sábado, 4 de marzo de 2023

X - La Ruta de la Seda - La dinastía Han - Harún al-Rashid - El HOMBRE DE YINGPAN - El reino de Khotan - El Imperio bizantino - La seda de Granada - Justiniano I - El territorio del Imperio persa sasánida - El Imperio aqueménida

IX - La Ruta de la Seda - (II)  Ptolomeo VIII Evérgetes II​ - Julio César y Cleopatra - El camello bactriano - Historia de la seda - Xi Lingshi, descubridora de la seda de gusanos, pincha aqui

XXV - Grandes Hitos de la Arquitectura Universal (II) -  Justiniano I el Grande - Teodora - Belisario - Narsés  - Tras las huellas de Santa Sofía - Iglesia de Santa Irene, de los Santos Apóstoles y de los Santos Sergio y Baco, pincha aqui

Los objetos de seda eran un símbolo de estatus y distinción apreciado en todo el mundo. Algunas religiones consideraban a la seda algo sagrado, como el budismo, cuyos montes pedían que las oraciones por los difuntos se les pagaran en seda.

La dinastía HAN (2020 a.C - 220 d.C) pagaba miles de kilos de seda como tributo a los estados vecinos para mantener buenas relaciones con ellos.

La dinastía Han fue la segunda dinastía imperial china. Duró desde el año 206 a. C. hasta el 220 d. C. El periodo Han es considerado como una edad dorada en la historia china, y dejó un legado cultural que aún prevalece. La dinastía dio nombre al grupo étnico mayoritario de China, la etnia Han.

El año 809, a su muerte, el califa HARUN AL-RASHID dejó armas, joyas y perfumes, pero también vestidos, alfombras, cojines y cortinas de seda.

Harún al-Rashid (Rayy, Persia, 17 de marzo de ca. 763 o febrero de 766 – Jorasán, 24 de marzo de 809; aproximadamente AH 148 –193)​ fue el quinto y más famoso califa de la dinastía abasí de Bagdad. Gobernó durante 23 años, desde el 14 de septiembre de 786 hasta su muerte.

En su reinado el califato abasí llegó a la cumbre de su poderío, un período de excepcional esplendor cultural, científico y económico. Por otra parte, fue muy radical en sus concepciones religiosas acerca del islam. Se le considera uno de los más grandes gobernantes musulmanes.

"Los Seres (chinos) son famosos por la sustancia que obtienen de sus árboles. Después de sumergirlas en agua, peinan la sustancia blanca de las hojas. Así de considerable es la mano de obra empleada, así de lejana es la región del globo, para permitir a una muchacha romana lucir tejidos transparentes en público"

Plinio N.H. 23, 79.

"Puedo ver vestidos hechos de seda, si materiales que no esconden el cuerpo y tampoco la decencia de uno pueden ser considerados vestidos. Incontables sirvientas trabajan para que una adúltera pueda exhibirse en su ligero vestido, de modo que el marido no tenga más conocimiento del cuerpo de su esposa que cualquier desconocido"

Séneca, Declamaciones

La dinastía Tang  fue una dinastía imperial de China que gobernó desde 618 hasta 907, con un interregno entre 690 y 705. Fue precedida por la dinastía Sui y seguida por el período de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos en la historia china. Los historiadores generalmente consideran al Tang como un punto culminante de la civilización china y una época dorada de la cultura cosmopolita.​ El territorio Tang, adquirido a través de las campañas militares de sus primeros gobernantes, rivalizaba con el de la dinastía Han. La capital Tang en Chang'an (actual Xi'an) era la ciudad más poblada del mundo en su día.

Para la época de la dinastía Tang, entre los siglos VIII y IX, una séptima parte de los ingresos del estado chino provenía de la seda. De la afición por el tejido nos da buena cuenta, por ejemplo, la lista de las posesiones del califa abasí Harun al-Rashid que, a su muerte en el año 809, no sólo dejó armas, joyas y perfumes, sino también enormes cantidades de trajes, cortinas, cojines y alfombras de seda. Además, algunas de las religiones extendidas por el Imperio del Centro, como el Budismo, incorporaron la seda a sus rituales (los montes budistas se comprometían a realizar oraciones necesarias para garantizar el renacimiento del difunto a cambio de donaciones de seda, y se creía que el hilo de la seda proporcionaba un enlace simbólico, ente esta vida y el renacimiento), lo que aumentaba enormemente la demanda del producto. El negocio era tan lucrativo que los chinos habían introducido en él importantes novedades técnicas,  como el uso de avanzados telares en su manufactura, y habían tratado de adoptar parte de su producción a los gustos occidentales o de Asia Central. Las telas de seda exportadas al Mediterráneo incluían rostros occidentales y figuras mitológicas (como centauros) adaptadas al gusto de los compradores, mientras que, a partir del siglo XIII, hubo una auténtica explosión de la seda bordada en oro, muy solicitada por los mongoles.

