lunes, 3 de abril de 2023

XI - La Ruta de la Seda - (II) - La historia del papel - El Misal de Silos - El Hipopótamo William - La historia del vidrio - La cerámica china - Porcelana de Meissen - El fabuloso ejército en miniatura del emperador Jing Di -El mausoleo de Qin Shi Huang - Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro -

X - La Ruta de la Seda - La dinastía Han - Harún al-Rashid - El HOMBRE DE YINGPAN - El reino de Khotan - El Imperio bizantino - La seda de Granada - Justiniano I - El territorio del Imperio persa sasánida - El Imperio aqueménida, pincha aqui

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Dresde (II) - Porcelana de Meissen, pincha aqui

Federico Augusto I o Augusto II el Fuerte, pincha aqui

¿Qué hizo China para desarrollar su cultura?

​Los cuatro grandes inventos de la Antigua China, la brújula, la pólvora, el papel y la impresión, se encuentran entre los avances tecnológicos más importantes, recién conocidos en Europa hacia fines de la Edad Media. En particular, la época de la Dinastía Tang (618-906) fue de gran innovación

La historia del papel
El papel ha sido uno de los inventos que más ha ayudado en la evolución humana. A través del papel se ha podido transmitir el conocimiento de generación en generación. Antes del papel había otros soportes donde escribir pero su fabricación era muy elaborada y costosa.

El soporte de escritura más antiguo fue el papiro, inventado por los egipcios en el tercer milenio antes de Cristo. Al papiro le siguió el pergamino, obtenido a partir de la piel de cordero, ternera o cabra. Después llegaría el papel, creado en China. El primer sistema era muy pesado, y el segundo muy costoso.
Etimológicamente “papel” proviene de Papyrus, soporte usado por los egipcios para realizar sus escritos. En otros paises asiáticos, como Japón, también crearon su propio tipo de papel. El washi nipón, por ejemplo, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.
Se puede afirmar que el papel se inventó en el año 105 d.C. Fue entonces cuando el eunuco Cai Lun, se dio cuenta de que los materiales que estaban usando no eran los más adecuados para los manuscritos. Entonces se centró en la corteza de los árboles, en el cáñamo y en los paños deshechos. Éste, presentó al emperador He de Han un nuevo sistema para transformar estas materias en una nueva superficie: el papel. Poco a poco la nueva técnica fue mejorando. Una vez perfeccionada ésta se difundió por toda China, Corea, Vietnam y Japón.


El papel más antiguo del que se tiene constancia procede de una tumba china del siglo II a.C. Estaba elaborado con fibra de cáñamo y una pequeña cantidad de lino. La fabricación de papel en grandes cantidades tuvo lugar en el reinado del emperador Hedi en el siglo I. Se trataba de un papel de calidad, ideal para la escritura.

Los árabes conocieron el papel en el siglo VIII tras capturar a una expedición china, entre los que se encontraban algunos fabricantes de papel. Después, los sarracenos difundieron el producto a partir del 751 por todo el mundo conocido.


El ejemplar que hojea el semiólogo es el Breviario y misal mozárabe que data de finales del siglo XI. El códice consta de 39 folios en papel y el resto está hecho en pergamino. - Foto: Ricardo Ordóñez / Ical
Ficción y realidad se confundían ayer en el monasterio de Santo Domingo de Silos. Treinta y tres años después de publicar El nombre de la rosa, Umberto Eco se paseó por el claustro que ‘engendró’ a Jorge de Burgos, el personaje de la novela que le ha unido a estas tierras para siempre. El escritor italiano, nombrado doctor Honoris Causa en Historia Medieval por la Universidad de Burgos, recorrió durante hora y media la farmacia, el museo y cómo no, el scriptorium y la biblioteca en la -según la ficción- había trabajado el monje anciano y ciego, encorvado y blanco como la nieve, cuya existencia es real a los ojos del libro de Eco, la película homónima y en la cultura popular de varias generaciones. (Mayo 2013) Diario de Burgos
España fue el primer país de Occidente en conocerlo. El Misal de Silos, del año 1000, es el manuscrito europeo escrito en papel más antiguo que se conoce. La primera fábrica de papel europea estuvo en Játiva (Valencia), cuyo papel de algodón o “carta bombiciana” tuvo gran fama. Gracias a esta influencia árabe en Córdoba, Sevilla y Toledo se conservan molinos del siglo XI.

