sábado, 3 de diciembre de 2016

(III) Museo Guggenheim - Francis Bacon: de Picasso a Velázquez - La belleza de lo enfermo: Bacon arrebata en el Guggenheim

TAUROMAQUIA
“Se basa en ese famoso poema de Lorca en el que el verso ‘A las cinco de la tarde’ se repite una y otra vez. Es un bonito y largo poema sobre un amigo torero que muere. No he visto una corrida en mucho tiempo —creo que solo he visto tres o cuatro en mi vida—, pero cuando ves una, se queda grabada en tu mente para siempre”.Francis Bacon*
Bacon expresó en numerosas entrevistas su interés por las corridas de toros y su admiración hacia Francisco de Goya. De hecho, llegó a seleccionar la obra del maestro español Don Andrés del Peral para una exposición que comisario con fondos de la National Gallery de Londres en 1985. Goya ejecutó cincuenta dibujos preparatorios en tiza roja para su Tauromaquia, en la que empleó el grabado al aguafuerte, a la aguatinta, a la punta seca y al buril. Si bien el tema principal de esta serie es la evolución de las corridas de toros, el posicionamiento de Goya con respecto a esta cuestión ha suscitado recientemente un interesante debate entre los historiadores del arte.

'Estudio de un toro' (1991), de Francis Bacon
El destino hizo que Francis Bacon muriera en Madrid. Se despidió por la puerta grande en 1992, cogiendo la última bocanada de aire en el Hospital Ruber Internacional de Madrid. Se apagó a las 8.30 del 28 de abril por una crisis cardiaca. Durante sus últimos años pasó largas temporadas en España, y mucho tiempo durmiendo en una suite del Hotel Palace con uno de sus amantes españoles, José Capelo. Decían que gran parte de las obras que pintó durante aquella época pasaron a manos de esta última pasión. Eran las más oscuras, como si la luz que veía fuera cada vez más negra. Pero ayer, el historiador de Arte, Martin Harrison descubrió que no todas tuvieron igual destino y, lo mejor de todo, que nunca habíamos visto una de ellas. Desconocíamos la despedida. Harrison, en una entrevista concedida al diario británico The Guardian, confiesa que ha encontrado un cuadro inédito del pintor, el último que realizó. Se trata de Estudio de un toro y data de 1991, un año antes de su muerte.
Estudio para autorretrato (Study for Self-Portrait), 1981 
ESENCIA VITAL
“Ese es el privilegio del artista, ser intemporal. La pasión te mantiene joven, ¡y la pasión y la libertad son tan seductoras! Cuando pinto, no tengo edad. Solo siento el placer o la dificultad de pintar”Francis Bacon*
Cartel de la exposición sobre Van Gogh- Bacon
A finales de los años setenta y principios de los ochenta, Francis Bacon, ya septuagenario, reintroduce en su obra motivos, como el toro, y géneros, como el paisaje, que hasta entonces habían sido secundarios en su producción. Son escasos los paisajes anteriores a 1978, la mayoría realizados en las décadas de 1940 y 1950, y en ellos a menudo subsiste la presencia humana o animal. En esta última etapa de su carrera, su obra se simplifica; los elementos del paisaje son aislados de su contexto y quedan confinados a los límites que el artista define. De este modo, Bacon aborda el paisajismo de una manera similar a la que emplea para tratar la figura humana; así, “apresa” la ola que aparece en Pintando marzo (1985) o la carretera de Escena de calle (con coche a lo lejos) (1984)


Francis Bacon Studies from the Human Body (1975). oil on canvas; 200x150

Los retratos de esta última etapa son cada vez más escuetos. El pintor llega a eliminar elementos que ya había introducido con la intención de reducir las referencias visuales de la composición y dirigir la atención hacia la figura principal. Algunas de estas obras fueron realizadas con pintura en aerosol, que permitió a Bacon crear texturas hasta entonces inéditas en su trabajo. Estos lienzos se dividen entre los realizados con colores enérgicos y aquellos que presentan fundamentalmente tonalidades grises y apagadas.

Estudio para una corrida n° 2

En 1969, pinta tres estudios para una corrida. Este tema a podido serle sugerido por su amigo, el escritor Miguel Leiris, autor de libros sobre la tauromaquia o incluso por Picasso al que se refiere tan a menudo en su obra. Aislados en un círculo como en una pista, el matador y el toro están representados enfrentados en la arena. El movimiento es sugerido por un juego de curvas que, en el suelo o en el aire, evocan el remolino de la bestia y las vueltas de la muleta. Eliminando cualquier relato, Bacon presenta una expresión "estrictamente física del juego taurino" (Leiris)

El toro aparece de nuevo en estos últimos años. Su iconografía remite a artistas como Goya y Picasso, pero también al poeta Federico García Lorca y al escritor Michel Leiris, y hace alusión, de manera concreta, a las corridas de toros.

