domingo, 11 de mayo de 2014

Viena (XI) La Abadía de Melk o Stift Melk - El Castillo Kreuzenstein

La Abadía de Melk o Stift Melk

Es una abadía benedictina sita en Melk, Austria, uno de los monasterios cristianos más conocido del mundo. Domina el Danubio desde lo alto de un acantilado rocoso, próximo al valle de Wachau.

Fue fundada en 1089, cuando Leopoldo II, soberano de Austria, entregó uno de sus castillos a los monjes benedictinos de la Abadía de Lambach. En el siglo XII se fundó una escuela, y la biblioteca de la abadía alcanzó rápidamente renombre por su extensa colección de manuscritos. El monasterio fue también un referente en la producción de manuscritos. En el siglo XV la abadía se convirtió en el centro de la Reforma de Melk, un movimiento que devolvió cierto vigor a la vida monástica de Austria y el sur de Alemania. 

Desde 1625 la abadía ha sido miembro de la Congregación Austríaca, actualmente incluida en la Confederación Benedictina.




La Abadía de Melk consiguió su impresionante aspecto barroco actual entre 1702 y 1736, tras la reforma dirigida por el arquitecto Jakob Prandtauer. Son particularmente destacables la iglesia de la abadía, con frescos de Johann Michael Rottmayr, y la magnífica biblioteca, con incontables manuscritos medievales y frescos de Paul Troger. Debido a su fama y altura académica, Melk consiguió escapar a la disolución bajo José II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, mientras muchas otras abadías austríacas fueron confiscadas y disueltas entre 1780 y 1790. La abadía consiguió sobrevivir otras amenazas a su existencia durante las Guerras Napoleónicas, e incluso en el periodo siguiente al Anschluss, la anexión nazi de Austria en 1938.

Umberto Eco llamó a uno de los protagonistas de su famosa novela El nombre de la rosa Adso de Melk, como tributo a la abadía y a su famosa biblioteca.




 




 






Desde Viena a Melk





Krems an der Donau

Es el nombre de una ciudad no muy grande que conserva un trazado y sabor medieval; se levanta sobre la orilla occidental del Danubio, rodeada de fértiles viñedos y en el límite oriental de la región de Wachau. No llega a los 24.000 habitantes y forma junto a Stein an der Donau un único municipio.

Krems fue durante la Edad Media un importante nudo de comunicaciones y una ciudad comercial gracias al río Danubio. En la actualidad, Krems puede ser considerada como una ciudad ferial con industria y como meta de numerosos turistas y estudiantes.

El Castillo Kreuzenstein

En el estado de la Baja Austria, cerca de Manhartsberg, hay un antiguo y legendario castillo cuya construcción se remonta al año 1000. En el año 1523 el archiduque Ferdinando, hermano del rey Carlos V, le entregó la administración del castillo, la administración de la Justicia y el cobro de impuestos a nivel local a uno de sus consejeros, el conde Niklas von Salm. Dos años después el conde capturó al rey francés y como recompensa se le entregó el castillo por completo junto con las aldeas a la redonda. 

El Castillo Kreuzenstein quedó en manos de la familia hasta 1585 cuando cambió de conde. El viejo y medieval castillo se convirtió en ruinas y recién revivió cuando durante la segunda mita del siglo XIX el conde Johann von Wilckek construyó un soberbio edificio de estilo romanesco-gótico. Si bien tiene apariencia de castillo medieval no lo es. En el año 1945 fue dañado pero por suerte lo reconstruyeron y hoy alberga un museo y brinda espectáculos de cetrería. Se alza sobre la cima de una pequeña montaña y desde sus almenas se tiene una vista magnífica de los alrededores.





La colección del museo permite echarle una ojeada al medioevo austriaco con armaduras y artefactos varios. Se destaca una mesa de cocina de casi 8 metros de largo construida con una sola pieza de roble y una máquina de hacer spaghettis que data del siglo XVI. Es realmente un castillo de cuento de hadas con patios, vitrales de colores, mucha piedra, muebles antiguos, libros, alfombras, cuadros y mucho más. Es el castillo que aparece en el film: Los Tres Mosqueteros, de 1993

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