A partir del siglo X con el árbol de levas, los artesanos europeos, sobre todo los franceses, aplastaban el cáñamo y prensaban el lino, el algodón o el paño. Esto supuso un desarrollo de la producción del papel que superó al pergamino, más pesado y rugoso, que perdió terreno.

Empezó a elaborarse en grandes cantidades y a reducir su precio antes de que el siglo XV cambiara la historia del papel. La prensa de imprenta con tipos móviles, de Gutenberg, lo situó como fuente de conocimiento, a través del libro, las publicaciones periódicas y los panfletos. Pasaría a formar parte, así, del soporte de documentos oficiales y no solo personales (cartas). Como curiosidad, cada impresor estampaba su firma en el papel, con una marca de agua, para que fuera identificado.

A cambio, a Oriente llegaban productos occidentales no menos preciados: caballos de Asia Central, camellos, asnos, animales exóticos como los leones, los leopardos o los elefantes, y sobre todo sus pieles así como la de marta, armiño, foca o ciervo, oro, plata y otros metales, ámbar, marfil, perfumes, piedras preciosas y el vidrio europeo.
Sabemos que hay vidrio mediterráneo en china desde el siglo III a.C., y que los artesanos chinos aprendieron, antes del cambio de era (bajo la dinastía Han), cómo cocer el vidrio con plomo para vidriar una cerámica y proporcionarle una resistencia extraordinaria. Durante el periodo de la dinastía Tang (618-960) esos conocimientos se perfeccionaron, introduciendo los vidriados a base de óxidos, que permitían incorporar aún más colores (óxido de hierro para obtener amarillo ámbar o marrón, óxido de cobre para obtener verde, óxido de cobalto para el azul oscuro).

El Hipopótamo William es una pieza de la cerámica de fayenza del Imperio Medio de Egipto conservado en la colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que sirve como mascota informal del museo. Encontrado en un conjunto asociado con la capilla de la tumba de «El mayordomo Senbi» en Meir, está datado de circa 1961-1878 a. C. durante los reinados de Sesostris I y Sesostris II. Esta pequeña figura en fayenza egipcia, un material sin arcilla, ha llegado a ser popular no únicamente por su aspecto entrañable, sino también por sus características definitorias que ilustran muchas de las facetas más destacadas de la producción artesanal en el antiguo Egipto durante esta época.

Significativamente más poroso y maleable que el vidrio propiamente dicho, podía ser moldeado a mano o fundido en moldes para crear recipientes u otros objetos.​ Si bien las materias primas similares están implicadas en la creación tanto de loza como del vidrio -cuarzo triturado o arena mezclada con cal y natrón o ceniza-, la loza en última instancia, carece de la estructura cristalina rígida encontrada en el vidrio moderno. Significativamente, tanto el vidrio como la fayenza se utilizaron, según Paul T. Nicholson, para imitar piedras semipreciosas en materiales menos costosos, y ambos fueron valorados por su belleza y durabilidad. Aunque no se trata de cerámica en una definición estricta, pues no contiene arcilla, la fayenza se nombra como cerámica.​

La historia del vidrio: origen y evolución de uno de los materiales más antiguos

¿Cuál es el origen del vidrio? De Siria y Egipto a Roma

Si te preguntas quién descubrió el vidrio, sabemos que los primeros envases de vidrio no se remontan hasta la Prehistoria. Para situar el origen del vidrio fabricado, debemos irnos 3.000 años antes de Cristo, puesto que es uno de los materiales más antiguos, junto con la cerámica, que utilizaban nuestros antepasados para la conservación y almacenamiento de los productos.

Según cuenta Plinio el Viejo en su obra Historia Natural, el descubrimiento del vidrio tiene lugar en Siria por los mercaderes de natrón (material de sosa). 

En la Edad Antigua, los egipcios y los fenicios fueron los principales fabricantes y proveedores de vidrio. Después, cuando Roma conquistó Egipto, muchos vidrieros emigraron a Roma, donde su arte fue apreciado por los patricios. Debido a este reconocimiento, se abrieron fábricas de vidrio en Hispania, Las Galias, Britania y en las provincias del Rhin. Una vez que cae el Imperio Romano, los fabricantes de vidrio se desplazan a Siria y Bizancio.

