sábado, 27 de junio de 2015

La Guerra en la retaguardia - La Conferencia de Yalta

La guerra ha sido una guerra total, lo importante no era sólo la lucha en el frente, sino también la existencia de una organizada labor productiva en retaguardia que abasteciera de armamentos y comida para el frente.

En la primera parte de la contienda señalamos la superioridad de recursos de las potencias del Eje, se habían estado preparando para la conflagración, preveían una guerra corta y eso les favorecía, cuando la guerra se prolonga y se transforma en una guerra de desgaste van a disminuir sus posibilidades de victoria al no contar con ricos minerales, ni materias primas para la industria ni un alto potencial demográfico. Analicemos con más detalle la situación país por país.

Alemania
Inicia muy pronto la militarización de su población. Desde el principio y hasta el final va a evitar que las mujeres vayan al frente o que vayan a las industrias de guerra, en su lugar llevarán a los prisioneros de los países conquistados.
Su punto débil es la carencia de materias primas básicas, esto se va a intentar solucionar mediante la explotación sistemática de los pueblos ocupados y del trabajo de los prisioneros extranjeros (se calcula entre siete y ocho millones el número de trabajadores no alemanes, esto permitió que estos trabajadores siguieran produciendo y los obreros alemanes fueran al frente).
La población civil tuvo que sufrir las penalidades de las restricciones y los racionamientos.
Japón
Al igual que Alemania, carecía de materias primas, pero su situación era peor dado el carácter insular del país. Tenía también el convencimiento de que la guerra iba ser corta y su abastecimiento se basó en la explotación económica de su imperio (Filipinas, Manchuria, Corea, Indochina, Indonesia...). Debido a ese carácter insular dependía mucho de la marina mercante para el abastecimiento de la metrópoli, eso le hacía muy débil ya que Estados Unidos se cebó en la flota nipona para así estrangular económicamente a Japón. Las penalidades de la población civil fueron también importantes.
Gran Bretaña 
Sobrevivió gracias a la llegada masiva de la ayuda americana tanto en armamento como en productos de primera necesidad; contaba también con los productos de sus colonias. La labor en la retaguardia fue fundamental para ganar la guerra, en el tiempo que duró la Batalla de Inglaterra, la producción de aviones logró ir reponiendo los que los alemanes derribaban.
Estados Unidos
Expresión de Roosevelt, EE.UU. sería, y lo fue, el "arsenal de las democracias". Por la Ley de Préstamo y Arriendo de marzo de 1941 EE.UU. decidió abandonar su tradicional aislacionismo y apoyar decididamente la lucha contra el Eje. Así, abasteció de armas y productos a Gran Bretaña y otros países, sin esa ayuda hubiera sido imposible derrotar a la Wehrmacht. Estados Unidos experimentó un crecimiento militar espectacular, de 200.000 hombres en 1939 pasó a 7.000.000 más tarde, lo mismo pasó con el armamento
La URSS
Era un país con enormes recursos humanos y materiales. El haber tenido una economía planificada por el Estado desde 1928 hizo que la transformación de la economía en economía de guerra fuera relativamente fácil. La industria de guerra soviética logró constituir un ejército poderoso. Una labor importante fue el traslado de sus fábricas al otro lado de los Urales para prevenir un ataque alemán. La invasión alemana devastó su territorio, a eso hemos de añadir la táctica de la tierra quemada que utilizaban los rusos, destruían toda la zona en su retirada para que el ejército alemán no pudiera abastecerse. En cuanto a la población civil, la rusa, fue una de las que más sufrió con una gran carencia de productos alimentarios.
La Conferencia de Yalta

La Conferencia que los "Tres Grandes", Churchill, Roosevelt y Stalin, celebraron en Yalta (Crimea - antigua URSS) del 4 al 11 de febrero de 1945 es posiblemente uno de los hechos diplomáticos más célebres del siglo XX. Durante la guerra fría se mantuvo la idea de que en Yalta se había producido una división del mundo entre las potencias occidentales y la URSS. La realidad no fue esa.

