatrava de Salamanca.

Detalle del retrato de Francisco Bayeu (1795) pintado por Goya.
Francisco Bayeu y Subías (Zaragoza, 9 de marzo de 1734 - Madrid, 4 de agosto de 1795) fue un pintor español, miembro de una notable familia de pintores entre los que se encontraban sus hermanos Ramón y Manuel.
Fueron sus maestros José Luzán y Antonio González Velázquez. Laureado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1758, pintó para iglesias y conventos de Zaragoza, como la cartuja de Aula Dei.
En 1763, Anton Raphael Mengs lo llamó a Madrid para colaborar en la decoración del Palacio Real. Bajo la protección de Mengs, consiguió ser el artista más influyente de Madrid. En 1767 es nombrado pintor de la corte de Carlos III de España.
Anton Raphael Mengs, Autorretrato juvenil hecho al pastel (1744).
Anton Raphael Mengs (Aussig, Bohemia, 1728 - Roma, 1779) fue un pintor y teórico neoclásico. De origen checo, gozó de éxito internacional y trabajó para diversas cortes europeas: Dresde, Madrid y Viena, entre otras.
Retrato del rey Carlos III de España (1716-1788), que fue hijo del rey Felipe V de España y de su segunda esposa, la reina Isabel de Farnesio.
Carlos III de España, llamado «el Político» o «el Mejor Alcalde de Madrid» (Madrid, 20 de enero de 1716-ibídem, 14 de diciembre de 1788), fue duque de Parma y Plasencia —como Carlos I— entre 1731 y 1735, rey de Nápoles —como Carlos VII— y rey de Sicilia —como Carlos V— de 1734 a 1759 y de España desde 1759 hasta su muerte en 1788.Carlos era el tercer hijo varón de Felipe V que llegó a la vida adulta y el primero que tuvo con su segunda mujer, Isabel de Farnesio, por lo que fueron sus medio hermanos Luis I y Fernando VI, quienes sucedieron a su padre en un primer momento. La muerte sin descendencia de estos llevaría a Carlos a ocupar el Trono español.
La Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza. Ca. 1765. (Museo Camón Aznar, Zaragoza).
José Luzán y Martínez (Zaragoza, 1710 – 1785) fue un pintor barroco español. Hijo del también pintor y dorador de retablos Juan Luzán; se casó con Teresa Zabalo, hija de Juan Zabalo, también pintor y proyectista de retablos.
Luzán gozó de tanto prestigio como maestro que como autor; entre sus discípulos estuvieron Francisco Bayeu, José Beratón, Antonio Martínez y Tomás Vallespín, pero sobre todo Francisco de Goya.
De suma importancia fue también su relación con la pequeña corte que el infante don Luis de Borbón había creado en el palacio de la Mosquera en Arenas de San Pedro (Ávila), junto al músico Luigi Boccherini y otras figuras de la cultura española.  Don Luis había renunciado a todos sus derechos sucesorios al casar con una dama aragonesa, María Teresa Vallabriga, cuyo secretario y gentilhombre de cámara tenía lazos familiares con los hermanos Francisco, Manuel y Ramón Bayeu. De su conocimiento dan cuenta varios retratos de la Infanta María Teresa (uno de ellos ecuestre) y, sobre todo, La familia del infante don Luis (1784), uno de los cuadros más complejos y logrados de esta época.

El palacio de la Mosquera, también conocido como palacio del Infante don Luis de Borbón es un palacio neoclásico de finales del siglo XVIII, situado en el municipio de Arenas de San Pedro, provincia de Ávila, España. Fue construido por el Infante Don Luis Antonio de Borbón y Farnesio, sexto hijo de Felipe V y hermano de Carlos III que, desterrado de la corte madrileña tras contraer matrimonio morganático con María Teresa Vallabriga, trasladó su residencia del Palacio de Boadilla del Monte en Madrid a la villa de Arenas de San Pedro.
La familia del infante don Luis de Borbón es un cuadro pintado por Francisco de Goya en 1784, que se conserva en la Fundación Magnani-Rocca de Mamiano di Traversetolo, provincia de Parma (Italia).
En el centro del cuadro aparece el infante don Luis jugando al solitario con cartas mientras peinan a su esposa. Tras él aparecen sus hijos Luis y María Teresa.
La zona izquierda del cuadro está ocupada por el propio pintor inmortalizando la escena y por varias damas mientras que en la zona derecha aparecen varios caballeros y un ama de cría con María Luisa, la hija menor del infante, en brazos.
El lienzo recoge una escena familiar de don Luis, el tío del rey de España Carlos IV, en su destierro en el palacio de la Mosquera en Arenas de San Pedro, al que se vio abocado por su renuncia a la carrera eclesiástica y su posterior matrimonio morganático con María Teresa de Vallabriga.

