sábado, 15 de noviembre de 2014

Levantamiento moscovita - Principado de Moscú - Imperio ruso

Levantamiento moscovita


Iván I Danílovich Kalitá
Cuando los mongoles invadieron las tierras de la Rus, Moscú era un insignificante pueblo de paso a China en el Principado de Vladímir-Súzdal. Aunque los mongoles quemaron Moscú en el invierno de 1238, la localización forestal del remoto pueblo, ofreció cierta seguridad de la ocupación mongola, y un gran número de ríos le ofrecieron acceso a los tres mares, el Báltico, el Negro y el Caspio.



Más importante aún para la formación del estado moscovita, fue su gobierno de príncipes ambiciosos, determinados y afortunados. El primer príncipe moscovita fue, Daniil Aleksándrovich (reinado en 1303), que aseguró el principado para su familia, los ruríquidos. Su hijo, Iván I de Rusia (reinado entre 1325 y 1340), llamado Iván Kalitá (Iván la bolsa de dinero), obtuvo el título de Gran Príncipe de Vladímir de los líderes mongoles. Él cooperó estrechamente con los mongoles, recaudando tributos de otros principados rusos. Esta relación le valió ascendencia regional, particularmente sobre el principal rival de Moscú, Tver. En 1325 Iván I trasladó al metropolita Pedro (en:Peter of Kiev) desde Vladímir a Moscú.

Grandes príncipes


Principado de Moscú

El Gran Principado de Moscú, Gran Ducado de Moscú o Moscovia es el nombre del estado ruso que existió desde el siglo XIV hasta el XVI. El Gran Principado de Moscú, como se le conoce a este estado en los documentos rusos, se formó en los territorios septentrionales del primer estado eslavo oriental llamado Rus de Kiev y fue el predecesor del Zarato Ruso, que a su vez precedía al Imperio ruso.

A diferencia de su líder espiritual, el Imperio bizantino, Rusia, bajo la batuta de Moscú, pudo revivir y organizar su propia guerra de la reconquista, subyugando finalmente a sus enemigos y anexando sus territorios perdidos. Después de la caída de Constantinopla en 1453, la Rusia moscovita queda como el único Estado cristiano funcional en la frontera de la Europa Oriental, adquiriendo así el derecho de reclamar la sucesión al legado del Imperio romano de Oriente. Todavía bajo el dominio de los mongolo-tártaros, el ducado de Moscú comenzó a afirmar su influencia en la Rusia Occidental al principio del siglo XIV. El resurgimiento espiritual, apoyado por la Iglesia ortodoxa y San Sergio de Rádonezh, ayudó al ducado de Moscú a derrotar a los mongolo-tártaros en la Batalla de Kulikovo en 1380.

Iván IV "El Terrible" (1530–1584) puso fin al control de los invasores, consolidando regiones cercanas bajo el dominio de Moscú. Es el primero en tomar el título de "Gran Duque de Todas las Rusias".


Iván IV "El Terrible" (1530–1584)
Al principio del siglo XVI, el Estado ruso fijó como metas principales recuperar todos los territorios perdidos a consecuencia de la invasión mongolo-tártara y proteger la zona fronteriza meridional contra los ataques de los tártaros de Crimea (las guerras ruso-crimeas) y de algunos pueblos turcos. Los hidalgos, recibiendo un señorío del soberano, fueron obligados a servir en el ejército. El sistema del señorío llegó a ser la base para la caballería noble.

En 1547, Iván IV fue coronado oficialmente como el primer Zar de Rusia. Durante su reinado, Iván IV anexionó regiones de Kazán y Astracán entre otras y transformó Rusia en un Estado multiétnico. Iván IV promulgó un nuevo código de leyes (Sudebnik de 1550), estableciendo el primer cuerpo representativo feudal (Zemski Sobor) e introdujo la autogestión local en las regiones rurales. A finales del siglo, cosacos rusos fundaron los primeros establecimientos en Siberia Occidental. Su reinado también fue marcado por la larga y fracasada guerra contra la coalición de Polonia, Lituania y Suecia para acceder al comercio a través del mar Báltico.

Iván IV llevó a cabo una serie de purgas en la aristocracia feudal, probablemente provocadas por la traición por parte del príncipe Kurbski, por las cuales entró en la historia como "El Terrible". Después de su muerte, los fracasos militares, las epidemias y las pobres cosechas debilitaron el Estado y los tártaros de Crimea queman la ciudad de Moscú. La muerte de los hijos de Iván combinada con el hambre de 1601-1603 llevan a la guerra civil y a la intervención extranjera.

A mediados del siglo XVII había establecimientos rusos en la Siberia Oriental y en la península de Chukchi a través del río Amur. En 1648 el navegante ruso Semión Dezhniov descubre el estrecho que separa Siberia de Alaska. En 1728 será explorado por el navegante danés Vitus Bering, y llevará su nombre (estrecho de Bering).

Imperio ruso 

Es la denominación que se le da a Rusia entre 1721 y 1917. Abarcó grandes zonas de los continentes europeos, asiático y norteamericano, siendo el sistema político sucesor del zarato.

La expresión «Rusia imperial» designa el periodo cronológico de la historia rusa desde la conquista de los territorios comprendidos entre el mar Báltico y el océano Pacífico iniciada por Pedro I hasta el reinado de Nicolás II, el último zar, y el comienzo de la Revolución de 1917.


Pedro I de Rusia, fundador del Imperio ruso en el año 1721.
La capital del imperio fue San Petersburgo (rebautizada en 1914 como Petrogrado a raíz del inicio de la Primera Guerra mundial). A finales del siglo XIX, el imperio comprendía 22.800.000 km². De acuerdo al censo de 1897, su población alcanzaba las 125.640.000 personas, habitando la mayoría (93,44 millones) en Europa. Más de 100 diferentes grupos étnicos convivían en el imperio (la etnia rusa componía el 44% de la población). Además del actual territorio de Rusia, en 1917 el Imperio ruso incluía territorios de los estados bálticos, Ucrania, Bielorrusia, parte de Polonia (Reino de Polonia), Moldavia (Besarabia), el Cáucaso, Finlandia, la mayoría del Asia Central y una parte de Turquía (las provincias de Ardahán, Artvin, Iğdır y Kars). Entre 1732 y 1867, el Imperio ruso también incluía Alaska, al otro lado del estrecho de Bering.

En 1914, el Imperio ruso estaba dividido en 81 provincias (óblasti) y 20 regiones (gubérniyas). Entre los vasallos y protectorados del imperio se incluían el Emirato de Bujará, el Kanato de Jiva y, tras 1914, Tuvá.

Vista de la Plaza Roja con la Torre del Salvador del Kremlin de Moscú a la derecha y la Catedral de San Basilio al fondo.
El Imperio ruso estaba gobernado por una monarquía hereditaria liderada por un emperador autocrático (zar) desde la dinastía Románov. La religión oficial del imperio era el cristianismo ortodoxo, controlado por el monarca a través del Sagrado Concilio. Sus habitantes estaban divididos en estratos (clases) tales como dvoryanstvo («nobleza»), el clero, los comerciantes, los cosacos y los campesinos. Los nativos de Siberia y Asia Central fueron oficialmente registrados en el estrato inorodtsy («extranjeros»).

Después de que la monarquía zarista fuese derrocada durante la Revolución de febrero en 1917, Rusia fue declarada República bajo el Gobierno provisional ruso.


Mapa del Imperio ruso mostrando sus territorios e influencias, alrededor de 1866.

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