lunes, 26 de diciembre de 2016

Las brujas del Labour y el terrible Pierre de Lancre- Tratado de la brujería vasca - Zugarramurdi

Pierre de Rosteguy de Lancre (Burdeos, 1553 - 1631) fue un jurista y alto funcionario francés, miembro del Conseil d'État en la corte de Enrique IV y responsable de la instrucción de los llamados procesos de brujería de Labort de 1609 emprendidos por mandato real en dicho territorio en aquel año por motivos morales y religiosos, pero que resultaron en abusos en contra de la población local y en la ejecución de varios cientos de personas.

Pierre Lacre fue un inquisidor francés que viajó al norte de Euskal Herria en 1609 y dejó escrito el libro que ahora se edita en castellano por primera vez (después de casi 400 años) y del que su compatriota Michelet diría: “Jamás los vascos fueron mejor caracterizados que en el libro de Lancre” . Esta edición sirve para acceder al origen y a las fuentes de la intolerancia religiosa y a las razones esgrimidas por la Iglesia católica para acabar con las brujas. Un testimonio estremecedor.
Es autor de varias obras sobre supersticiones en las que critica las costumbres de la sociedad vasco-francesa de la época.

Tras haber estudiado teología y derecho en Francia, Bohemia y Turín, fue nombrado consejero en el Parlamento de Burdeos en 1582. En 1588, contrajo matrimonio con una sobrina-nieta de Montaigne.

En 1609, De Lancre fue enviado a la villa de San Juan de Luz, en el vizcondado de Labort, para dirigir por orden del rey una comisión que debería “purgar el país de todos los brujos y brujas bajo el imperio del demonio”. La familia de De Lancre era originaria del Labort, territorio donde parte de la nobleza mantenía un enfrentamiento interno.

La comisión de De Lancre, aprovechando la ausencia de una parte de la población masculina empleada en las labores de pesca, investigó los supuestos casos de adulterio y libertinaje de las esposas de los marinos, las actividades de curanderos y de especialistas en cartomancia, pero también la de las minorías de judíos y moriscos refugiadas en Aquitania tras su expulsión de España por el Decreto de Expulsión de Felipe III.

Felipe III de España, llamado «el Piadoso» (Madrid, 14 de abril de 1578-ibídem, 31 de marzo de 1621), fue rey de España y de Portugala desde el 13 de septiembre de 1598 hasta su muerte.
Era hijo y sucesor de Felipe II y de Ana de Austria (1549-1580). En 1598 contrajo matrimonio en Valencia con la archiduquesa Margarita de Austria-Estiria, hija del archiduque Carlos II de Estiria y de María Ana de Baviera y por tanto nieta del tío-abuelo paterno de Felipe, el emperador Fernando I. Bajo su reinado España alcanzó su máxima expansión territorial.
Desde el tribunal instalado en el castillo de Saint-Pée-sur-Nivelle, Pierre de Lancre ordenó la ejecución tras tortura de cerca de 200 personas acusadas de brujería, principalmente mujeres pero también, niños e incluso sacerdotes. El regreso de las tripulaciones de marineros de su campaña en Terranova resultó en un primer motín e hizo temer a las autoridades de Burdeos por una posible rebelión a gran escala, por lo que se vieron obligados a retirar a De Lancre de sus funciones.

Pierre de Lancre destacó por su intransigencia religiosa y misoginia, y criticó en sus obras con dureza las costumbres de las gentes del Labort y su cultura, como las relacionadas con el baño que describía como “...esa mezcla de chicas mayores y jóvenes pescadores que se divisan en la costa vestidos de lacayos pero desnudos por debajo, entrelazándose con el oleaje...”. A pesar de los acontecimientos, en 1612, fue nombrado miembro del Consejo de Estado y consejero del rey.

Debido a la dureza de las penas que se aplicaron, el de las brujas de Zugarramurdi se convirtió en el proceso más grave de la Inquisición española contra la brujería. Según el hispanista británico Henry Kamen, esta excepción en la relativamente benigna trayectoria de la Inquisición en relación con el tema de la brujería se explica por la influencia que tuvo la caza de brujas llevada a cabo en 1609 al otro lado de la frontera por el juez Pierre de Lancre, ya que el pánico hacia las brujas se trasladó a los valles del norte de Navarra.
En Navarra el año 1517 Martín de Arles, canónigo de Pamplona, publicó un libro al estilo del "canon Episcopi", considerando falso los vuelos de las brujas, y diciendo que sus actos estaban guiados por el Demonio.