Los "Tres Grandes" se reunieron para coordinar sus planes de guerra en un momento en el que las operaciones contra las potencias del Eje habían entrado en un momento decisivo. Churchill, Roosevelt y Stalin intentaron llegar a un acuerdo lo más amplio posible sobre los puntos de fricción que les separaban en lo referente al futuro de una Europa que se adivinaba prontamente liberada de la dictadura hitleriana.

Churchill, Roosevelt y Stalin
La situación en el momento de la Conferencia favorecía claramente a Stalin. Tras las impresionantes ofensivas del Ejército Rojo en 1944, las tropas soviéticas se hallaban a 70 kilómetros de Berlín y ocupaban prácticamente toda la Europa central y oriental. Al mismo tiempo, el mantenimiento del pacto de neutralidad con Japón permitía a Moscú mantener una posición de fuerza en todo lo relacionado con las cuestiones polaca y alemana.

De Gaulle trató de que Francia fuera incluida en la Conferencia con escaso éxito. Roosevelt se negó a incluir a un país que había sido liberado por los anglosajones, aduciendo que su líder, De Gaulle, no había sido elegido por su pueblo.


En esta conferencia se acordaron cinco resoluciones principales:
  1. Alemania sería desmilitarizada y dividida en cuatro zonas de ocupación de la URSS, EEUU, Gran Bretaña y Francia (incluida por demanda de Churchill). Estaría sujeta a fuertes reparaciones financieras y perdería la Prusia Oriental y parte de Pomerania, quedando su frontera oriental fijada en la línea marcada por los ríos Oder y Neisse. Se estableció que un tribunal internacional juzgaría a los principales criminales de guerra nazis. Lo que posteriormente llevó a los Juicios de Nüremberg.
  2. Polonia sería "desplazada" hacia el oeste, anexionándose los territorios que Alemania perdía en el oriente y cediendo en el oriente los territorios que habían quedado bajo el dominio soviético tras el pacto de no agresión germano-soviético en 1939. El denominado Comité de Lublin, formado esencialmente por comunistas, constituirían el núcleo principal del futuro gobierno polaco, aunque también tendrán presencia los miembros del gobierno provisional polaco pro-occidental con sede en Londres.
  3. Con respecto a las Naciones Unidas, cuya Carta había sido ya redactada en borrador, se acordó un compromiso sobre la fórmula de voto en el futuro Consejo de Seguridad, poniendo el énfasis en el papel clave de las grandes potencias vencedoras en la futura organización de la paz.
  4. Por último, se aprobó la denominada Declaración sobre la Europa liberada en la que los "Tres Grandes" se comprometieron a que la reconstrucción de Europa se hiciera por medios democráticos constituyendo gobiernos democráticos ampliamente representativos de todos los elementos no fascistas de cada nación. Esos gobiernos deberían convocar lo antes posible elecciones libres que permitieran la creación de gobiernos que emanaran de la voluntad popular.
  5. Fue la violación de estos acuerdos por parte de los soviéticos lo que llevó a la división de Europa y a lo que se vino a denominar el "telón de acero". Posteriormente, los republicanos norteamericanos contrarios a Roosevelt y su legado, y el propio De Gaulle, marginado de la reunión, fomentaron la falsa idea de que en Yalta se acordó la división de Europa en dos esferas de influencia, occidental y soviética.
Por último, en lo referente al Extremo Oriente se acordó un protocolo secreto por el que a cambio de la entrada de la URSS en guerra contra Japón en el plazo de dos o tres meses tras la derrota alemana, la Unión Soviética recuperaría todos los territorios perdidos tras la guerra ruso-japonesa de 1905.

Los "tres grandes" en Potsdam: Winston Churchill, Harry Truman y Josef Stalin 
Cinco meses después, en la conferencia de Potsdam, concluyen las negociaciones: se ratificará la división de Alemania, se delimitan nuevas fronteras para Polonia y se fijan las indemnizaciones de guerra. Pero estos acuerdos no ocultaron la creciente tensión entre los vencedores, una vez eliminado el enemigo en común, surgen los recelos y conflicto entre modelos que parecen de difícil convivencia pacífica. Uno de los temas centrales de discusión fue el tipo de estado que debía tener los países liberados de la ocupación de Hitler. 


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