domingo, 24 de noviembre de 2019

(XVII) El placer de coleccionar arte - Roma «la ciudad de las ciudades» - La Capilla Sixtina - Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli

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El Juicio Final o El Juicio Universal es el mural realizado al fresco por Miguel Ángel para decorar el ábside de la Capilla Sixtina (Ciudad del Vaticano, Roma). Miguel Ángel empezó a pintarlo 25 años después de acabar de pintar la bóveda de la capilla.
La Capilla Sixtina es una capilla del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, la residencia oficial del papa. Se trata de la estancia más conocida del conjunto palaciego.

Dibujo del siglo XIX que muestra el posible aspecto de la Capilla Sixtina en el siglo XV
Originalmente servía como capilla de la fortaleza vaticana. Conocida anteriormente como Cappella Magna, toma su nombre del papa Sixto IV, quien ordenó su restauración entre 1473 y 1481. Desde entonces la capilla ha servido para celebrar diversos actos y ceremonias papales. Actualmente es la sede del cónclave, la reunión en la que los cardenales electores del Colegio Cardenalicio eligen a un nuevo papa. La fama de la Capilla Sixtina se debe principalmente a su decoración al fresco, y especialmente a la bóveda y el testero, con El Juicio Final, ambas obras de Miguel Ángel.



Durante el pontificado de Sixto IV, un grupo de pintores renacentistas que incluía a Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli realizó dos series de paneles al fresco sobre la vida de Moisés (a la izquierda del altar, mirando hacia El Juicio Final) y la de Jesucristo (a la derecha del altar), acompañadas por retratos de los papas que habían gobernado la Iglesia hasta entonces en la zona superior y por cortinas pintadas con trampantojo en la zona inferior.

Sixto IV (Celle Ligure, Génova, 21 de julio de 1414 - Roma, 12 de agosto de 1484), de nombre secular Francesco Della Rovere, y al que se le dio el sobrenombre de Doctor acutissimus ("Doctor agudísimo") fue el papa n.º 212 de la Iglesia católica, desde el 9 de agosto de 1471 hasta su muerte el 12 de agosto de 1484. Perteneció a la Orden Franciscana.
Sus habilidades intelectuales fueron demostradas mientras estudiaba filosofía y teología en la Universidad de Pavía. Después de sus estudios, dictó cátedra en varias universidades italianas de importancia.
Las pinturas fueron concluidas en 1482, y el 15 de agosto de 1483, con motivo de la festividad de la Asunción, Sixto IV celebró la primera misa en la capilla y la consagró a la Virgen María.
El saco de Roma (adaptación al castellano de la voz italiana sacco di Roma) tuvo lugar el 6 de mayo de 1527 por tropas alemanas y españolas y señaló una victoria imperial crucial en el conflicto entre Carlos V y la Liga de Cognac (1526-1529, la alianza del Papado, Francia, Milán, Venecia, y la Florencia firmada el 2 de mayo de 1526).
El papa Clemente VII dio su apoyo a Francia en un intento por alterar el equilibrio de fuerzas en la región, y para liberar al Papado de lo que muchos consideraban la «dominación imperial» del Sacro Imperio Romano Germánico. 
 De 189 guardias de servicio solo 42 sobrevivieron, pero su valentía aseguró que Clemente VII escapara a salvo, a través del Passetto, un corredor secreto que todavía une la Ciudad del Vaticano con el Castillo de Sant'Angelo.
Después de tres días de estragos, el Príncipe de Orange, como nueva cabeza del ejército en sustitución del fallecido Borbón, ordenó que cesara el saqueo, pero pocos soldados obedecieron. Mientras tanto, Clemente VII continuaba detenido en Castillo Sant'Angelo.
El 6 de mayo, el ejército imperial atacó las murallas en el Janículo y la Colina Vaticana. El duque de Borbón fue mortalmente herido en el asalto por una bala de arcabuz en el muslo, disparo que el artista italiano Benvenuto Cellini se atribuyó a sí mismo.
Entre 1508 y 1512, por encargo del papa Julio II, Miguel Ángel decoró la bóveda, creando una obra de arte sin precedentes que cambiaría el curso del arte occidental. Años después, tras el Saco de Roma, pintó también El Juicio Final en la pared del altar entre 1536 y 1541 para los papas Clemente VII y Paulo III. Más de cinco siglos después, los frescos de Miguel Ángel siguen atrayendo a multitud de visitantes a la capilla, y son considerados una de las obras cumbre de la historia de la pintura.