Lo cierto es que el misterio de cómo devanar los codiciados filamentos del capullo del gusano de seda (Bombix mori) no debió de desvelarse en Chinaantes del siglo IV a.C. El capullo se pone primero en agua caliente para matar la crisálida, después se devanan los hilos para unir las fibras en madejas más gruesas y, por último, es imprescindible desgomar, esto es, librar a la seda de una especie de sustancia gomosa que recubre la seda cruda. Una vez llevados a cabo estos pasos, se obtiene una variedad de telas que abarca la seda, la gasa, el damasco y el brocado según se emplearan hilos coloreados de distinto modo, o se imprimiera o se bordara una vez terminado el proceso.

Con este tejido los chinos podían llegar a fabricar hilos de hasta un kilómetro que permitían tejar una tela inigualable por sus propiedades. Podía convertirse en una bola al aplicar presión, pero al liberarla fluía y se presentaba de nuevo sin arruga o huella alguna de pliegue. Los tejidos fabricados de seda eran ligeros (9 km. de hilo pueden pesar unos 3 gramos), ofrecían una protección excelente ante los elementos y eran sorprendentemente resistentes a pesar de su delicada apariencia. 

A veces los chinos adaptaban la producción a los gustos de los compradores, con motivos mitológico en el caso de clientes grecorromanos, o con bordados de oro para los compradores mongoles,. El HOMBRE DE YINGPAN, hallado en una tumba del Tarim ss. IV-V d.C viste una túnica decorada con motivos de claro gusto romano.



No es de extrañar que los chinos hubieran guardado celosamente el arte de cómo devanar los filamentos del capullo y cómo obtener el preciado tejido. Éste era secreto de estado.

El modo en el que el conocimiento de la obtención de la seda salió finalmente fuera de China, generó una célebre leyenda, la historia de la princesa que, obligada a casarse con un soberano extranjero del reino de Khotan (entonces en la periferia de la China imperial), llevó, escondidos en su cabello, unos pocos capullos. Poco después, fundó el primer monasterio budista del reino, que se convirtió en un centro de producción de seda.

Sea la historia cierta o o, lo cierto es que la verdadera dificultad no radicaba tanto en el conocimiento de la biología del gusano de seda, sino en el complejo y delicado proceso de obtención del tejido. 



Panel votivo, alrededor de 500-700 EC, Museo Británico. Panel votivo rectangular que ilustra la leyenda de la introducción de la sericultura en las regiones de Khotan. La figura central es una princesa china que pasó de contrabando semillas de morera y huevos de polilla de seda, escondiéndolos en su cabeza.

Procedente de un santuario budista en Khotan, en Asia Central, y con solo 12 centímetros de alto y 46 centímetros de ancho, el panel votivo encaja en una historia más grande, una historia que rivaliza con el típico cuento de Disney. Khotan, un antiguo reino en China, tenía un embargo sobre la importación de bienes. Sin embargo, la princesa china vio una forma de evitar esto. Ella pasó de contrabando semillas de morera y huevos de la polilla de seda, escondiéndolos en su tocado. Al llegar a la frontera, los funcionarios no revisaron el tocado de la princesa, por lo que, como se ve en el panel votivo, sostiene los capullos de las polillas de seda en una canasta, orgullosa de su audaz hazaña.

Adquirido por el Museo Británico en 1907, el panel votivo ha viajado bastante por todo el mundo. 

El reino de Khotan, se encontraba en torno a un oasis y era célebre por sus producciones de seda, su cerámina y su jade. Fue un antiguo reino budista ubicado en la ruta de la seda, en el tramo que corría a lo largo del borde sur del desierto de Taklamakán en la cuenca del Tarim. La zona se encuentra en lo que actualmente es Sinkiang, China.

Lo cierto es que la producción de seda llegó a Asia Central ya en los siglos II y III d.C. y a Persia en el III d.C. Los bizantinos empezaron a producir su propia seda en el VI, durante el reinado de Justiniano, y mantuvieron el monopolio en Europa durante 300 años. Finalmente, los musulmanes introdujeron la producción  de seda en Europa Occidental en Al-Ándalus en el siglo VIII.

El Imperio bizantino estaba constituido por todos los territorios orientales que pertenecían al Imperio romano. Fue creado en el año 395, cuando se separaron definitivamente los territorios occidentales y orientales. Su auge y caída marcan el inicio y el fin de la Era Medieval.
Durante el mandato del emperador Justiniano (527 a.C), el Imperio bizantino ocupaba partes de lo que hoy es África, Egipto, España, Italia, Turquía, Croacia, Asia Menor y otros territorios.

El Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino surgió como una solución política y administrativa para mantener el control de los territorios conquistados por los romanos.