La vida del infante Luis de Borbón, quinto hijo varón de Felipe V da para muchas novelas de intrigas palaciegas. Hermano de Carlos III, su azarosa historia está llena de episodios que bien podrían arrasar en un culebrón televisivo. Pero si su biografía está impregnada de ambiciosas conspiraciones para apartarle de la sucesión ,es también gracias a las maniobras que le llevaron a un lujosos destierro en Arenas de San Pedro, lo que le ha convertido en una de los mecenas más importantes de la historia del Arte. Impulsor de la ciencia y de la cultura en la Ilustración española de la segunda mitad del XVIII, eligió a Goya para sus retratos familiares y extendió su labor de promotor de la obra de artistas como Luis Paret, Corrado Giaquinto, Rafael Mengs o José Madrazo.

María Teresa de Vallabriga, Rozas, Español y Drummond de Melfort (Zaragoza, 6 de noviembre de 1759 - Zaragoza, 26 de febrero de 1820), fue una aristócrata española.
Casada con el infante Luis de Borbón y Farnesio. Está enterrada en la cripta de la Basílica del Pilar, con honores de persona regia.
Al casarse su hija María Teresa de Borbón y Vallabriga con Manuel Godoy, María Teresa sería resarcida; el rey le permitía usar el título de infanta y fue, al igual que sus dos hijas, dama de la Orden de las Damas Nobles de la Reina María Luisa.
Retrato del cardenal Luis de Borbón, por Goya
El hijo mayor, Luis María de Borbón y Vallabriga, fue arzobispo de Toledo y cardenal como su padre, pero con verdadera vocación religiosa. De talante liberal, fue el único miembro de la familia Borbón que quedó en España durante la Guerra de la independencia española. Por ese motivo, y por ser el Primado de España, fue presidente de la Regencia instaurada por las Cortes de Cádiz de 1808. La llegada de su primo Fernando VII supuso el final de su carrera política. Está enterrado en la catedral de Toledo, en la sacristía, en un mausoleo neoclásico obra de de Valeriano Salvatierra.
Con el nombre de Patio de la Infanta se conoce un patio renacentista de 1550 situado dentro de la sede central de Ibercaja, en la calle San Ignacio de Loyola, 16, de Zaragoza. Se trata del patio interior del palacio residencia de Gabriel Zaporta, un importante comerciante y banquero de origen judío, prestatario de Carlos V. El nombre proviene de la Infanta María Teresa de Vallabriga, esposa de Luis de Borbón y Farnesio —hermano del rey Carlos III—, que ya viuda regresó a Zaragoza para vivir a partir de 1785 en el Palacio de Zaporta.
El Patio de la Infanta, de estructura típicamente aragonesa, dos pisos, y galería superior soportada por columnas, se distingue de otros similares por la profusa decoración de sus elementos arquitectónicos.
Tras varios incendios, el inmueble fue derribado en 1903, pero se salvaron la portada —de un estilo gótico final con un mirador de arcos conopiales y alero con canes de lóbulos como el Palacio de los Torrero— y el patio, que fueron adquiridos por un anticuario francés con el fin de alojar su comercio en París en este monumento. En 1957 la Caja de Ahorros Ibercaja compró el patio y en 1980 lo instaló dentro de su sede central, un edificio moderno situado en la plaza Basilio Paraíso.
Goya, es un pintor cuyo aprendizaje progresa lentamente, y su obra de madurez se revelará tarde. No es extraño que no obtuviera el primer premio en el concurso de pintura de tercera categoría convocado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1763, en el que el jurado no le otorgó ningún voto en competencia con Gregorio Ferro. Tres años más tarde, esta vez en la convocatoria de primera clase, volvió a intentarlo a fin de obtener una beca de formación en Roma, de nuevo sin éxito.

Esta decepción pudo motivar su acercamiento al pintor Francisco Bayeu.


La Sagrada Familia con San Joaquín y Santa Ana ante el Eterno en gloria o la Triple generación es una pintura al óleo de tema religioso de Francisco de Goya de hacia 1769.
«¿Qué aprendió con Luzán? Algo cabe concluir examinando la pintura del maestro, pues del propio Goya nada se conserva de aquellos años»
Es muy probable que el pintor de Fuendetodos se trasladara a la capital de España por estas fechas en busca de protección y nuevo maestro, como indica el hecho de que Goya se presentara en Italia en 1770 como discípulo de Bayeu.
Tras los dos intentos frustrados de obtener apoyo material para llevar a cabo el obligado viaje para estudiar a los maestros italianos in situ, Goya, con sus propios recursos, parte hacia Roma, Venecia, Bolonia y otras ciudades italianas, donde estudió la obra de Guido Reni, Rubens, Veronés o Rafael, entre otros grandes pintores.
Acerca de su recorrido y actividades durante este viaje de estudios existe un valioso documento, un álbum de apuntes denominado Cuaderno italiano, que inaugura una serie de cuadernos de bocetos y anotaciones conservados en su mayor parte en el Museo del Prado.

