domingo, 29 de diciembre de 2013

El Románico en Colonia (Alemania)

En la Edad Media, los habitantes de Colonia (Köln) afirmaban tener tantas iglesias como días tiene el año y algo de cierto hay cuando se puede demostrar históricamente la existencia de doscientas iglesias y capillas. Debido a que todas las iglesias albergaban reliquias, Colonia se convirtió en uno de los lugares más importantes de peregrinación en Europa junto a Roma y a Santiago de Compostela. En la época de la Reforma, Colonia siguió siendo también una ciudad puramente católica y más tarde en el siglo XIX durante la secularización realizada bajo el dominio de Napoleón fueron destruidas unas 150 iglesias.

Las iglesias románicas de la ciudad, repartidas entre el Altstadt-Nord y el Altstadt-Süd, son estructuras religiosas edificadas originariamente entre los siglos X y XIII y posteriormente restauradas tras la II Guerra Mundial; estas fantásticas iglesias son uno de los sitios elegidos por los viajeros que acuden a Colonia. Son imprescindibles las visitas a Santa Úrsula (especialmente la capilla Goldene Kammer y la sala de reliquias), Gross St. Martin (donde se han encontrado restos romanos en un excavación en la cripta), St Gereon, St Maria im Kapitol, St Aposteln y St Cäcilien , donde hoy se sitúa el Museo Schnütgen de Arte Sacro. Pero también son de interés el resto: St. Andreas, St. Georg, St. Kunibert , St. Maria Lyskirchen, St. Pantaleon, que conserva aún parte de su decoración gótica, y St. Severin.

Estas doce iglesias románicas conservadas, verdadero tesoro medieval arquitectónico, se encuentran dentro de lo que antes era la ciudad medieval en una zona de cuatro kilómetros cuadrados, dentro de la Ringstrasse. Cada iglesia románica es diferente y tiene sus peculiaridades. Asimismo, las iglesias románicas de Colonia se encuentran dentro de los santuarios más importantes de Europa, los mismos que recogen gran parte de la historia religiosa del antiguo Imperio Romano

Iglesia de San Pantaleón (Colonia)

Siglo X 
La restauradísima fachada de San Pantaleón de Colonia nos muestra el interés de su constructor por evitar las grandes superficies paraméntales lisas y pesadas. Bandas verticales, líneas de impostas y series de arquillos dinamizan la superficie de un muro que sin ellos se vería tremendamente pesado y monótono. La sabiduría arquitectónica de este constructor le lleva a articular los volúmenes con una rica disposición escalonada de los mismos, evitando que éstos se prolonguen en exceso bajo las mismas formas volumétricas. A este respecto, obsérvese las torres laterales que, arrancando el suelo en sección cuadrada, a media altura se convierten en octogonales, para terminar circulares. Que esta concepción de fachada y volúmenes corresponde al proyecto original, y no a transformaciones posteriores o al pastiche de los modernos restauradores, nos lo confirma la abacial benedictina de Münstereifel, que la reproduce, muy fielmente, en toda la organización de sus volúmenes, a principios del XI.


GROß ST. MARTIN (SAN MARTÍN EL GRANDE)
 
En época romana el lugar donde hoy se encuentra la iglesia era una isla en el que había una serie de graneros, y precisamente sobre la ruina de éstos se construyó en el siglo II d.C. una iglesia. Sin embargo la primera auténtica iglesia se levantó en el siglo X, el antiguo monasterio de la abadía benedictina. Actualmente es posible ver la transición perfecta de los muros de cimentación del almacén romano en las paredes laterales de la nave central.

En 1150 se comenzó a construir la estructura del actual edificio, tras sufrir la anterior construcción un incendio, que fue finalizada a mediados del siglo XIII como una obra maestra del románico tardío de Renania. Durante esa época se levantó la impresionante torre de 84 metros de altura compuesta de otras cuatro torrecillas angulares, dividida por la mitad por una galería, en ella se encuentran cinco campanas de bronce, pesando la mayor de ellas 2600kg y la menor 307 kg.







