jueves, 22 de mayo de 2014

Augusto III de Polonia

(Dresde, 7 de octubre de 1696 - Dresde, 5 de octubre de 1763) fue Elector de Sajonia (con el nombre de Federico Augusto II) y rey de Polonia (1733-1763).
Hijo del rey Augusto II y de la margravina Cristiana Eberardina de Brandeburgo-Bayreuth.

Su ascenso al trono provocó la Guerra de Sucesión polaca (1733-1763), en la cual el nuevo monarca debió solicitar ayuda militar de Rusia, aumentando la influencia rusa sobre la República de las Dos Naciones; tras una breve campaña militar las tropas rusas y de Sajonia entraron en Polonia y expulsaron a los partidarios del candidato rival al trono polaco, Estanislao I Leszczynski.

Augusto III de Polonia 

Augusto III consevó su título de Elector de Sajonia al igual que su padre, pero mostró muy poco interés por las funciones gubernamentales, tanto en Sajonia como en Polonia; de hecho, Augusto III delegó sus responsabilidades a su ministro sajón Heinrich von Brühl, considerado leal pero incompetente para las responsabilidades que se le encargaron.

Las preocupaciones fundamentales de Augusto III fueron la caza, la pintura y la música, y su desinterés por los asuntos polacos llegó al extremo de que sólo vivió en Polonia tres años de su tres décadas de reinado; durante este periodo, las poderosas familias aristocráticas polacas de los Potocki y los Czartoryski paralizaron la administración polaca con sus conflictos y disputas, impidiendo inclusive el funcionamiento del Sejm (parlamento polaco) y deteniendo así la toma de decisiones a todo nivel.

Años después Augusto III apoyó a Austria como aliada de Sajonia en la Guerra de los Siete Años, mientras Polonia se mantenía neutral. Sajonia fue invadida por Prusia y Polonia fue usada como territorio de tránsito por las tropas rusas, demostrando la progresiva pérdida de independencia de Polonia. Augusto III murió en Dresde, la capital de Sajonia, muy poco después de acabada la contienda contra Prusia en octubre de 1763.

Casado con María Josefa de Austria, hija del emperador José I de Habsburgo. De este matrimonio nacieron 14 hijos.

María Josefa de Austria o Marie Josefa (en alemán: Maria Josepha von Habsburg, Erzherzogin von Österreich, en Polaco: Maria Józefa Habsburżanka); (Palacio Imperial de Hofburg, 8 de diciembre de 1699 - Dresde, 17 de noviembre de 1757), Archiduquesa de Austria, después de su matrimonio, Electriz de Sajonia y Reina de la Mancomunidad Polaco-Lituana.

María Josefa de Austria

El 20 de agosto de 1719, María Josefa contrajo matrimonio con Federico Augusto II, Elector de Sajonia (1733-1763), quien llegaría a ser Rey de la Mancomunidad Polaco-Lituana como Augusto III de Polonia.

A través de este matrimonio entre las Casas de Wettin y Habsburgo, el padre de Federico Augusto II, Augusto II el Fuerte, tenía la esperanza de mejorar la posición de Sajonia debido a la guerra de sucesión por los territorios austriacos. El hijo mayor de la pareja que les sobrevivió, Federico Cristián, sucedió finalmente a su padre como Elector de Sajonia.

Guerra de Sucesión polaca


Sitio de Danzig (1734), de autor desconocido
La Guerra de Sucesión polaca, que tuvo lugar entre los años 1733 y 1738, fue una guerra con un alcance global europeo a la vez que una guerra civil polaca, con considerable interferencia de otros países, cuyo objetivo inicial era el de determinar quién iba a suceder a Augusto II como rey de Polonia y Lituania, pero que en realidad supuso también un nuevo enfrentamiento dirigido por los Borbones con la intención de socavar o eliminar el poder de los Habsburgo en la Europa occidental, como continuación de la propia Guerra de Sucesión española.
La guerra enfrentó por un lado a los partidarios de Federico Augusto II, elector de Sajonia, quien reinaría en Polonia con el nombre de Augusto III y por otro a los partidarios de Estanislao Leszczynski, quien a su vez había ya reinado (y reinaría de nuevo) en Polonia con el nombre de Estanislao I.
Estallido de la crisis
La causa inmediata del estallido de la crisis fue la muerte en Varsovia, el día 1 de febrero de 1733, de Augusto II de Polonia, rey de Polonia y elector de Sajonia. Su sucesor proclamado fue su hijo Augusto, proclamado nuevo rey de Polonia como Augusto III. Augusto III recibió de inmediato el reconocimiento como nuevo rey por parte de Carlos VI, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y de Ana, zarina de Rusia.
Por el contrario, el cardenal Fleury, que en esas fechas era el primer ministro de facto de Francia con Luis XV, yerno del depuesto Estanislao Leszczynski, permitió a éste embarcarse en secreto rumbo a Polonia, para intentar la recuperación de su trono con apoyo francés.
Consecuencias

Tras cinco largos años de lucha, había llegado el momento de hacer la paz, y cada uno de los países involucrados en la guerra buscó el medio de hacer valer en los acuerdos de paz las ventajas alcanzadas en la lucha.

Imagen de un soldado sajón de la época
Así, Francia ya había iniciado desde 1735 contactos con Austria para buscar un acuerdo, tras demostrar en los campos de batalla su superioridad militar en el norte de Italia y la de sus aliados españoles en el sur de Italia. Unida a Francia por el primero de los llamados Pactos de Familia, España cedió la iniciativa diplomática a Francia, que llegó al acuerdo con Austria de aceptar la Pragmática Sanción austriaca por la que la herencia del Sacro Imperio Romano Germánico pasaría a manos de María Teresa I de Austria, casada con Francisco III de Lorena. A cambio, Austria haría diversas concesiones.

Las conversaciones preliminares desembocaron en el Tratado de Viena, firmado en el mismo 1735 (aunque no fue ratificado hasta 1738), que puso fin al conflicto.

La primera consecuencia de los acuerdos de paz, por lo que respecta a Polonia, causa teórica de la guerra, fue que Augusto III de Polonia quedó completamente consolidado como rey del país, quedando definitivamente descartado Estanislao I Leszczynski. No obstante, la dependencia en la que quedaba el país respecto de las grandes potencias no tardaría en pasarle una amarga factura, con los repartos de Polonia entre los países vecinos en el último cuarto del siglo XVIII.

Para compensar a Estanislao, se cedía a éste el ducado de Lorena, hasta entonces en manos de Francisco III de Lorena, casado con María Teresa de Austria. Con esta compensación, además, Francia obtenía la desvinculación de la Lorena a los Habsburgo y su adscripción a una rama de la propia familia real francesa, puesto que esperaban que el ducado revirtiese a la hija de Estanislao, María Leszczynska, casada con Luis XV de Francia.4 De este modo, Francia alcanzaría lo que consideraba su frontera natural, el río Rin, consolidando sus posiciones en Alsacia.

Francisco de Lorena, por su parte, recibiría el Gran Ducado de Toscana, en Italia, vacante desde la muerte de Juan Gastón I de Toscana, último de los Médicis,4 como compensación, además de ver reconocidos los derechos de su esposa a la herencia austriaca. Ello no impidió, sin embargo, que poco después, en 1740, estallase la Guerra de Sucesión austriaca, por la disputa de dicha herencia.

España obtuvo ganancias territoriales, pero no para ser unidas a la Corona, sino para ramas menores. En concreto, se reconocía al infante Carlos, duque de Parma, como rey de Nápoles, con el nombre de Carlos VII de Nápoles. No obstante, no logró el reconocimiento de los compromisos previamente asumidos por Francia en el Tratado de El Escorial.

Para compensar a los austriacos, Carlos les cedía el ducado de Parma, a lo que se añadían el ducado de Plasencia y el ducado de Guastalla.

Los piamonteses obtenían algunas ganancias territoriales menores, pero especialmente alcanzaban el reconocimiento de su estatus como potencia regional en el norte de Italia.

Rusia no obtenía ninguna ganancia territorial, pero sí lograba un estrechamiento de sus vínculos con el reino de Polonia, a la vez que hacía su presentación en el campo político, diplomático y militar europeo, en calidad de gran potencia, lo que le aseguraría poco después una amplia mejora de sus posesiones territoriales con las particiones de Polonia.

Federico Cristián 

Elector de Sajonia (5 de septiembre de 1722 – 17 de diciembre de 1763), fue un miembro de la casa de Wettin. Su padre fue Federico Augusto, Príncipe Elector de Sajonia y rey de Polonia, y su madre María Josefa de Austria.


Federico Augusto (1750-1827),
 Elector de Sajonia y Duque de Varsovia.
Biografía

Federico Cristián de Sajonia sucedió a su padre en octubre de 1763 como Elector de Sajonia, aunque no como rey de Polonia, donde subió al trono Estanislao II Poniatowski, a raíz de un golpe de Estado instigado por la poderosa familia de los Czartoryski apoyado por Rusia. Federico no pudo hacer valer sus derechos, pues falleció en diciembre del mismo año. Dos de sus hijos fueron reyes de Sajonia, siendo el primogénito Federico Augusto I de Sajonia quien lo sucedió.

Matrimonio y descendencia


María Antonia de Baviera

En 1747, contrajo matrimonio con su prima hermana María Antonia de Baviera, Princesa de Baviera (1724-1780), hija de Carlos VII, Sacro Emperador Romano Germánico, y de María Amelia, Archiduquesa de Austria. De esta unión nacieron siete hijos

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