Francis Bacon, Three Studies for a Self-Portrait, 1980. Oil on canvas

Francis Bacon falleció en Madrid en 1992, a escasa distancia del Museo del Prado, pinacoteca en la que se encontraban muchos de los grandes maestros que había admirado y a la que había acudido por última vez en 1991 para contemplar la obra de Velázquez. Transgresor con su vida y con su obra, Bacon cruzó algunas fronteras hasta entonces difíciles de vulnerar, situando al ser humano ante un espejo en el que pudiera contemplarse de forma cruda y violenta. 

Estudio de autorretrato, tríptico 1985 - 1986
En Estudio de autorretrato, el trastorno de lo real en forma, la capacidad de la pintura para hacer brotar las fuerzas internas de la figura, alcanza un nivel mas elevado y se plasma con mayor compromiso y verosimilitud de lo que podría esperarse de un autorretrato. La búsqueda de la expresión de la propia imagen alcanza su punto culminante con esta obra maestra. El aislamiento alcanza el grado máximo de sencillez. La capacidad de penetración del ser se extiende en esta ocasión a la figura de cuerpo entero.  Cada figura se encuentra en una situación indefensa, con toda su energía vital al descubierto y sin ningún apoyo o protección. Parecen estar en una posición inquieta, inestable e incomoda, reflejando la miserable vulnerabilidad material y psíquica del ser humano. Los tres lienzos dan una sensación de vastedad inconmensurable. La piedad por el ser humano, que esta presente en toda la obra de Bacon adquiere aquí la grandeza elegíaca de la representación trágica. No es necesaria la implementación de elementos que expresen violencia o sufrimiento, la imagen misma de la figura trasmite su propia desesperación, su malestar existencial como individuo, pero reconociéndose a si mismo como sujeto subjetivo perteneciente al mundo real.

Francis Bacon realizó algunas de las pinturas más impactantes y desgarradoras del arte contemporáneo. Margaret Thatcher, también conocida como la "Dama de Hierro", alguna vez despreció la obra de Bacon, describéndola en términos de "asquerosos trozos de carne". Sin embargo, la enigmática obra de Bacon involucra no poco magnetismo sobre el espectador. 

Tríptico de Francis Bacon 'Tres estudios de Lucien Freud' Adquirido por Acquavella Gallery para Qatar

Récord mundial de venta en subasta pública
El 12 de noviembre de 2013 el tríptico de Bacon titulado Tres estudios de Lucian Freud (1969),que presenta tres impresionantes retratos del mencionado artista figurativo europeo del siglo XX, alcanzó el precio récord de venta en subasta pública, 142.405.000 de dólares, resultando así ser una de las tres obras más caras de toda la historia.
El cuadro en cuestión —un óleo dedicado al amigo y rival de Bacon— fue subastado por la firma Christie's en el Rockefeller Plaza de la ciudad de Nueva York en una operación que no llegó a durar seis minutos.
En un comunicado, la casa de remates Christie's expresó que "la obra fue vendida por 142.4 millones de dólares tras seis minutos de intensa puja en la sala y por teléfono".Hasta ese momento, el récord en materia de subastas correspondía a la venta de El Grito (pastel de Edvard Munch, 1895), que en mayo de 2012 había alcanzado los 120.000.000 de dólares."
Tres estudios de Lucian Freud es una pintura compuesta por tres lienzos. Muestra a Lucian Freud, las tres veces sentado en una silla contra un fondo amarillo. El cuadro formó parte de la gran retrospectiva de Francis Bacon en el Grand Palais de París (1971-72).
Refiríendose a la importancia de los trípticos en su quehacer artístico, Bacon alguna vez expresó:
Los trípticos son lo que más me gusta hacer, y pienso que eso puede estar relacionado con el deseo que algunas veces he tenido de hacer cine. Me gusta la yuxtaposición de imágenes separadas en tres lienzos diferentes. Si mi trabajo tiene alguna calidad, a menudo siento que tal vez es en los trípticos donde se encuentra la mejor de ellas.
Nieto del padre del psicoanálisis, Lucian Freud solía por su parte describir a Bacon en términos tan categóricos como elocuentes: «el más sabio y el más salvaje».

Capelo aparece en el primer panel de 'Tríptico 1991', la última obra de este formato que pintó Bacon.

Las cinco obras de Francis Bacon robadas de un piso de Madrid pertenecen a José capelo, un español que fue el último amor del artista

Única imagen conocida de José Capelo (izda.) y Bacon (dcha.).

Los retratos pintados por Bacon robados junto al Palacio Real
¿Quién puede querer unos cuadros buscados por la Policía de los 190 países que forman Interpol? La misma respuesta nos dan los agentes y los expertos en arte: "Alguien que quiera una obra en exclusividad, que no la muestre al público, y de la que sólo pueda disfrutar esa persona". ¿Estarán escondidos en el sótano de una mansión en alguna de las islas de Timor Oriental?

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