El plan inicial era dividir el Imperio romano en dos: occidental y oriental, cada uno con sus respectivos emperadores y vice emperadores para facilitar la toma de decisiones, aunque debían responder al poder central en Roma.
Sin embargo, las pugnas internas impidieron que el plan se consolidara, hasta que el emperador Constantino logró unir al imperio oriental y occidental nuevamente en el año 330. Este designó a la ciudad de Bizancio (posteriormente conocida como Constantinopla) como la nueva capital del imperio. De allí que siglos después, los historiadores llamaran al imperio romano oriental, el “imperio bizantino”.

Al mandato de Constantino le siguió el de Teodosio I, quien nombró a sus dos hijos Honorio y Arcadio herederos de los imperios occidental y oriental, respectivamente. Esta decisión, lejos de mantener la unidad que había establecido Constantino, generó la separación definitiva de ambos territorios en el año 395 y el inicio del Imperio romano oriental como una entidad independiente.
Sin embargo, los siguientes emperadores intentaron mantener bien las relaciones con el imperio occidental. En los casos más ambiciosos, incluso buscaron recuperar el dominio de antaño del Imperio romano, cuya parte occidental ya estaba en decadencia.

Fue el emperador Justiniano, en el año 527, quien a través de la invasión de territorios africanos y europeos y sus reformas jurídicas y tributarias, devolvió al Imperio romano oriental el poder de épocas pasadas.

Hasta 552 no recibirá el emperador bizantino Justiniano los primeros huevos de gusanos de seda, que dos monjes persas habían traído desde China, ocultos en sus bastones de bambú. Bajo su protección los huevos se convierten primero en gusano y luego en capullos. La Iglesia bizantina y el Estado crean en ese momento fábricas imperiales con el objetivo de desarrollar una industria de la seda en el Imperio romano de Oriente, siguiendo las técnicas sasánidas.

Por esa misma época, también los persas aprenden a dominar el arte de la fabricación de la seda. Invadidos por los árabes en el siglo VII, les transmiten su secreto, que se extiende con el Islam por África y por otras orillas del Mediterráneo, como España o Sicilia, aunque en estas zonas no se desarrolla una industria importante.

La seda de Granada

El desarrollo de la sericultura en la Granada nazarí supuso un gran auge económico y por ende social; hasta la ciudad llegaban mercaderes de distintas latitudes para adquirir la preciada seda granadina, que además del intercambio comercial también propiciaron una fructífera  transmisión cultural.

DAR AL-TIRAZ (Casa del Tiráz) en la Córdoba Omeya. La llegada al poder de los Omeyas trajo consigo una importante renovación de los gustos y modas en la corte.
La floreciente ciudad hispana se lleno de artesanos sirios, herederos de la tradición  sericola china, estableciendo talleres dedicados a la confección de los más refinados tejidos a imagen de los realizados en Bagdad y Egipto. Tiráz era el nombre por el que fueron conocidos. Según la enciclopedia islámica Tiraz es una palabra de origen persa que significa “bordado”.
(Bómbix Mori) fue traído por tribus sirias provenientes de la inmigración de Balg (para responder a la sublevación bereber de Zaragoza) asentados en la Bética, que permitieron que la industria de la sericultura se perpetuara en la Península Ibérica hasta mediados del siglo XX. Capitales como Jaén, Córdoba, Granada, Almería, Murcia, Valencia… Serian conocidas a lo largo del Mediterráneo como cecas de una Ruta de la Seda que discurría en sentido contrario, de Occidente a Oriente. Paños, tapices, túnicas, mantos y mil manufacturas eran codiciadas por reyes y señores feudales europeos; solo hay que buscar en las colecciones de museos franceses e italianos.

XXV - Grandes Hitos de la Arquitectura Universal (II) -  Justiniano I el Grande - Teodora - Belisario - Narsés  - Tras las huellas de Santa Sofía - Iglesia de Santa Irene, de los Santos Apóstoles y de los Santos Sergio y Baco, pincha aqui 

Retrato en mosaico de Justiniano I/Imagen: Petar Milosevic en Wikimedia Commons

Las dificultades por las que pasó el Imperio Romano, con la caída del de Occidente en el año 476 supuso el final de la demanda, al menos de manera importante. Aún sobrevivía el Imperio Romano de Oriente pero el comercio de la seda, ya entorpecido por el obstáculo que supuso la aparición del Imperio Sasánida, llevó a los bizantinos a intentar abrir rutas alternativas que evitaran cruzar por territorio persa.

Fue Justiniano I quien creó una nueva que enlazaba con la Sogdiana, región ubicada al sureste del Mar de Aral, entre Samarcanda y Bactriana, donde se había situado una considerable producción de seda. Desde allí empezaban dos rutas, una septentrional que pasaba por Crimea y otra meridional que lo hacía por Etiopía. Sin embargo no dieron el resultado esperado y la importación de seda a Constantinopla continuó siendo escasa y, por tanto, cara. Todo cambió en el año 551 gracias a la astucia de dos monjes.