Aníbal vencedor, 1770 (Cudillero, Asturias, Fundación Selgas-Fagalde).
En Parma concursa en una convocatoria pictórica, con tema obligado de género histórico, en la que, si bien no obtuvo el máximo galardón, sí una mención especial del jurado. Su Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes muestra cómo el aragonés se ha despojado de las convencionales composiciones de estampa devota aprendidas de José Luzán y del cromatismo tardobarroco (rojos, azules oscuros e intensos y glorias anaranjadas como representación de lo sobrenatural religioso) para adoptar una invención más arriesgada, inspirada en los modelos clasicistas, así como una paleta de tonos pasteles, rosados, suaves azules y grises perla.
Ya en 1771, Goya vuelve a España, quizá urgido por la enfermedad de su padre o por haber recibido el encargo de la Junta de Fábrica del Pilar de realizar una pintura mural para la bóveda del coreto de la capilla de la Virgen.

Pintura mural y religiosa en Zaragoza
En estos años la actividad de Goya fue intensa. Decora con un gran fresco que terminó en 1772, La adoración del nombre de Dios, la bóveda del coreto de la Basílica del Pilar, obra que satisfizo a la Junta de Fábrica del templo. Inmediatamente emprende la realización de las pinturas murales de la capilla del palacio de los condes de Sobradiel, conjunto de pintura religiosa que fue arrancado en 1915 y dispersado en piezas que se conservan en su mayor parte en el Museo de Zaragoza. Destaca el que fue el techo, El entierro de Cristo, que se puede contemplar en el Museo de la Fundación Lázaro Galdiano.

La Adoración del Nombre de Dios o La Gloria (1772) es una pintura al fresco de Francisco de Goya que decora el techo del coreto de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.
El triángulo empleado por Goya tiene connotaciones tanto judías como cristianas, sugiriendo el componente divino de la Estrella de David así como también la noción de Santísima Trinidad.
Pero el mayor empeño lo constituye el conjunto de pinturas de la iglesia de la Cartuja del Aula Dei de Zaragoza.

Detalle del Nacimiento de la Virgen
Las pinturas de la Cartuja del Aula Dei (1774) son un ciclo de obras pictóricas realizadas al secco (óleo sobre el muro) por Francisco de Goya que decoran la iglesia del Monasterio de la Cartuja del Aula Dei de Zaragoza, situada a unos diez kilómetros de la capital aragonesa, entre las localidades de Montañana y Peñaflor.
El esfuerzo culminó en 1774 y es muestra de la capacidad de Goya para este tipo de pintura de carácter monumental, que fue resuelto con formas rotundas y pincelada enérgica.
Si los emolumentos del encargo del coreto del Pilar habían sido inferiores a los que cobraban sus colegas, solo dos años después el impuesto de industria por el que cotiza 400 reales de plata era mayor del que pagó su primer maestro, José Luzán. Goya era ya el pintor más valorado de los que trabajaban en Aragón.

Este cuadro se llama Josefa Bayeu (o Leocadia Weiss) y se cree que pertenece a Leocadia, una pariente lejana de Goya, que se parecía mucho a Josefa. Por ello, , Goya hizo este retrato en honor a Josefa, que ya había muerto cuando se pintó el retrato.
 (?-1812) era la hermana del artista Francisco Bayeu y esposa del artista Francisco de Goya.
Francisco de Goya le dio el apodo de "Pepa". Contrajeron matrimonio el 25 de julio de 1773, cuando Goya tenía 29 años. Ella dio a luz siete hijos con él, sólo uno de los cuales, Javier, nacido el 2 de diciembre de 1784, llegó a la edad adulta.
En cuanto a su vida personal, Goya se había casado con la hermana de Francisco Bayeu, Josefa Bayeu, el 25 de julio de 1773 y tuvo el primer hijo el 29 de agosto de 1774. A finales de ese año, posiblemente gracias a la influencia de su cuñado, Goya es llamado por Mengs a la corte para trabajar como pintor de cartones para tapices. El 3 de enero de 1775 emprende el viaje a Madrid, donde comenzó una etapa que le llevaría a un trabajado ascenso social como pintor real, no exento, sin embargo, de puntuales decepciones.

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