Sandro Botticelli (Florencia, 1 de marzo de 14451​-Florencia, 17 de mayo de 1510), fue un pintor del Quattrocento italiano. Pertenece, a su vez, a la tercera generación cuatrocentista, encabezada por Lorenzo de Médici el Magnífico y Angelo Poliziano.
La reputación póstuma del artista disminuyó notablemente en los siglos siguientes, pero fue recuperada a finales del siglo XIX; desde entonces, su obra se ha considerado exponente máximo de la gracia lineal de la pintura del primer Renacimiento. El nacimiento de Venus y La primavera son, actualmente, dos de las obras maestras florentinas más conocidas. Se expusieron por primera vez en la galería de los Uffizi, Florencia, en 1815.

La tentación de Cristo o Tentaciones de Cristo es un fresco realizado por el pintor renacentista italiano Sandro Botticelli. Mide 345,5 cm. de alto y 555 cm. de largo. Fue realizado entre los años 1481 y 1482 en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano.
En este episodio se representan las tentaciones de Cristo narradas por los Evangelios, en concreto en Mateo 4, 1-11.
El primer plano de la composición no contiene Tentaciones de Cristo, sino ve un rito de sacrificio, interpretado como oferta del leproso después de ser sanado por Cristo.
Dado que tenía por objeto la decoración de estancias papales, cabe pensar que muchos de los retratados son prelados y familiares del papa, pues los rostros no siguen el mismo modelo, sino que están individualizados, como auténticos retratos. También hay alusiones directas al pontífice: a su nombre, Francesco della Rovere, aluden los robles pintados, y a su símbolo heráldico el traje azul oscuro con hojas de encina de oro que lleva el joven que, situado a la izquierda, de perfil, se levanta de un asiento de mármol.
En 1481, el Papa Sixto IV llamó a Botticelli, así como a otros artistas prominentes florentinos y umbríos, como Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio y Cosimo Rosselli; a ellos se añadieron después Luca Signorelli y Bartolomeo della Gatta. La tarea que se les encomendó fue elaborar frescos en las paredes de la Capilla Sixtina. El papa proporcionó el programa iconográfico: la supremacía del papado. Se pretendía pintar las dos paredes, una frente a otra, la comparación de las vidas de Moisés y Cristo, incluyendo las prefiguraciones del Nuevo Testamento en el Antiguo. Además, en el registro superior, en todo el perímetro, estaban pintados una larga serie de papas. Para realizar la obra, los pintores tuvieron que aceptar unas convenciones representativas comunes a todos, de manera que la obra final resultara homogénea: usaban la misma escala de dimensiones, la misma estructura rítmica y representación paisajística, una sola gama cromática con adornos de oro que hiciera resplandecer las pinturas con la iluminación de las antorchas y las velas. Aunque Giorgio Vasari sostenía que Sandro Botticelli pintó todo el conjunto, lo cierto es que pintó tres historias en los frescos. Además, se cree que proporcionó los dibujos de once papas y quizá intervino directamente en la pintura de algunos. Las composiciones son complejas y difíciles, con reelaboraciones neoplatónicas de temas clásicos en la iconografía cristiana.
El Perugino (Città della Pieve, h. 1448-Fontignano, febrero o marzo de 1523), fue un pintor cuatrocentista italiano, en transición hacia el Alto Renacimiento. El apodo de Il Perugino («el Perusino») proviene de su natal Perugia (en español, Perusa). Sus dos influencias fundamentales fueron Piero della Francesca y el Verrocchio, aunque filtrados por los modos suaves de la pintura umbra, de cuya escuela fue líder. Fue titular de dos activísimos talleres contemporáneos, uno en Florencia y otro en Perugia. Su fama se vio oscurecida por la de su alumno más prestigioso, Rafael.

Entrega de las llaves a San Pedro, h. 1482, fresco, 335 x 550 cm, Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.
la obra más conocida del Perugino y una de las obras maestras de la pared norte de la Sixtina. En el centro de la composición se encuentra Jesucristo entregando las llaves a un san Pedro arrodillado; a ambos lados se distribuyen los apóstoles y otros personajes. En segundo plano están representados los episodios del pago del tributo, a la izquierda y a la derecha de la intentada lapidación de Cristo, a lo que se refiere la inscripción superior: CONTURBATIO IESU CHRISTI LEGISLATORIS.
Se cree reconocer en el personaje a la derecha en primer plano y con el gorro negro el autorretrato del Perugino. El fondo está compuesto por un aparato escenográfico de gran impacto, donde nada es casual sino sujeto a un perfecto control intelectual. Allí se descubre la pasión por la representación de los detalles arquitectónicos, ya presente en la Vida de San Bernardino, con dos arcos triunfales, evidente homenaje al Arco de Constantino, y con un templete en el medio, trasposición ideal del Templo de Jerusalén.

Circuncisión del hijo de Moisés --Autor: El Perugino y el Pinturicchio
Éxodo 4, 18-20; 24-26: “Moisés volvió a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: «Déjame marchar y volver a mis hermanos, que están  en Egipto, para ver si todavía están vivos».
Jetró le dijo: «Vete en paz». El Señor había dicho a Moisés en Madián: «Anda, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que querían matarte». Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en un asno y se fue a Egipto, llevando en su mano el bastón de Dios…. Por el camino, donde Moisés pasaba la noche, el Señor se le presentó para darle muerte. Entonces Séfora, tomando un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo y lo arrojó a sus pies diciendo: «Esposo de sangre eres para mí». Y el Señor le dejó.”
El fresco lleva el siguiente título; «OBSERVANCIA DE LA ANTIGUA REGENERACIÓN POR MEDIO DE LA CIRCUNCISIÓN DE MOISÉS».
Siguiendo el estilo medieval de ilustrar una serie de episodios en un mismo cuadro, el Perugino representa varios episodios en la misma escena.

Moisés se despide de su suegro Jetró (A) y, con su mujer Séfora y los hijos Guerson y Eliézer y el séquito, se encamina hacia Egipto. Durante el viaje, el ángel del Señor le sale al encuentro (B). Séfora circuncida a Eliézer (C), mientras Moisés y el primogénito observan el rito (D). Esta es la toma de conciencia por parte de Moisés de su propia misión ante el pueblo elegido.

Pinturicchio, seudónimo de Bernardino di Betto di Biagio (Perugia, 1454 - Siena, 1513) fue un pintor cuatrocentista italiano. Según las Vite de Giorgio Vasari, Pinturicchio tuvo la poca fortuna de ser poco agraciado y tener diversas limitaciones físicas, entre ellas la sordera, por lo que durante mucho tiempo fue llamado «il Sordicchio».

Perugino y otros, Viaje de Moisés, atribuido a Pinturicchio
La presencia de Pinturicchio en Roma para decorar la Capilla Sixtina se evidencia por una rápida mención en su biografía de Giorgio Vasari, que conmemora la cooperación con Pietro Perugino. No se sabe si Perugino ya estaba en Roma y si también había participado en los frescos perdidos de la Capilla de la Concepción en la antigua basílica de San Pedro del Vaticano (1479)Los críticos tradicionales reconocen la mano de Pinturicchio en las escenas del Viaje de Moisés en Egipto y El bautismo de Cristo, mientras que la crítica más reciente​ ha reducido drásticamente su participación. En cualquier caso, algunos esquemas de la Sixtina fueron tomados y desarrollados por Pinturicchio en trabajos posteriores, certificando su conocimiento directo del ciclo.
Supuesto autorretrato de la Adoración de los Reyes Magos (1488).
Ghirlandaio (Florencia, 2 de junio de 1448 - 11 de enero de 1494), fue un pintor cuatrocentista italiano. Entre los muchos aprendices que se formaron en su taller, destaca sobre todos ellos Miguel Ángel.
Jefe de un nutrido y eficiente taller, en el que dio sus primeros pasos en el campo del arte un Miguel Ángel de trece años, es recordado sobre todo por los grandes ciclos de frescos, como son algunas escenas de la Capilla Sixtina en Roma, la Capilla Sassetti y la Capilla Tornabuoni en su ciudad natal.​ Domenico formó parte así de la llamada "tercera generación" del renacimiento en Florencia, junto a maestros como Verrocchio, los hermanos Pollaiuolo y el joven Sandro Botticelli.
La principal fuente sobre la vida de Ghirlandaio es la biografía que de él escribió Giorgio Vasari en sus Vite. 

Última Cena de Ognissanti (1480) -- Típico de los monasterios florentinos era el embellecimiento del refectorio con un gran fresco con la Última cena.

Ghirlandaio desarrolló un fresco que cuenta con bien pocos rivales en su temática: Vocación de los Apóstoles, obra de excelente factura y muy interesante por su metódica definición, la cual, sin embargo, padece un pobre colorido. El paisaje del fondo, en particular, es claramente superior a cualquier otro de los que podemos encontrar en las obras de la Capilla Brancacci, realizados por Masaccio y sus colaboradores, y que por cierto fueron atentamente estudiados por el Ghirlandaio. También le corresponde la Resurrección, esta última muy dañada ya en los tiempos de Vasari y a continuación repintada a finales del siglo XVI. 

Cosimo di Lorenzo Rosselli (¨Florencia, 1439 - 1507) fue un pintor italiano célebre por su participación en la decoración de la Capilla Sixtina.
En la primavera de 1481 Rosselli fue invitado por el papa Sixto IV a Roma para participar en la decoración de los muros laterales de la Capilla Sixtina junto a Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio, Sandro Botticelli y otros colaboradores; para esta obra los pintores se atuvieron a ciertas convenciones representativas para dar homogeneidad y coherencia a sus trabajos. Estas convenciones incluían una escala dimensional en común, estructura rítmica afín y similares representaciones paisajísticas. Se utilizó además una similar gama de colores. Rosselli realizó tres frescos: la Entrega de las Tablas de la Ley, El Sermón de la montaña y la curación en la casa del leproso, y La Última Cena. Para estos trabajos tuvo como asistente a su yerno Piero di Cosimo.
La Última cena, Capilla Sixtina.
Sermón de la Montaña y curación del leproso, Capilla Sixtina.
Entrega de las Tablas de la Ley, Capilla Sixtina.
En sus últimos años de vida su estilo se vuelve más riguroso, al parecer influido por la oratoria de Girolamo Savonarola. Su obra entonces se caracteriza por su devoción religiosa.

Autorretrato de Luca Signorelli (izq) con Fra Angelico en la Capilla de San Brizio, catedral de Orvieto (1499-1505)
Luca da Signorelli (Cortona, ¿1450? - 1523) fue un pintor cuatrocentista italiano. Se trata de uno de los grandes maestros de la llamada Escuela de Umbría. Aventajado discípulo de Piero della Francesca del que aprendió su tratamiento de la perspectiva, mientras que su pericia en el dibujo de la anatomía se debe al influjo de Antonio del Pollaiuolo.
En Roma en 1482, trabajó en la realización de parte de los frescos de la Capilla Sixtina (particularmente las partes dedicadas al Testamento y a la Muerte de Moisés). Es en esa época cuando se nota el paso a una madurez en la realización de Signorelli, máxime cuando produce obras que se incluyen entre las mayores exponentes del intelectualismo florentino derivado de la escuela neoplatónica de Marsilio Ficino; es así que en las obras de Signorelli (como en la de Leonardo entre otros) se encuentran complejas referencias simbólicas y literarias que son exaltadas mediante una soberbia estructuración espacial, una opulenta elaboración cromática y un consecuente relieve pleno de plasticidad en las figuras por él diseñadas.
Testamento y muerte de Moisés es un fresco del pintor Luca Signorelli, realizado en 1482, que se encuentra en las paredes laterales de la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Fue realizado durante el papado de Sixto IV y originalmente se denominó Repetición de la Ley escrita, hecha por Moisés al narrar los acontecimientos finales de la vida del profeta.
Conociendo su cercana muerte, Moisés se despide de los israelitas exigiendo lealtad a Yahvé. Después, bendijo a las doce tribus y escogió a Josué como su sucesor. A continuación, subió al monte Nebo, donde vislumbró la Tierra Prometida que no llegaría a pisar. ​Poco después murió a los 120 años y su cuerpo desapareció.
Signorelli presenta a la derecha de la escena a Moisés bendiciendo desde un trono a los hijos de Israel según narra Deuteronomio 33 y a sus pies, el arca del pacto con las Tablas de la Ley y la urna con maná. Un poco centrado en la imagen hay un joven desnudo que tal vez sea una figura alegórica de su antepasado Leví, quién había sido excluido del reparto de tierras en la división de la Tierra Prometida. A la izquierda, se representa a Moisés cediendo el bastón de mando a su sucesor, Josué.
Arriba, en el centro, el ángel le indica la tierra prometida mientras a la izquierda, se representa a los israelitas llorando la muerte de Moisés, aunque el relato bíblico no hable de la exposición del cuerpo de Moisés.

Italia en época de El Bosco - Sandro Botticelli y los frescos de la Sixtina - Pruebas de Moisés - Castigo de los rebeldes - La tentación de Cristo, pincha aqui

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