Los imperios rivales sasánida y bizantino hacia el año 600
El Imperio sasánida, oficialmente Imperio de los Iranios (persa medio​), fue el segundo Imperio persa y el cuarto y último Estado iraní previo a la Conquista musulmana.
El territorio del Imperio persa sasánida comprendía los actuales países de Irán, Irak, Azerbaiyán, Armenia, Afganistán y partes del este de Turquía y Siria, además de parte de Pakistán, el Cáucaso, Asia Central y Arabia. Además, durante el gobierno de Cosroes II (r. 590-628), se anexionaron al imperio los territorios de los actuales Egipto, Jordania, Líbano y Palestina, llegando a ejercer un "protectorado" sobre territorios actualmente correspondientes a Omán y Yemen, así casi alcanzando la extensión Imperio persa aqueménida.
Los sasánidas establecieron su imperio cubriendo aproximadamente el mismo territorio de los aqueménidas, con capital en Ctesifonte, en la provincia de Khvarvaran.
Decadencia y caída (622-651)
La abrupta caída del Imperio sasánida se completó en un periodo de cinco años, y la mayor parte de su territorio fue absorbido en el califato islámico de los omeyas. 
  • Grandes productores de seda
  • Justiniano enemigo de los sasánidas (Le cobraban muchos aranceles)
  • IV d.C : Disputas religiosas, herejías, concilios
  • Los cristianos herejes expulsados por los bizantinos eran bien recibidos por los sasánidas.
  • El nestorianismo  es una doctrina religiosa dentro del cristianismo que considera a Cristo radicalmente separado en dos naturalezas, una humana y una divina, completas ambas de modo tal que conforman dos entes independientes, dos personas unidas en Cristo, que es Dios y hombre al mismo tiempo, pero formado de dos personas (prosopōn) distintas. El nestorianismo fue desterrado del Imperio romano, y la diáspora nestoriana encontró refugio en el Imperio sasánida. Gran parte de los habitantes del imperio persa (en especial en Irak) y los Lajmidas abrazaron esta denominación cristiana conocida en el Imperio romano con el adjetivo de «nestorianismo».
     Imperio aqueménida. El mundo hacia el 500 a. C.

El Imperio aqueménida ("El Imperio"​) es el nombre dado al primer y más extenso de los imperios de los persas,​ el cual se extendió por los territorios de los actuales estados de Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Rusia, Chipre, Siria, Líbano, Israel, Palestina, Grecia y Egipto. El imperio fue fundado por Ciro el Grande tras independizar Persia y conquistar Media en el año 550 a. C.4​ y alcanzó su máximo apogeo durante el reinado de Darío el Grande (r. 522-486 a. C.), cuando llegó a abarcar parte de los territorios de Libia, Bulgaria y Pakistán, así como ciertas áreas del Cáucaso, Sudán y Asia Central. Las grandes conquistas hicieron de Persia el imperio más grande en extensión hasta entonces,​ lo que la convirtió en quizás la primera superpotencia del mundo. Su existencia terminó en el año 330 a. C. cuando el último rey aqueménida, Darío III, fue vencido por el conquistador macedonio Alejandro Magno.

Junto a la seda los chinos exportaban otros artículos de lujo muy apreciados en Asia y Europa como el jade y la laca, así como pieles, cerámica, objetos de metal e invenciones chinas como la pólvora o el papel. Parece que los chinos conocían la laca desde época neolítica, y que comenzó a popularizarse en el siglo V a.C., apareciendo ya de forma significativa en los restos arqueológicos chinos a finales del 1º milenio a.C. 
En un principio este curioso materal se había usado sobre todo en recipientes, para hacerlos impermeables, pero a partir de comienzos del 1º milenio d.C, la encontramos ya cubriendo una enorme cantidad de objetos, desde cajas a instrumentos musicales, pasandopor ataúdes, armas, carros o incluso barcos. Los chinos obtenían su laca de la savia de un árbol, el rhus verniciflua, y en principio la usaban simplemente como barniz pintándola en negro y rojo con sencillos motivos geométricos. A partir del siglo XIV comenzaron a usarla en incrustciones o realizando relieves


Rhus verniciflua, llamado comúnmente árbol de la laca es una especie del género Toxicodendron (antes Rhus) que crece en el este de Asia, en regiones de China, Corea y Japón. Los árboles son cultivados y sangrados de junio a noviembre para extraer su savia tóxica, tradicionalmente usada para lacar de forma muy duradera múltiples objetos decorativos en China, Corea y Japón. Se han encontrado en Japón objetos tratados con esta técnica datados hace 9000 años, pertenecientes al período Jōmon.

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