Los fenicios superaron a los egipcios en perfección y fama al obtener por primera vez vidrio transparente e incoloro con las arenas finas de su famoso río Belo.

En el siglo I a.C se descubre en Tirón, al este de la costa mediterránea, la técnica del vidrio soplado, que se extiende a todo el Imperio Romano. La invención de la caña de soplar constituyó una verdadera revolución tecnológica y convirtió a los productos de vidrio en accesibles para grandes sectores de la población.

Cuando los romanos conquistaron Egipto, muchos de sus vidrieros emigraron y las fábricas de vidrio se expandieron por todo el Imperio. Tras la caída de Roma, la fabricación del vidrio decayó en Europa, pero continuó prosperando en Irán, Irak y Egipto. 

LOS CHINOS COMPRABAN CERÁMICA VIDRIADA Y VIDRIO. ELLOS QUERÍAN FABRICARLO. ASI ES COMO DESCUBRIERON LA PORCELANA

Las cerámicas chinas no solamente eran incriblemente duraderas, sino que presentaban un brillo y un colorido que no tenían parangón en Occidente. La mencionada herencia del califa del siglo IX Harún al-Rashid incluía también "mil vasijas de china". Además, en el siglo X, los chinos descrubriron el CAOLIN, una arcilla blanca, abundante en china, que revolucionó las manufacturas de producción de cerámica. El caolín permitía elevar la cocción y producir objetos de blancos y ligeramente traslúcidos, que producían un tintineo tan característico, y que forjaron la leyenda de la cerámica china. El caolín fue la llave para comenzar a fabricar porcelana, pero ésta se consideró un bien tan preciado que se fabricaba en pequeñas cantidades y su uso estaba restringido exclusivamente a la familia imperial. Fue sólo a partir de la dinastía Ming (ss XIV-XVII) que la porcelana comenzó a fabricarse de forma masiva para su exportación y se convirtió en uno de los artículos de lujo por excelencia en toda Europa y Oriente Próximo.


Plato Ming con diseño de uva, realizado en el horno de Jingdezhen en el siglo XV Wikipedia

Corría el año 2011 cuando, durante una subasta celebrada en Hong Kong, un comprador batalló durante 10 largos minutos para conseguir un jarrón de porcelana china. El inversor, conectado con un delegado presente en la sala a través de un teléfono móvil, gastó alrededor de 20 millones de euros para hacerse con la pieza del primer período Ming.

Esta dinastía fue la penúltima que gobernó China, y lo hizo durante casi 300 años (1368-1644). Fue precisamente en ese momento de enorme estabilidad social cuando se realizaron algunas de las piezas de cerámica más famosas de la historia. Los centros de producción se concentraban en Jingdezhen (Jiangxi) y Dehua (Fujian). Desde ahí se exportaba a casi todo el mundo.

Un jarrón chino de la dinastía Ming fue vendido en Hong Kong por US$1,6 millones. (2011)

Se creó una red internacional en pleno siglo XV para conseguir el pigmento azul durante el periodo Xuande.

“El éxito de las primeras porcelanas azules y blancas chinas se basó en gran medida en el pigmento de cobalto importado de Occidente”, reconocen los especialistas, que utilizaron microscopios electrónicos para analizar fragmentos de cerámica del reinado de Xuande y los comparó con los de la dinastía Yuan y también Qing, la última dinastía imperial de China (1644-1912).

Aunque la enormidad de las distancias que recorrían los artículos desaconsejaba el comercio de alimentos a larga distancia, algunos, como el té, sí que podían resistir las condiciones del viaje. Inicialmente los europeos percibían el té como una medicina y los chinos lo vendían al precio de tal. Pero, a partir del siglo XVIII, su consumo se fue extendiendo de forma paralela al del chocolate, y la demanda en Europa (especialmente en Inglaterra) se multiplicó. Los occidentales de la Compañía de las Indias Orientales cargaban sus barcos con distintas variedades de té chino por el que pagaban considerables cantidades de plata, mientras que en Asia Central, conde el consumo de esa bebida estimulante era una larga tradición, se adquiría a cambio de caballos, lo que da idea del enorme valor que llegó a alcanzar. Por su parte, desde Asia central llegaban a China algunas frutas como los "dorados melocotones de Samarcanda", dátiles de Arabia, y pistachos y azafrán de Persia, así como las especias de Yemen: incienso y mirra.

