sábado, 24 de mayo de 2014

Príncipe Eugenio Francisco de Saboya

(En francés: Eugène de Savoie, en alemán: Prinz Eugen von Savoyen, en húngaro: Savoyai Jenő), (18 de octubre de 1663 en París – 21 de abril de 1736 en Viena) fue uno de los más brillantes generales que sirvió a Austria durante las guerras donde fueron expulsados los turcos otomanos de los territorios austríacos, húngaros y serbios a finales del siglo XVII.


Príncipe Eugenio Francisco de Saboya
 retratado por Jacob van Schuppen
  • Años de servicio 1683 - 1734
  • Lealtad Sacro Imperio Romano Germánico (Austria)

Batalla de Viena, o de Kahlenberg, pues se llevó a cabo en este monte vienés.

Participó en
  • Guerra de la Liga Santa
  • Batalla de Kahlenberg
  • Batalla de Zenta
  • Guerra de los Nueve Años
  • Guerra de Sucesión Española
  • Batalla de Carpi
  • Batalla de Höchstädt
  • Batalla de Ramillies
  • Batalla de Malplaquet
  • Guerra Austro-Turca (1716-1718)
  • Batalla de Petrovaradin
  • Batalla de Belgrado
  • Guerra de Sucesión Polaca

Durante la Guerra de Sucesión Española, el Príncipe Eugenio fue comandante de las tropas del Emperador en el norte de Italia.


El Belvedere

En 1703 mandó construir en Viena el Stadtpalais según planos de Johann Bernhard Fischer von Erlach. En 1726 compró el palacio Hof, en Marchfeld, y a su arquitecto favorito Juan Lucas von Hildebrandt le encargó el Belvedere, que se edificó en dos etapas, la primera en 1714 y la segunda a partir de 1721, un palacio barroco en el 3er distrito de Viena. La construcción de este palacio se prolongó hasta 1723.


Monumento al Príncipe Eugenio en la Plaza de los Héroes (Heldenplatz) en Viena.

Su notable colección de libros, llamada 'Eugeniana', está alojada en el fastuoso salón de la Biblioteca Nacional de Austria. Estuvo relacionado con los filósofos de su época, como Leibniz, Montesquieu y Voltaire. Eugenio era muy popular entre sus soldados, pues solía marchar al frente de ellos a las batallas, donde resultó herido trece veces. También era apreciado por su servidumbre por su comportamiento social (por ejemplo, daba trabajo a los jardineros incluso en invierno).
A pesar de su evidente sed de gloria en las guerras, los nombramientos políticos, y construcciones, Eugenio nunca contrajo matrimonio, conservando así, según muchos, su propensión al ideal de vida religiosa.
Una de las nuevas posesiones austriacas después de la Guerra de Sucesión Española fueron los llamados Países Bajos Austríacos, anteriormente españoles. Eugenio fue nombrado gobernador de esta área, y más tarde llegaría a ser regente de los Estados austriacos en Italia.
A su muerte, Eugenio era uno de los hombres más ricos de Europa. Su fortuna pasó a su sobrina, la princesa Victoria de Saboya-Carignano, a quien él nunca había conocido. Ella vendió su extensa biblioteca al emperador austriaco, y esta formó el núcleo de lo que es hoy en día la Biblioteca Nacional austriaca.
Eugenio murió de pulmonía en Viena en 1736, mientras dormía, después de una noche jugando a las cartas con su vieja amiga, la Condesa de Batthyany. Una leyenda afirma que un león del zoológico de su palacio murió esa misma noche. Está enterrado en la capilla de honor de la catedral de San Esteban de Viena.

Hotel Soissons, lugar de nacimiento de Eugenio. Lamina de Israel Silvestre, en 1650.




El Tratado de Utrecht

También conocido como Paz de Utrecht o Tratado de Utrecht-Rastatt, es en realidad un conjunto de tratados firmados por los Estados contendientes en la Guerra de Sucesión Española entre los años 1713 y 1715 en la ciudad holandesa de Utrecht y en la alemana de Rastatt. Los tratados ponen fin a la guerra, aunque posteriormente a su firma continuaron las hostilidades en territorio español: en el Principado de Cataluña hasta su conquista definitiva por Felipe V de España en septiembre de 1714 —el reino de Mallorca, excepto Menorca que pasó a soberanía británica, no caería hasta julio de 1715—. En este tratado Europa cambió su mapa político.