En 1530  las autoridades de civiles de Hondarribia también tuvieron miedo de las brujas. Nuevos focos de brujería hubo en Navarra en 1538 y 1539: las cárceles estaban llenas de acusados por aquel delito.En 1575 fueron presos numeroso hombres y mujeres en Navarra; los  seglares pedían castigos ejemplares, pero la Inquisición se mostró más indulgente, tal vez porque surge por primera vez el problema lingüístico: los jueces no entendían el euskera.
Grabado alemán de 1626 que representa un aquelarre.
Alonso de Salazar y Frías
(Burgos, 1564 - ? ,1636) fue un sacerdote e inquisidor español cuya fama se debió principalmente a su participación en el tribunal de la Inquisición española de Logroño que juzgó el caso de las brujas de Zugarramurdi en 1610. En la discusión de la sentencia y sobre todo en la posterior revisión del caso ordenada por el Consejo de la Suprema Inquisición destacó por su oposición a dar credibilidad a las teorías sobre brujería. Su exhaustivo memorial enviado a la Suprema constituyó la base para que la jurisprudencia inquisitorial española fuera escéptica sobre la realidad de la brujería y que fuera muy reticente a aceptar las denuncias por ese tema.
Los grandes procesos de comienzos del siglo XVII    
La brujería vasca es conocida en el mundo gracias al proceso de las brujas de Zugarramurdi en 1610 y a los escritos del juez de las brujas del Laobur Pierre de Lancre y a su memorable represión. En esta historia veremos los casos protagonizados por una persona racional como el inquisidor Alonso de Salazar y Frías y los desmanes protagonizados por un majara intolerante como Pierre de Lancre.
Las brujas del Labour y el terrible Pierre de Lancre
El Labourd (o Lapurdi), Pirinéos atlánticos, Francia, es una de las dos provincias vasco francesas. Donibane Lohitzune (Lapurdi) estaba dividido a causa de los enfrentamientos entre algunas poderosas familias. Surgió la sospecha de brujería en una de ellas y ambos bandos se acusaron mutuamente. Por petición del bando de Urtubi, el rey francés envió un juez investido de plenos poderes: Pierre de Lancre.  Julio Caro Baroja piensa que esta caza de brujos y brujas fue un acto político hecho para asegurar la autoridad del poder central. Este jurista, nacido en Burdeos, pero vasco de origen (Arostegi era su apellido), llegó a Lapurdi en el año, 1609. Era un místico, influido de modo funesto por la religión, un juez severo para el cual la religión era la base del código penal. Además era un personaje carente de crítica y de autocrítica. Publicó los procesos en los que tomó parte en varios libros, sobre todo en su Tableau de l'inconstance des mauvais anges et demons (1612).
Zugarramurdi en la actualidad
Es un municipio español de la Comunidad Foral de Navarra, situado en la merindad de Pamplona, en la comarca de Baztán y a 83 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Su población en 2014 fue de 225 habitantes (INE). Cerca del pueblo francés de Sara.
Brujas de Zugarramurdi es el nombre con el que se conoce el caso más famoso de la historia de la brujería vasca y posiblemente de la brujería en España. El foco de brujería se encontró en la localidad del Pirineo navarro de Zugarramurdi y el proceso fue llevado por el tribunal de la Inquisición española de Logroño. En el auto de fe celebrado en esa ciudad los días 7 y 8 de noviembre de 1610, dieciocho personas fueron reconciliadas porque confesaron sus culpas y apelaron a la misericordia del tribunal, pero las seis que se resistieron fueron quemadas vivas y cinco en efigie porque ya habían muerto.

Aquellos polvos, Capricho nº 23, de Francisco de Goya. "Destaca lo que parece una bruja encorozada, sentada con humilde dignidad, oyendo la sentencia que pronuncia un inquisidor"
El Aquelarre, cuadro de Francisco Goya (Museo Lázaro Galdiano, Madrid). El "cuadro queda dominado por la figura de un gran buco bobalicón y cornudo, que bajo la luz de la luna avanza sus patas delanteras en gesto tranquilo y mirada ambigua para recibir de dos brujas la ofrenda de niños que tanto le agradan... Ello evoca la descripción recogida por Mongastón [del proceso de las Brujas de Zugarramurdi de 1610] que refiere cómo dos hermanas, María Presona y María Joanato, mataron a sus hijos "por dar contento al demonio" que recibió "agradecido" el ofrecimiento... [También] vemos a media docena de niños, varios de ellos ya chupados, esqueléticos y a otros colgados de un palo"

Cuevas de Zugarramurdi

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