Madrasa Sher-Dor en Registán. Óleo sobre tela de Vasili Vereshchaguin (1872).
Vasili Vasílyevich Vereshchaguin  (Cherepovéts, Imperio ruso, 26 de octubre de 1842 – Port Arthur, Manchuria, 13 de abril de 1904) fue un pintor ruso, célebre por su faceta de artista bélico. El depurado estilo realista de sus pinturas lo llevó a ser uno de los primeros pintores rusos en gozar de cierto reconocimiento fuera de su país.

Por último, no se debe perder de vista que, el TRAFICO DE ESCLAVOS, centralizado en la ciudad de Jiva, era un ingrediente esencial de la Ruta de la Seda.


Jiva es una ciudad de Uzbekistán situada en el suroeste del país, en la provincia de Corasmia.

Fue la antigua capital de la región histórica de Corasmia, así como del Kanato de Jiva. Otros nombres que recibe o ha recibido son Jorasam, Joresm, Juarezm, Juarizm, Juarazm, Chiwa, Chorezm, etc.

Según la leyenda, Jiva fue fundada en el lugar en el que Sem (el hijo de Noé) cavó los pozos Keivah. Jiva fue, hasta principios del siglo XX, la capital de Corasmia (que fue un reino vasallo del Imperio persa). La región, particularmente árida, desarrolló un complejo sistema de irrigación a partir del II milenio a. C. y fue ocupada por diferentes conquistadores: persas, griegos, árabes, mongoles y uzbecos.

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Ehrenfried Walther von Tschirnhaus (Kieslingswalde, Görlitz, 10 de abril de 1651 - Dresde, 11 de octubre de 1708) fue un matemático, físico, médico y filósofo alemán. Fue el inventor de la porcelana europea,​ aunque durante mucho tiempo le fue atribuida a Johann Friedrich Böttger.


Johann Friedrich Böttger (Schleiz, 4 de febrero de 1682, Schleiz - Dresde, 13 de marzo de 1719, Dresde) fue un químico y alquimista alemán. Es conocido por ser uno de los primeros elaboradores de porcelana en Europa.

Naturalmente, no todos los productos provenían directamente de China. Cada porción del recorrido de la ruta aportaba sus propios bienes, que eran lo que hacían rentable el camino

ASIA CENTRAL proporcionaba caballos, halcones, jade, lapislázuli, turquesas, vasos de cobre...

LA INDIA proporcionaba especias y piedras preciosas...

ORIENTE PRÓXIMO proporcionaba dátiles, pistachos, perlas, incienso y mirra.

Pero los objetos que transportaban los mercaderes no eran los únicos que se movían a lo largo de la Ruta de la Seda. El camino también promovió el intercambio y la expansión de numerosas especies vegetales, y cambió los hábitos alimenticios de europeos y orientales.

En la década de los 90 del siglo pasado, los arqueólogos excavaron, cerca de Xi'an, la tumba del emperador de la dinastía Han, Jing Di (s. II a.C.)

El fabuloso ejército en miniatura del emperador Jing Di

Fotos: O. Louis Mazzatenta / NGS


Algunas de las figuras halladas en las fosas funerarias del emperador Jing Di corresponden a jinetes montados sobre caballos de terracota, que fueron modelados en la típica postura de montar (como se aprecia en la imagen). Curiosamente entre estos jinetes varones aparecieron también algunas figuras de amazonas.

Los funcionarios se distinguen por llevar el tradicional traje de los Han.

En la primavera del año 1990, un grupo de obreros estaba realizando las obras de la carretera del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de Xian, al sudeste de Beijing, cuando, a unos seis metros de profundidad, el golpe de un pico produjo un extraño sonido. Los obreros observaron sorprendidos que habían dado con una especie de bóveda subterránea. Llamados a toda prisa, los arqueólogos no tardaron en darse cuenta de que estaban ante un descubrimiento excepcional. En efecto, los trabajos de excavación sacaron a la luz un complejo de bóvedas subterráneas que se extendían por un área de diez kilómetros cuadrados. En su interior aparecieron, cuidadosamente alineadas, miles de estatuillas de extraordinaria calidad, que representaban a personas con rostros exquisitamente moldeados, además de caballos y todo tipo de animales domésticos.

No era éste el primer descubrimiento arqueológico importante en el área de Xian. En 1974, a pocos kilómetros de distancia, se había descubierto el impresionante ejército de terracota a tamaño natural de Qin Shi Huang Di, el primer emperador de China.
El mausoleo de Qin Shi Huang es el gigantesco recinto funerario que alberga la tumba de Qin Shi Huang (noviembre o diciembre de 260 a. C. - 10 de septiembre de 210 a. C.), primer emperador de la China unificada (del 221 a. C. al 10 de septiembre de 210 a. C.), perteneciente a la dinastía Qin, así como unas 400 tumbas más y los conocidos Guerreros de terracota de Xian, que él mismo mandó construir durante su mandato.

La vista panorámica de la fosa número 1 de Xian permite apreciar en toda su magnitud el ejército de terracota de Qin Shihuang Di, el primer emperador de China.

La escultura de un general reproducida junto a estas líneas conservaba restos de pintura que permitieron determinar sus colores originales. La pintura se aplicaba con base de huevo sobre dos capas de laca. Al desenterrar las figuras, la laca seca se desconchaba, llevándose la pintura con ella.

Fuente: Carme Mayans - Especialista en Historia Antigua y Arqueología

Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro
Madrid, 1760 - Madrid, 1850
Carlos III, cuando era rey de Nápoles, fundó una fábrica de porcelana en su residencia de Capodimonte, el año 1743. Al contraer matrimonio con María Amalia de Sajonia, el elector Federico Augusto III había hecho a los soberanos de las Dos Sicilias ricos presentes de porcelana de Meissen, los cuáles hicieron tal impresión en el joven monarca que inmediatamente intentó poseer una fábrica que le proporcionase tan bellas porcelanas como aquéllas.


En Capodimonte, como en las demás fábricas europeas a excepción de la de Meissen, se fabricó la llamada “pasta tierna”, que era una pasta vítrea de tono cremoso, muy a propósito para modelar figuras y pequeños objetos, pero nada apropiada para piezas de vajilla que tuvieran que resistir elevadas temperaturas, por lo cual éstas escasearon al principio. Los productos más hermosos de la manufactura real fueron cajitas de rapé, bomboneras, jarrones, figuras y grupos en estilo barroco primero, y más tarde rocalla de graciosas líneas, dibujos ligeros y rico colorido, decoradas con flores chinescas y de inspiración sajona, a las que sucedieron las escenas cortesanas estilo Watteau, o de campesinos a lo Teniers; la marca es una flor de lis azul o negro bajo barniz.


En 1759, Carlos de Borbón heredó la corona de España por la muerte de su hermano Fernando VI. Al trasladarse a Madrid los monarcas trajeron consigo su fábrica de porcelana entera: moldes, pastas, herramientas, artistas y obreros, todos embarcaron rumbo a la Península. En un espacio de tiempo brevísimo la fábrica quedó instalada en los jardines del Buen Retiro.


Carlos III de España, llamado «el Político»​ o «el Mejor Alcalde de Madrid» (Madrid, 20 de enero de 1716-ibídem, 14 de diciembre de 1788), fue duque de Parma y Plasencia —como Carlos I— entre 1731 y 1735, rey de Nápoles —como Carlos VII— y rey de Sicilia —como Carlos V— de 1734 a 1759 y de España desde 1759 hasta su muerte en 1788.

Carlos era el tercer hijo varón de Felipe V que llegó a la vida adulta y el primero que tuvo con su segunda mujer, Isabel Farnesio, por lo que fueron sus medio hermanos Luis I y Fernando VI quienes sucedieron a su padre en un primer momento. La muerte sin descendencia de estos llevaría a Carlos a ocupar el trono español.
El rey Carlos III fomentó el arte y la artesanía con la creación de numerosas manufacturas reales: como rey de Nápoles fundó el Real Laboratorio de Piedras Duras de Nápoles (1737), la Real Fábrica de Tapices de Nápoles (1737), la Real Fábrica de Porcelanas de Capodimonte (1743) y la Real Fábrica de Mayólicas de Caserta (1753). Posteriormente, como Carlos III de España, fundó el Real Laboratorio de Mosaicos y Piedras Duras del Buen Retiro (1759), la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro (1759), la Real Fábrica de Platería Martínez (1778) y la Real Fábrica de Relojes (1788).

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