La Paz de Utrecht trajo consigo tres consecuencias básicas. Cambios territoriales y políticos, dando paso a un nuevo mapa europeo basado en el equilibrio de las grandes potencias; el posicionamiento de Inglaterra como gran potencia comercial y marítima; y la pérdida de relevancia de España, por sus pérdidas territoriales en el continente a favor del cambio dinástico. Termina así en España la era de los Habsburgo y comienza la era de los Borbones, linaje vigente hasta nuestros días.



Mapa político de Europa después del tratado.

Todo comenzó en 1700, España era una monarquía en busca de un rey. Carlos II, sin descendencia y próximo a la muerte buscaba un heredero desesperadamente. Los tres grandes pretendientes eran: Felipe de Anjou, el Archiduque Carlos de Austria y José Fernando de Baviera.





Como podemos observar en el gráfico, todos los aspirantes tenían derecho por descendencia. Felipe de Anjou era nieto de la Infanta Española María Teresa, hermana de Carlos II. José Fernando de Baviera era nieto de la Infanta Española Margarita, hermana también de Carlos II. Por último el archiduque Carlos, hijo del emperador Leopoldo I, no tenía más derechos que los que le legaba su padre (hijo de la Infanta Española María de Austria, hermana de Felipe IV).

Carlos II se decantó en un principio por el Príncipe Bávaro firmando en 1698 un testamento por el cual le nombraba heredero universal, pero la muerte inesperada del joven en 1699, dejó frente a frente a los candidatos austriaco y francés. Las noticias que llegaban a la corte de Carlos II sobre tratados de partición de los territorios españoles entre las diferentes potencias, le convencieron de su decisión y procurando siempre el bienestar de sus reinos y estados, en 1700 otorgó el testamento al candidato francés Felipe de Anjou, por el que le nombraba sucesor de todos sus dominios.



Carlos II sabía que sólo Francia era capaz de salvaguardar el reino, ya que, no sólo necesitaba un sucesor para el trono sino también un protector y Francia era la única capaz de respaldar su voluntad. Las demás potencias europeas tenían el convencimiento de que Luis XIV (Rey de Francia y abuelo de Felipe) respetase los pactos de repartición, pero este aceptó el testamento y proclamó rey de España a su nieto. En aquel acto iba implícita una declaración de guerra. La llamada Guerra de Sucesión.


Alegoría de la Paz de Utrecht de Antoine Rivalz.


El problema que se planteaba era la gran hegemonía francesa, los borbones dominando gran parte de Europa y con grandes posesiones coloniales por todo el mundo. Por ello en 1701 se firmó la gran alianza del Haya entre Inglaterra, Holanda y Austria a favor del archiduque Carlos (uniéndose en 1703 Portugal y Saboya). En mayo de 1702 declararon la guerra a Francia y España.

Los aliados toman Gibraltar en 1704 y al año siguiente el archiduque Carlos desembarca en Barcelona donde va obtener el beneplácito de la Corona de Aragón, contraria a Felipe por su política centralizadora.


Aquí se muestra la traducción a los dos idiomas de uno de los tratados, español e inglés.


En 1705 comienza la guerra real en la península. Francia dicta la política de guerra, ya que España no contaba con recursos que tenían que llegar del país vecino. La guerra se desarrolló con gran rapidez, Cataluña y Valencia pasaron a ser territorio Habsburgo y en 1706 se unieron Mallorca y Aragón, ese mismo año todos los territorios de la corona de Aragón pasaron a ser del archiduque y España se vio inmersa en una guerra civil.

Torre y catedral de Utrecht.

1706 fue el peor año para Felipe V, el imperio se descomponía a marchas forzadas tanto en Europa como en la península y su política de centralización fracasaba estrepitosamente. La adversidad llevó al monarca a dar lo mejor de sí mismo y mejoró su liderazgo para realizar mayores esfuerzos, lo que desencadenó un gran apoyo popular. En Madrid se presentó en persona a sus ejércitos, hablando a las tropas, elevando la moral, organizando un nuevo esfuerzo de guerra. Su apoyo en Castilla fue incuestionable, un movimiento espontaneo de lealtad digno de relatos épicos.


Utrecht o Utreque, es la capital de la provincia homónima. Se ubica en el centro de los Países Bajos, siendo la cuarta ciudad en importancia de este reino. La población de Utrecht es de 324.723 habitantes, según censo de 2013. Es uno de los ejemplos más destacados de la morfología de una urbe histórica y monumental en los Países Bajos. Asimismo, es uno de los principales centros económicos e industriales del país.






Situada en las orillas del Rin, fue una destacada fortaleza romana y después un gran centro medieval productor de lana y exportador de ganado vacuno de la apreciada raza frisona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario