La Colección Wallace (The Wallace Collection) acoge una de las mejores colecciones artísticas de Londres. Se encuentra ubicada en una mansión palaciega del siglo XVIII (Antiguamente la Embajada Española)
La colección
El museo, fundado a partir de la colección privada de Sir Richard Wallace, abrió sus puertas al público en el año 1900. La colección alberga una variada gama de bellas artes y artes decorativas desde el siglo XV hasta el XIX.
La extensa Colección Wallace contiene más de 5.000 objetos que fueron recopilados a lo largo de los años por cuatro generaciones de la familia Hertford.
Algunos de los elementos más destacables de la colección son los artículos realizados en porcelana de Sevres, una amplia recopilación de obras pictóricas francesas o el mobiliario original de la casa, que también constituye una gran muestra artística.
Velázquez - La dama del abanico |
Gabinete de porcelana de Sèvres. |
Murillo |
Esprit et Verité and his circle (Watteau) |
Una colección impresionante
La Colección Wallace es una de las mejores de Londres, tanto por la calidad como por la variedad de los objetos que posee. Además de las exposiciones, merece la pena conocer la preciosa mansión del siglo XVIII en la que se ubican.
Situado en Manchester Square, el Museo The Wallace Collection puede visitarse diariamente a partir de las 10.00 y hasta las 17.00 horas.
Situado en Manchester Square, el Museo The Wallace Collection puede visitarse diariamente a partir de las 10.00 y hasta las 17.00 horas.
Por si todo lo anterior fuera poco, la entrada es gratuita.
Francis Seymour-Conway
Primer marqués de Hertford KG, PC, PC (IRE) (5 julio 1718 hasta 14 junio 1794) fue un cortesano y político británico.
Lord Hertford se casó con Lady Isabella Fitzroy, hija de Charles FitzRoy, 2do duque de Grafton, el 29 de mayo de 1741. Tuvieron trece hijos.
Isabella Fitzroy (Joshua Reynolds) |
- Monarca: George III
- Precedido por: El vizconde de Weymouth
- Sucesor: El conde de Bristol
- Gran coleccionista
- Hizo el Grand Tour
- Adquirió cuadros entre otros de Canaletto, obras francesas XVIII, etc…
En 1763 se convirtió en consejero privado y, a partir de octubre 1763 a junio 1765, fue embajador en París. Fue testigo de la enfermedad de Madame de Pompadour, a quien admiraba y escribió un bello epitafio para ella. En el otoño de 1765 fue nombrado Virrey de Irlanda, donde, como hombre honesto y religioso, era muy querido.
Francis Ingram-Seymour-Conway
Segundo marqués de Hertford KG, PC, PC (Ire) (12 febrero 1743 hasta 28 junio 1822). El Honorable Francis Seymour-Conway hasta 1750, vizconde de Beauchamp entre 1750 y 1793, y el conde de Yarmouth entre 1793 y 1794, fue político. Ocupó escaños en los parlamentos de Irlanda y Gran Bretaña, y desempeñó el cargo de Secretario con su padre en Irlanda. Posteriormente, ocupó cargos en la Casa Real, incluyendo el de Lord Chamberlain entre 1812 y 1822.
Francis Ingram-Seymour-Conway |
Lord Hertford se casó con Alice Elizabeth Windsor, hija de Herbert Windsor, 2do vizconde Windsor, el 4 de febrero de 1768. Después de su muerte en 1772 se casó con Isabel Ingram Anne (dieciseis años), hija de Charles Ingram, noveno vizconde de Irvine y Pastor Frances, el 20 de mayo de 1776.
Charles Francis Seymour-Conway
(1777-1842), tercer marqués de Hertford, fue el segundo hijo del marqués.
(1777-1842), tercer marqués de Hertford, fue el segundo hijo del marqués.
Fue Vice-Chamberlain en la Casa Real 1812-21. En 1798 se casó, en contra de los deseos de sus padres con Fagnani María Mie-Mie), la hija ilegítima de Fagnani Marchesa, una ex bailarina.
Fue un gran coleccionista. Compró Tiziano, Perseo y Andrómeda y pinturas holandesas del siglo XVII, de Netscher El fabricante de encaje y de Rembrandt el Buen Samaritano, así como muebles franceses, bronces dorados y porcelana de Sèvres.
Maria Fagnani Mie-Mie |
Le sucedió su hijo
Richard Seymour Conway
(1800-1870) (Cuarto marqués), también conocido desde 1822 hasta la muerte de su padre como conde de Yarmouth. Al igual que su hermano, Lord Henry Seymour llevó en París una vida disipada, rara vez, o nunca, visitaba Inglaterra; amasó una gran fortuna y una espléndida colección de cuadros y objetos, que pasaron, junto con sus estados irlandeses, a Sir Richard Wallace.
Richard Seymour Conway |
Sir Richard Wallace
(1818-1890)
(1818-1890)
Sir Richard Wallace, hijo ilegítimo del cuarto Marqués de Hertford, para quien trabajó como secretario, fue el heredero de su padre, trasladó una gran parte de la colección a Londres en 1872. Sir Richard siguió su gusto personal incorporando armas y armaduras europeas, piezas de mayólica italiana y obras renacentistas a las pinturas de maestros antiguos, mobiliario francés y porcelana de Sèvres coleccionados por su padre. Pero también se hizo con obras de los periodos preferidos del Marqués; así, compró bronces decorativos de Jacques Caffiéri, cuadros del siglo XVII de Borch y Jan Steen y lienzos del XVIII de Fragonard.
A pesar de la reputación de tacaño de su padre, Wallace En 1872 donó 50 fuentes de agua, conocidas como fuentes Wallace, en la ciudad de París y de Lisburn. Todavía hoy se pueden ver. A su muerte en 1890, fue enterrado en Le Père Lachaise en París.
La colección fue legada a la nación en 1897 por Lady Wallace, viuda de Sir Richard Wallace, se abrió al público en 1900.
Sir Richard Wallace |
La colección fue legada a la nación en 1897 por Lady Wallace, viuda de Sir Richard Wallace, se abrió al público en 1900.
Refleja los gustos de varios miembros de la familia, pero especialmente del cuarto marqués, Richard Seymour-Conway (1800-1870) y su hijo Sir Richard Wallace (1819-1890), vivieron siempre en París. El marqués compró la mayor parte de su soberbio conjunto de arte francés del siglo XVII (tanto mobiliario como cuadros) Sir Richard incorporó numerosas obras decorativas renacentistas y la magnífica colección de armaduras.
La pintura holandesa y flamenca del siglo XVII retratos ingleses del siglo XVIIIi; y las obras de Richard Parkes Bonington (la mejor representación que existe de su obra).
Julie-Amélie-Charlotte Castelnau
Los coleccionistas
(1819-1897), se casó con Richard Wallace en 1871, después de haber sido su amante durante muchos años.
En todo caso, el mayor disfrute de un coleccionista, como corrobora el ejemplo de algunos de los personajes arriba reflejados, no está en la mera y pura propiedad, sino en el descubrimiento de “la pieza”, en su identificación y su valoración, y sobre todo en la ilusión de lograrla, una forma de felicidad que proviene de la superación de obstáculos y dificultades que son siempre distintos de los afrontados en casos semejantes, como es única cada obra de arte. La palabra “propiedad” es pobre para definir los sentimientos inherentes al reto que impone en cada caso esa búsqueda y, en su caso, ese logro, que en sí mismo no se limita a la relevancia o el valor del objeto hallado y conseguido.
Esos sentimientos son más intensos cuando una colección ha sido formada objeto a objeto, y cada uno de ellos cuenta a quien con él se hizo, en voz inaudible, la historia secreta de su pedigree, sus transmigraciones, los riesgos a que se ha visto expuesto y el reposo al que finalmente ha llegado, para edificación intelectual y moral, a través de la belleza que exhibe, y la sabiduría de conocedor que ha requerido en un propietario cuyo deseo último es compartirlo con quienes lo rodean, y con los que vendrán tras él. Así el pintor inglés William Constable afirmó que cada colección es en sí misma una obra de arte.
Mi recomendación si quieres disfrutar a tope:
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