SANKT MARIA IM KAPITOL (SANTA MARÍA DEL CAPITOLIO)

Estamos ante una de las doce iglesias románicas que se encuentran en Colonia, ésta en concreto se construyó en el lugar donde había en época romana un templo dedicado a la tríada capitolina, de ahí viene su nombre actual. En el año 717 se fundó un monasterio para mujeres. En 1040 se inició la iglesia actual que fue consagrada 9 años más tarde por el papa electo León IX, aunque las obras no finalizaron hasta el 1065.

La parte frontal de la iglesia presentaba un Westwerk o fachada monumental con dos torres que, tras la destrucción del siglo XVIII, no fue reconstruido. En los años siguientes se sucedieron unas series de reformas y consolidaciones, incluida la que tuvo lugar después de la II Guerra Mundial, cuyas obras concluyeron en el 1979.
El edificio lo conforman un cuerpo occidental de tres torres del siglo XII, un cuerpo longitudinal de tres naves, y un gran cuerpo de tres ábsides en el que finaliza el transepto. Delante de la iglesia podemos ver una escultura de un ángel que llora dedicada a los fallecidos en la ciudad durante la guerra, realizada por Gerhard Marcks en 1949.












El Cristo de la Pata de Oca
Puente la Reina Navarra.

La iglesia del Crucifijo, de los siglos XII y XIII, es de fundación templaría y debe su nombre a una preciosa talla gótica de influencia germánica (objeto de este artículo). Aledaño al convento de Reparadores, se encuentra el albergue de peregrinos. La iglesia de Santiago, en la calle Mayor, tiene dos hermosas portadas románicas y, en su interior, tallas góticas de Santiago peregrino y San Bartolomé. Hay, además, otra iglesia, la de San Pedro, en la que se guarda una imagen gótica de la Virgen del Puy, más conocida como "Virgen del Txori" por una leyenda que afirma que cuando esta imagen se hallaba en la capilla, que hasta 1834 existió en medio del puente, un pajarillo -txori en euskera- limpiaba todos los días la cara de la Virgen con el agua del río que recogía en sus alas.

Pero lo que nos ocupa es el misterioso cristo que vigila el camino que podemos calificar como extraordinario debido a la forma que adopta su cruz, que como mínimo podemos calificar de insólita, la forma de ¡Pata de Oca!.

Es un Cristo que representa en su forma singular de Y la intersección de los dos caminos, la Gran Elección, la Encrucijada; la Pata de Oca, es a su vez símbolo de reconocimiento de las antiguas fraternidades de constructores.

Los brazos laterales de la cruz toman la forma de una “Y” mientras que el palo central se prolonga hasta la altura de los brazos laterales. Los maderos que conforman la cruz quieren dar la impresión de troncos despojados de sus ramas, sin pulir, apreciándose las rugosidades, tocones y nudos. 



Unos pies desproporcionadamente grandes sugieren la idea de caminante y un rostro perdido en otras realidades trascendiendo al propio sufrimiento.

Un origen incierto confundido por dos leyendas con elementos comunes que sugieren un mismo origen. Dice una de ellas que un peregrino germano a su regreso a su país envió la imagen en agradecimiento por las atenciones recibidas en el hospital de peregrinos. La otra hace referencia a un grupo de peregrinos teutones que portaban la imagen hasta Santiago, a su regreso, dejaron la misma también en señal de agradecimiento por las atenciones recibidas. 

Ambas leyendas tienen en común el agradecimiento, la donación de peregrinos y el origen germano. 

Sobre lo que parece ser que no hay duda es que la procedencia de la imagen es de la región renana, ya que existen tallas tipológicamente relacionadas con ésta; un ejemplo evidente lo encontramos en el Dolorosus Crucifixus existente en la Iglesia de St. María im Kapitol en Colonia. 

Todo ello nos lleva a considerar que la paternidad del que podemos llamar Cristo Renano de Puente la Reina hay que atribuirla probablemente a La Orden de los Caballeros Teutones y Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa María de Jerusalén, y que éste llegó como donación a la Orden del Temple

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